Código Postal 4149
"No me importa de dónde sacó los dólares, no me importa en lo más mínimo", explicó el Presidente y aclaró que aún no fue anunciado porque “todavía quedan cuestiones legales por definir".
La semana pasada, el Gobierno pateó para adelante una medida que habían adelantado días atrás el propio Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, que tiene como objetivo atraer los dólares que estarían en posesión de particulares pero sin estar bancarizados y que se estima que serían entre US$200.000 millones y US$400.000 millones.
El día posterior al triunfo de LLA en las elecciones porteñas, que dejó al peronismo de Leandro Santoro en segundo lugar y pegó fuerte en el seno del PRO (Silvia Lospennato quedó tercera, lejos de lo que el partido amarillo acostumbraba a cosechar en la Capital), y profundizó la grieta entre los libertarios y Mauricio Macri, el Presidente se refirió al anuncio que prepara el ministerio de Economía, pero puso paños fríos: “Todavía quedan cuestiones legales por definir”, aclaró el mandatario, aunque adelantó que su idea es que no haya registros bancarios de esas divisas que ingresen al sistema: “Eso me parece una aberración”, apuntó, y agregó: “Se debería poder usar los dólares tranquilamente, sin dejar los dedos marcados, nadie tiene por qué saber de dónde los sacaron”.
“Esta medida no justifica cualquier movimiento. Tenemos que chequear todas las instancias para garantizarnos que va a funcionar. Electoralemente iba a ser un golazo, pero no lo iba a arriesgar para rascar unos votos, por eso tiene que ser algo irreversible y tenemos que estar seguros”, explicó sobre la demora en el anuncio.
“Los argentinos que tienen dólares guardados es que pudieron eludir el impuesto inflacionario, impuesto que generó consecuencias devastadoras. Y como consecuencia de ello, los argentinos, aún pasan el dinero en blanco al sector informal para poder zafar de las garras del Estado”, justificó el libertario. “Esas personas no son delincuentes, son personas que pudieron escapar de los liberticidas de las políticas”, completó.
Según Milei, la medida que saldrá a luz los próximos días, “es revolucionaria en lo monetario”. De acuerdo a los datos que maneja el Gobierno, Argentina “tiene un PBI de US$ 600.000 millones. Y los argentinos tienen entre US$200.000 millones y US$400.000 millones, entre el 33% o el 66% del PBI. Eso implica una inyección de fondos dentro de la economía que podría generar una aceleración de la tasa de crecimiento enorme”, explicó en una entrevista con A24.
La medida sobre el blanqueo es aún una incógnita, porque el Gobierno habilitaría a formalizar dólares mediante una sencilla declaración jurada. No se sabe si saldrá por decreto o resoluciones del Ministerio de Economía, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y el Banco Central, pero está claro que, al menos por ahora, no hay planes de una nueva ley que ampare la nueva amnistía tributaria. Pero, como publicó días atrás elDiarioAR, que el blanqueo no se haga por ley levanta dudas entre opositores amigables con el Ejecutivo, contadores y contribuyentes.
El Presidente también aseguró que se habilitó “la dolarización endógena, porque como la cantidad de dinero en la economía la determinan los individuos, que sean los individuos los que monetizan la economía. Lo que va a generar es que, como los impuestos se pagan en pesos, el peso se va a seguir fortaleciendo”, consideró.
Y detalló: “Hoy existe competencia de monedas. La clave es que nadie le pregunte de dónde sacó los dólares. A mi no me importa de dónde sacó los dólares, no me importa en lo más mínimo. El problema es la Justicia si el dinero proviene de un robo. No se tiene que mezclar la cuestión del delito con la de la economía”.
En ese sentido, remarcó que “el dinero del narcotráfico hay que combatirlo con el Ministerio de Seguridad o de Defensa, no con medidas económicas”. “El que pudo zafar genial, no lo tengo que castigar porque pudo salir”, evaluó a modo de justificación para quienes sacaron dólares del sistema.
Asimismo, calificó como un “horror” y una “aberración” los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) que deben realizar los bancos a la UIF cuando una persona realiza una transacción muy por encima de sus montos habituales.
“Es como si fuera un blanqueo pero sin pago de impuestos, no tiene fines recaudatorios. Utilizaremos los instrumentos que tengamos disponibles para hacerlo. Voy a hacer lo que debo hacer, no me importa el ciclo politico”, concluyó Milei.
Con información de agencias.
IG/MC
El Presidente ponderó a Ritondo y Santilli como los encargados de la negociación con LLA en la provincia de Buenos Aires de cara a las legislativas de septiembre. Habló de un gran "espacio de centroderecha" y quitó al exmandatario del medio.
El día después de que Manuel Adorni se quedara con las elecciones porteñas, Javier Milei apretó el acelerador para terminar de capturar a los referentes del PRO con quienes La Libertad Avanza conversa un acuerdo electoral de cara a las elecciones bonaerenses del próximo 7 de septiembre. “El tiempo de Macri pasó”, afirmó el Presidente en ese sentido para dejar en claro que la alianza ya está encaminada más allá de lo que diga el jefe del partido amarillo, Mauricio Macri, el gran derrotado de este domingo.
“El acuerdo está avanzado independientemente de Macri. ¿O acaso ignoran las fotos con mi hermana, Cristian Ritondo, el Colo Santilli y José Luis Espert. Quizás Macri deba entender que su momento pasó”, apuntó Milei esta mañana en una entrevista al canal A24. El mandatario hacía referencia directa a las postales que semanas atrás se hicieron en la Casa Rosada los diputados amarillos que pisan en la provincia de Buenos Aires. La intención del Gobierno es “abrazarlos” para enfrentar en conjunto al kirchnerismo, ahora que ya se alinearon Axel Kicillof y Cristina Kirchner por el calendario electoral desdoblado.
Milei habló de “un espacio de todo lo que es la centroderecha”, aunque no especificó qué lugar tendrán ahí los amarillos. En todo caso, los resultados de ayer deja al PRO en peores condiciones para negociar. “Los que quieran abrazar las ideas de la libertad, bienvenidos”, apuntó el jefe de Estado.
Sin dar el salto definitivo, Ritondo y Santilli ya hicieron punta en las conversaciones con el Gobierno. El primero es el jefe de la bancada amarilla en Diputados y a quien el propio Macri públicamente ungió como el enlace con LLA. Pero el legislador tiene peso territorial propio con el que se mueve más allá del guión que disponga el expresidente.
Anoche Macri le pidió públicamente a Milei una conversación “respetuosa”, pero avisó que se alejará él de la negociación: estaba a punto de viajar al exterior a Europa y países árabes por su cargo en la FIFA.
Santilli parece mucho más suelto que Ritondo, al punto que ayer no apareció en el búnker del PRO en la calle Balcarce para acompañar a Lospennato en su derrota. Ganó las elecciones legislativas del 2023 en PBA y aspira a tener un rol similar este año. Disputa ahí con Espert, el ex-JxC que sí saltó rápido a LLA y se ganó la confianza de Milei para ser su candidato “puro” en la provincia.
La definición se acelerará en las próximas semanas, a partir de que el 9 de julio es la fecha en que se tienen que presentar las alianzas bonaerenses, y el 19 de ese mismo mes, las listas de candidatos.
Tras la aparición de Milei, fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el que le dio más contenido al posible acuerdo con el PRO. “Las puertas de La Libertad Avanza están abiertas para conversar con aquellos que piensan muy parecido”, expresó el ministro coordinador en radio Rivadavia.
“Estoy convencido de que después de esta disputa en la Ciudad bajarán los ánimos caldeados y habrá conversaciones para presentarnos juntos en la Provincia. Siempre habrá diferencias, pero supongo que habrá quedado claro para el PRO que ir separados no tiene ningún sentido”, remarcó el jefe de Gabinete.
MC
El Presidente negó su retiro de la política, propuso retomar el diálogo con LLA y admitió errores estratégicos. Adelantó que Ritondo continuará negociando un posible frente en la provincia de Buenos Aires.
Luego del golpe que significó que su candidata quedara en tercer lugar y con casi 15 puntos de diferencia respecto del candidato de La Libertad Avanza (LLA), el presidente del PRO, Mauricio Macri, habló y aseguró que no se va a retirar de la política. Pese a los insultos que recibió en el último tiempo de parte del Presidente –que este mismo domingo lo llamó “llorón”– dijo que su intención es “volver a hablar respetuosamente” Milei para iniciar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires.
“Hoy tenemos que desandar un paso en términos de poder volver a hablar respetuosamente”, indicó el expresidente en la pantalla de TN. Y añadió: “Volveremos a hablar internamente en el partido pero lo que yo siento es lo que yo dije. Los que estaban regalados ya se pasaron. Los que quedan tienen valores”, diferenció.
Ante la pregunta del periodista Franco Mercuriali sobre qué entendía que había pasado en estas elecciones, el expresidente dijo que “no se puede ganar siempre” y destacó que “11 elecciones seguidas son muchas”. Después reconoció que propusieron adelantar elecciones “para generar un debate sobre cómo cuidar lo logrado en la ciudad y cómo ir hacia adelante y resultó ser un error porque la agenda del Presidente logró desviarla exitosamente a un plebiscito nacional sobre su política económica”.
Macri aclaró que el diputado Cristian Ritondo “tiene mandato como presidente del partido para negociar un frente en la provincia”. Aclaró, sin embargo, que “un frente no es integrar LLA”, como está planteado desde la Casa Rosada. Adorni lo dejó claro. “Invitamos a todos a dejar los egoísmos de lado y sumarse a esto que se llama La Libertad Avanza y que es el instrumento que ha elegido la sociedad para cambiar la Argentina”, dijo en su discurso tras conocerse los resultados oficiales que lo daban ganador por más del 30% de los votos. Habiendo sacado el doble de votos que el PRO, su posición para negociar es mucho más fuerte que antes.
“Como hemos venido (diciendo) en las últimas semanas y meses, sin ningún tipo de respeto no se puede”, insistió Macri, que buscó mostrarse sereno, pese a las provocaciones. Según dijo, “generosidad como la que ha tenido el PRO nunca ha habido y a cambio de nada”.
“No dimensionamos que el Presidente (iba a estar) llamando y pidiendo que lo apoyen para terminar de salir de la crisis”, admitió. “Les salió bien. Ellos plantearon otro eje que es el que primó. En otras provincias él no se metió personalmente. Él puso todo”, dijo sobre Milei.
En tanto, reconoció la performance electoral del candidato libertario, Manuel Adorni, a quien le adjudicó “coraje” para instalar la agenda nacional con “todos los mecanismos”, como los anuncios gubernamentales. “Si Adorni perdía con Santoro era un espanto”, acotó el ex jefe de Estado y actual titular del PRO nacional.
Para Macri, “la bajísima participación electoral es alarmante”, y lo atribuyó a “la apatía” ciudadana. “No logramos que vaya a votar más de uno de cada dos porteños. Lo peor es la apatía”, apuntó.
MT
La hermana del Presidente es la única gran ganadora de una elección porteña desdoblada en la que votó la mitad del padrón.
Una pregunta recurrente: “¿Y cuál es la ”inteligencia“ de Karina Milei?”. La respuesta nunca satisface a quien la plantea. Pero todo pasado tiene un principio, así que vuelvo al origen. De un hermano arquero en la infancia construyó un hermano que, en la adolescencia, imitaba a Mick Jagger en una banda de rock que se llamó Everest. A ese intérprete de covers, Karina lo convirtió en un conferencista. Lo llevó a la televisión, explotó su magnetismo en las redes sociales. Extrajo el personaje de la persona y lo hizo político. Armó dos campañas: la primera colocó a Javier Milei en el Congreso de la Nación; la segunda, en la Casa Rosada. Logró, en el primer año de gestión, que la Justicia electoral reconociera como partido de alcance nacional a La Libertad Avanza. Karina se autoproclamó presidente. Toda esa aventura -la diputación, la Presidencia, el partido- le llevó, apenas, tres años. Karina Milei hace nuevas todas las cosas. ¿Cómo hizo? ¿Cómo hace para de acumular poder y presupuesto? Hay algunas claves.
La primera es el aval absoluto, público y privado, que le ofrece su hermano. Anoche, Javier la recibió en el escenario con reverencias. Aunque sobre ella no se derrama el apoyo popular de Javier Milei que, a pesar del ajuste -sin estallido social- y su violencia discursiva -que no tiene costo alguno-, mantiene el nivel de aprobación. Karina Milei no perfora en las encuestas. Hasta el mes pasado acumulaba una imagen negativa alta, del orden del 55%. Pero le gustan los desafíos, más si la enfrentan. Karina estaba que temblaba con la invitación que le había hecho a los hermanos el expresidente Mauricio Macri. Era 2023, un encuentro en Los Abrojos. Pero Macri fue directo a Javier. A Karina la desconoció -para no decir que fue desprecio- toda la cita. Si su hermano había logrado el 17% de los votos en 2021 en la Ciudad de Buenos Aires, ese día la hermana decidió que su próxima aventura era arrebatarle CABA al macrismo. Hay más de despecho que de política ahí. Entendible en la menor de los Milei: pura emoción, aunque contenida al contrario de su hermano.
La diputación de su hermano, la Presidencia después, y el partido con alcance nacional le llevó, apenas, tres años. Karina Milei hace nuevas todas las cosas.
Que cómo hizo, que cómo hace. Está bien, a la secretaria General de la Presidencia la escoltan los Menem. Martín, presidente de la Cámara de Diputados, gymbro y dueño de una empresa que fabrica barras de proteína, que buscó la gobernación de La Rioja en 2023 y quedó tercero con algo más del 15% de los votos. Y Lule Menem. Karina sacó a Lule de la Cámara de Senadores, donde asesoraba desde hace cuatro décadas, y lo nombró subsecretario de Gestión Institucional. En este año y medio de Gobierno, la “gestión institucional” de Lule Menem fue ser el brazo ejecutor de Karina y acompañarla en el armado nacional de La Libertad Avanza. En Buenos Aires, la mano karinista es Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio-Urbana. Pareja está enfrentado a Las Fuerzas del Cielo, organización de jóvenes encabezada por el legislador bonaerense Agustín Romo y Daniel Parisini, alias el Gordo Dan, enfilados detrás de Santiago Caputo, el asesor-funcionario. Hay, ahí, una cuestión generacional: micros, bombos y choripanes contra videos hechos con inteligencia artificial, deep fakes y uniformes. Pero no importa: todos trabajan para Karina.
El 30, siempre el 30. Número mágico de La Libertad Avanza. El 30% en la PASO de 2023, el 30% en las Generales. Casi 56% en el balotaje con el espaldarazo que le dio el PRO, el contricante que se volvió aliado. Cuesta ver al rico Mauricio Macri mendigando atención a los hermanos. Macri no logra entender que a él no lo necesitan, que Karina busca por debajo -porque ella se hizo de abajo- y lo único que quiere del macrismo es llevarse a sus referentes. El 30% de los votos consiguió ayer el incondicional karinista, Manuel Adorni. Votó medio padrón porteño: ¿habrá hecho efecto en el núcleo duro libertario ese mensaje que enviaron “Andá a votar. Levantá el culo del sillón. El país te necesita. Tenés tiempo hasta las 18hs. Buscate en el padrón”?
Adorni, forista en la época en que tener Internet en casa era un lujo; exgerente de concesionarias de autos; tuitero estrella y vocero presidencial. En la campaña a concejal por la Ciudad no hizo una sola propuesta para mejorar la vida de los porteños. Y se llevó la mayoría en el distrito que marchó en defensa de la universidad pública, en defensa de los jubilados, en defensa del colectivo LGBTIQ+. Núcleo duro mileísta, 30%, el que levanta el culo del sillón un domingo.
La hermana impuso en el movimiento libertario un sistema verticalista que responde más a ella que Javier, el presidente. Quién se atreve a cuestionar los lineamientos del movimiento que dirige Karina se convierte en un cadáver político. Lo sabe Ramiro Marra que ayer quedó atrás de la izquierda en cantidad de votos. Consolida nombre propio a fuerza de obediencia. Para su hermano es “su ángel guardián”. La imagen es bonita pero oculta otra cosa: Javier es el primero en rendirle pleitesía. Él la llama El Jefe pero en realidad es su empleado. No, no hay razonamiento político clásico en Karina. No hay noción alguna en temas relacionados a la Economía. No tiene ganas de entender cómo funciona un Estado. Para ella el feminismo es una forma de “discriminación positiva”. Tampoco ostenta el don de la oratoria -y acaso por eso no ofrece entrevistas-. ¡No! No responde al patrón del funcionario público tradicional.
El secreto de Karina es haber entendido muy rápido que su hermano es un producto pasible de ser vendido. Y el otro secreto es la supervivencia. Sobrevivió a los cuatro estadíos del movimiento que ya no es outsider, sino centro. Para 2021, la subestimación: “Estos son unos payasos, unos locos”. Ese mismo año, “Kari” se convirtió en El Jefe y con su hermano ya ubicado como diputado entendió que se instalaba en la sociedad “una moral libertaria”.
Para 2022, año de reposo político, Karina no dejó de hacer campaña. En 2023, Javier Milei y Victoria Villarruel empezaron a ser vistos como opción en medio de la disputa por la Presidencia. Después de tres instancias de votación, el movimiento se volvió hegemonía. Karina resistió el vértigo de un sistema que desconocía por completo. Es la misma mujer que en Instagram postea, por ejemplo, “si la gente tuviera el corazón de un perro la maldad no existiría” o “hay batallas que requieren tu silencio porque toca ver cómo Dios pelea por tí”.
Quién se atreve a cuestionar los lineamientos del movimiento que dirige Karina se convierte en un cadáver político. Lo sabe Ramiro Marra que ayer quedó atrás de la izquierda en cantidad de votos.
La hermana genera resistencia entre la militancia libertaria: “Yo no la voté”. Y en varios funcionarios públicos. Incluso con Santiago Caputo que suele decir a los propios: “Viste cómo es Kari...”. ¿Y cómo es? Es caprichosa como una nena, necesita que la miren como se mira a las princesas. Si la dejan afuera se enoja. Su manejo de poder es rústico, barrial, silvestre y por todo eso, bastante predecible.
El Jefe es un personaje en desarrollo que podría tener una vida larga al lado del hermano. Dijo también el Presidente: “Quien no entiende a Karina, no entiende a La Libertad Avanza”. Karina Milei es una mujer común que se volvió una excepción. De haber sido testigo de la violencia física y psicológica que el padre de ambos ejerció contra su hermano, de alumna marginada en el aula, a recibirse de licenciada en Relaciones Públicas y ganarse la vida vendiendo tortas. De eterna secretaria -empleo al que se dedicó entre 1991 y 2007 en distintos lugares- a Secretaria General de la Presidencia. De ciudadana a armadora política: ella también se hizo de nuevo.
VDM/MC
La pregunta ya no es si la IA puede afectar a nuestras democracias, sino cómo reaccionamos ante ello: si la tecnología avanza, también debe hacerlo nuestra capacidad política y ciudadana para responder, propone el autor.
No estamos hablando de un futuro distópico ni de algún lugar alejado. Hoy en Argentina se utiliza inteligencia artificial para generar deepfakes (videos y voces realistas) que comunican mensajes falsos; campañas de desinformación generadas por máquinas; militantes y activistas manufacturados (agentes) que inclinan la cancha en el debate público; y mensajes microsegmentados diseñados para manipular nuestras opiniones y decisiones.
La democracia es un sistema político, su salud depende de la libre expresión y elección por parte de sus ciudadanos, quienes, idealmente, debaten las opciones políticas en un espacio público. Este ideal quizás nunca se logró, pero hoy en la era de la IA corre ciertos riesgos de perder todo sentido.
El corazón del problema es que las personas somos animales con una enorme vulnerabilidad frente a la manipulación emocional y los sesgos cognitivos, y la IA se impone como un instrumento muy preciso para explotarlas. En un principio estas tecnologías fueron diseñadas para detectar nuestros gustos, perfilarnos e inducirnos al consumo, y así generar ganancias cuantiosas. Desgraciadamente, hemos visto cómo estas estrategias también han llegado a la política, ofreciendo herramientas poderosas para la creciente polarización de nuestras sociedades, la radicalización política y los ascensos de las políticas de extrema derecha.
La IA, aunque suele presentarse como un tema técnico, tiene en su trasfondo una disputa de poder: las decisiones sobre cómo diseñar y usarla afectan nuestras formas de convivencia y nuestra capacidad para construir un futuro colectivo. Es decir, cómo funcionan, su alcance y sobre qué operan, tiene que ser necesariamente un debate de la política.
Los deepfakes, como el que vimos de Macri hace unos días, se han convertido en protagonistas de campañas electorales. Conviven con agentes sintéticos con perfiles creíbles debatiendo en redes sociales y compartiendo información falsa; y con envíos masivos de mensajes de manipulación hipersegmentada adaptados a tus sentimientos y emociones. Estas herramientas están claramente desgastando profundamente la confianza pública en los líderes políticos, los partidos políticos y los procesos electorales. ¿Cómo saber cuando un mensaje es real o no? ¿Con quién estoy hablando?
Por ello, la pregunta ya no es si la inteligencia artificial puede afectar a nuestras democracias, sino si nuestras democracias pueden sobrevivir en tiempos de inteligencia artificial.
La respuesta es sí. Ninguna crisis es destino. Pero claro, si la tecnología avanza, también debe hacerlo nuestra capacidad política y ciudadana para responder. Para eso, debemos alejarnos tanto del entusiasmo ciego como del pesimismo paralizante.
El primer paso es clave: impulsar políticas públicas que aborden la complejidad de este fenómeno, regulando el uso de IA en contextos sensibles como las elecciones, la comunicación en plataformas digitales, y la administración de justicia. Esto requiere marcos normativos sólidos, pero también capacidades estatales fortalecidas, transparencia en los sistemas automatizados y espacios de participación ciudadana para co-crear soluciones. La inteligencia artificial no es neutral: refleja y amplifica los valores de quienes la diseñan y de los contextos donde se implementa. Por eso, América Latina y el Sur Global no pueden limitarse a importar tecnologías ni regulaciones foráneas. Necesitamos una gobernanza de la IA situada, democrática y feminista, que ponga en el centro la justicia social y la equidad.
En segundo lugar, se necesitan campañas de concientización masiva que alerten sobre los riesgos de la manipulación digital, promuevan el uso responsable de tecnologías y refuercen los valores democráticos frente a la desinformación. Tal como sucedió en su momento con el uso de las armas nucleares, en este tema también es fundamental el compromiso de las fuerzas políticas en el uso ético de estas tecnologías, y en la promoción de su uso basado en derechos.
Finalmente, pero quizás lo más importante, es educarnos para la ciudadanía digital. No podemos enfrentar la era de la IA con herramientas del siglo pasado. Es imperioso fortalecer el pensamiento crítico de jóvenes, niñas y niños. Esto va más allá de poder identificar un deepfake, tiene que ver con poder entender la manipulación emocional o la construcción de narrativas en un mundo mediado por algoritmos.
El episodio de este fin de semana es más común de lo que se cree y debe ser una alerta para actuar. Si entendemos que el problema no es la tecnología en sí, sino la falta de control democrático sobre su diseño y uso. Si construimos colectivamente una ciudadanía digital crítica, empoderada y activa. Si diseñamos políticas públicas que no corran detrás de la tecnología, sino que la orienten hacia el bien común.
La democracia está siempre en disputa. Se defiende, se reinventa y se construye, y también ahora, en el terreno digital.
MC