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Con apenas un 52% de participación, las elecciones en Santa Fe dejaron un escenario de tercios entre el peronismo, el oficialismo provincial y los libertarios, que avanzan en varias localidades.
Una nueva baja en la participación de votantes y resultados que son festejados como triunfos por los principales partidos políticos. Las elecciones de concejales, intendentes y presidentes comunales de Santa Fe acusaron el desinterés de casi la mitad de la población de la provincia y registraron como datos significativos el triunfo del peronismo en Rosario, el del oficialismo que responde al gobernador Maximiliano Pullaro en la mayoría de las ciudades y localidades y el surgimiento de La Libertad Avanza como una fuerza capaz de disputar el poder.
Juan Monteverde, al frente de Más para Santa Fe, se impuso en las elecciones de concejales para Rosario con más de 113 mil votos, el 30,58% de los sufragios. Juan Pedro Aleart (La Libertad Avanza) quedó segundo con 107 mil votos, el 28,81%, menos de lo que esperaban los libertarios, y Carolina Labayru (Unidos), tercera con 95 mil, el 25,63%, más de las previsiones para el oficialismo. Pero quizá el dato elocuente fue que en la ciudad más importante de la provincia votó apenas el 48% de los ciudadanos habilitados para los comicios, según la información de la Secretaría Electoral. En las elecciones de abril pasado el porcentaje de votantes había sido del 53%.
“En Rosario se produjo una elección de tercios, con una salvedad: si bien los candidatos de La Libertad Avanza y Unidos tuvieron propuestas distintas, no se ve tan claro un avance del peronismo –analiza el politólogo Sergio Morresi–. Es una elección rara donde todos están contentos. El frente de Monteverde ganó por dos puntos, no hubo un batacazo. No obstante, su triunfo va a cambiar el encuadre del peronismo en toda la provincia de cara a octubre, cuando habrá elecciones de legisladores nacionales.”
“Esto es un triple empate”, dijo el gobernador Pullaro sobre las elecciones de Rosario minutos después de las 19, en una conferencia de prensa en la que exhibió un mapa de Santa Fe que ilustraba el triunfo de Unidos en la provincia: “Sobre 304 localidades computadas, 247 las ganó Unidos, 42 Más Santa Fe y 4 La Libertad Avanza; faltan datos de otras 60. Y sobre las 19 intendencias en disputa, Unidos ganó 17 y el peronismo, 2”.
Pullaro pudo sentir como propia la remontada de Labayru después de las PASO de abril, donde la candidata había quedado relegada a una tercera posición lejana de Aleart y Monteverde. El gobernador se hizo cargo de la campaña, mientras el intendente Pablo Javkin pasó a un segundo plano.
En la provincia de Santa Fe la participación electoral fue del 52%, casi cinco puntos menos que el 13 de abril, cuando se realizaron las PASO y la elección de constituyentes para la reforma de la Constitución provincial. Pullaro dijo que en 146 localidades donde se impuso Unidos estaba definido el presidente comunal y en una el intendente, por falta de oposición, “con lo cual hubo menos participación porque los resultados ya se descontaban”. No obstante, “nos llama a la reflexión que la gente esté votando mucho menos en 42 años de democracia: esto nos tiene que interpelar a quienes gobernamos y a quienes representamos a partidos políticos”, agregó el gobernador.
En las elecciones de concejales en la ciudad de Santa Fe también se produjo una elección de tercios, aunque Unidos aumentó su caudal y obtuvo 45.819 votos, el 32,70%, Más para Santa Fe recibió 34.960 votos, el 24,95% y La Libertad Avanza 32.729, el 23,36%. El frente oficialista también triunfó en Venado Tuerto y el peronismo se impuso en Rafaela y en Reconquista.
La Libertad Avanza ganó ampliamente en Villa Constitución, donde duplicó la cantidad de votos del peronismo y obtuvo otro triunfo significativo en Casilda. También se impuso en la elección de presidente comunal en la localidad de Melincué, con la particularidad de que el candidato libertario, Silvio Garbolino, fue detenido el jueves pasado y permanece preso a la espera de ser indagado por defraudación en su carácter de gerente de una mutual con sede en la localidad de San Gregorio.
“La Libertad Avanza hizo muy buena elección. Además de ganar en dos ciudades importantes, perdió bien en Rosario, en Santa Fe y en Rafaela, donde quedó segunda. Hay que tener en cuenta que si bien los candidatos asumieron el discurso mileísta hasta la última semana no hubo de parte del Estado nacional un despliegue muy concentrado sobre la provincia. Claramente la elección marca un avance”, observa Sergio Morresi, investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional del Litoral.
La baja participación electoral “expresa una nueva normalidad”, según Morresi. Las elecciones de Santa Fe confirmarían un proceso de larga duración: “Básicamente se trata de una tendencia que se verifica desde hace tiempo, que se hace cada vez más pronunciada y tiene que ver con una desafección: las personas no sienten que un cambio en la política implique un cambio en su vida cotidiana, al menos para el tipo de cargos que se votaron, que no son ejecutivos”.
Morresi relativiza la alarma ante la abstención: “La gente no se siente representada por la oferta y no participa porque decide que algunas elecciones cambian menos su vida que otras. La recarga de elecciones en el año también conspira. La desafección es normal, comprensible. Cuando la ciudadanía sienta que se eligen otros cargos seguramente no habrá tan baja participación”.
El triunfo de Monteverde en Rosario, al frente de la coalición entre el sector mayoritario del justicialismo y el partido Ciudad Futura, es celebrado como un anticipo de la disputa por la intendencia que tendrá lugar en 2027 y cobra mayor significación en una ciudad tradicionalmente reactiva al peronismo. Pullaro festeja el resultado como “un espaldarazo” a su gestión “al triunfar en más del 80 % de los distritos”, aun con una disminución sensible del número de votos que lo ungió gobernador en 2023. La Libertad Avanza no pudo imponerse en Rosario pero engrosó su número de concejales en la ciudad a expensas de Unidos, sumó votantes en las ciudades principales y en pequeñas localidades y ahora es un tercero en discordia. El mapa político de Santa Fe se reconfiguró este domingo con pronóstico incierto sobre su evolución.
OA/JJD
La hermana del presidente felicitó a su equipo y no hizo referencia a la baja participación electoral ni a los otros candidatos. Bullrich le restó peso a la elección.
La secretaria general de la Presidencia y titular de La Libertad Avanza (LLA), Karina Milei, celebró el desempeño electoral de ese partido en los comicios municipales de Santa Fe, al destacar que la fuerza libertaria pasó de “0 a 34 concejales” en el distrito.
“Pasamos de 0 a 34 concejales en toda la provincia de Santa Fe. Gracias a los santafesinos por su apoyo. Les quiero volver a asegurar que, como nos pidió Javier Milei, vamos a llevar la antorcha de la libertad a cada lugar de discusión política, para romper con el status quo y cambiar nuestro país para siempre”, expresó Karina Milei desde sus redes sociales.
Y felicitó a la diputada nacional libertaria Romina Diez y “a todo el equipo de LLA Avanza en la provincia” por el desempeño del espacio.
La hermana del presidente –con quien se había presentado por la tarde en un programa de mascotas , donde llevaron a sus perros Conan y Thor – en la noche no hizo referencia a la baja participación electoral en los comicios ni hizo referencia a los candidatos de las otras fuerzas.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, le restó peso a la contienda y dijo que “son elecciones muy locales, difíciles, para fuerzas nuevas como La Libertad Avanza”. Frente al periodista Luis Majul en el canal de noticias LN+, sostuvo que al candidato libertario Juan Pedro Aleart lo votaron 20 mil personas más que en la elección anterior y a su contrincante por el espacio peronista, Juan Monteverde, solo 2 mil más. Enfatizó ese dato y se refirió a las PASO como un problema más para el votante.
En Rosario, el primer candidato a concejal del peronista Más para Santa Fe, Juan Monteverde, se impuso en las elecciones legislativas municipales con el 30,57 por ciento de los votos, seguido por el postulante Juan Pedro Aleart, de La Libertad Avanza (LLA), con el 28,79 por ciento, mientras Carolina Labayru, de Unidos, el frente del gobernador radical Maximino Pullaro, se ubicó tercera con 25,64 por ciento.
En la capital provincial, en tanto, María del Carmen Luengo, de Unidos, obtuvo el primer lugar con el 32,73%, seguida por Pedro Medei, de Más para Santa Fe, con el 24,97 por ciento, y Andrea Cantiani, de LLA, con el 23,33 por ciento.
MP
El oficialismo provincial dejó muy atrás al Frente Amplio Formoseño y a La Libertad Avanza, que no lograron superar juntos el 31%.
Ni la emergencia social ni el desgaste nacional del peronismo frenaron el avance arrollador del Partido Justicialista en Formosa. En las elecciones legislativas y para convencionales constituyentes celebradas este domingo, el espacio que lidera el gobernador Gildo Insfrán se imponía con una ventaja abrumadora: alcanzaba el 68,40% de los votos para diputados provinciales y el 68,12% para convencionales.
El PJ llevó como cabezas de lista para la Legislatura a Rodrigo Vera y Agustín Samaniego, dos nombres clave en el esquema político oficialista. Para la Convención Constituyente, la primera en la lista fue María Graciela de la Rosa, referente histórica del peronismo formoseño.
La oposición quedó muy relegada. El Frente Amplio Formoseño, integrado por la UCR, el PRO, el MID, Nuevo País y otros sellos menores, reunió el 20,74% de los votos en la contienda legislativa y el 12,35% en la de convencionales. Su boleta estuvo encabezada por Agustina Villaggi para diputada y Francisco Paoltroni para convencional, actual senador nacional.
Por su parte, La Libertad Avanza apenas superó el 10% para diputados y el 6,90% para convencionales, lo que representa un retroceso respecto a los resultados de 2023. El partido libertario postuló a Esteban Gabriel López Tozzi para legislador y a Atilio Basualdo y Emilio Grippaldi como convencionales.
La magnitud de la victoria peronista no sólo reafirma el control de la Legislatura, sino que garantiza una posición dominante en la reforma constitucional que se avecina. La elección de convencionales constituyentes fue clave: determinará qué cambios podrá hacer el oficialismo en la carta magna provincial.
La jornada electoral confirmó que, pese a los sismos políticos nacionales, el esquema de poder de Insfrán se mantiene intacto y con capacidad de renovarse a través de nuevos cuadros políticos.
JJD, con información de NA.
Los referentes se vieron las caras en la sede de Gobernación, en la calle 6 de la capital bonaerense, desde las 20 hasta las 22, en un encuentro que continuará el martes próximo. “Se comenzaron a definir los puntos que deben constituir la estrategia electoral conjunta”, dijeron.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, y el referente del Frente Renovador, Sergio Massa, se reunieron este domingo en La Plata para definir la estrategia electoral de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre próximo y acordaron que se presentarán los candidatos “más competitivos” de cada sección electoral del distrito.
Los referentes se vieron las caras en la sede de Gobernación, en la calle 6 de la capital bonaerense, desde las 20 hasta las 22, en un encuentro que continuará el martes próximo.
Participaron del encuentro también el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco; los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza), Julio Alak (La Plata), Mario Secco (Ensenada), Mayra Mendoza (Quilmes), Mariel Fernández (Moreno), Juan Andreotti (San Fernando) y Federico Otermín (Lomas de Zamora); además del hombre fuerte de Ituzaingó, Alberto Descalzo, el presidente de la Cámara de Diputados provincial, Alexis Guerrera; y el director del Banco Provincia, Sebastián Galmarini.
El objetivo es “conformar un frente conjunto de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre y las nacionales del 26 de octubre”, por lo que “se comenzaron a definir los puntos que deben constituir la estrategia electoral conjunta”.
Esos ejes consisten en “enfrentar las políticas de ajuste y endeudamiento” del gobierno de Javier Milei; “defender la inocencia de Cristina Fernández de Kirchner y evitar que ingrese la motosierra a la provincia”, relataron las fuentes.
Y añadieron que “se acordó que el criterio para elegir los candidatos que encabezarán las listas seccionales serán los referentes más competitivos con el objetivo que el peronismo resulte triunfante en ambas elecciones”.
Con información de agencias.
IG
Mientras La Libertad Avanza navega su interna entre Santiago Caputo y los armadores territoriales con prácticas heredadas del PJ, el peronismo ensaya una lista de unidad detrás de Cristina Kirchner desde prisión. La provincia de Buenos Aires vuelve a ser el campo de batalla donde se juega algo más que bancas.
El clima en la provincia de Buenos Aires empieza a parecerse a una guerra de trincheras. De un lado y del otro: en el peronismo y en La Libertad Avanza, los dos espacios que gobiernan la Nación y la provincia tramitan en simultáneo sus fracturas internas, con operadores cruzados y tensiones cada vez más difíciles de disimular. Como si se tratara de una misma lógica replicada con actores distintos, la disputa por los lugares en las listas legislativas expone los hilos que se mueven en la oscuridad. Todo mientras puertas afuera se proclama pureza ideológica o unidad partidaria.
Del lado libertario, el reciente Congreso bonaerense de La Plata expuso más silencios que definiciones. Con los ministros en escena, pero sin la presencia del jefe de Gabinete Guillermo Francos, el acto que finalizó con el virulento discurso de Javier Milei contra el gobernador Axel Kicillof se vivió como una autocelebración sin demasiada épica ni calor de militancia, según detallaron a elDiarioAR algunos de sus asistentes. “Fue un evento que no sumó ni restó nada”, sintetizó uno de ellos. Sin tribunas encendidas ni clima de campaña, el armado de Sebastián Pareja quedó expuesto, sin bombos ni bengalas.
Por su parte, también dijo presente Las Fuerzas del Cielo, el espacio referenciado en Santiago Caputo que tiene como cara visible al streamer Daniel Parisini, mejor conocido como “Gordo Dan”. En su representación estuvieron el director de Intercargo, Lugas “Sagaz” Luna, el secretario de Culto Nahuel Sotelo, y los legisladores Santiago Santuario y Agustín Romo, blindando con su sola presencia a los propios. Nadie se atreve a tocarlos desde el conflicto de Junín, un episodio que marcó un antes y un después.
En mayo, la militante juninense Marina Biagetti fue expulsada de La Libertad Avanza. La decisión —impulsada por la estructura que responde a Pareja— generó una reacción inesperada: el propio Milei intervino para desplazar a Alberto Pascual, jefe del partido en la ciudad y funcionario del PAMI. Desde entonces, cualquier intento de avanzar sobre los libertarios “celestiales” es leído como una provocación directa al Presidente.
En ese contexto, el congreso libertario del jueves pasado volvió a tensar la cuerda. Pareja hizo levantar a los integrantes de su Mesa Política bonaerense para que el público los aplaudiera: entre ellos, Ramón “el Nene” Vera, Fabricio “Tomatito” Martínez y Luciano Olivera. Romo no fue incluido, lo que se interpretó como una señal de hostilidad por los libertarios más doctrinarios, que señalan a esa dirigencia como “oportunista” y “poco confiable”. El caso de Claudia del Valle, otra dirigente parejista a la que señalan internamente de de estar afiliada al Partido Justicialista, también circuló en off como ejemplo del cortocircuito entre pragmatismo electoral y pureza ideológica.
Con el 7 de septiembre cada vez más cerca, cualquier movimiento mínimo reordena lealtades y enciende alarmas. Las críticas al armado de Pareja se repiten con distintos matices: no solo lo acusan de controlar un ecosistema de sellos —Crear + Libertad, La Carlos Menem, La San Martín, Púrpura, entre otros— para simular diversidad. También, al igual que en 2023, comienzan a rumorearse denuncias de venta de candidaturas, ahora compeljizadas por el manejo de fondos públicos, y listas negociadas con intendentes del PJ a cambio de favores en organismos nacionales.
En la Primera Sección, la espada de Pareja y principal apuntado por esos manejos “espurios” es Vera —acompañado de su hija Andrea, hoy coordinadora seccional. El “Nene”, como se lo conoce, es un experonista de Moreno devenido diputado provincial en 2023, blanco en el último tiempo del “fuego amigo” orquestado por los trolls libertarios que comanda Caputo. En la Segunda, en tanto, la referencia es Analía Corvino, jefa de ANSES en San Pedro, mientras que en la Tercera —la más caliente del conurbano— sobresale Martínez, con terminales en el sindicato de la carne y la barra de Laferrere.
En La Matanza, el corazón del peronismo y la obsesión libertaria, el reparto es a tres bandas: Juan Osaba y Luis Ontivero en lo territorial, y el propio Martínez como nexo estructural. Pero el patrón se repite en cada distrito: la arquitectura formal responde a Pareja, aunque el poder efectivo del titular de la Subsecretaría de Integración Socio-Urbana (SISU) sigue sin estar del todo claro.
Mientras tanto, Milei comienza a observar con preocupación la disputa entre las huestes de Caputo y el tándem de Martín y “Lule” Menem, que se proyecta sobre el armado bonaerense como una fractura fundacional. Aunque detesta la “rosca”, el Presidente dejó por un momento de delegar la cuestión en su hermana Karina y decidió intervenir: en Casa Rosada afirman que busca repartir el poder en partes iguales entre los armadores tradicionales y los referentes de Las Fuerzas del Cielo. No se trata solo del armado de listas, sino del control de la campaña, la estrategia territorial, el discurso y hasta el filtro ideológico de los candidatos.
Por ahora, no hay mesa de coordinación ni árbitro creíble. En Balcarce 50 admiten que Milei evalúa una instancia formal de negociación entre las dos tribus libertarias, pero aún no dio el paso. Solo hay tregua cuando el enemigo es externo: Mauricio Macri y Jorge Macri siguen siendo el blanco que unifica.
Pero el equilibrio pretendido tambalea en cada distrito bonaerense donde se superponen intereses. En ese esquema de guerra de posiciones puertas adentro de La Libertad Avanza, según pudo saber elDiarioAR, el “Nene” Vera se volvió el arquitecto de una red de lealtades cruzadas: ofrece cargos, financiamiento para locales y puestos de coordinador a militantes jóvenes que le responden. “A los que no logra desplazar, los rodea desde abajo con otras figuras que también dependen de su estructura”, describió una fuente libertaria que conoce el territorio. Todo tiene precio. Y la fidelidad se paga.
En el peronismo, el clima no es muy distinto. Máximo Kirchner sostiene, puertas adentro, que no quiere ser candidato ni ocupar el lugar de su madre presa, pero que, si se lo piden, lo hará. No es una amenaza: el operativo clamor del camporismo para que Máximo encabece la Tercera Sección Electoral es un hecho, y el protagonismo del líder de La Cámpora comienza a convertirse en un factor central en la discusión interna de cara a la elección bonaerense. En la danza de mesas electorales que se nombran pero nunca se convocan, hay una disputa de fondo que supera la de los nombres de los candidatos y del reparto en las listas: la de la lucha por la jefatura política del panperonismo mientras Cristina Fernández de Kirchner está presa en San José.
Ya nadie discute el liderazgo de la ex presidenta. El fallo de la Corte Suprema que la condenó a seis años de prisión clausuró el debate por la conducción del peronismo, dejando en offside a todos aquellos que, como Axel Kicillof, buscaban disputar ese liderazgo pensando en 2027. El centro de gravedad cambió: la centralidad electoral es toda de CFK. Ese será el eje de la campaña bonaerense, y ni el más kicillofista de los dirigentes se anima a cuestionarlo.
Esa fue la conclusión, incluso, a la que se llegó en la reunión del viernes en el PJ, en la que participaron los presidentes de los partidos que integran el frente Unión por la Patria. Estuvieron Mayra Mendoza (La Cámpora), Rubén Eslaiman (Frente Renovador), Federico Fagioli (Patria Grande), Martin Sabbatella (Nuevo Encuentro) y hasta Guillermo Moreno (Principios y Valores). El Movimiento Derecho al Futuro no estuvo invitado, pero contó con representantes: Mario Secco, como presidente del Frente Grande, y Gildo Onorato, como presidente de Los Comunes.
Y allí, con la presencia variopinta de todos los jefes partidarios, se definieron dos cosas: que habría lista de unidad para el 7 de septiembre y que el eje de la campaña sería “Cristina Libre”.
La ratificación del liderazgo de CFK, sin embargo, no resuelve la jefatura política de hecho. Encerrada en San José 1111, CFK no podrá sentarse en la mesa en la que se terminarán cerrando los nombres de las listas. Necesita un delegado que interprete su voluntad, explican en el camporismo, y señalan a Máximo como diciendo: él y solo él puede ser el heredero natural de CFK.
“Cristina está presa y el que pasa por ahí todas las mañanas es Máximo. Él es su delegado más potente”, explica un dirigente bonaerense de peso, que empuja al líder de La Cámpora como un primus inter pares en la sociedad tripartita con Sergio Massa y Kicillof.
En el kicillofismo están en estado de alerta, concientes de que el empoderamiento de CFK significa un empoderamiento de La Cámpora. Los dirigentes del MDF, sin embargo, insisten en que es el gobernador bonaerense quien tiene la potestad de liderar la campaña. No solo por cantidad de intendentes que le responden –una cuarentena–, sino por el peso institucional del cargo que ostenta.
Puertas afuera, en La Plata admiten que acompañarán cualquier candidato que sea competitivo para ganarle a Milei. “Sin vetos”, agregan, cuando se les pregunta por una candidatura de Máximo. Pero siempre y cuando se respete el peso específico de cada uno. “Y Axel es el gobernador”, insiste un dirigente.
Kicillofistas y cristinistas miden fuerzas. Desde afuera, Massa intenta fungir de intermediario mientras consolida su alianza con el kirchnerismo duro. “El frontman de Máximo”, ironizan en las filas del MDF, en donde todavía no han logrado convocar con éxito a una mesa de negociación. La culpa, insisten, es del kirchnerismo, que aduce problemas de agenda.
El diálogo, sin embargo, nunca se cortó. Kicillof mantiene conversaciones diarias con Federico Otermín, intendente de Lomás de Zamora y uno de los líderes de La Cámpora, con el objetivo de ir avanzando en un principio de acuerdo. La resolución aritmética del reparto de lugares, admiten todos, se definirá dos horas antes del cierre de listas del 19 de julio. Hasta entonces, los protagonistas se sacarán chispas y endurecerán posturas para ganar terreno en la negociación.
El final del recorrido, pese a todo, es la unidad. En eso coinciden los dialoguistas de ambos bandos. “Y si no hay unidad, iremos juntos”, grafican, irónicos.
PL/MC/MG