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Una licitación en disputa: Milei rediseña el negocio de la Hidrovía y busca dejar a Macri en la orilla

Una licitación en disputa: Milei rediseña el negocio de la Hidrovía y busca dejar a Macri en la orilla

Tras la caída del primer intento en febrero, el Gobierno impulsa un proceso con auditoría de la ONU y reglas nuevas que apuntan a cerrarle el paso al líder del PRO. Por lo bajo, en el oficialismo ven con buenos ojos una posible continuidad de Jan de Nul, dueña del negocio desde 1994.

La guerra por la Hidrovía Paraguay-Paraná se juega en silencio, pero a cara descubierta. Desde que el gobierno de Javier Milei dio de baja la licitación de febrero, quedó claro que el conflicto excedía lo técnico: se trataba de un pulso de poder por el control de la principal vía comercial del país. En ese escenario, el nuevo pliego que prepara el oficialismo bajo auditoría de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) busca algo más que evitar cautelares. También apunta a dejar afuera a Mauricio Macri, a quien en la Casa Rosada señalan como el ideólogo del boicot judicial que dinamitó el proceso anterior.

La nueva licitación, que se abrirá después de las elecciones de octubre, forma parte de una jugada política de mayor alcance: recuperar el control sobre un negocio que mueve el 80% de las exportaciones argentinas, marcar distancia con el macrismo y blindarse frente al poder judicial y económico tradicional. Detrás del rediseño del proceso aparecen dos figuras clave: Santiago Caputo, cerebro político del mileísmo, y Iñaki Arreseygor, titular de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN), a quien el Presidente le delegó la reconstrucción técnica del pliego.

Del escándalo a la revancha

La licitación de febrero fue un fracaso que aún resuena. Solo una empresa se presentó: DEME, la firma belga que semanas antes había denunciado irregularidades en el proceso. La histórica concesionaria Jan de Nul —dueña del negocio desde 1994— ni siquiera participó. El gobierno anuló el proceso, denunció presiones para vaciar la compulsa y pidió a la Justicia que investigue por posible asociación ilícita. Arreseygor, un funcionario hasta entonces desconocido, acusó a “un grupo de vivos” de haber manipulado la licitación “en desmedro de los productores argentinos”.

Iñaki Arreseygor y Manuel Adorni durante la conferencia de prensa de febrero por la Hidrovía.

Las sospechas no eran solo internas. La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), dirigida por el fiscal Sergio Rodríguez, había detectado inconsistencias graves: falta de estudios de impacto ambiental actualizados, errores en los pliegos y criterios de evaluación que favorecían a los operadores históricos. Un dato inquietante completó el cuadro: el socio local de Jan de Nul habría admitido en la causa Cuadernos haber pagado coimas para prorrogar la concesión. Con esa combinación de presiones y antecedentes judiciales, el Gobierno decidió abortar el proceso antes de que estallara una crisis política mayor.

En el sector, sin embargo, no todos interpretaron la caída del proceso como una sorpresa. Se sabía que sólo las dragadoras multinacionales estaban en condiciones técnicas de competir, pero entre las rivales de Jan de Nul comenzó a correr una versión incómoda: los hermanos Juan y Patricio Neuss, empresarios cercanos a Santiago Caputo, también tenían interés en que la concesión quedara en manos de la operadora belga. Y que Arreseygor había delineado un esquema de privatización hecho a su medida.

Por la Hidrovía, sale el 75% del comercio exterior argentino.

Por lo bajo, muchos en el oficialismo reconocen que la ausencia de Jan de Nul en la compulsa no fue una buena noticia. Y no dudan en identificar a los supuestos responsables del boicot. El dedo apunta directamente a Macri y a un puñado de estudios jurídicos con llegada al poder económico. La jugada tiene dos nombres propios: Pieter Jan De Nul, hijo del dueño de la actual concesionaria, y Ezequiel Cassagne, abogado de la Sociedad Rural y de la familia Macri en la causa Correo. Ambos colaboraron en la redacción de la cautelar con la que DEME buscó suspender la licitación. En el gobierno calificaron aquella movida como “golpista”.

Pero el caso de Cassagne encierra una paradoja difícil de explicar. Su estudio no solo litigó contra la licitación de la Hidrovía: también participó activamente en la redacción del DNU 70/23 y de la Ley Bases, los dos instrumentos centrales del plan de reformas del gobierno libertario. Más aún: una de las principales figuras del oficialismo, María Ibarzábal Murphy, proviene de ese mismo bufete. Primero fue nombrada secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo; ahora, en un ascenso vertiginoso, ocupa el estratégico cargo de secretaria Legal y Técnica de la Nación. Desde allí refrenda decretos, leyes y decisiones clave del Ejecutivo. Su designación, avalada por Santiago Caputo, confirma lo que muchos en la administración de Milei prefieren no admitir: que los mismos actores que trabaron el primer pliego no dejan de tener contacto con el dispositivo de gobierno.

La nueva licitación, con sello libertario

Tras el colapso del proceso, Milei decidió relanzar la licitación con nuevas reglas. El primer paso fue reactivar un convenio con la UNCTAD —firmado en tiempos de Guillermo Dietrich pero nunca implementado— para auditar todo el procedimiento, que no solo busca garantizar estándares internacionales, sino también blindar políticamente el nuevo llamado frente a futuras impugnaciones.

Además de la auditoría externa, el Gobierno puso en marcha una serie de mesas técnicas con todos los actores del sector: cámaras empresariales, universidades, entidades regulatorias, provincias ribereñas, ambientalistas y técnicos con experiencia. Ya se realizaron dos encuentros, en Santa Fe y Buenos Aires. El tercero será el próximo 23 de julio en Entre Ríos. La estrategia es clara: evitar que alguien con poder real quede afuera del proceso y tenga motivos para judicializarlo. Y aunque nadie lo dice en voz alta, en el oficialismo muchos creen que un pliego técnicamente más exigente podría dejar en mejor posición a Jan de Nul frente a los nuevos aspirantes.

Javier Milei y Mauricio Macri.

Es que el negocio de la Hidrovía no es menor. Según estimaciones oficiales, el cobro de peajes podría generar ingresos por unos 20.000 millones de dólares en las próximas tres décadas. Ese potencial económico es, justamente, lo que convierte al pliego en una pieza de poder. Lo que está en juego no es solo un contrato de dragado: es quién controla la llave de las exportaciones argentinas.

En las últimas horas, un grupo de entidades clave del sector agroindustrial —la UIA, la Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara de Puertos Privados, CIARA–CEC y otras— difundieron un comunicado conjunto en el que respaldan con “visión positiva” el nuevo proceso liderado por la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN). Destacaron la instancia de las mesas técnicas como espacio institucional para canalizar aportes y evitar interferencias externas. “Debates que se den por fuera de estos canales entorpecen la posibilidad de alcanzar consensos”, advirtieron. Y valoraron la participación de la UNCTAD como garantía de transparencia internacional.

El pronunciamiento funcionó como señal de distensión tras meses de tirantez, ya que es la primera vez que cinco de las principales entidades empresarias vinculadas al comercio exterior y la actividad portuaria dan su visto bueno al proceso licitatorio. En la Casa Rosada lo leyeron como un síntoma claro: el viejo poder empresarial, aún golpeado por la pelea Milei–Macri, empieza a aceptar que ya no define las reglas, sino que se acomoda a las nuevas. Al menos, por ahora.

PL/JJD

“Soretes”, “hijos de puta”, “imbéciles”: todos los insultos que profirió Milei en público durante junio

“Soretes”, “hijos de puta”, “imbéciles”: todos los insultos que profirió Milei en público durante junio

En discursos oficiales, entrevistas y publicaciones en redes, el mandatario repitió agravios contra periodistas, opositores y ciudadanos críticos. Los calificó de "basura", "parásitos mentales", "pelotudos", "mierda" e "imbéciles". El foco de su furia: el periodismo. Inició además acciones legales contra comunicadores como Julia Mengolini y Nicolás Lantos.

Milagros Moreni - “Mentirosa”: los repetidos maltratos de Javier Milei a mujeres periodistas

Mariana García - Milei embate contra la prensa en tiempos de pluriempleo y periodismo exhausto

Durante junio, el presidente Javier Milei pronunció al menos una veintena de insultos explícitos en actos públicos, entrevistas televisivas y publicaciones en redes sociales. Las palabras elegidas no dejaron margen a la interpretación: “imbéciles”, “pelotudos”, “mierda”, “soretes”, “degenerados fiscales”, “parásitos mentales”, “basuras”, “mandriles”, “brutos keynesianos”. Ningún mandatario argentino desde la recuperación democrática había utilizado un lenguaje tan degradante y violento desde la cumbre del poder institucional.

Aunque los destinatarios fueron diversos –desde el economista Axel Kicillof hasta la periodista María O'Donnell o los cronistas que cubren la actualidad en El Destape o C5N–, el blanco principal de su furia fue el periodismo crítico. Una y otra vez, Milei acusó a la prensa de mentir, operar y tergiversar los logros de su gestión. Y no sólo los insultó: también les inició causas penales por calumnias e injurias.

Un repaso por los agravios

En una entrevista con el canal Neura el 29 de junio, Milei dejó una de las frases más brutales del mes:

• “El otro sorete que mandó a recortar el zócalo, el pedazo de mierda ese…”.

• “Es un conjunto de soretes que no pueden aceptar que las cosas están saliendo bien”.

Minutos antes, había hablado de un periodista como “imbécil” y “pedazo de mierda”. ¿El motivo? Haber criticado una de sus medidas económicas. En esa misma entrevista repitió que quienes lo critican son “ratas en términos de IQ” (es decir, personas despreciables y con muy baja inteligencia) y que los periodistas con los que apuesta sobre sus reacciones tienen “déficit de coeficiente intelectual”.

En su cuenta de X (ex Twitter), el tono fue igual o más violento:

• “NO ODIAMOS LO SUFICIENTE A LOS PERIODISTAS BASURAS (90%)”.

• “TOMEN NOTA PELOTUDOS”.

• “Mandriles de las falsas comparaciones”.

• “TREMENDA ATENDIDA A MANDRILA”, en referencia agresiva a María O'Donnell.

También compartió y celebró un mensaje del funcionario presidencial Santiago Oría, en el que este trataba de “estúpida”, “tarada”, “pelotuda” e “imbécil” a esta periodista por sus comentarios sobre el fallo judicial sobre YPF. La llamó además “Mandrila O'Monell”.

En su discurso del 25 de junio en un evento partidario en Puerto Madero, Milei describió a sus opositores como:

• “Unos orcos infumables, parásitos mentales que tienen la cabeza llena de porquerías”.

A Axel Kicillof lo llamó repetidamente “el inútil soviético”, “imbécil” y “pelotudo”, a quien responsabiliza de todos los males económicos del país. Tras el fallo de la jueza Preska en el juicio por la nacionalización de YPF, remató:

• “PD: YO AVISÉ QUE EL SOVIÉTICO ES UN PELOTUDO”.

La prensa como enemigo

A lo largo del mes, el Presidente insistió con la idea de que el periodismo es parte de un entramado mafioso que quiere destruir su gobierno. Los definió como “ensobrados”, “mentirosos”, “operadores”, “sindigarcas”, y repitió que la mayoría de los medios están “al servicio del partido del Estado”.

En el Congreso de La Libertad Avanza del 26 de junio, Milei justificó su estilo: “Con el accionar prolijo de [Manuel] Adorni (su vocero) puedo putear tranquilo”. Y agradeció que el portavoz le permita descargarse contra la prensa y la política sin filtro alguno.

Incluso su hermana Karina Milei se sumó a la narrativa. En declaraciones en Neura, avaló las agresiones verbales del Presidente y sostuvo que “hay que desenmascarar a los periodistas que operan”. La relación de Milei con el periodismo no sólo se tensiona en lo simbólico: también avanza en el terreno judicial.

Durante junio, Milei formalizó una denuncia penal contra Julia Mengolini por injurias. La acusó de insinuar que tiene una relación incestuosa con su hermana Karina, aunque la periodista aclaró públicamente que hablaba de un vínculo simbólico, no sexual. Días antes, Mengolini había anunciado que demandaría al Presidente y a dirigentes libertarios por una campaña de hostigamiento y violencia simbólica contra ella. Milei se adelantó y la denunció primero.

También inició acciones legales contra los periodistas Nicolás Lantos, Jorge Rial, Fabián Doman y Mauro Federico, por considerarlos responsables de declaraciones injuriantes y calumniosas. Los juzgados federales ya tienen las causas. El delito: opinar sobre la vida privada del Presidente y cuestionar su investidura.

Se suman a una lista que ya incluía al analista Carlos Pagni, a Viviana Canosa y a Ari Lijalad, quienes fueron denunciados en mayo por comparaciones con el nazismo o por cuestionar el rumbo autoritario del Gobierno. En esos casos, al menos dos jueces federales archivaron las denuncias por considerar que se trataba de opiniones sobre asuntos públicos amparadas por la libertad de expresión.

¿Estrategia o descontrol?

Las agresiones verbales se repiten con tal sistematicidad que no parecen simples exabruptos. Funcionan como parte de una estrategia de polarización permanente. En cada aparición pública, Milei se esfuerza por dividir al país entre “los argentinos de bien” (que lo votaron) y “los parásitos”, “los degenerados fiscales”, “los zurdos”, “los periodistas basura”, que serían los responsables del supuesto fracaso histórico del país.

El problema, advierten especialistas en comunicación política y derechos humanos, no es sólo el tono presidencial. Lo que preocupa es que desde la cima del poder institucional se esté legitimando la violencia verbal y la persecución a la prensa como parte del ejercicio cotidiano del gobierno.

Lo inédito del fenómeno es que no se trata de un presidente que insulta cada tanto: se trata de un mandatario que ha institucionalizado el agravio como parte de su retórica de gestión. Lo que en otros países sería un escándalo –que un presidente trate de “sorete” a un periodista en cadena nacional o en sus redes oficiales– en la Argentina de Milei se convirtió en rutina.

Y todo esto, sólo en junio. El Presidente convirtió sus redes sociales, sus discursos oficiales y sus entrevistas periodísticas en un catálogo de agravios. Pocas veces un jefe de Estado llamó con tanta sistematicidad “mierda”, “sorete” o “imbécil” a quienes piensan distinto. En lugar de atender la crítica, Milei la insulta. Y en vez de responder con argumentos, responde con querellas judiciales.

La violencia política no siempre empieza con balas. A veces empieza con palabras. Y cuando quien las pronuncia es el Presidente de la Nación, no son gratuitas. Son un acto de poder.

JJD

El cuerpo del silencio, Gus Van Sant en casa

El cuerpo del silencio, Gus Van Sant en casa

Libros, series, películas y un montón de cosas para aferrarse en medio del desconcierto.

El fuego de Charly, las series del mes

El dios que aparece en los libros creó al mundo a través de la palabra. ¿Qué hubiera sido capaz de crear si hubiera permanecido en silencio?

Si se persigue la extrema claridad, la nominación perfecta, se llega al silencio. Ese paraíso desolado.

Callarse. Hacer silencio. No son en absoluto comparables.

Una gramática del silencio. Una sintaxis del silencio. Lo imposible. Una serie de reglas en un territorio repleto de vacío. Estalla de tan lleno.

Hay gente que se defiende con sus palabras. Hay gente que se protege con su silencio. Ni unas ni otro merecen ser fruto de esos miedos.

El escritor francés Alphonse Allais compone la ‘Marcha fúnebre compuesta para las exequias de un célebre hombre sordo’. El pentagrama está en blanco.

Por escrito, el silencio es bidimensional. En el aire, el silencio tiene cuerpo, volumen. A veces llega a aturdir.

Así arranca la entrada dedicada a la palabra “silencio” de un alfabeto encantador que propone la escritora Eugenia Almeida en su libro Inundación (lo publicó ediciones Documenta/Escénicas en 2019, dejé apenas un fragmento como anzuelo para que vayan a buscarlo si no lo leyeron). El silencio volvió a inundar este espacio y quizá se vuelva leitmotiv. O tal vez siempre lo haya sido. O tal vez escribir no sea otra cosa que un intento vano por darle cuerda al silencio, limar sus asperezas, poner a convivir su fragilidad con la nuestra.

Empieza una nueva entrega de Mil lianas, que se convirtió, sigilosamente, en un diario del silencio. Ya vendrán tiempos más estruendosos. O no.

1. Ciclo Gus Van Sant. “Jóvenes, marginados, queers, adictos y vagabundos son a menudo los protagonistas de historias profundamente humanas y crudas. Van Sant es un creador emblema del cine alternativo, dueño de una obra ecléctica donde siempre relucen sus marcas autorales y una mirada llena de humor pero que mantiene un toque íntimo y sensible”, apuntan desde Lumiton. Hasta el 4 de agosto esa plataforma ofrece, de manera online y gratis para Argentina, un ciclo con once películas de este destacadísimo cineasta estadounidense.

La selección recorre todo el arco que atravesó el propio director: están los trabajos under de sus comienzos, como Mala noche; los que lo volvieron una referencia de culto como My Own Private Idaho (ay, ¡esa dupla volcánica de Keanu Reeves y River Phoenix!); y también los que lo llevaron a tener una notoriedad mayor e internacional, como Todo por un sueño o Good Will Hunting, traducida en algunos lugares como En busca del destino. Pueden encontrar el detalle de todas las películas y el enlace para verlas por acá.

El ciclo online y gratuito con once películas de Gus Van Sant se puede ver en este enlace.

2. Todos queremos ser felices, de Hinde Pomeraniec. Las escenas se suceden, inquietan, laten, perturban, conmueven en Todos queremos ser felices (La Libre, 2025), el flamante libro de la escritora, periodista y editora Hinde Pomeraniec. Al poco tiempo de que se desatara la pandemia y que buena parte del mundo quedara en una suerte de pausa inquietante, Pomeraniec buscó una forma de desafiar el aislamiento impuesto por las restricciones sanitarias de entonces y empezó a enviar un newsletter a sus lectores de Infobae (“la pandemia exageró en mí la necesidad de divulgar libros, películas, músicas y biografías como si se hubiera hecho imperativo compartir ese abanico de emociones”, confiesa en las primeras páginas de la publicación). Primero fue diario, luego mutó en un envío semanal y con el tiempo se convirtió en un rito que convocaba a un público cada vez mayor y que comenzaba con un saludo simple y contundente: “hola, ahí”.

Después de esas palabras de rigor, llegaban las observaciones de la escritora que partían de lecturas, de películas que había visto, de voces que extrañaba o de alguna imagen que volvía a su memoria y que, en su deriva, la fueron llevando a detenerse en fenómenos vertiginosos tan universales como personales. Durante más de cuatro años y a partir de una mirada genuinamente curiosa, se dedicó a pensar, entre otros asuntos, la identidad, el duelo, la soledad, la tecnología y al amor, en sus distintas formas.

El libro

Luego de un trabajo de lectura y selección, aquellos textos hoy se resignifican en un libro pequeño y cautivante que se detiene a desgranar todo tipo de transformaciones. De la irrupción de la Inteligencia Artificial en sus distintas versiones a la sorpresa de caer en la cuenta de que probablemente seamos las últimas generaciones de humanos que vivieron un mundo sin internet y con alguna capacidad de detectar mentiras en ciertos discursos que corren imparables como el agua. De las formas que fue tomando la ansiedad a su aceleración y sus consecuencias globales. De redacciones a las que había que ir con el material mecanografiado a escribir en casa espiando con fascinación los personajes que muestran en las redes sociales el antes y el después de sus cuerpos atravesados por dietas o tratamientos inverosímiles.

Para hablar de Todos queremos ser felices y de varios asuntos más, hace unos días entrevisté a Hinde Pomeraniec. Pueden leer la nota completa por acá. Y atención si andan por Buenos Aires: el libro tendrá su presentación el próximo 10 de julio. Más detalles, en este enlace.

La periodista y escritora Hinde Pomeraniec acaba de publicar el libro

El libro Todos queremos ser felices, de Hinde Pomeraniec, fue publicado por La Libre. En este enlace una entrevista con la autora.

3. Balance 2025. Me fascinan, me enojan, me inquietan, me encantan. Vuelvo siempre a darle vueltas a los balances, las listas y las enumeraciones, esos momentos en los que por motivos más o menos nítidos, me veo obligada a hacer un repaso de lo que sucedió en un tiempo determinado (si se les pasó o quieren volver: acá armé hace un tiempo unos apuntes sobre los balances, por acá escribí sobre diciembre o ese mes hiperbólico lleno de ránkings con “lo mejor de”, por acá hay unos garabatos sobre la amistad y las listas).

Resulta que por estos días llegamos a la mitad exacta del año y varios medios internacionales publicaron sus balances provisorios con lo que consideran más destacado de 2025. Un “hasta ahora” repleto de listas. De todos los que me fui cruzando, me interesó y coincidí bastante con uno que armó la revista Variety y trae una selección de 20 series. Les dejo el enlace por acá por si lo quieren pispear, por si les sirve como referencia o para ver si coinciden o los hace enojar. Aparecen, entre otras, algunas de las que más me gustaron como The Pitt (la comentamos por acá), Adolescencia (hablamos de ella por acá), Amigos y vecinos (más por acá).

El balance de la revista Variety con las mejores series de 2025 se puede leer por acá.

Banda sonora. “Abandoné el periodismo de rock cuando me sentí total y absolutamente atrapado por la frase-lápida esto ya lo hacía Pirulo, toda vez que Pirulo podría ser cualquier artista de música popular más o menos consagrado cuya trascendencia hubo sido alcanzada en algún momento de la segunda mitad del siglo XX. (...) No habría sido prudente seguir ejerciendo el oficio con el botoncito de la capacidad de sorpresa roto”, escribió Fernando Sánchez en la primera entrega de su newsletter Fui rock. Lejos de la nostalgia y con ganas de hacer un recorrido por ciertas zonas de la música y una serie de circuitos que conoció a la perfección, el periodista indaga en sus recuerdos y en su archivo para entregar cada quince días historias alrededor de esa materia difusa y siempre efervescente que es, fue o será el rock. En cada entrega hay relatos que cruzan la cocina del periodismo y la de la música y que traen historias de canciones, misceláneas sobre escenas rockeras que por ahí pasaron inadvertidas o retratos de personajes entrañables. Pueden suscribirse a Fui rock gratis por acá (también, claro, pueden hacer un aporte aquellos que quieran). Van a encontrarse con textos honestos, chispeantes y sorprendentes.

Aproveché la lectura de Fui rock, que lleva publicadas doce ediciones, para ir anotando algunos artistas y bandas que por distintos motivos aparecen en los relatos y sumarlos a nuestra banda sonora. Así que esta semana entran Serú Girán, Café Tacvba, Los Auténticos Decadentes, Sinéad O’Connor y Patti Smith, entre otros. Se escucha, como cada viernes, por acá.

Hablando de newsletters, uno que volvió sigilosamente hace unas semanas, después de una pausa misteriosa, es Moyano Indigest, de mi amigo Alexis Moyano. En una de sus últimas ediciones, contó la increíble historia de la discográfica Sub Pop, el sello que le dio la primera oportunidad a bandas como Nirvana, Soundgarden y varios grandes nombres del grunge. Si todavía no reciben Moyano Indigest, pueden suscribirse por acá.

Bonus track. Algo para ir agendando, sin andan por Buenos Aires y buscan actividades gratuitas e interesantes durante las vacaciones de invierno. Con talleres, proyecciones y conferencias destinadas a niños y adolescentes, del 23 al 27 de julio tendrá lugar en Buenos Aires Suiza Pop. Se trata, según informaron los organizadores, de “una iniciativa interdisciplinaria que busca mostrar la capacidad para la innovación y vanguardia suiza a partir de la creación de un espacio de descubrimiento y encuentro, donde diferentes artes como la animación, los videojuegos, las artes visuales y la literatura infantil son el epicentro”. Pueden leer más sobre esta iniciativa, los invitados internacionales que vendrán y algunas de las actividades destacadas en este enlace.

Del 23 al 27 de julio tendrá lugar el encuentro cultural

Posdata. Gracias, una vez más, por los mensajes que me hacen llegar de distintas maneras en estos días especialmente áridos. Me encuentran, como siempre, por acá.

¡Hasta la próxima!

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Compartir la pérdida

Compartir la pérdida

El duelo no es solo una despedida, sino un regreso al origen psíquico, una regresión a la vida intrauterina, a ese estado en que la vida precede al mundo. Paradójicamente, solemos preguntarnos qué viene después del duelo, sin advertir que el duelo en sí mismo es un renacimiento.

En los últimos años, el duelo se volvió un tema de relevancia. Se publicaron diferentes libros de distintas orientaciones teóricas. En el plano clínico, es un motivo de consulta más que frecuente. Tenemos problemas para perder, tenemos problemas para olvidar.

A mí me interesa la pérdida como experiencia, mucho más que las preguntas clásicas: ¿cuánto debería durar un duelo? ¿Cuáles son sus etapas? Por cierto, ni siquiera creo que el duelo tenga etapas. También pienso –lo constato en mi vida y en mi práctica– que hay duelos que son para toda la vida; si no por su constancia, al menos porque diferentes momentos de la vida los traen nuevamente a un primer plano.

El carácter psíquico de una pérdida –independientemente del objeto simbólico, real o imaginario en que se encarne– impone una pérdida de mundo. A partir de ese momento, este ya no es el correlato de nuestra vida. Algunos duelantes cuentan cómo, al igual que aquellos excombatientes que, con un miembro fantasma, sienten el brazo o la pierna que les falta, no dejan de buscar en la realidad a ese alguien (o algo) que ya no está.

A veces incluso alucinan esa presencia; pero, como dice la canción de Joan Manuel Serrat basada en un poema de Miguel Hernández, en esos casos el mundo puede volverse “polvo sin mundo”. Un mundo sin mundo, un mundo inmundo, esa es la realidad que le toca vivir a quien atraviesa un duelo. Aunque sepa que la vida sigue…

La vida sigue… pero esta no se perdió su proyección mundana. La canción de Serrat, curiosamente, habla de un nacimiento. Podríamos decir que el duelo implica una regresión a esa instancia en que la vida precede al mundo; vida intrauterina. Paradójicamente, siempre nos preguntamos qué viene después del duelo, pero así desconocemos que el duelo es un regreso al origen psíquico.

Un duelo es un renacimiento. Con un duelo volvemos a nacer. El mundo ya no será el que era, pero no solo porque le falta ese objeto (algo o alguien) en que se sostenía nuestra intención psíquica, sino también porque nosotros ya no seremos los mismos. Esta idea puede parecer contraintuitiva, porque tenemos tendencia a pensar que los duelos vienen después. Sin embargo, el comienzo de la vida es también un gran duelo.

El duelo no es lo que está al final de algo, sino en el inicio. Por ejemplo, una pareja se va a separar en algún momento (ya sea por un conflicto o porque uno muere). Sin embargo, este duelo es poco al lado del que seguramente tuvieron que hacer para estar juntos. Tenemos la idea del duelo como el proceso que lleva a la aceptación de la pérdida, pero olvidamos ese duelo fundante de la relación.

No obstante, no quiero detenerme en el tiempo regrediente del duelo, en su retroacción, como tampoco en su contra-tiempo. Me interesa mucho más la manera en que el duelo hace que, una vez realizado, tengamos que vivir con una parte de nosotros mismos que está en otra escena psíquica.

Hay una canción de Jorge Drexler que lo ejemplifica muy bien, cuando dice “Hay una parte de mí que va camino a La Paloma”. La canción es del disco Frontera, de la época en que dejó de vivir en Uruguay para mudarse a España. Una migración también es un duelo, en el que se pierde un mundo con el desarraigo.

A partir del duelo “Hay una parte de mí” que se queda en otro lugar, haciendo otra cosa, con la forma de una escisión psíquica. Esta división, el desdoblamiento de la persona que, a partir de ese momento, va a tener que con-vivir con una parte que tiene su propia vida psíquica, es constitutiva del duelo.

El proceso del duelo no concluye de un modo prolijo y cerrado sobre sí mismo. Quien atravesó un duelo profundo, sabe que en su persona habita una herida que, en el mejor de los casos, deja la huella de una cicatriz. De a ratos, en algunos momentos, como les ocurre a las personas que se fracturaron huesos, cuando estos les muerden la carne con la humedad o los días de lluvia, el dolor viene de visita.

En este punto, puedo llegar a una última estación que me importa reseñar en este breve recorrido empírico. Me refiero a un síntoma típico de quienes hemos vivido duelos. Hablo de la actitud de espera. Es cierto que dije que no desarrollaría la cuestión del tiempo, pero algo mínimo tengo que decir.

La espera en el duelo surge como respuesta a una preocupación más o menos tácita: la de que la memoria puede ser insuficiente. Muchas personas, por ejemplo, hablan del temor que les agarra cuando se dan cuenta que ya no pueden recordar la voz de la persona que se fue. Todavía tienen imágenes (visuales) a las que pueden volver, pero cuando la voz ya no está presente, surge una angustia terrible.

De algún modo es como si se viviese esperando ese instante, en el que se juega una especie de traición: ¿seré capaz de olvidar? No me lo permito de ninguna manera, pero ahí es donde la espera se redobla y el duelante adquiere un nuevo modo de vida: vive en el duelo, para una vida posterior que nunca llegará. La espera como síntoma del duelo es la situación que propiamente podría llamarse “patología del duelo”.

Las obras paralizadas que podrían haber atenuado los cortes de gas por el frío

Las obras paralizadas que podrían haber atenuado los cortes de gas por el frío

El Gobierno decidió dar de baja obras de transporte de gas y no pudo terminar la reversión del Gasoducto Norte, mientras espera inversiones privadas.

El Gobierno Nacional impulsa un fuerte cambio en el rol del Estado en la economía, lo que se refleja en la decisión de no realizar más obras públicas, bajo la premisa de que un privado puede hacerlas en menor tiempo y a un menor costo.

En materia de transporte de gas, esto produjo la paralización o incluso cancelación de varios proyectos planificados o en marcha. La excepción, en parte, es la reversión del Gasoducto Norte, una obra fundamental para llevar el gas de Vaca Muerta al norte del país, al que ya no podía abastecer Bolivia por el declino de su producción.

Tanto el primer secretario de Energía del Gobierno libertario, Eduardo Rodríguez Chirillo, como las autoridades de Enarsa de entonces -luego despedidas- debieron avanzar con el proyecto por la presión de las empresas del sector, de los gobernadores del norte y porque además el financiamiento de 540 millones de dólares era provisto por la CAF.

Las obras de reversión consiste en un gasoducto de 122,800 kilómetros entre La Carlota y Tío Pujio con un caño de 36″, además de dos loops entre Tío Pujio y Ferreyra de 51,5 y 10,5 Kilómetros en tubos de 30″en Córdoba, obras que fueron terminadas y ya transportan gas pero no se finalizó el cambio de sentido de flujo de cuatro plantas compresoras (dos en Córdoba y las restantes en Santiago del Estero y Salta) por problemas en los pagos y por la impericia de la empresa Esuco, que ganó la licitación de ese renglón.

Con la reversión terminada se podrían haber inyectado unos 5 millones de metros cúbicos adicionales para el Norte, lo que hubiera evitado trastornos para el GNC e industrias.

El ex gasoducto Kirchner paralizado

De la misma manera, las autoridades de la Secretaría de Energía, resolvieron hace más de un año dar de baja la segunda etapa del ex Gasoducto Néstor Kirchner, al que le cambiaron el nombre, como parte de la llamada batalla cultural.

La gestión anterior de Enarsa había iniciado la licitación de este proyecto, al que el constructor debía aportar el financiamiento. Se trata de un gasoducto de casi 600 km de extensión y 36 pulgadas de diámetro que uniría Salliqueló, en el sudoeste de Buenos Aires, con San Jerónimo, en el centro de Santa Fe, lo que duplicaría la actual capacidad del ex GPNK de 21 millones de metros cúbicos a casi 40 millones.

En su lugar, el Gobierno decidió avanzar con una iniciativa privada de TGS para ampliar el actual Perito Moreno en 14 millones de metros cúbicos día con la instalación de 5 plantas compresoras, para lo cual se llamó a una licitación de la que el lunes que viene se conocerán los interesados, pero la transportista de la que es accionista Marcelo Mindlin corre con ventaja por ser quien presentó la propuesta, como parte del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

Si bien en público nadie lo admite, esta alternativa, que recién estaría para el invierno de 2027 es incompatible con la propuesta original y no resuelve el abastecimiento de Santa Fe, Córdoba y el Norte Argentino.

Gasoducto de la Costa y Cordillerano

La grave situación de Mar del Plata, con cortes de gas a hogares, algo inédito, que la empresa Camuzzi atribuyó a la baja presión, podría haber sido diferente en caso de que se hubieran terminado las obras de ampliación del Gasoducto de la Costa.

La parte fundamental, que debería estar concluida, es la planta compresora de Las Armas de 2.400 HP de potencia, con 2 motocompresores, que permitiría la conexión de 85 mil usuarios de la Costa Atlántica, pero al igual que ocurre con la reversión, la mala gestión de la contratista PEITEL -que tendría fluidos vínculos- acumula demoras inexplicables e incluso habría abandonado la obra con un 75 por ciento de avance.

Por último, se encuentra paralizada la construcción de las plantas Río Senger y Gobernador Costa, en Chubut, a pesar de que el año pasado la Secretaría de Energía firmó el traspaso con los gobernadores de Chubut, Río Negro y Neuquén e incluso Enarsa trasladó los turbocompresores de Rosario a la cordillera chubutense. Sin esas plantas, no se pueden realizar nuevas conexiones domiciliarias en Bariloche y otras ciudades de la región.

Nota publicada originalmente en El Post Energético