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La Casa Rosada lanza este martes la primera reunión del órgano multisectorial que busca impulsar distintos proyectos. Con Guillermo Francos como coordinador, el oficialismo intenta tejer consensos fuera del Congreso, mientras los mandatarios provinciales reclaman mayor coparticipación y la CGT debatía su participación.
A casi un año de su firma simbólica en Tucumán, el Consejo de Mayo tendrá este martes su primera reunión formal en la Casa Rosada. El encuentro, previsto para las 9 en el Salón de los Escudos, estará presidido por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien también oficiará como coordinador del órgano. La reunión marcará el inicio de una instancia que el Gobierno busca instalar como mesa de negociación multisectorial para avanzar con reformas estructurales, con la reforma laboral como primer eje de discusión.
Francos estará acompañado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en representación del Poder Ejecutivo. El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, representará a los mandatarios provinciales que firmaron el Pacto de Mayo; mientras que el diputado Cristian Ritondo y la senadora Carolina Losada lo harán por las dos cámaras del Congreso. En nombre del empresariado participará Martín Rappallini, presidente de la UIA.
La presencia sindical, en cambio, llegó envuelta en dudas. Gerardo Martínez, titular de la Uocra, fue designado por el Ejecutivo como representante del sector gremial, pero en la CGT todavía este lunes debatían si avalar o no su participación. “Nadie del Gobierno habló conmigo. En su momento nos dijeron que el Poder Ejecutivo iba a decidir quiénes iban a representar tanto al sector empresarial como al sindical, pero ahora indudablemente me veo en la obligación de una consulta. No voy a decidir por mi cuenta algo así y se necesita el aval de una parte importante de la CGT”, había advertido Martínez este fin de semana, en diálogo con Infobae.
Ritondo, además, llegará al Consejo antes de participar en otro cónclave clave para el oficialismo: este mismo martes está previsto que se reúna en Casa Rosada con Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y presidenta de La Libertad Avanza, y con Diego Santilli, para cerrar los términos del frente electoral entre el PRO y el oficialismo en la provincia de Buenos Aires. Su doble rol —como operador legislativo y electoral— sintetiza la lógica de poder del Gobierno: avanzar en reformas institucionales mientras consolida una nueva arquitectura política.
El Consejo de Mayo se lanza en un contexto de alta tensión fiscal. Este lunes, 22 gobernadores se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para volver a reclamar una redistribución más equitativa de los recursos nacionales. A través de un comunicado conjunto, propusieron eliminar los fondos fiduciarios financiados con el impuesto a los combustibles y coparticipar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) según la ley vigente. “Su sanción no afectará la sustentabilidad de las finanzas públicas nacionales”, señalaron, y defendieron la medida por su potencial para “generar más federalismo a partir de la mayor equidad distributiva”.
La Casa Rosada respondió con una primera contrapropuesta, presentada por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. Francos, que había prometido una respuesta, no asistió por compromisos en Córdoba. Pero la oferta fue considerada insuficiente por las provincias, aunque se acordó abrir una mesa técnica de diálogo. En el entorno del Gobierno admiten que los reclamos por fondos, obras y programas nacionales paralizados seguirán en agenda: los gobernadores no piden gestos, piden plata.
En ese tablero se inscribe el Consejo de Mayo, que además de buscar consensos intersectoriales, tiene un objetivo político de fondo: funcionar como una vía paralela al Congreso, donde el oficialismo todavía no tiene fuerza propia para sacar sus reformas. “El Congreso todavía no está conformado de manera tal que los proyectos que nos interesan salgan”, admiten cerca de Francos. Por eso, el Consejo busca sembrar acuerdos ahora para cosechar leyes después. No hay reglamento público, ni estatuto publicado, ni normas claras de funcionamiento. El diseño, más informal que institucional, responde a la lógica del mileísmo: intervenir el sistema sin depender de sus reglas.
El formato elegido refuerza esa apuesta: el Consejo fue descripto en Casa Rosada como una instancia “más política que técnica, y más horizontal que jerárquica”. En la práctica, el Gobierno eligió a todos los representantes por decreto, sin que haya mediado una convocatoria formal a los sectores involucrados. Aun así, la jugada ya tiene un efecto: varios gobernadores que no firmaron el Pacto de Mayo —como Axel Kicillof, Sergio Ziliotto, Gustavo Melella o Ricardo Quintela— están hoy involucrados en las negociaciones abiertas. El Gobierno logró imponer su marco de discusión incluso a los que formalmente lo rechazaron, lo que considera una victoria política parcial.
La reforma laboral será el primer punto en discusión. La semana pasada, la Comisión Nacional de Valores reglamentó el Sistema de Cese Laboral, un régimen alternativo al actual modelo de indemnización por despido. La propuesta permite que empleadores y trabajadores acuerden aportes anticipados a Fondos Comunes de Inversión (FCI) o Fideicomisos Financieros (FF), que funcionarán como reserva para cubrir los costos de la desvinculación. El mecanismo será voluntario y deberá instrumentarse vía convenios colectivos, lo que abre una negociación gremial sector por sector.
Desde el oficialismo lo presentan como una medida de previsibilidad y desburocratización del mercado laboral. En el sindicalismo, en cambio, temen que se use como punta de lanza para desarmar el régimen vigente. Martínez, con respaldo parcial de la CGT, ya planteó que cualquier reforma debe surgir de un acuerdo tripartito. Por eso, la participación sindical en el Consejo es aún frágil, y será uno de los puntos clave para monitorear en el arranque.
El trasfondo económico es igual de tenso. Según un informe de la consultora Empiria, 21 de las 24 provincias cerraron 2024 con superávit primario, gracias a un ajuste del 15% del gasto real. Pero en mayo la recaudación nacional cayó 18% interanual y los impuestos coparticipables se hundieron 23%. La contracción de los recursos, sumada a la paralización de programas y obras públicas, presiona a las provincias.
En la previa del debut del Consejo de Mayo, Francos intentó bajarle el tono a la tensión fiscal con los mandatarios. “Nosotros siempre tenemos actitud positiva, lo que no dan a veces son los números”, dijo Francos en declaraciones a Cadena 3. “Por supuesto hay gobernadores que dicen que han hecho ajustes, otros que no dicen nada. Nosotros hemos hecho muchos ajustes. Hemos bajado muchos impuestos, muchos impuestos que afectan no a los impuestos coparticipables, sino impuestos que van directamente al tesoro nacional”, agregó.
El jefe de Gabinete también planteó su expectativa de que “la actitud sea recíproca” por parte de las provincias, en un intento por justificar el freno a las transferencias no automáticas y encuadrar los reclamos en la lógica del equilibrio fiscal que promueve el Gobierno. En ese sentido, se verá si el Consejo de Mayo se convertirá en un espacio real de negociación o si queda en una puesta en escena. La respuesta dependerá más que de su reglamento, de la voluntad de poder de los actores que se sienten a la mesa.
PL/JJD
Los mandatarios acordaron un proyecto de ley para eliminar los fondos fiduciarios luego de una cumbre con representantes de la Casa Rosada. El Gobierno solo se comprometió a mantener una mesa de diálogo "constante".
Gobernadores de distintos espacios políticos se reunieron este mediodía para avanzar en un entendimiento tras la caída de la recaudación. Luego de verse con representanes de la Casa Rosada, como el jefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, los mandatarios firmaron un proyecto de ley por el cual piden la eliminación de todos los fondos fiduciarios que se finanancian con el impuesto a los combustibles líquidos para que dichas partidas sean utilizadas tanto por la Nación como por las 24 jurisdicciones “según las prioridades que cada uno defina”. El gobierno de Javier Milei se comprometió a mantener abierta la mesa de diálogo, supo elDiarioAR de fuentes al tanto del cónclave.
La iniciativa, además, expone que “en el marco de la crisis económica que afecta los ingresos tanto del Gobierno Nacional como de las Provincias” el Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se distribuya entre Nación y provincias de acuerdo con la coparticipación primaria y secundaria de la Ley 23.548.
El nuevo encuentro en la sede del Consejo General de Inversiones (CFI) se dio semanas después de que una delegación de mandatarios provinciales visitara al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien se comprometió a estudiar los números para rediscutir la distribución de los ATN e incrementar la coparticipación del impuesto a los combustibles. 15 días después, los mandatarios provinciales insistieron en un nuevo intercambio en el CFI con asistencia casi perfecta. Pasadas las 13, los gobernadores seguían reunidos a puertas cerradas luego de que se retiraran los funcionarios de Milei. Dos horas después dieron a conocer el proyecto de ley que será remitido al Congreso: a la vista del acuerdo generalizado entre todas las provincias, será una iniciativa que tendría rápida sanción por ambas cámaras parlamentarias.
El proyecto contempla que el impuesto a los combustibles ahora se reparta en un 10,4% para la Nación, 58,36% para las provincias, 28,69% para el Sistema Único de Seguridad Social (aclara que “para ser destinado a la atención de las obligaciones previsionales nacionales”, y en un 2,55% en compensación al Transporte Público (Decreto 652/2002).
En esa línea establece la disolución de los fideicomisos del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), creado por Decreto 976/2001, y el de Infraestructura Hídrica (FFIH), creado por Decreto 1381/2001.
El último ítem del proyecto de ley contempla modificar el artículo 5° de la Ley 23.548 (sobre ATN) para que se distribuya “de forma automática y diaria” según la ley de coparticipación. Hasta ahora dichas transferencias de la Nación a las provinciuas se hacía de manera discrecional.
A la cumbre de este lunes asistieron los peronistas Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), y Teresa Madera, vicegobernadora de La Rioja. También fueron mandatarios que suelen tener una postura más dialogista con el misleísmo, como Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Alberto Weretilneck (Río Negro), Martín Llaryora (Córdoba), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Ignacio Torres (Chubut) y Gustavo Saenz (Salta). Se sumó el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
Además se anotaron los vicegobernadores de Neuquén, Gloria Argentina Ruiz; de Chaco, Silvana Lorena Schneider, y de Santa Cruz, Fabián Leguizamón. Se ausentaron con aviso el peronista Gildo Insfrán (Formosa) y el radical Gustavo Valdés (Corrientes).
“Fue una buena reunión. Habrá una mesa de diálogo constante para seguir las cuestiones por ATN, impuesto a los combustibles y obras”, apuntó un vocero libertario. Los funcionarios Catalán y Guberman tenían el encargo de trasladar la respuesta oficial a las provincias luego de estudiar la posibilidad de elevar al 50% la coparticipación del impuesto a los combustibles. Por ahora el Gobierno solo se comprometió a seguir discutiendo al respecto.
En la previa a la cumbre, Francos advirtió públicamente a las provincias que el Poder Ejecutivo tiene “actitud positiva” para encontrar una solución a las problemáticas, pero alertó que “los números no cierran”. “Nosotros siempre tenemos una actitud positiva, lo que no da a veces son los números. Trataremos de ver cómo llegamos”, afirmó en declaraciones a Cadena 3, y sumó: “Hay gobernadores que dicen que han hecho ajustes y otros que no dicen nada”.
En la misma línea, sumó: “En la Nación hemos hecho ajustes y bajado muchos impuestos y esperamos que la actitud sea recíproca porque la situación económica del Estado Nacional y de los provinciales deben ser motivo de preocupación de todos los líderes”.
“El gasto ha sido reducido fundamentalmente en Nación. Las provincias deberían analizar eso, algunas han hecho mucho esfuerzo, pero nunca se hace lo necesario”, remarcó.
MC
El ministro de Defensa hebreo denuncia una "completa violación" del acuerdo e Irán replica que es falso.
Irán ha lanzado varios misiles a Israel después de la aparente entrada en vigor de un alto el fuego anunciado por el presidente de EEUU, Donald Trump, según asegura el ejército israelí en un comunicado. El ministro de Defensa de Israel anunció una firme respuesta “en el corazón de Teherán” por este último ataque, mientras que Irán niega haber infringido los términos del acuerdo.
“A la vista de la completa violación iraní del alto el fuego declarado por el presidente de EEUU y el lanzamiento de misiles hacia Israel, y en cumplimiento de la política del gobierno israelí de responder con firmeza a toda infracción, he dado orden a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), en coordinación con el primer ministro, de continuar el intenso ataque a Teherán”, reza la nota, según Haaretz.
El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, señaló en un comunicado, por su parte: “En vista de la grave violación del alto el fuego llevada a cabo porr el régimen iraní, responderemos con fuerza”.
Tras el lanzamiento iraní sonaron sirenas en el norte de Israel, incluida la ciudad de Haifa, según el Haaretz.
Irán, por su parte, negó la mayor. “Las noticias de un ataque iraní con misiles sobre Israel tras la entrada en vigor del alto el fuego son falsas”, según la agencia iraní ISNA. Un portavoz militar iraní aseguró posteriormente que Israel siguió atacando hasta las 9h, cuando teóricamente el alto el fuego ya había entrado en vigor, según la televisión estatal.
elDiario.es
El presidente de EEUU anunció en una red social el fin de las hostilidades, pero el acuerdo peligra tras producirse nuevos ataques el martes.
Trump anuncia un alto el fuego entre Irán e Israel
— El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció en un mensaje en la red social Truth que Israel e Irán acordaron un alto el fuego. “Si todo va como debe, que lo hará, me gustaría felicitar a ambos países, Israel e Irán, por tener la energía, el coraje y la inteligencia para poneer fin a lo qu deberá llamarse 'La guerra de los 13 días”, escribió. “Esta guerra podía haberse extendido durante años y destruir enteramente Oriente Medio, ¡pero no lo ha hecho y no lo hará!” añadió.
— Pasadas las 7h, Trump publicó otro mensaje en el que declaraba en vigor el alto el fuego. Añadió: ¡Por favor, no lo violen“, en letras mayúsculas. Antes había declarado a la cadena NBC que el alto fuego era ”ilimitado“ y duraría ”para siempre“.
— Trump negoció el alto el fuego el lunes con conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras su equipo, incluido el vicepresidente, JD Vance, hablaba con Teherán, según declaró a Reuters un cargo de la Casa Blanca. Este empleado anónimo, dijo que Israel aceptaría siempre que Irán no lanzase nuevos ataques.
— Después del anuncio de Trump, pero antes de la entrada en vigor del alto el fuego, las Fuerzas de Defensa de Israel avisaron de que iban a bombardear Teherán y pidieron la evacuación de partes de la capital iraní. Algunos usuarios de redes sociales han informado de grandes explosiones en la ciudad, las más intensas, según ellos, desde el inicio de los bombardeos hace 12 días
— Irán lanzó varias andanadas de misiles balísticos a primera hora del martes. Al menos uno golpeó directamente un edificio residencial de la ciudad de Beersheva, dejando cinco muertos y ocho heridos, según los servicios de emergencias.
— El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, dijo que el país cesaría los ataques si Irán deja de bombardear. Los medios estatales iraníes anunciaron a las 6.30 h que el alto el fuego había entrado en vigor.
— El primer ministro de Catar medió telefónicamente con Irán para lograr el alto el fuego, según señaló a Reuters un cargo con conocimiento de los hechos.
— La declaración de Trump llegó después de que Irán anunciase que había lanzado un ataque con misiles a una base de EEUU en Catar como represalia por la participación estadounidense la víspera en la campaña de bombardeos de Israel.
— El ministro de Exterios de Catar dijo que las defensas áreas del país han “logrado frustrar el ataque e interceptar los misiles iraníes” y que no se habían producido víctimas. Irán informó previamente de la acción, según varias informaciones.
— Trump lanzó durante el fin de semana un ataque sin precedentes en tres instalaciones nucleares de Irán en Isfashan, Natanz y Fordo. Bautizada como 'Martillo de medianoche', la operación supuso el bombardeo con bombas 'revientabúnker' desde aviones B-2.
— Trump se aprestó a asegurar que los ataques de EEUU en las instalaciones nucleares iraníes las habían “arrasado completa y totalmente”, pero sigue sin estar clara la magnitud exacta del daño causado o el impacto a largo plazo que pueda tener sobre el programa nuclear iraní.
— Es probable que el bombardeo estadounidense causase daños “muy importantes” en áreas de la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo, que está bajo una montaña, pero aún no se puede saber cuánto, según el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi. “Dado el tipo de carga explosiva empleada y la naturaleza de las centrifugadoras, extremadamente sensibles a las vibraciones, se espera que los daños hayan sido muy importantes”, indicó en un comunicado.
— Estas apreciaciones se produjeron tras una reunión del comité de seguridad nacional del parlamento iraní, que aprobó el borrador de una norma para suspender por completo la cooperación de Teherán con la agencia de control nuclear. Según est proyecto, la instalación de cámaras de vigilancia, la realización de inspecciones y el envío de informes a la agencia quedarían suspendidos en tanto no se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares.
— El alto el fuego peligra desde primera hora por un ataque iraní en el norte de Israel, según ha denunciado el ejército hebreo. El ministro de Exteriores, Israel Katz, ha calificado la maniobra de “completa violación” del pacto y ha anunciado una “firme respuesta” en el “corazón” de Teherán.
— Irán ha replicado que la acusación es “falsa” y ha señalado, a su vez, que Israel siguió atacando objetivos hasta las 9h, cuando el alto el fuego ya estaba teóricamente en vigor.
The Guardian / elDiario.es
El destino del conflicto entre EEUU e Irán pasa por el choque de personalidades entre Trump y Jamenéi. El norteamericano está convencido de que sólo él puede encarnar la grandeza de su nación y el iraní lleva 36 años ocupándose de que el régimen sobreviva a cualquier crisis.
En la era de los autócratas en la que vivimos, el mundo contempla absorto lo que harán dos ancianos que mantienen un férreo control sobre sus países. Dos ancianos que no están acostumbrados a que se ignore su voluntad. Donald Trump, de 79 años, ha ordenado la destrucción de tres instalaciones de un programa nuclear en el que Irán ha invertido centenares de miles de millones de dólares. Alí Jamenéi, de 86 años, escondido en un búnker, debe sopesar sus siguientes pasos. No puede mostrar debilidad, pero corre el riesgo de que su respuesta, iniciada este lunes, provoque una reacción brutal de EEUU y que Israel continúe el proceso de demolición del Gobierno iraní.
Durante muchos años, Israel reclamó que EEUU utilizara contra el programa nuclear iraní la mayor bomba no nuclear con que cuenta en su arsenal. Una bomba antibúnker de trece toneladas con una cabeza explosiva de 2,7 toneladas. Era supuestamente el arma definitiva en el objetivo de destruir lo que esconde Fordo, un monte en el que las instalaciones subterráneas se encuentran situadas a cerca de cien metros de profundidad. Trump ha presumido que el éxito ha sido completo y que el objetivo ha sido “total y completamente arrasado”. Sin presentar pruebas. El jefe de las Fuerzas Armadas, el general Caine, no se ha mostrado tan rotundo.
Tan temerario como imprevisible, Trump anunció hace unas horas un alto el fuego entre Israel e Irán, que es producto de su intervención y de la colaboración en la mediación del Gobierno de Qatar, y no de una iniciativa de los dos países beligerantes. Esta madrugada, Israel atacó varios objetivos en el norte de Irán matando a once personas. Un edificio de viviendas de la localidad israelí de Bersheva sufrió el impacto directo de un misil y se ha informado de cuatro muertes. El ministro de Defensa anunció una respuesta contra “el corazón de Teherán”, con lo que aún es muy pronto para saber si la tregua sobrevivirá a este día.
Si la defensa de un país exige consistencia y determinación, Trump puede presumir de lo segundo, pero no de lo primero. EEUU exige a Irán que vuelva a la mesa de negociaciones, pero lo cierto es que Teherán no la había abandonado. Fue Israel quien creó una nueva situación al desencadenar una guerra aérea contra Irán a la que se unió Trump de forma directa con el ataque contra Fordo, Natanz e Isfahán.
A Trump le gustan las victorias y quizá por eso se dio prisa en promover una tregua. Había mostrado en semanas anteriores su apuesta por las negociaciones con las que llegar a un acuerdo con Teherán, quizá con la misma falta de realismo que cuando decía estar convencido de que pondría fin a la guerra de Ucrania en un corto espacio de tiempo. Según varios medios norteamericanos, cambió de posición cuando vio el éxito de la primera ronda de ataques israelíes que eliminaron a la cúpula militar iraní. La cobertura triunfalista de Fox News, que Trump consume todos los días, también dejó su huella en el presidente.
La credibilidad es un factor esencial en cualquier negociación. Por eso, un presidente deja que sean otros los que intenten engañar con artimañas, anuncios que no tienen la intención de cumplir o filtraciones anónimas. Pero fue el mismo Trump, que nunca esconde sus ansias por el protagonismo, el que se ocupó del engaño de afirmar que se tomaría una o dos semanas para dar el paso definitivo. Para entonces, la decisión estaba tomada.
Jamenéi está más solo que nunca. En el último año y medio, la red de seguridad estratégica a disposición de Irán se vino abajo, lo que se llamaba “el eje de la resistencia”. Fundamentalmente, no disfruta de la protección indirecta que Hezbollah le prestaba desde Líbano ante una amenaza israelí. Siria ya no cuenta con un Gobierno aliado que esté en deuda con Teherán. Varios de sus colaboradores más directos en el Ejército o la Guardia Revolucionaria están muertos.
Es el líder político y religioso de Irán desde 1989. En los ocho años anteriores, fue el presidente del país. Su prioridad fue siempre reforzar la legitimidad del régimen, lo que incluye perseguir a los reformistas más activos, y extender la influencia de Irán en Oriente Medio. Las protestas por los derechos humanos fueron numerosas, en especial en 2009, pero nunca pusieron en peligro la supervivencia del Gobierno. Por mucho que Jamenéi pida a la población que participe en las elecciones, antes el régimen se ocupa de vetar a los candidatos que pueden ser un peligro en las urnas.
El asesinato de Qasem Soleimani por EEUU en 2020 le privó de un protagonista clave en las relaciones con los movimientos chiíes de la región, alguien que era más importante que el ministro de Defensa. Se pensaba que se produciría una venganza de grandes dimensiones. Todo se limitó a un ataque con decenas de misiles contra una base norteamericana en Irak del que se avisó con antelación al Gobierno de Trump. Los soldados tuvieron tiempo de protegerse en los refugios. Fue una forma de saldar cuentas sin provocar una escalada.
Esa parece ser otra vez la intención de Jamenéi con el ataque del lunes con un número reducido de misiles a la mayor base militar estadounidense en Oriente Medio situada en Qatar. Fuentes del Gobierno iraní informaron a The New York Times que habían avisado antes a Qatar con la intención de reducir el número de bajas. La base había quedado prácticamente vacía. Se trata por tanto de un ataque simbólico que luego la propaganda iraní se ocupará de engrandecer.
Trump dijo que nunca aceptará que Irán consiga fabricar armas nucleares. Ha sido la política de todos los gobiernos norteamericanos. Su ataque del fin de semana puede provocar paradójicamente lo contrario. Irán tiene ante sí la oportunidad de abandonar el tratado de no proliferación nuclear con lo que quedaría fuera del control del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Pero eso no impediría que Israel y EEUU continuaran atacando sus centros nucleares, aunque no tengan autoridad legal para hacerlo.
Netanyahu, de 75 años, es el tercer hombre con una inmensa capacidad de condicionar la política norteamericana. Lo demostró sobradamente con distintos presidentes. Su misión es acabar con el programa nuclear iraní para siempre y crear una situación que provoque el hundimiento del régimen de Jamenéi.
Es una vuelta a 2003, cuando hizo una promesa a los congresistas estadounidenses sobre el derrocamiento de Sadam Hussein: “Si ustedes acaban con Sadam, con el régimen de Sadam, les garantizo que habrá enormes consecuencias positivas en la región”. Lo que ocurrió fue que Oriente Medio se llenó de sangre, Al Qaeda salió beneficiada del caos de Irak, EEUU se vio inmerso en una inicua aventura imperial de nueve años. Una de sus consecuencias políticas previsibles fue el aumento de la influencia iraní en Irak.
Los altos cargos del trumpismo más escéptico con el uso de la fuerza, como el vicepresidente J.D. Vance, insistieron el fin de semana en que EEUU no busca un “cambio de régimen” en Irán, un objetivo que está fuera de su alcance si la intervención se limita a bombardeos aéreos. En las entrevistas televisivas, algunas respuestas solo sirvieron para retorcer el significado de las palabras. “No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con el programa nuclear iraní”, dijo Vance. Le preguntaron si apoyaba que Israel intente matar al líder iraní. “Eso depende de los israelíes –respondió–, pero nuestra opinión fue muy clara y es que no queremos un cambio de régimen”.
Cualquier cosa es posible con Trump. Unas horas después, los desmentidos perdieron buena parte de su valor con un mensaje del presidente en su red social: “No es políticamente correcto usar el término 'cambio de régimen', pero si el actual régimen iraní es incapaz de hacer a Irán grande de nuevo, ¿por qué no debería haber un cambio de régimen?”.
Jamenéi lo interpretará como una amenaza personal. A corto plazo, la prioridad de su Gobierno es salvaguardar el producto resultante de sus centrifugadoras. Fuentes iraníes informaron a Reuters de que el Gobierno había sacado de Fordo todo el uranio enriquecido –estimado en 408 kilos– antes del ataque para esconderlo en un lugar secreto. Una parte importante de ese uranio está enriquecido al 60%, un porcentaje que se acerca al 90% mínimo necesario con el que fabricar un arma nuclear.
Alí Shamkhani es uno de los principales asesores de Jamenéi. Le dieron por muerto tras uno de los bombardeos israelíes, pero está vivo y recuperándose de las heridas. A través de Twitter publicó un mensaje que resume la mentalidad de Jamenéi y la promesa de que el conflicto está lejos de su final: “Incluso si las instalaciones nucleares son destruidas, la partida no terminó”.
Nota: información actualizada con el anuncio por Trump del inicio de un alto el fuego entre Israel e Irán.