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Ampliación de la Corte Suprema: el peronismo presiona al Gobierno para reabrir la negociación en el Senado

Ampliación de la Corte Suprema: el peronismo presiona al Gobierno para reabrir la negociación en el Senado

El debate comienza el miércoles en un plenario de comisiones a las 13. El cristinismo quiere una candidata propia en el Máximo Tribunal y reformar la AGN. El factor de la elección porteña y el empoderamiento del Ejecutivo.

“Nosotros somos personas racionales. Si vienen con cosas razonables atendemos. Pero si aparecés como un emperador, como Calígula, entonces no. Hay un límite”

José Mayans le explicó esto a un dirigente libertario la semana previa a que el Senado rechazara, en abril, los pliegos para la Corte Suprema de Justicia. El peronismo nunca escondió lo que exigía a cambio de sus votos para aprobar el nombramiento de Ariel Lijo: una ampliación de la Corte que le permitiera a Cristina Fernández de Kirchner poner a su propia candidata en la Corte. Santiago Caputo, sin embargo, se rehusó, avanzó vía decreto, y dinamitó, así, las negociaciones con Unión por la Patria. Dos meses después, con mucha agua corrida bajo el puente, el peronismo se propone retomar su objetivo originario. 

Este miércoles desde las 13 un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia del Senado comenzará a tratar una batería de proyectos que proponen ampliar la Corte Suprema de Justicia. Hay iniciativas que proponen que sean 15 jueces –como la de la cristinista Silvia Sapag– y otros que proponen que sean 7, como la del salteño Juan Carlos Romero. Pero todas coinciden en dos puntos: que la Corte de 5 miembros quedó corta y que resulta imprescindible establecer un criterio mínimo de paridad de género.

El proyecto que concita mayor interés es el de Romero. El ex gobernador de Salta no solo es un alfil del Gobierno, sino que sostiene un vínculo aceitado con el jefe de la bancada peronista, José Mayans. Y ambos senadores, que se conocen hace más de dos décadas, se reunieron la semana pasada para trazar un plan de acción que permitiera dar comienzo al tratamiento de la ampliación de la Corte, así como de reformar la Auditoría General de la Nación (AGN).

El salteño Juan Carlos Romero junto al ex senador Miguel Ángel Pichetto en 2017

En esta cumbre, en la que participó también Miguel Ángel Pichetto, los senadores acordaron reactivar la agenda judicial paralizada por la falta de acuerdos políticos. La discusión por la AGN, que es el órgano del control externo del Poder Ejecutivo, era la gran protagonista porque días antes, en la sesión fallida de la Cámara de Diputados, el peronismo había amagado con designar a los tres miembros que le corresponden a la Cámara baja como resultado de un acuerdo político con Emilio Monzó. El objetivo era designar a Monzó, por parte del pichettismo, a Juan Ignacio Forlón, por parte del camporismo, y dejar una vacante vacía a ocupar por La Libertad Avanza. 

La sesión, sin embargo, se cayó por falta de quórum, y el peronismo analiza, ahora, alternativas en el Senado. Mayans encontró en Romero un interlocutor atento y con vínculo con Casa Rosada para reactivar una conversación que naufragó tras el rechazo a los pliegos de la Corte Suprema. El objetivo es volver a traer sobre la mesa la agenda judicial. 

El formoseño, incluso, aspira a incluir una reforma del Consejo de la Magistratura. Es la fantasía revanchista del cristinismo contra Horacio Rosatti desde que, en 2021, la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de la composición del Consejo, que es el órgano encargado de la selección y remoción de jueces. Con este fallo, la Corte retrotrajo la composición al que tenía en 2006 y volvió a colocar, así, al presidente de la Corte, es decir a Rosatti, como su presidente. 

Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti: los 3 jueces de la Corte Suprema

El peronismo intentó sancionar una nueva ley durante el gobierno del Frente de Todos pero, como sucedió con todos las reformas judiciales, Alberto Fernández nunca logró conseguir el número. El peronismo pretende, ahora, volver a intentarlo durante la era Milei.

El efecto de la elección porteña

La mesa de negociación del peronismo con Santiago Caputo para aprobar los pliegos de Corte Suprema siempre incluyeron una diversidad de temas judiciales: el proyecto de Ficha Limpia, las más de 100 vacancias en los juzgados federales, la designación del Procurador General y la ampliación de la Corte Suprema. Tras el derrumbe de los pliegos en el Senado, sin embargo, las conversaciones retornaron al kilómetro cero. 

Guillermo Francos se había comprometido, hace un mes, con un grupo de legisladores peronistas a que volvería a plantear una mesa de negociación con todos los temas. Pero, en el medio, pasaron cosas. Específicamente una: la victoria aplastante de Manuel Adorni sobre el PRO en la elección porteña. La relación de fuerzas, luego de esto, cambió. El Gobierno se sentió empoderado y definió patear las conversaciones para después del recambio legislativo de diciembre, cuando espera contar con una renovada fuerza legislativa en el Senado. 

El festejo de Manuel Adorni en la elección porteña

Hasta la elección conversábamos. Pero el resultado en CABA le cambió el humor, Milei está embalado”, admite uno de los negociadores del cristinismo. 

Hasta entonces, el compromiso era difuso pero las conversaciones existían. El peronismo, incluso, había llegado a un acuerdo con Romero y había aceptado ampliar la Corte Suprema a 7 integrantes, tal como sostiene el proyecto del salteño. Pero, luego del resultado electoral porteño, el Gobierno se rehusó a hacerse cargo de esa iniciativa y deslizó, puertas adentro, que toda la negociación por la Corte se patearía para fin de año. Los tiempos se habían dilatado. 

José Mayans, jefe del bloque peronista, y Ariel Lijo, en el Senado

Frente a este escenario, este miércoles, el peronismo intentará dar inicio al debate. Saben que el Gobierno no tomará ni una sola decisión hasta las elecciones de octubre, pero esperan, hasta entonces, tantear el terreno y sentar las bases para la ampliación de la Corte. Siguen esperando poder lograr, así, lo que nunca pudieron lograr durante el gobierno de Alberto Fernandez: poner a una juez propia en el máximo tribunal

“A este tipo te le imponés con el número, no con el diálogo. Se postergará, pero nosotros vamos a seguir teniendo el número para vetar”, sintetiza un senador peronista, como quien dice: tarde o temprano, Caputo va a tener que sentarse a negociar.

MC/MG

El oficialismo y la oposición retoman la discusión por el órgano que controla las cuentas públicas

El oficialismo y la oposición retoman la discusión por el órgano que controla las cuentas públicas

Legisladores buscan destrabar la parálisis de la Auditoría General de la Nación. La disputa es por la composición, que los libertarios quieren cambiar frente a un acuerdo alcanzado entre el peronismo y el pichettismo.

La Cámara de Diputados debate este miércoles en un plenario de comisiones los proyectos de reforma de la Auditoria General de la Nación (AGN), que hoy se encuentra paralizada debido a que el Congreso no designó a los seis miembros de ese organismo que controla las cuentas públicas.

La Comisión de Asuntos Constitucionales se daba cita desde las 10 para avanzar en un consenso sobre los proyectos que se promueven desde La Libertad Avanza (LLA), el PRO, Unión por la Patria (UxP), Encuentro Federal y Democracia para Siempre.

El debate tiene lugar mientras persiste la parálisis de la AGN debido a que no se designaron los nuevos auditores del Congreso, dado que en marzo de 2024 venció el mandato de los tres designados por Diputados y lo mismo sucedió este año con los representantes del Senado.

En marzo del año pasado vencieron los mandatos de los auditores nombrados por el Senado Graciela Da Rosa y Javier Fernández, del PJ, y del radical Alejandro Nieva, y en marzo de 2024 habían concluido los mandatos de los peronistas Juan Ignacio Forlón y Gabriel Mihura Estrada, además del radical Jesús Rodríguez.

Existe una fuerte presión de UxP y EF de nombrar a Forlón y Emilio Monzó, pero el oficialismo se resiste porque primero quiere aprobar un proyecto diseñado por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en el que se busca acortar de 8 a 4 años los mandatos de los auditores y limitar las reelecciones. Además, busca reducir los sueldos de los auditores para que pasen a cobrar lo mismo que un diputado, cuya dieta se ubica en unos $4.5 millones.

Proyectos en discusión

La Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside Nicolás Mayoraz, comenzó a debatir el proyecto de Menem la semana pasada, pero el resto de los bloques pidieron incorporar otras iniciativas de reforma que son impulsados por Silvana Giudici (PRO); Ernesto Ali y Ricardo Herrera (UxP); Margarita Stobizer (EF) y Carla Carrizo (DPS). El proyecto impulsado por Menem también tiene como ejes salientes un cambio en la composición, ya que aumenta de 3 a 4 los auditores que debe elegir Diputados y le quita uno al Senado.

Menem propone aumentar de tres a cuatro miembros la representación de Diputados y bajar de tres a dos los integrantes que debe nombrar el Senado, y fija que el presidente será designado por una resolución de la Cámara alta a propuesta del principal bloque opositor.

La propuesta de la diputada radical de DPS Carla Carrizo mantiene los seis miembros, tres para cada cámara, pero especifica cómo se hará la distribución y, en ese sentido, propone que uno corresponda al partido político con mayor número de diputados, uno por el partido de oposición de la primera minoría y otro por el partido de oposición de la segunda minoría.

También propone, a fin de garantizar la paridad de género, el número de auditores del mismo sexo nunca podrá superar en más de uno a los del otro sexo, con lo cual asegura la presencia de al menos dos mujeres, una en cada cámara del Congreso.

Por su parte, el proyecto de Ali y Herrera mantiene seis auditores del Congreso y el mandato de los ocho años, aunque en el caso del presidente fija que será a propuesta del principal partido opositor, como es hasta ahora, pero cesará en sus funciones si el partido que lo propuso no mantiene su condición de ser el bloque opositor más numeroso, lo que se puede plantear cuando hay una renovación parlamentaria.

Uno de los puntos centrales del proyecto de UxP es que le permite a la Auditoria “extender su competencia a las entidades públicas no estatales, o a las de derecho privado en cuya dirección y administración tenga responsabilidad el Estado nacional, incluso a las que se les hubiesen otorgado aportes o subsidios para su instalación o funcionamiento y, en general, a todo ente que perciba, gaste, o administre fondos públicos en virtud de una norma legal o reglamentaria, o con finalidad pública”.

En tanto, los proyectos de Menem y Giudici, del PRO, establecen los plazos de las auditorías que tiene que hacer la AGN cuando concluye un Gobierno, ya que siempre se demoran en el tiempo.

Sobre los plazos que debe cumplir la AGN para auditar las cuentas del Estado nacional, el proyecto de Giudici lo establece en 30 días antes de la finalización de un mandato de Gobierno.

En ese sentido fija que se deberán incluir los recuentos, arqueos y validaciones que sean necesarios para formarse una opinión sobre el estado de la deuda pública, el stock de reservas internacionales del Banco Central, la situación de los juicios en los que es parte el Estado nacional como actor o demandado, los resultados fiscales y la planta completa del personal al servicio del Sector Público Nacional.

Las jurisdicciones y entidades involucradas prestarán toda la colaboración que les sea requerida “por la AGN y no podrán oponer normas especiales sobre inmunidad, secreto, reserva o confidencialidad. Estas auditorías deberán ejecutarse, completarse e informadas a los ciento veinte (120) días de haber sido iniciadas”.

Con información de agencia NA

MC

Operativos para "detectar" mujeres embarazadas y control para evitar que aborten: el plan de un municipio ultra

Operativos para

En San Miguel, un programa de salud virtuoso fue direccionada en un solo sentido: el reproductivo. Mientras la ESI está ausente, los anticonceptivos se escamotean y quienes necesitan de una IVE no la obtienen, un móvil recorre los barrios humildes para garantizar que los embarazos lleguen a término. Incluso contra el deseo de quien gesta.

–Amor, ¿vos tenés 15 o ya cumpliste los 16?

–No, tengo 15 todavía. Recién en agosto cumplo 16. 

–Ah, cuando nace la gordita. Che, hay que pensar en un nombre. ¿Qué nombres te gustarían?

–Yo pensé Natasha. Le quería poner Hilda, por el nombre de mi abuela, pero ese nombre lo tiene mi hermana.

–¿Y si le ponés Natasha Hilda? Si tu abuela es importante para vos... ¿O no? ¿Tu abuela es de parte de tu mamá? ¿Cómo te llevás con ella?

–Falleció cuando yo tenía siete años. Era más pegada a mi abuela que a mi mamá. 

Dos mujeres –una sentada, sonriente, de unos cuarenta años, y otra muy joven, de pie, con una carpeta en la mano y tomando notas todo el tiempo– interrogan a una chica flaquita y en pijama rosa, sentada en una silla destartalada del comedor comunitario de Barrio Mitre. Acá el frío se combate con mate y tortas fritas recién hechas. M, la chica del pijama, no se mueve de su rincón. Llegó hace un rato con su noviecito lleno de piercings y no se la ve demasiado feliz. La panza, oculta debajo del buzo, ni siquiera se adivina. Está de siete meses. En realidad, de “28 semanas y tres días”, apunta la chica parada frente a ella, que se llama Maricruz y no pierde un solo detalle de nada: toma apuntes, revisa un celular y mira a M fijamente. 

Aquí, en este mismo patio de contrapiso desnudo, María Rosa –la vecina a cargo del comedor, nacida y criada en Barrio Mitre, madre de siete– prepara y distribuye 80 viandas por noche. “Este es un barrio de gente humilde, casi todos son cartoneros. Está complejo todo. Y el consumo está instalado, como en todos lados. El tema de la droga y el del alcohol. Nosotros tratamos de acompañar a los chicos y de contener, desde nuestro lugar, hasta donde podemos. Ahora viene más gente que antes, no damos abasto”, cuenta. El municipio les lleva la mercadería y María Rosa la convierte en raciones para 190 personas. El comedor tiene ya 20 años. Cinco más que M, a quien la mujer sonriente sigue interrogando. 

Interior del comedor comunitario del Barrio Mitre, a donde además de controlar a las embarazadas se hacen trámites de documentación y se aplican vacunas.

–Contanos qué hacés en el día. ¿Vos te levantás y qué hacés? 

–Estoy mirando videos. Nada, estoy ahí, en casa. Al pedo. 

–¿Te gustaría ir a algún taller? Nosotros tenemos talleres. Una vez por semana  podrías ir dos horas a conocer ahí a mamás embarazadas del barrio, comer algo rico, escuchar otras historias. Te van a decir que sos valiosa, todo lo que podes aprender, hacer pulseritas .¿Te gustaría? 

La mujer que habla es María Emilia Carman, “Emi” para las nueve personas que la acompañan en su trabajo. Es la coordinadora del programa municipal llamado El Camino de la embarazada. Emi tiene un aire a la mujer que en 2018 militaba contra la ley de aborto repartiendo bebitos de plástico y, como ella, sonríe mucho, todo el tiempo. Su alegría parecería ser contagiosa; por algo todas las chicas que la acompañan sonríen igual. Del cuello de Emilia cuelga un medallón de San Benito y de su boca, muchísimas preguntas. Quiere saberlo todo de M: qué hace, qué no hace, con quiénes vive. A qué hora se duerme y se despierta. Si tiene abuela, tíos, mamá. Y qué come, sobre todo eso: qué come. 

–¿Estás yendo a la escuela, vos?

–Sí, pero no me querían. Como tengo casi como seis meses de panza... no te quieren de cinco para arriba

–¿Vos este año habías empezado el cole?

–Si, pero me mandan tarea a casa. No quieren que vaya por si me agarra… algo. 

El temor de los docentes se explica con sólo mirar a M: tiene los ojitos apagados, la piel amarillenta  y una flacura que la ropa holgada no consigue disimular. Tiene también, bajo la silla, una bolsa con turrones, alfajores, una banana y una mandarina que le acaban de dar “las chicas”, como ella les dice a las operadoras del programa. Pero Emi ya tiene, para cada problema, una solución. Le cuenta de los talleres que da el municipio, del programa Envión de apoyo escolar. Es apabullante. Y nunca, nunca se detiene.

–Escuchá: ¿a qué hora te acostás de noche?

–A las doce.

– ¿Y te levantas y desayunas?

–Sí, a veces. A veces me levanto y no queda nada. Son una banda los hijos de mi tía. 

–¿Y almuerzo?

–A veces hacen a la noche nomás de comer.  

–Pero si vos vas al Envión, ahí vas a tener para desayunar. Para desayunar y para almorzar, o sea que tenés cubierto para tu bebé, eso es re importante. Vos lo que tenés que buscar es un lugar donde puedas dedicarte tiempo a vos, donde puedas comer bien, donde te sientas cómoda. 

Pero lo más importante de todo, aclara, es que M esté en contacto con Maricruz, su acompañante perinatal, una chica morocha y seria que anota todo. Es ella, de hecho, la que sabe cuántas semanas faltan para el parto de M y hasta quien contesta cuando pregunto de cuántos meses está. Con esa chica, explica Emilia, M debe estar en contacto sí o sí. 

–Cualquier cosa, vos sabés que la tenés a Maricruz. ¿Vos le escribis a Mari? 

–Sí, sí.

–¿Le mandas mensajitos?

–Cambié el número 

–Pero ahora podemos tomarlo. Mira, acá Maricruz estaba en contacto con tu mamá porque vos no tenías celular. ¿Sí? Pero ahora ya tenés celular y, ¿Sos mamá o  no sos mamá? Sos mamá. Porque si tenés a tu bebé en la panza, ya sos mamá. Entonces, Maricruz puede empezar a comunicarse directamente con vos para decirte qué tenes que hacer. Vos le podes escribir, le podes decir “Mari, tengo tal turno”, o “Me fue bien”. ¿Entendés? Estas cosas que son de las mamás. 

M, 15 años, asiente. 

Mamá corazón

El Camino de la embarazada es un programa local nacido en 2016 como la respuesta del municipio a una realidad bien concreta: la mayoría de las gestantes, sobre todo en los barrios populares, llegaban a la sala de parto casi sin controles de salud. Funciona desde hace nueve años y operó aun en pandemia, cuando una camioneta con altavoces recorría los barrios instando al vecindario a avisar sobre la existencia de embarazadas en la cuadra. “Buscamos, detectamos y acompañamos a mujeres que por algún motivo no controlan su embarazo. Gracias a este programa tuvimos mortalidad materna 0 en 2020”, twitteaba desde su cuenta personal Pablo De la Torre, por entonces funcionario de Salud en San Miguel. Pocos años después, con la llegada al poder de Javier Milei y de la mano de la ministra Sandra Pettovello, De la Torre saltó al nivel nacional: quedó al frente de la Secretaría Nacional de Infancia, Adolescencia y Niñez (SENAF), de la que sería excluido a principios de 2024 en medio del escándalo por la distribución de alimentos a los comedores populares.

Declarado el 10 de mayo de 2018 como “municipio pro vida” por su Concejo Deliberante, San Miguel es – junto a Capitán Sarmiento– uno de los dos últimos municipios que aparecen en rojo en el mapa de acceso al aborto legal en l provincia de Buenos Aires. Esto es, uno de los territorios en donde el derecho a interrumpir un embarazo, amparado por una ley nacional promulgada hace cuatro años (la 27.610, de Interrupción Voluntaria del Embarazo) no se cumple y fuerza a niñas y mujeres a dos situaciones igualmente violentas; viajar para abortar o resignarse a gestar contra su voluntad, como en El cuento de la criada. 

Por algo en la presentación oficial de El camino de la embarazada, hace ya nueve años, se hablaba de un “acompañamiento cálido y cercano”. Con el tiempo, tanto la terminología como la retórica fueron mutando. Hoy el verbo utilizado es “detectar”, al tiempo que se hacen “operativos” y “rastrillajes” en busca de gestantes. Estos últimos consisten en recorrer un determinado barrio casa por casa, consultando si hay en la familia –o si se conoce– a alguna embarazada. Este rastrillaje se hace el día anterior a la llegada del operativo, como para ir sobre datos seguros y actualizados. “Lo que estamos haciendo hoy se llama operativo. Lo hacemos martes y jueves, en distintos lugares. Emi se encarga de hacer una logística y de ver qué barrio elegimos”, explica con una sonrisa enorme Dolores, una chica que se presenta como “acompañante perinatal. Nosotros acompañamos, sacamos turnos… Es como una asistencia medio psicológica también porque hablamos las 24 horas del día con las mamás. Las tenemos por el celular entonces hablamos todo el tiempo. A veces se sienten mal, hay veces que están tristes, entonces capaz necesitan que alguien las escuche. También hay muchas mamás criando en soledad. Siento que está muy bueno el programa porque nosotras las acompañamos un montón. Hay veces que te llaman a cualquier hora. Capaz son primerizas y tienen miedo. Entonces te llaman por cosas que las asustan pero son parte del embarazo”, explica. 

–¿Vos sos mamá?

–No. Tengo 21.

–¿Sos psicóloga?

–No,  estoy estudiando Obstetricia. Entonces, más o menos entiendo todo. Acompañamos a las mamás en todo eso que es más psicológico capaz. Que es lo más importante, creo yo, porque hay muchas madres adolescentes también. Yo tengo una mamá de catorce años que acompaño. Otra de quince…Y bueno, ellas necesitan más que nada del acompañamiento –dice. Y sonríe. 

El móvil de la municipalidad recorre los barrios martes y jueves, haciendo ecografías y controles a las gestantes. Abordo van una licenciada en obstetricia y un ecografista.

Los operativos se realizan por la mañana –de 9.30 a 12.30– en todos los barrios del partido pero con especial énfasis en las barriadas populares como Barrio Obligado, Barrio Mitre o Santa Brígida. Esos días, en esos horarios, un móvil identificado con el logotipo de la municipalidad se estaciona en algún punto concurrido del vecindario y las embarazadas se acercan a hacerse controles y ecografías. En el interior del móvil hay un ecografista y una obstetra. Llega con él una bandada de chicas sonrientes, muy jóvenes todas, que bajan con bolsas, conservadoras, cajas con frutas, papeles. Como el trineo de Papá Noel, sólo que sin renos. Son, como Dolores, las denominadas “acompañantes perinatales”.  “Las que tienen delantal son las chicas de la UCA. Está buenísimo que vengan porque nos dan una mano. Les toman la presión a las embarazadas y a veces les dan charlas también para concientizar porque hay muchas en consumo. O vienen de seis meses a hacerse el primer control. Eso es una locura”, cuenta Dolores.

El sueño de poder elegir

Según el informe de gestión 2024, se asistió a 560 embarazadas durante esas visitas y realizó 294 ecografías. El ingreso al programa se basa en una serie de criterios, tanto sociales como sanitarios. Un criterio social es “ingreso por debajo de la canasta básica”, otro es “situación habitacional crítica” y otro es “madre criando en soledad”. Hay más. Un criterio sanitario es la ausencia de controles. Otro, la “falta de aceptación del embarazo”. Se consigna, de hecho, que 1 de cada 4 embarazadas acompañadas por el programa no quiere estarlo, más de la mitad (65%) no llega a cubrir la canasta básica y 1 de cada 4 tiene antecedentes de consumo. En 2024 hubo 78 operativos. 

El Diario AR participó –entre abril y mayo de este año– de tres de esos operativos. Uno tuvo  lugar en un centro de salud, otro en un comedor dependiente de la municipalidad y el tercero fue en la plaza central de San Miguel, frente a la iglesia y de espaldas a la estatua de Sarmiento que, desde la altura, parece retar a todos los que pasan. A metros de ahí, en diagonal, otro busto –el del “Che” Guevara– fue perdiendo la cara de ataque en ataque, de martillazo en martillazo. Hoy, si no fuera por la placa al pie, sería difícil reconocerlo. Y no por casualidad. San Miguel, municipio alguna vez bautizado como “el Tucumán del conurbano”, es un territorio marcado por la presencia eclesiástica y militar: el Colegio Máximo de los jesuitas, por un lado,  y Campo de Mayo, por el otro, son los dos ejes entre los que queda encerrado todo lo demás. 

En San Miguel las apelaciones a la familia y a la patria son permanentes. El 15 de mayo se festeja el Día Internacional de la Familia y se lo celebró en la plaza Sarmiento, justo frente a la iglesia.

“Nosotros trabajamos con UNICEF en San Miguel y hace muchos años, cuando llegó De la Torre al municipio, nos echó. Echó a UNICEF porque ya estaba en contra de todo lo que tuviera que ver con la igualdad de las niñas, con la protección que tenían que tener las niñas y menos que menos en relación a la educación sexual integral”, afirma la doctora Mabel Bianco, directora de FEIM. “Lo único que va a hacer es apoyar a las embarazadas, hacer un seguimiento de ellas para que (si alguna quiere interrumpir ese embarazo) sea rápidamente ubicada y disuadida. Lo único que quiere es que lleguen al nacimiento. San Miguel es un municipio que está alambrado, no deja entrar a nadie. Es uno de los municipios con peores indicadores en cuanto a salud de mujeres y niñas.  Es terrible y lo peor es que querían llevar a Nación todas esas barbaridades que planteaban”, dispara. 

En la misma línea habla una ex trabajadora de la salud que pide reservar su nombre por cuestiones de seguridad y que se desempeñó por años en el centro de salud del Barrio Obligado. Desde esa experiencia, explica que “el gobierno sanmiguelino está, desde siempre, copado por el Opus Dei. Desde esa perspectiva, el derecho no está ni siquiera en el discurso. La palabra ”derecho“ no existe. No existe”, insiste. Y agrega que “lo que sí hay es la perspectiva religiosa y por eso la anticoncepción no está bien vista. Se vencían los anticonceptivos en atención primaria de la salud. Lo que pasa es que para que funcione el programa de salud sexual y reproductiva vos tenés que ir a ofrecerlo, no esperar que vengan. Y eso no sucede. Recuerdo una anécdota tremenda: cae una piba con un bebito y con el que sería su compañero. Y con una vocecita muy finita, dice que viene a buscar un anticonceptivo. Entonces la administrativa comenzó: ”¿Y cuál es tu apellido?“, ”Pero, ¿cuál es la pastilla que tomás?“. ”Bueno, tenés que venir cuando venga la médica porque yo acá no encuentro cuál es la que tomás“. Y la piba, con todo lo que le había costado ir a buscar esa pastilla, pegó media vuelta y se fue. ¿Cómo quieren después que no se embaracen?”

El Centro de salud del Barrio Obligado es uno de los lugares donde el programa recibe a las embarazadas para hacerles distintos controles. Desde estos centros también se postulan mujeres para entrar al programa.

A es una chica desconfiada. Es martes, estamos en pleno operativo y esta cronista intenta –en vano– charlar con alguna embarazada. Sistemáticamente, es acercarse a alguna y que aparezca alguien del programa a llevársela rápidamente a algún otro lado. Pregunto si podré conversar con alguien. “Podes hablar siempre que no sean menores”, advierte una acompañante perinatal. Notable: contra lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), para la que la mortalidad materna es una de las tres principales causas de muerte entre las adolescentes de entre 15 y 19 años, en San Miguel las menores pueden gestar y parir sin problemas. Hablar, no. Por suerte, A no es menor de edad y espera, en una sala del centro, pasar al consultorio de la obstetra. Está embarazada “de muy poquito: nueve semanas” pero ya está siendo “acompañada” por el programa. Es madre de la nena que revolotea a su alrededor chupando la mandarina que acaban de regalarle. A. me muestra sus pequeños trofeos, en una bolsa: “Me dieron un turrón, galletitas y hasta un huevito de Pascua”, dice. Cuenta que además tiene otro hijo, un nene de siete. “Lo tuve a los 15, no disfruté nada. Me junté muy chica, me embaracé muy chica”. Perdió a su mamá a los seis años y a su papá poco tiempo después. La criaron entre una abuela y un tío. No pudo terminar el colegio. Con el padre de sus nenes estuvo un tiempo; hoy vive con ellos y no tiene trabajo. La historia es calcada de otras mujeres de este programa: empobrecidas, sin grandes recursos educativos, sin trabajo y con pocos o ningún referente afectivo. A la intemperie. 

Se las arregla, cuenta A, con “la asignación, pero con dos chicos y otro más en camino, no alcanza para nada. Yo recomiendo mucho El Camino de la embarazada porque te ayudan mucho con los turnos”, dice, como de memoria. Le pregunto entonces qué le gustaría para sus hijos. Me mira, seria. “Todavía son chicos, pero lo que ellos quieran va a estar bien. Eso me gustaría: que puedan elegir”. 

Con las mejores intenciones  

Jueves radiante en el centro de San Miguel. Hoy el operativo sucede en la plaza y coincide, me cuentan, con el Día Internacional de la familia. Hay mucha gente y muchas fotos. El equipo entero posa con una bandera que reza “Cuidar la familia es cuidar la Patria” y conversar con alguna embarazada se vuelve cada vez más difícil. Hasta que una chica muy jovencita y con cara de susto acepta la charla. Tiene entre sus manos la carpeta celeste y rosa con la que se recibe a cada nueva embarazada. En la tapa, la silueta de una mujer sosteniendo su propio vientre, el sello de la municipalidad y unos renglones vacíos como para completar: “Esta carpeta pertenece a…”. Pero la ilusión duró sólo un instante: en tres minutos aparece una acompañante perinatal rubia y de pelo largo a explicarme que no. “Ella no quiere hablar. Lo que pasa que es tímida. Te dijo que sí, pero no. Así que no”, anuncia, y sonríe. Busco entonces a otra embarazada y de nuevo lo mismo, sólo que con otro pretexto. “Esta chica no, es muy rebelde. Yo te voy a buscar con tiempo una con la que puedas hablar, una que conozca bien cómo es el programa”, se acerca entonces a explicar Emilia. Esta periodista se impacienta: “Vine a buscar voces y datos. Pero quizá éste sea el dato: que no pueden hablar”, digo. Por primera vez, Emilia deja de sonreír y se pone seria. Hay una tormenta armándose ahí, a la altura de su frente, pero termina bien: veo a una señora grandota sentada en la plaza junto a su hija, le propongo la nota a ella directamente y acepta. Hasta hace un rato, las dos lloraban por turnos: un poco la chica, otro poco la mamá, sentadas las dos frente a Emilia y a dos acompañantes de “Camino”, como le dicen todos. Se secaban las lágrimas con las palmas de las manos. Ahora, me cuenta la mujer, ya están mejor. Más tranquilas. “Y todo gracias a las chicas, porque me consiguieron todos los turnos. Pasa que ella se quedó embarazada y tiene muchos problemas. De adicción y ahora le detectaron que tiene un problema neurológico. Tengo mucho apoyo, mucha contención. Porque ellas me están ayudando en todo. ¡No sabés todo lo que anduve para conseguir un turno para el neurólogo, para el psiquiatra! Y hoy me lo consiguieron. Me voy aliviada porque ella tiene todos los turnos”. “Ella” es B, la menor de sus siete hijos. Una chica jovencita con un buzo de capucha negra que se baja constantemente hasta taparse casi toda la cara. Desde ahí asoma cada tanto, curiosa. Y sonríe. 

Un día de trabajo en

“¿Por qué no te dejan hablar con la gente?”, pregunta la señora apenas las funcionarias del programa se alejan un poco. Le digo la verdad: que no sé. “A mí me hace re bien hablar, me alivia. Ella está de cuatro meses. No quería venir pero anoche eran las 11, 12 de la noche y la pobre P estaba llamando, ”Que mañana B no se olvide el turno, B, veni que te voy a esperar“. Hoy, de nuevo: ”B, por favor hoy vení, que te estoy esperando“. B no quería venir pero ella la acompaña, la convenció para venir” cuenta, contenta. P es la acompañante perinatal de B, la chica que –hasta el día del parto– no debe perderle el rastro ni a sol ni a sombra.

Además de turnos y compañía, “las chicas” están ayudado a la señora (que tiene otra hija con discapacidad) a obtener el Certificado Único de Discapacidad (CUD) también para B. “Eso la va a ayudar muchísimo”, se entusiasma la madre. “Y si hablo con la psiquiatra voy a pedir que le hagan una ligadura de trompas porque no vaya a ser que un día se me escapa y vuelve a quedar embarazada. No puede. Porque si no está apta para criar un bebé, si no está apta para tener un bebé, ligale las trompas porque no va a estar apta nunca para tener un bebé”, razona en voz alta. Le cuento que, por ley, su hija podría acceder a una interrupción pero ni lo considera. “Yo soy anti aborto. Ella dijo que no quería tener. Pero en este caso el psiquiatra dijo que ella no puede tomar ninguna decisión. Igual ya ahora no se puede interrumpir el embarazo. Está muy avanzado. Crié siete, voy a criar una nieta más. Es así: caerse, levantarse y seguir. Hoy estaba en un pozo porque andaba buscando los turnos para el psiquiatra porque ya no sé qué hacer. ¡Y ahora me consiguieron el turno!”, celebra. B sonríe. Le pregunto entonces a la chica qué le gusta hacer. Asoma un ojo desde la capucha. “Estar acostada. Durmiendo. A veces estoy con el celular, mirando Tik Tok. Miro la tele y a veces tomo mate con mi papá o con ella. Tengo dos perros y dos gatos. Y una gata.  Los perros la corren por todos lados, ¡y ella se escapa!”,  dice. Y se ríe. 

Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de Derechos Reproductivos, Salud y Justicia en las Américas.

DTC

Milei envía a un funcionario a la cumbre de la ultraderecha global que organiza el húngaro Orbán

Milei envía a un funcionario a la cumbre de la ultraderecha global que organiza el húngaro Orbán

El secretario de Culto, Nahuel Sotelo, participa en Budapest de una nueva reunión ultraconservadora que lleva como slogan “La era de los patriotas”. También estará el politólogo negacionista Agustín Laje.

“La era de los patriotas”. Bajo ese slogan, la ultraderecha global tendrá en las próximas 48 horas una nueva cumbre cargada de simbolismo ultra y con presencia de funcionarios y referentes del gobierno de Javier Milei. La reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) tiene cita este jueves y viernes en Budapest, Hungría, el país que comanda con mano dura Viktor Orbán, quien visitó la Argentina para la asunción del libertario en diciembre de 2023.

Milei no irá pero sí envía a dos de sus principales acólitos: el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, y el politólogo ultraconservador y negacionista Agustín Laje. Sus nombres ya aparecen en la grilla de expositores junto a otras figuras de la ultraderecha mundial, como el español Santiago Abascal, líder del partido Vox; la ex premier británica Liz Truss o el candidato a la presidencia de Chile Antonio Kast. Aparecen además políticos, activistas y líderes de opinión de distintos estados de Estados Unidos, así como de Israel, Francia, Austria, Polonia, Australia, Sudáfrica o Paraguay.

La CPAC es el foro conservador más antiguo de los EE.UU. y es organizado anualmente por la Unión Conservadora Estadounidense. En febrero pasado Milei estuvo en la primera edición del 2025 que presidió Donald Trump y se fotografiaron juntos. En Buenos Aires la CPAC tuvo su debut en diciembre de 2024 y contó con la participación de Abascal, del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y la presentadora televisiva y nuera de Donald Trump, Lara Trump. 

En abril pasado Milei recibió en la Casa Rosada al fundador y CEO de CPAC, Matt Schlapp, y a los empresarios estadounidenses Rob Citrone y Matt Dellorfano. De la reunión también participaron el asesor presidencial, Santiago Caputo, y la CEO de CPAC Argentina, Soledad Cedro. 

Sotelo y Laje en Budapest

Sin Milei, los referentes libertarios en la edición en Budapest serán Sotelo y Laje. “Es un honor para mí poderles contar que he sido invitado al CPAC Europa de este año que se hará en Hungría”, publicitó en sus redes sociales el secretario de Culto y Civilización, que hace las veces de enlace del Gobierno con la Iglesia. 

La invitación al funcionario llegó a través del Centro de Derechos Fundamentales, un think tank de ultraderecha con base en Madrid, dirigido por Vajk Farkas, quien levanta la bandera “Dios, Patria, Familia”. 

Sotelo tiene agenda para exponer este jueves en un panel titulado “Club de la pelea - globalistas vs soberanistas”. Hará una introducción antes de una charla abierta entre Farkas y la senadora de Colombia Maria Fernanda Cabal y el senador por Paraguay Gustavo Leite.

El viernes será el turno de Laje, presentado en la CPAC como “influencer” y “filósofo”, bajo la temática “Suban el volumen, patriotas”. El politólogo de ultraderecha es de los teóricos más escuchados por Milei y es el director ejecutivo de la Fundación Faro, la ONG que armó Santiago Caputo para recaudar fondos para la causa mileísta. En la estructura aparece Francisco Caputo, hermano mayor del asesor presidencial, quien se encarga del nexo con los empresarios.

Laje es el abanderado de la batalla cultural del oficialismo: protagonizó el último 24 de marzo un video institucional del Gobierno negando el terrorismo de Estado.

Agustín Laje, en la CPAC-Hungría

Qué busca la CPAC-Hungría

La reunión en Budapest será la edición europea de la CPAC, en el marco de la avanzada ultraderecha global. “Debemos hacer que Occidente vuelva a ser grande. ¡Ha llegado la era de los patriotas!”, se presenta la organización en su página web. 

Hace un llamado a sus seguidores a partir de las figuras tanto de Orbán como de Trump: “2024 fue un año memorable: en Europa, los patriotas se unieron y formaron una alianza bajo el liderazgo de Viktor Orbán, y en Estados Unidos, los republicanos obtuvieron una victoria aplastante con Donald Trump a la cabeza. Lentamente pero de forma segura, las fuerzas soberanistas, amantes de la libertad y de la paz están ganando mayoría. El verdadero trabajo viene ahora”.

Y cierra la arenga con miras hacia el futuro: “Este año hay más en juego que nunca. Vivimos en años de cambio global. El dominio secular de Occidente ha sido cuestionado a medida que su élite corrupta ha traicionado todo lo que una vez nos hizo grandes: intercambiando la virtud patriótica por el internacionalismo, el sentido común por la burocracia y la tradición por la locura progresista. La gente de ambos lados del Atlántico se ha rebelado contra el socialismo reenvasado, pero el éxito solo puede ser completo cuando las olas del cambio converjan: la victoria de Donald Trump y el ascenso de la derecha europea traerán consigo la era de los patriotas en la civilización occidental, y la CPAC de Hungría en 2025 será el motor de esta era”.

MC

El Gobierno sale a buscar US$1.000 millones de inversores externos para fortalecer el nivel de reservas

El Gobierno sale a buscar US$1.000 millones de inversores externos para fortalecer el nivel de reservas

El título es un BONTE (Bono del Tesoro) en pesos a tasa fija, que se suscribe en dólares y se pagará en pesos al vencimiento en mayo de 2030. Con esta operación, el Gobierno regresa al mercado internacional, pero evitando una licitación abierta y busca acercarse a la meta que impuso el FMI para la primera revisión del actual programa que se iniciará a mediados de junio.

El Gobierno nacional buscará este miércoles US$1.000 millones en el mercado de deuda voluntario internacional mediante la emisión de un bono del Tesoro Nacional dirigido a inversores extranjeros.

La colocación tiene como objetivo fortalecer las reservas del Banco Central y acercarse a la meta que impuso el FMI para la primera revisión del actual programa que se iniciará a mediados de junio.

El título es un BONTE (Bono del Tesoro) en pesos a tasa fija, que se suscribe en dólares y se pagará en pesos al vencimiento en mayo de 2030.

La operación forma parte de licitación mayor para cubrir vencimiento de deuda en pesos que operan el 30 de mayo, más otros que se produjeron en los últimos días, por un total de $ 8,55 billones.

El bono incluye la cláusula de cancelación anticipada (put) en mayo de 2027, una condición que estaba incorporada en colocaciones de gobiernos pasados y que fue objeto de críticas por la actual conducción económica.

Con esta operación el Gobierno regresa al mercado internacional, pero evitando una licitación abierta, lo cual lo obligaría a asumir una tasa más alta ya que el Riesgo País se mantiene por encima de los 650 puntos.

Las ofertas se recibirán entre las 10 y las 15 horas y el resultado final se espera para después de las 18.

“Argentina vuelve a ganar acceso a los mercados internacionales, para refinanciar Capital de deuda en moneda local. Algo que la gran mayoría de los países hacen con normalidad, pero que para Argentina no era posible, dado el descalabro económico heredado”, señaló el ministro de Economía, Luis Caputo al presentar la operación.

El jefe del Palacio de Hacienda apuntó que a raíz de la situación recibida “el año pasado el Banco Central pudo acumular solo un porcentaje menor de las compras récord de dólares que hizo en el mercado, ya que hubo que pagar no sólo los intereses, sino también el capital de los vencimientos de deuda”.

“Es importante destacar que esta operación no implica un aumento de la deuda bruta, ni tampoco neta”, remarcó el ministro y añadió que “solo es un aumento del nivel de reservas en dólares del BCRA y una extensión significativa de duration de la deuda en moneda local”.

Los dólares que ingresarán luego se cambiarán por pesos para hacer frente a los vencimientos apuntados.

El menú incluye:

LECAP a: 30/06/25, 31/07/25, 29/08/25 y 28/11/25

BONCAP a: 30/01/26 y 31/05/26

BONCER CERO CUPÓN a: 30/10/26

Con información de agencias.

IG