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El Presidente ponderó a Ritondo y Santilli como los encargados de la negociación con LLA en la provincia de Buenos Aires de cara a las legislativas de septiembre. Habló de un gran "espacio de centroderecha" y quitó al exmandatario del medio.
El día después de que Manuel Adorni se quedara con las elecciones porteñas, Javier Milei apretó el acelerador para terminar de capturar a los referentes del PRO con quienes La Libertad Avanza conversa un acuerdo electoral de cara a las elecciones bonaerenses del próximo 7 de septiembre. “El tiempo de Macri pasó”, afirmó el Presidente en ese sentido para dejar en claro que la alianza ya está encaminada más allá de lo que diga el jefe del partido amarillo, Mauricio Macri, el gran derrotado de este domingo.
“El acuerdo está avanzado independientemente de Macri. ¿O acaso ignoran las fotos con mi hermana, Cristian Ritondo, el Colo Santilli y José Luis Espert. Quizás Macri deba entender que su momento pasó”, apuntó Milei esta mañana en una entrevista al canal A24. El mandatario hacía referencia directa a las postales que semanas atrás se hicieron en la Casa Rosada los diputados amarillos que pisan en la provincia de Buenos Aires. La intención del Gobierno es “abrazarlos” para enfrentar en conjunto al kirchnerismo, ahora que ya se alinearon Axel Kicillof y Cristina Kirchner por el calendario electoral desdoblado.
Milei habló de “un espacio de todo lo que es la centroderecha”, aunque no especificó qué lugar tendrán ahí los amarillos. En todo caso, los resultados de ayer deja al PRO en peores condiciones para negociar. “Los que quieran abrazar las ideas de la libertad, bienvenidos”, apuntó el jefe de Estado.
Sin dar el salto definitivo, Ritondo y Santilli ya hicieron punta en las conversaciones con el Gobierno. El primero es el jefe de la bancada amarilla en Diputados y a quien el propio Macri públicamente ungió como el enlace con LLA. Pero el legislador tiene peso territorial propio con el que se mueve más allá del guión que disponga el expresidente.
Anoche Macri le pidió públicamente a Milei una conversación “respetuosa”, pero avisó que se alejará él de la negociación: estaba a punto de viajar al exterior a Europa y países árabes por su cargo en la FIFA.
Santilli parece mucho más suelto que Ritondo, al punto que ayer no apareció en el búnker del PRO en la calle Balcarce para acompañar a Lospennato en su derrota. Ganó las elecciones legislativas del 2023 en PBA y aspira a tener un rol similar este año. Disputa ahí con Espert, el ex-JxC que sí saltó rápido a LLA y se ganó la confianza de Milei para ser su candidato “puro” en la provincia.
La definición se acelerará en las próximas semanas, a partir de que el 9 de julio es la fecha en que se tienen que presentar las alianzas bonaerenses, y el 19 de ese mismo mes, las listas de candidatos.
Tras la aparición de Milei, fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el que le dio más contenido al posible acuerdo con el PRO. “Las puertas de La Libertad Avanza están abiertas para conversar con aquellos que piensan muy parecido”, expresó el ministro coordinador en radio Rivadavia.
“Estoy convencido de que después de esta disputa en la Ciudad bajarán los ánimos caldeados y habrá conversaciones para presentarnos juntos en la Provincia. Siempre habrá diferencias, pero supongo que habrá quedado claro para el PRO que ir separados no tiene ningún sentido”, remarcó el jefe de Gabinete.
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El Presidente negó su retiro de la política, propuso retomar el diálogo con LLA y admitió errores estratégicos. Adelantó que Ritondo continuará negociando un posible frente en la provincia de Buenos Aires.
Luego del golpe que significó que su candidata quedara en tercer lugar y con casi 15 puntos de diferencia respecto del candidato de La Libertad Avanza (LLA), el presidente del PRO, Mauricio Macri, habló y aseguró que no se va a retirar de la política. Pese a los insultos que recibió en el último tiempo de parte del Presidente –que este mismo domingo lo llamó “llorón”– dijo que su intención es “volver a hablar respetuosamente” Milei para iniciar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires.
“Hoy tenemos que desandar un paso en términos de poder volver a hablar respetuosamente”, indicó el expresidente en la pantalla de TN. Y añadió: “Volveremos a hablar internamente en el partido pero lo que yo siento es lo que yo dije. Los que estaban regalados ya se pasaron. Los que quedan tienen valores”, diferenció.
Ante la pregunta del periodista Franco Mercuriali sobre qué entendía que había pasado en estas elecciones, el expresidente dijo que “no se puede ganar siempre” y destacó que “11 elecciones seguidas son muchas”. Después reconoció que propusieron adelantar elecciones “para generar un debate sobre cómo cuidar lo logrado en la ciudad y cómo ir hacia adelante y resultó ser un error porque la agenda del Presidente logró desviarla exitosamente a un plebiscito nacional sobre su política económica”.
Macri aclaró que el diputado Cristian Ritondo “tiene mandato como presidente del partido para negociar un frente en la provincia”. Aclaró, sin embargo, que “un frente no es integrar LLA”, como está planteado desde la Casa Rosada. Adorni lo dejó claro. “Invitamos a todos a dejar los egoísmos de lado y sumarse a esto que se llama La Libertad Avanza y que es el instrumento que ha elegido la sociedad para cambiar la Argentina”, dijo en su discurso tras conocerse los resultados oficiales que lo daban ganador por más del 30% de los votos. Habiendo sacado el doble de votos que el PRO, su posición para negociar es mucho más fuerte que antes.
“Como hemos venido (diciendo) en las últimas semanas y meses, sin ningún tipo de respeto no se puede”, insistió Macri, que buscó mostrarse sereno, pese a las provocaciones. Según dijo, “generosidad como la que ha tenido el PRO nunca ha habido y a cambio de nada”.
“No dimensionamos que el Presidente (iba a estar) llamando y pidiendo que lo apoyen para terminar de salir de la crisis”, admitió. “Les salió bien. Ellos plantearon otro eje que es el que primó. En otras provincias él no se metió personalmente. Él puso todo”, dijo sobre Milei.
En tanto, reconoció la performance electoral del candidato libertario, Manuel Adorni, a quien le adjudicó “coraje” para instalar la agenda nacional con “todos los mecanismos”, como los anuncios gubernamentales. “Si Adorni perdía con Santoro era un espanto”, acotó el ex jefe de Estado y actual titular del PRO nacional.
Para Macri, “la bajísima participación electoral es alarmante”, y lo atribuyó a “la apatía” ciudadana. “No logramos que vaya a votar más de uno de cada dos porteños. Lo peor es la apatía”, apuntó.
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"No me importa de dónde sacó los dólares, no me importa en lo más mínimo", explicó el Presidente y aclaró que aún no fue anunciado porque “todavía quedan cuestiones legales por definir".
La semana pasada, el Gobierno pateó para adelante una medida que habían adelantado días atrás el propio Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, que tiene como objetivo atraer los dólares que estarían en posesión de particulares pero sin estar bancarizados y que se estima que serían entre US$200.000 millones y US$400.000 millones.
El día posterior al triunfo de LLA en las elecciones porteñas, que dejó al peronismo de Leandro Santoro en segundo lugar y pegó fuerte en el seno del PRO (Silvia Lospennato quedó tercera, lejos de lo que el partido amarillo acostumbraba a cosechar en la Capital), y profundizó la grieta entre los libertarios y Mauricio Macri, el Presidente se refirió al anuncio que prepara el ministerio de Economía, pero puso paños fríos: “Todavía quedan cuestiones legales por definir”, aclaró el mandatario, aunque adelantó que su idea es que no haya registros bancarios de esas divisas que ingresen al sistema: “Eso me parece una aberración”, apuntó, y agregó: “Se debería poder usar los dólares tranquilamente, sin dejar los dedos marcados, nadie tiene por qué saber de dónde los sacaron”.
“Esta medida no justifica cualquier movimiento. Tenemos que chequear todas las instancias para garantizarnos que va a funcionar. Electoralemente iba a ser un golazo, pero no lo iba a arriesgar para rascar unos votos, por eso tiene que ser algo irreversible y tenemos que estar seguros”, explicó sobre la demora en el anuncio.
“Los argentinos que tienen dólares guardados es que pudieron eludir el impuesto inflacionario, impuesto que generó consecuencias devastadoras. Y como consecuencia de ello, los argentinos, aún pasan el dinero en blanco al sector informal para poder zafar de las garras del Estado”, justificó el libertario. “Esas personas no son delincuentes, son personas que pudieron escapar de los liberticidas de las políticas”, completó.
Según Milei, la medida que saldrá a luz los próximos días, “es revolucionaria en lo monetario”. De acuerdo a los datos que maneja el Gobierno, Argentina “tiene un PBI de US$ 600.000 millones. Y los argentinos tienen entre US$200.000 millones y US$400.000 millones, entre el 33% o el 66% del PBI. Eso implica una inyección de fondos dentro de la economía que podría generar una aceleración de la tasa de crecimiento enorme”, explicó en una entrevista con A24.
La medida sobre el blanqueo es aún una incógnita, porque el Gobierno habilitaría a formalizar dólares mediante una sencilla declaración jurada. No se sabe si saldrá por decreto o resoluciones del Ministerio de Economía, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y el Banco Central, pero está claro que, al menos por ahora, no hay planes de una nueva ley que ampare la nueva amnistía tributaria. Pero, como publicó días atrás elDiarioAR, que el blanqueo no se haga por ley levanta dudas entre opositores amigables con el Ejecutivo, contadores y contribuyentes.
El Presidente también aseguró que se habilitó “la dolarización endógena, porque como la cantidad de dinero en la economía la determinan los individuos, que sean los individuos los que monetizan la economía. Lo que va a generar es que, como los impuestos se pagan en pesos, el peso se va a seguir fortaleciendo”, consideró.
Y detalló: “Hoy existe competencia de monedas. La clave es que nadie le pregunte de dónde sacó los dólares. A mi no me importa de dónde sacó los dólares, no me importa en lo más mínimo. El problema es la Justicia si el dinero proviene de un robo. No se tiene que mezclar la cuestión del delito con la de la economía”.
“Es como si fuera un blanqueo pero sin pago de impuestos, no tiene fines recaudatorios. Utilizaremos los instrumentos que tengamos disponibles para hacerlo. Voy a hacer lo que debo hacer, no me importa el ciclo politico”, concluyó Milei.
Con información de agencias.
IG/MC
La mudanza de buena parte del voto del PRO a la ultraderecha conduce a Macri a su final político. Los Milei ganan con una consigna estelar: "enterrar al kirchnerismo". El eje Patria-Cámpora, una encerrona que se vuelve insalvable para el peronismo.
Una primera lectura de las elecciones legislativas en la Ciudad es la mudanza de dos tercios del voto del partido fundado por Mauricio Macri al de Javier Milei. De Recoleta a Villa Luro, de las clases acomodadas a las medias, de la aristocracia a profesionales con ingresos en dólares, trabajadores con recibo de sueldo en blanco y cuentapropistas, La Libertad Avanza (LLA) consolidó la bienvenida a buena parte de exvotantes del PRO.
La formación creada por Macri en 2002, que supo conseguir 50% de los apoyos en varias elecciones, quedó reducida a 16% en su distrito natal, en el que sentó las bases de su militancia, su burocracia, su gramática y su financiamiento. La lista pergeñada por los Hermanos Milei duplicó ese porcentaje y alcanzó una victoria que resulta resonante, más por una expectativa inicial incierta, que por una cosecha extraordinaria en una ciudad con un voto de derecha consolidado.
Una política que ganó en volatilidad y vertiginosidad se volvió refractaria a diagnósticos muy determinantes, pero cabe inferir que el papel del PRO, el proyecto conservador más importante y exitoso de la historia electoral argentina, llegó a su fin en cuanto a opción de gobierno nacional. Si en Buenos Aires el partido de los Macri salió tercero, a gran distancia del segundo, en el resto del país, su peso se volvió casi inexistente.
El resultado de la Ciudad deja a Macri casi sin herramientas para resistir el desplazamiento total de su espacio por parte de la ultraderecha. El proyecto de Milei penetra en todas las clases sociales, pero el domingo dejó una postal elocuente. En la franja Retiro-Recoleta-Barrio Norte-Palermo-Belgrano-Núñez, el segmento de ingresos altos y medios altos de Buenos Aires con influencia decisiva en la agenda pública, antes ofrecía un amarillo intenso, con porcentajes largamente superiores a 60%, y ahora se tiñó de violeta.
Así las cosas, el expresidente no tendrá con qué negociar lugares en las listas de la Provincia de Buenos Aires, que es la agenda que viene. Cristian Ritondo, Diego Santilli y más de uno del grupo fundacional del PRO que en los últimos días simuló preocuparse por “los modos” y la “falta de respeto a las instituciones” de La Libertad Avanza se lanzarán a una carrera para conseguir cobijo bajo el látigo de Karina y la sórdida botonera de Santiago.
La magra cosecha del exjefe de Gobierno y excandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta (8%) no alcanza siquiera para que el PRO elucubre un rearmado de su trama original, reincorporando al único dirigente que se paró en la vereda de enfrente de Milei. Larreta aspiraba a competir de cerca con la lista encabezada por Silvia Lospennato y posicionarse para recrear la centroderecha en 2027. Sin haber derrapado, el exalcalde será ahora uno más en el mapa político porteño.
En la franja Retiro-Recoleta-Barrio Norte-Palermo-Belgrano-Núñez, el segmento de ingresos altos y medios altos de Buenos Aires con influencia decisiva en la agenda pública, antes ofrecía un amarillo intenso y ahora se tiño de violeta
El escrutinio sincera una realidad que Macri y su tejido mediático maquillaron en lo que va del siglo. Existe una porción del electorado que afirma inquietudes republicanas e institucionales, pero cuya motivación central a la hora de sufragar es expresar su voluntad contra el kirchnerismo. Si en ese camino se cruza un aventurero como Francisco de Narváez en 2009, el socialista Hermes Binner en 2011, Sergio Massa en 2013 y Macri en la década siguiente, la opción cambia, sin demasiados pruritos. Hoy, el vehículo para resistir al kirchnerismo se llama Milei, el más autoritario, grosero y violento de los presidentes desde 1983.
Manuel Adorni, un candidato que se permitió omitir del todo una agenda porteña en su campaña —probablemente porque desconozca elementos esenciales de los problemas de los barrios— reiteró en el festejo de anoche su única promesa: “Terminar de una vez y para siempre con el kirchnerismo”. El mensaje caló en la mayoría del electorado que antes apoyaba al PRO.
El vano intento de Lospennato por mostrar un rostro dual de apoyo a la agenda económica de Milei con reparos republicanos chocó con el aval irrestricto entregado por la propia diputada y el pleno de la bancada del PRO a todas las iniciativas de Milei desde diciembre de 2023, hasta en sus aristas más sórdidas. En un ágora en la que la palabra se devaluó hasta niveles extremos, que el macrismo ensayara de urgencia una agenda crítica de Milei por razones de decencia sublevaba el más mínimo principio de realidad.
El último episodio que entretuvo la espera del voto, el falso mensaje de Mauricio Macri de apoyo a Adorni creado con inteligencia artificial, desató airados reclamos de juego limpio por parte del PRO, pero no hizo más que recordar operaciones de naturaleza similar y diferente tecnología, como falsas encuestas que camuflaban campaña sucia disparadas por la consultora de Jaime Durán Barba y operaciones de inteligencia aireadas con el inestimable apoyo del Grupo Clarín en varias de las citas en las que el partido de Macri resultó ganador.
Hoy, el vehículo para resistir al kirchnerismo se llama Milei, el más autoritario, grosero y violento de los presidentes desde 1983
Comienza una dinámica previsible de liderazgo de La Libertad Avanza en todo el vigoroso segmento del centro a la derecha y la probable absorción de segundas y terceras marcas. Macri transita la acritud de la derrota, pero resiste la rendición total. Ya hizo saber que se encuentra “en estado de reflexión” y está dispuesto a escuchar, pero no a regalarse. El expresidente conserva una exigua capacidad de daño si presenta una lista del PRO junto a resabios de la UCR que potencialmente obtenga un porcentaje de votos suficiente para complicar una victoria de LLA en la siempre crucial Provincia de Buenos Aires.
Con la candidatura del alfonsinista Leandro Santoro, el peronismo aliado al progresismo subió unos pocos puntos sobre el apoyo habitual al kirchnerismo en elecciones de medio término en la Ciudad de Buenos Aires. Si la lista de Adorni no se hubiera despegado tanto de la de Lospennato, la alianza de Santoro, Es Ahora Buenos Aires, podría haber ganado la elección con el mismo 27% que obtuvo el domingo.
Nada habría cambiado demasiado en cuanto a la lectura de la distribución de preferencias en la Capital Federal. La suma de LLA, PRO, el puñado de votos del ultra recargado Ramiro Marra (UCeDé), Paula Oliveto (Coalición Cívica) y otros exintegrantes de Juntos por el Cambio reencuentra el 50% que supo tener el macrismo. Aparece allí una redistribución de preferencias antikirchneristas.
Santoro transitó la campaña con una estrategia evidente de borrar rasgos que lo vincularan a La Cámpora, el Instituto Patria y otras tribus peronistas. Cristina y Massa aportaron su silencio, así como Axel Kicillof, que enfrenta una agenda electoral de apariencia imposible en la Provincia de Buenos Aires. Y sin embargo, Adorni, Lospennato y un puñado de candidatos de derecha pusieron a la cabeza de sus prioridades vencer a Santoro como ícono del kirchnerismo.
La mirada sobre la Ciudad es inescindible de lo ocurrido en las elecciones provinciales transcurridas este año. En las convencionales de Santa Fe, emergió con perfil propio el rosarino Juan Monteverde, con una estrategia progresista y localista similar a la de Santoro, y lazos muy tenues con el Instituto Patria. En Jujuy y Salta, donde la mano de la presidenta del Partido Justicialista (PJ) para “ordenar lo que se desordenó” ya tuvo efecto, el resultado fue una catástrofe. San Luis y Chaco operaron bajo la lógica de liderazgos locales, con escasa incidencia de la marca cristinista.
La larga, irresoluta, negada y albertizada pelea entre Kicillof y los Kirchner en la Provincia de Buenos Aires sienta las bases para una nueva derrota. El eje Patria-Cámpora no admite en el plano de lo posible ser desafiado por el kicillofismo y otras vertientes peronistas en lo que considera un territorio tutelado. El gobernador, por el contrario, sólo concibe un futuro político si suelta amarras con quien fuera su mentora y su hijo.
El elefante en medio de la sala del kirchnerismo que pocos se animan a poner en palabras es que la incidencia del apellido Kirchner en varias provincias tiende a cero, y en aquéllas en las que el peronismo expresa una mirada progresista (Santa Fe, Buenos Aires, CABA), los líderes emergentes prefieren carteles en los que Cristina no aparezca.
SL/DTC
slacunza@eldiarioar.com
Con Adorni a la cabeza, los libertarios ganaron en CABA y dejaron a Lospennato en un lejano tercer lugar. En el Hotel Libertador, el Presidente celebró el triunfo y prepara el terreno para sellar acuerdos en provincia de Buenos Aires.
Por el primer piso del Hotel Libertador ya circulaban las sonrisas desde mucho antes de que aparecieran los primeros datos oficiales. “Paliza”, decían con tono monocorde los dirigentes libertarios mientras esperaban el conteo final, como si la victoria fuera un hecho consumado. Y lo fue: con el 30% de los votos, Manuel Adorni se impuso este domingo en la Ciudad de Buenos Aires. Segundo quedó Leandro Santoro, de Es Ahora Buenos Aires, con el 27%, y más atrás Silvia Lospennato, candidata del PRO, con 15%.
La escena se completó como en 2023: atril, pantallas LED, pocas cámaras y el Presidente en lo alto. Desde el piso 18, donde se había instalado poco después de las 18.30, Javier Milei celebró el resultado como si fuera él el candidato. Y lo es: se quedó en Buenos Aires, suspendió su viaje al Vaticano y centralizó toda la campaña desde las sombras. La elección en CABA terminó de sellar su rol como figura central de la política argentina, por encima del PRO y del peronismo porteño.
El festejo en el búnker arrancó a las 20.40. Desde los laterales del escenario montado en el primer piso del Hotel Libertador, Milei ingresó al ritmo de Vamos por la gloria, de La Beriso. Lo presentó Pilar Ramírez, la principal armadora libertaria en la Ciudad, y lo precedió su hermana Karina, que abrió la noche con una frase que buscó instalar continuidad épica: “Las Fuerzas del Cielo lo volvieron a hacer”. El Presidente subió al escenario, saludó uno a uno a sus ministros —alineados como en una postal de gabinete— y tomó el micrófono para lo que fue, más que un discurso de celebración, una proclamación de hegemonía.
“Hoy se pintó de violeta el bastión amarillo, y a partir de ahora a pintar de violeta todo el país”, vociferó Milei. No nombró al PRO, pero lo señaló con precisión. Con el 30% de los votos, La Libertad Avanza ganó por primera vez una elección en la Ciudad de Buenos Aires y desplazó al macrismo al tercer lugar. Fue una victoria con nombre propio —Adorni encabezó la lista—, pero el libertario la celebró como si se estuviera plebiscitando su gestión. En el mismo salón donde en noviembre de 2023 festejó su elección presidencial, volvió a construir una escena cargada de símbolos y mensajes hacia el futuro.
“Dijimos que éramos los únicos capaces de ganarle al kirchnerismo. Hoy lo demostramos una vez más”, había escrito Karina Milei en su cuenta de X. “Gracias a todos los porteños por acompañarnos en esta elección”, añadió la secretaria General de la Presidencia, una figura clave para comprender la apuesta del vocero Adorni como candidato.
La jornada había comenzado con otra imagen: a las 11.22, Milei votó en la UTN de Medrano, escoltado por su hermana y por Iñaki Gutiérrez. La escena fue discreta, sin movilización militante. A esa hora, Adorni todavía no había votado. Lo haría más tarde, en el Bajo Flores, sin la compañía presidencial. A pesar del bajo perfil, el vocero terminó encabezando la lista más votada en la Ciudad, desplazando al PRO del primer lugar por primera vez en casi veinte años.
El resultado llegó con doble carga simbólica. Primero, porque marca un punto de quiebre en el mapa político porteño: el PRO, partido que gobierna el distrito desde 2007, quedó reducido a un lejano tercer lugar. Segundo, porque ratifica a Milei como principal figura electoral del oficialismo, incluso cuando no figura en la boleta. A diferencia de 2023, cuando todo era novedad, esta vez el operativo fue todavía más hermético: Casa Militar coordinó la logística presidencial, la prensa partidaria controló el acceso al búnker, dejando afuera a una gran cantidad de medios, y la estética de la victoria se mantuvo bajo la supervisión de Karina Milei.
La pulseada con Mauricio Macri, que durante el día escaló con declaraciones cruzadas por los videos falsos viralizados, atravesó toda la jornada. “Que dejen de llorar, son de cristal”, dijo Milei a la prensa, en una frase que coronó su decisión de no bajarle el tono a la confrontación. En paralelo, la cúpula libertaria ya proyecta el próximo paso: cerrar un acuerdo con sectores del PRO en la provincia de Buenos Aires. “Eso está muy avanzado, a pesar de que no quiera Macri”, disparó el Presidente luego de votar.
El resultado también redimensiona la figura de Adorni, hasta hoy vocero presidencial y desde ahora, potencial jefe político de los libertarios porteños. Su desempeño como candidato sin aparato, sin territorio y sin historia electoral previa, se lee en la Casa Rosada como una validación del experimento.
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