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Los vínculos con Santiago Caputo y el acercamiento al Partido Republicano: el ex espía que ingresó a Flybondi

Los vínculos con Santiago Caputo y el acercamiento al Partido Republicano: el ex espía que ingresó a Flybondi

Con pasado en la SIDE y base en Miami, el empresario es parte del círculo de confianza del principal asesor presidencial. Su desembarco en la low cost consolida un entramado financiero y político que une inteligencia, negocios y la nueva diplomacia libertaria.

A primera vista, fue un anuncio corporativo más: Flybondi, la primera aerolínea low cost del país, comunicaba el ingreso de un nuevo accionista mayoritario. La empresa COC Global Enterprise, un fondo de inversión estadounidense centrado en tecnología y aviación privada, tomaba el control del directorio. Pero detrás del comunicado se escondía una figura cada vez más resonante en los márgenes del poder: Leonardo Scatturice, empresario argentino radicado en Miami, con pasado en los servicios de inteligencia, contactos aceitados en Washington y una creciente cercanía con el entorno más reservado de Javier Milei.

Scatturice no es un recién llegado al radar oficialista. En diciembre de 2024, su nombre fue mencionado públicamente por Soledad Cedro, CEO de CPAC Argentina, durante la apertura del evento que selló el desembarco de la Conferencia Política de Acción Conservadora en Buenos Aires. “En nombre de todo el equipo de CPAC Argentina, encabezado por Leonardo Scatturice, estamos sumamente agradecidos”, dijo desde el escenario del Hilton de Puerto Madero. Para el público general, fue una mención críptica. Para los operadores del nuevo oficialismo, una señal inequívoca.

Leonardo Scatturice (de saco a cuadros), al recibir un premio para su empresa.

Un mes después, el 17 de enero de 2025, Scatturice recibió en Miami a tres visitantes clave: Santiago Caputo, su hermano Francisco, y Manuel Vidal, un politólogo con pasado en el PRO ahora convertido al libertarianismo. El encuentro, reconstruido por el periodista Hugo Alconada Mon en el diario La Nación, formó parte de una gira de bajo perfil que incluyó la participación en los eventos por la asunción de Donald Trump. Pero su escala en Florida tuvo otro propósito: consolidar vínculos financieros, operativos y estratégicos con actores del universo republicano. Y en ese esquema, Scatturice jugaba de local.

Su nombre volvió a los medios de marzo, tras otra revelación periodística: Carlos Pagni aseguró que el 25 de febrero pasado, una aeronave de su propiedad —el jet N18RU— aterrizó en Aeroparque procedente de Miami con Laura Belén Arrieta a bordo, una exazafata devenida ejecutiva de sus compañías. Arrieta ingresó al país con varias valijas, cuyo contenido, según distintas fuentes, nunca fue revisado. El avión permaneció una semana en un hangar del aeropuerto metropolitano antes de despegar rumbo a París, con escala en las Islas Canarias. El vocero presidencial Manuel Adorni se apresuró a aclarar que “se cumplieron los protocolos” y que “no se detectó nada irregular”.

El Presidente Javier Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora, CPAC, junto a Lara Trump, José Mallea, Matt Schlapp, Mercy Schlapp, Soledad Cedro y Barry Bennett

Pero el episodio dejó más preguntas que certezas. ¿Quién paga esos vuelos, cuyo costo no baja de los 100 mil dólares? ¿Qué rol cumple una ejecutiva ligada a Scatturice en los movimientos de alta densidad del oficialismo? ¿Y qué relación hay entre esa estructura y el financiamiento de La Libertad Avanza?

Para quienes siguen el derrotero libertario desde adentro, el caso del avión fue apenas la punta del iceberg. Scatturice, aseguran, opera como una suerte de “facilitador total”: pone recursos, abre puertas y ofrece soluciones. Su vínculo con Santiago Caputo, según diversas fuentes, incluye consultas regulares y cierta sintonía sobre el rediseño del sistema de inteligencia. También mantiene diálogo frecuente con Francisco Caputo, de perfil mucho más bajo, pero clave en el manejo financiero del dispositivo libertario desde la Fundación Faro.

El 14 de abril pasado, durante la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, esa red volvió a quedar en evidencia. Una comitiva de la CPAC ingresó a Casa Rosada para reunirse con Javier Milei y Santiago Caputo. Estaban Soledad Cedro, Matt Schlapp —presidente del ala estadounidense de la CPAC—, el inversor Robert Citrone y su analista Matt del Orfano. La escena transcurrió casi en simultáneo con la llegada de Bessent, recibido con protocolo de jefe de Estado y máxima reserva. Para la Casa Rosada, esa doble postal sintetizaba el nuevo estilo de diplomacia: sin cancilleres ni comunicados, pero con poder real.

Javier Milei recibió en Casa Rosada al Fundador y CEO de CPAC, Matt Schlapp, y a los empresarios estadounidenses Rob Citrone y Matt Dellorfano. También participaron del encuentro Santiago Caputo y la CEO de CPAC Argentina, Soledad Cedro.

Semanas antes, Caputo también había recibido en Balcarce 50 a Barry Bennett, el asesor que conectó a Milei con Trump en febrero, durante la CPAC en Washington. En ese entorno, en ese circuito de relaciones discretas, es donde se inscribe la figura de Scatturice, que ganó peso como facilitador de vínculos con la derecha estadounidense y como engranaje logístico entre Buenos Aires y Miami.

La compra de Flybondi parece, en ese contexto, mucho más que una operación de negocios. Según el comunicado oficial, la llegada de COC Global busca capitalizar la compañía y “asegurar la continuidad laboral”. Pero puertas adentro del Gobierno, algunos funcionarios ven en el movimiento una jugada estratégica que conecta dólares, rutas aéreas y un sistema de respaldo logístico que ya empieza a tomar forma.

PL/MG

Series y películas para mirar por streaming en junio: Nora Dalmasso, ‘Twin Peaks’ y lo nuevo de Malena Pichot

Series y películas para mirar por streaming en junio: Nora Dalmasso, ‘Twin Peaks’ y lo nuevo de Malena Pichot

Las principales plataformas se renuevan a lo largo del mes. Los lanzamientos más destacados y las fechas de estreno.

A lo largo de todo junio, las principales plataformas de streaming planean renovarse con lanzamientos y el regreso de series emblemáticas, como sucedió con Twin Peaks, de David Lynch, que aterrizó por estos días en el menú de Mubi.

A continuación, un repaso por los estrenos más destacados de Netflix, HBO Max, Amazon Prime Video, Disney+ y Flow, entre otras.

1. Twin Peaks. “Mubi celebra los 35 años de Twin Peaks con el estreno completo de la serie original de David Lynch y Mark Frost, junto con Twin Peaks: A Limited Event Series, dirigida enteramente por Lynch. Un hito de la televisión moderna, entre el crimen, lo onírico y lo sobrenatural, que redefinió la narrativa en la pantalla chica. Un regreso imperdible al pueblo más enigmático del audiovisual”, informó la plataforma en un comunicado y señaló que ambas producciones estarán disponibles desde el 13 de junio.

Además, anticiparon que desde el 18 de junio sumarán a su menú Twin Peaks: The Missing Pieces. “Es un largometraje armado por David Lynch a partir de escenas inéditas de Twin Peaks: Fire Walk With Me, que revela nuevas capas sobre los días finales de Laura Palmer y personajes icónicos como Dale Cooper o Phillip Jeffries, interpretado por David Bowie. Como parte del especial que acompaña el estreno completo de Twin Peaks y Twin Peaks: A Limited Event Series en Mubi, esta obra amplía y transforma la experiencia de uno de los universos más influyentes del cine y la televisión”, detallaron desde Mubi.

La serie Twin Peaks está disponible desde el 13 de junio en Mubi.

2. Las mil muertes de Nora Dalmasso. “Netflix anuncia el estreno de Las mil muertes de Nora Dalmasso, la nueva serie documental filmada en Argentina, que estará disponible para todo el mundo a partir del 19 de junio. La producción, a lo largo de sus tres episodios, narra el caso desde una perspectiva íntima y reveladora, a partir de los testimonios de su familia, en la voz de sus hijos Facundo y Valentina Macarrón y de su viudo Marcelo Macarrón como nunca antes lo hicieron, pero también desde la visión de sus amigos, periodistas especializados y figuras del ámbito judicial y policial”, informó la plataforma en un comunicado.

“En noviembre de 2006, Nora Dalmasso no solo fue víctima de un crimen brutal al ser asesinada en su casa, sino también del juicio despiadado de la opinión pública, que la condenó sin pruebas. Esta serie reconstruye el crimen, que aún sigue sin resolverse. Con acceso exclusivo a su círculo íntimo, material de archivo inédito y testimonios de amigos, abogados, periodistas e investigadores, la serie documental propone una mirada profunda y humana sobre la historia. Una nueva forma de entender el caso Dalmasso, más allá del escándalo, en busca de nuevas perspectivas sobre un femicidio que conmocionó al país”, agregaron desde Netflix.

Jamie Crawford, director de la serie documental, señaló: “El asesinato de Nora Dalmasso es uno de los crímenes más infames de Argentina, un femicidio transformado en una telenovela y alimentado por la intriga sexual, corrupción y conspiración. Por casualidad, tengo una conexión personal por haber vivido en Río Cuarto, Córdoba, y casi 20 años después de su muerte quise buscar la humanidad detrás de los titulares, mostrar quién era realmente Nora Dalmasso y cómo sobrevivieron sus allegados a este calvario de décadas”.

La docuserie Las mil muertes de Nora Dalmasso está disponible en Netflix desde el 19 de junio.

3. Viudas negras. P*tas y chorras. El canal TNT y la plataforma Flow anunciaron el lanzamiento de Viudas negras. P*tas y chorras, una serie con el sello personal de la comediante argentina Malena Pichot, que es la creadora, guionista y protagonista de esta producción, junto con la actriz Pilar Gamboa.

Viudas negras. P*tas y chorras estrenará su primer capítulo el 27 de junio en TNT, mientras que estará disponible completa al día siguiente en Flow. Esta nueva serie, producida y desarrollada por Pampa Films, es una comedia con guiños de thriller que cuenta la historia de dos amigas que se reencuentran para intentar ser las viudas negras que fueron en su juventud”, informaron los productores en un comunicado.

Acompañando a Pichot y Gamboa, el elenco está conformado “por Fernanda Callejón, Monna Antonópulos, Marina Bellati, Minerva Casero, Agustina Tremari, Paula Grinszpan, Alan Sabbagh, Julián Lucero, Jerónimo Bosia, Georgina Barbarossa, Pachu Peña , Emilia Mazer, Benjamín Rojas, Julián Kartun y Esteban Prol, entre otros”, informaron desde Flow.

Según adelantaron los realizadores, la serie “cuenta la historia de Maru (Pilar Gamboa), una mujer que aparenta llevar una vida perfecta en un barrio cerrado junto a su familia, hasta que su pasado vuelve a buscarla. La aparición de Mica (Malena Pichot), una amiga de juventud, revela un secreto compartido: años atrás, ambas fueron viudas negras que drogaban a hombres para robarles. Mientras Maru y Mica encuentran la manera de volver a un oficio que habían olvidado, se encontrarán saldando deudas del pasado que las ayudarán a entender quiénes fueron, pero sobre todo quiénes son”.

Esta producción estrenará capítulos semanalmente por la señal TNT a partir del 27 de junio, y estará disponible completa en Flow al día siguiente, anunciaron desde la plataforma.

La serie Viudas negras. P*tas y chorras llegará a TNT a partir del 27 de junio y desde el 28 se podrá ver en Flow.

4. El oso. Disney+ anunció el regreso de esta serie a partir del 25 de junio.

“La cuarta temporada de El oso encuentra a Carmen Carmy Berzatto (Jeremy Allen White), Sydney Adamu (Ayo Edebiri) y Richard Richie Jerimovich (Ebon Moss-Bachrach) avanzando con determinación, no solo para sobrevivir, sino para llevar a El oso al siguiente nivel. Con nuevos desafíos a cada paso, el equipo debe adaptarse, reajustarse y superar los obstáculos que se le presentan. En esta temporada, la búsqueda de la excelencia no significa solo mejorar, sino decidir qué vale la pena conservar”, adelantó la plataforma sobre los nuevos episodios de esta producción.

La nueva temporada de El oso estará disponible en Disney+ a partir del 25 de junio.

5. El juego del calamar. “Llegó la hora del juego final. El juego del calamar: Temporada 3. Disponible el 27 de junio. Solo en Netflix”. Con esas palabras la plataforma anunció el regreso de esta popular serie que llegará a las pantallas al final del mes.

“Desde la temporada 1 hasta la 3, Gi-hun ha estado luchando sin rendirse. ¿Logrará ganar el sanguinario juego del calamar? ¿O el líder seguirá estando siempre un paso adelante?”, se pregunta la plataforma en su material promocional.

Sobre la tercera temporada, Netflix anticipó en su perfil de YouTube: “Una rebelión fallida, la muerte de un amigo y una traición en secreto. Luego del sangriento final de la temporada 2, que dejó a todos en vilo, la tercera y última temporada de la serie más popular de Netflix retoma la historia de Gi‑hun —el jugador 456— en su peor momento. Pero el juego del calamar no se detiene, por lo que Gi‑hun se verá obligado a tomar decisiones importantes ante juegos aún más mortales que ponen a prueba su determinación y la de los demás sobrevivientes. Y en cada ronda, estas decisiones conducen a consecuencias cada vez más serias. Mientras tanto, In‑ho retoma su función de líder para dar la bienvenida a los misteriosos VIP, y su hermano Jun‑ho sigue buscando la isla, sin sospechar siquiera que hay un traidor en su equipo. ¿Tomará Gi‑hun las decisiones correctas o el líder terminará doblegándolo?”.

El juego del calamar: Temporada 3 estará disponible en Netflix el 27 de junio.

6. Better Man: La historia de Robbie Williams. “A través de un chimpancé animado como símbolo, se retrata la montaña rusa que ha sido la vida de Robbie Williams: desde su infancia, el ascenso a la fama y su caída, hasta su impresionante regreso al espectáculo”, señala la sinopsis oficial de esta encantadora película, que luego de su paso por los cines este año llegó este mes a Amazon Prime Video.

La película Better Man: La historia de Robbie Williams está disponible en Amazon Prime Video desde el 6 de junio.

7. La edad dorada. “La serie original de HBO La edad dorada regresa el domingo 22 de junio con más drama y disputas en el corazón de la alta sociedad”, informó la plataforma en un comunicado.

“Con vestuarios deslumbrantes, cenas tensas y batallas libradas tras bambalinas, la segunda temporada de la serie retrató el constante choque entre tradición y modernidad. De cara al futuro, la nueva temporada promete aún más: nuevas ambiciones, romances, alianzas inesperadas… y el precio de soñar en grande”, detallaron desde Max.

La serie, creada por Julian Fellowes, estrenará el primer episodio de su tercera temporada el 22 de junio a las 22, seguido de un nuevo capítulo cada domingo, según anunció la plataforma.

La tercera temporada de La edad dorada estará disponible en Max a partir del 22 de junio.

8. Mazel Tov. “Darío Roitman (Adrián Suar), quien vive hace muchos años en Estados Unidos, alejado de su padre, sus tres hermanos y su hijo, decide regresar a Argentina para asistir a la boda de su hermana Daniela (Natalie Pérez) y al Bat Mitzvá de su sobrina. Este viaje representa para él la oportunidad de reconstruir los lazos familiares, reencontrarse con su pasado y sanar viejas heridas. Sin embargo, pocas horas antes de abordar el avión, se entera del fallecimiento de su padre”, informa la sinopsis oficial de esta película, que se incorporó este mes al menú de Disney+.

“El duelo y las tradiciones familiares ponen a prueba la frágil relación entre los cuatro hermanos Roitman (Suar, Fernán Mirás, Pérez y Benjamín Rojas) sumergiéndolos en una montaña rusa de emociones donde el amor, el resentimiento y la nostalgia se entrelazan. Pero Darío está decidido a celebrar los momentos felices sin olvidar el dolor, y a fortalecer sus lazos de hermandad, que el tiempo y la distancia han desgastado. Mazel Tov, dirigida por Suar, es una historia conmovedora y universal que recuerda que, en las familias, siempre hay espacio para el caos, las risas y la reconciliación. Completan el elenco Alberto Ajaka, Lorena Vega, Guillermo Arengo, Esteban Bigliardi, Lula Mangone, Pablo Fábregas, Aaron Palomino, Adriana Aizenberg y la actuación especial de Rodolfo Ranni”, agregó en un comunicado la plataforma.

La película Mazel Tov está disponible en Disney+ desde el 6 de junio.

9. My Favourite Cake. “Este mes llega My Favourite Cake, una tragicomedia iraní luminosa y desafiante de Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín 2024. La historia de una viuda que redescubre el amor y la intimidad en un país donde esos gestos pueden costar caro. Con una mezcla de ternura, ironía y valentía silenciosa, la película ofrece un retrato tan político como íntimo, una oda a las mujeres que resisten incluso cuando todo les dice que no deberían”, informó la plataforma Mubi. El largometraje estará disponible a partir del 27 de junio.

La película My Favourite Cake estará disponible en Mubi desde el 27 de junio.

10. Cuenta regresiva. “Un oficial de la policía de Los Ángeles se integra a una unidad secreta encargada de resolver un asesinato inusual, pero pronto revela una oscura conspiración que llevará al equipo a actuar unido para evitar una catástrofe que amenaza a millones”, señala la sinopsis oficial de esta nueva serie original de Amazon Prime Video que será lanzada a partir del 25 de junio.

La serie Cuenta regresiva llega a Amazon Prime Video a partir del 25 de junio.

11. Adolfo Cambiaso, en el nombre del polo. “Esta producción se sumerge en el universo del legendario jugador del equipo La Dolfina nacido en la localidad bonaerense de Cañuelas, Buenos Aires, Argentina, revelando cómo su pasión por los caballos y su obsesión por trascender lo convirtieron en el mejor jugador de la historia y le brindaron acceso a lo más alto del jet set y el glamour del ‘deporte de los reyes’”, adelantó Disney+ en un comunicado.

“La serie, a su vez, recuerda el accidente que sufrió su mejor caballo en 2006 y muestra cómo Cambiaso decide indagar en la posibilidad de clonarlo, abriendo así un debate que trascendió el mundo del polo. El relato también explora el presente de Cambiaso y su legado en manos de su hijo Poroto, heredero del talento de su padre, quien a sus 16 años fue el jugador más joven en debutar en la Triple Corona y ya se destaca en la cancha como parte de La Dolfina”, agregó la plataforma que ofrece este lanzamiento desde el 11 de junio en su menú.

La serie documental Adolfo Cambiaso, en el nombre del polo está disponible en Disney+ desde el 11 de junio.

12. Una película de Minecraft. Max presenta a partir del 20 de junio el estreno exclusivo de este largometraje en su ciclo Del Cine a Max. “Producida por Warner Bros. Pictures y Legendary Pictures, la película marca el esperado debut global de la adaptación live-action del fenómeno mundial de los videojuegos, invitando al público a una travesía de creatividad y superación en un universo pixelado. El 21 de junio, la producción también se estrena en la programación lineal de HBO”, detallaron desde la plataforma.

“En la historia, cuatro personas comunes –Garrett El Basurero Garrison (Jason Momoa), Henry (Sebastian Hansen), Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks)– son transportadas al misterioso Overworld, un mundo hecho de bloques donde la imaginación es la clave para sobrevivir. Junto al experto constructor Steve (Jack Black), enfrentan amenazas como Piglins y Zombis, mientras descubren el valor de aquello que los hace únicos en una aventura llena de magia, humor y emoción. Con dirección de Jared Hess, Una película de Minecraft reúne un elenco destacado y un guión que respeta la esencia del videojuego más vendido de todos los tiempos”, señalaron desde Max.

Una película de Minecraft estará disponible en Max desde el 20 de junio.

AL

De lo fatal a lo imprevisible

De lo fatal a lo imprevisible

Contra el sentido común, el pesimismo afirma que el optimismo es una expresión de ansiedad. Que una persona demasiado optimista es una pesimista encubierta. Y que, si todo va bien, es evidente que faltó revisar algo.

Sobran razones para ser pesimistas. Estaba por iniciar esa frase con “hoy” o “actualmente” pero tal vez siempre ha sido así. Eugene Thacker, músico experimental y filósofo, rastrea cómo irrumpe el pesimismo históricamente en la filosofía, la literatura, la religión, en su libro Resignación infinita, donde revisa vida y obra de autores como Schopenhauer, Kierekgaard, Dostoievsky, Camus, Kafka, Montaigne, entre otros. Verdad es que en esta época “somos capaces de producir más malas noticias que en cualquier otra época”, dice Thacker. Se ve en los fracasos de los distintos proyectos de vida en común, en el colapso ecológico en ciernes, en la guerra y en la posibilidad hasta hoy nunca imaginada de la total extinción humana, del borramiento de nuestra especie de la faz de un planeta agotado. También en los datos de la ciencia que examina desde hace tiempo la irrupción arbitraria de la vida en la Tierra y que afirma que todo tiene fecha de vencimiento.

Y si es así, ¿qué hacer? ¿Suicidarnos? Uno de los filósofos más pesimistas, Emil Cioran, cierta vez pronunció la sentencia desmesurada “sólo los optimistas se suicidan”. Y sólo los pesimistas piensan en el suicidio, remata Thacker: el pesimista más radical es incapaz de suicidarse, aunque piense todo el tiempo en ello, porque cree que el suicidio no resuelve nada. Está tan cansado y desapegado del mundo que vive como si estuviese muerto, por lo cual suicidarse ya no valdría la pena. En cambio, un optimista podría albergar alguna esperanza en esa “gran solución” que ponga fin al sufrimiento.

El pesimismo nacería de la tensión entre el mundo tal como pensamos que debería ser y el mundo tal cual es. Ahora bien ¿qué hace a una persona optimista o pesimista, en distintos grados o momentos, ante el drama humano? No se encontrarán respuestas de autoayuda en este libro. Sí una larga serie de entradas como si fuesen de diario, anotaciones sueltas en las que se exponen los tópicos del pesimismo, sea en forma de dictum, anécdota, chiste, lamento, denuncia, admisión o suspiro, a la manera aforística y fragmentaria en la que suele expresarse ese estado de ánimo.

Alguna gente llama escépticos a los pesimistas, pero hay diferencias y superposiciones entre ambos, subraya Thacker. El escepticismo puede llegar a ser un tipo moderado de pesimismo, un matiz que preserva cierta alegría, la de abstenerse, la de no avanzar ni participar en el juego. Y el pesimismo también puede ser circunstancial: “todo es para peor (hasta que las cosas empiezan a salir bien); es mejor no haber nacido (hasta que haber nacido no está tan mal)”. O sea, nunca se es tan optimista ni tan pesimista como uno cree. Es una cuestión de escala.

Lo cierto es que el pesimismo tiene una potencia antagonista extrema. Ataca al optimismo que confía en la ciencia o en la autoayuda y se niega a la esperanza en el futuro. Podrá admitir que este es el mejor de los mundos posibles, pero afirmará que ese es justamente el problema. Hay un sentimiento antagónico en el corazón del pesimismo, escribe Thacker, un antagonismo contra el mundo hecho a imagen humana y también un antagonismo contra el mundo hecho para consumo y destino humano. Por momentos, ese antagonismo no conoce límites, es tan radical que se siente casi sagrado, se aparta de lo social, de lo político (o incursiona allí a desgano: “apoyo la causa, pero simplemente no creo en ella”) y se vuelca hacia la mística, en particular la que viene de Oriente. De allí el interés de varios de los “santos patronos del pesimismo” por el budismo. Aunque esta tradición, que enseña que vivir es sufrir, luego de ese primer enunciado (llamado “Primera Noble Verdad”) presenta otros tres, en una serie a la que llama las “Cuatro Nobles Verdades”. En la última de estas se describen caminos para superar el sufrimiento, aunque no son senderos fáciles de seguir. Están atravesados por la compasión, aquella que ayudaría a los demás a reducir o atenuar su sufrimiento al mismo tiempo que, paradójicamente, afirma que todo es vacío, pasajero y efímero.

Uno de los problemas del pesimismo, aun con toda su lucidez y claridad, es el desliz hacia la melancolía y la depresión. Desde Deleuze, que retomó la idea de Spinoza sobre la existencia de pasiones tristes y alegres, sabemos que los poderes establecidos necesitan de los afectos y pasiones tristes para mantenernos como esclavos. Las pasiones tristes serían aquellas que reducen nuestra potencia. Y las alegres, por el contrario, serían aquellas que aumentan nuestra potencia y capacidad de obrar, de actuar (pero ¿para qué obrar? preguntaría un pesimista). Dado que siempre habrá alguien que vea el lado inútil en cualquier cosa que uno hace, es posible participar de una especie de pesimismo colectivo. Claro que ni los optimistas ni los pesimistas pueden decir con absoluta precisión cómo será el futuro. Porque hay un tercer elemento que suele entrar en juego en cualquier momento: lo imprevisible. Lo que nadie esperaba. Esa fatalidad, desgracia o desdicha que por otra vuelta de la rueda se convierte en fortuna. Y viceversa.

¿Se podría derivar del pesimismo y de los efectos que produce una pasión alegre? Tal vez sólo por el humor (negro), por la risa sarcástica que genera, según escribió Bataille, que deseaba poder reírse desde su barco a la deriva de toda la gente que se quedó en la orilla. Y mediante ese estilo o estilete con el que corta el lugar común del pensamiento a través de su sentencia lapidaria. Contra el sentido común, el pesimismo afirma que el optimismo es una expresión de ansiedad. Que una persona demasiado optimista es una pesimista encubierta. Y que, si todo va bien, es evidente que faltó revisar algo.

Cierto error común es confundir optimismo con entusiasmo. ¿Puede alguien ser un pesimista entusiasta? Con todos los libros que ha escrito y la música que ha compuesto, Thacker diría que sí. Y pone de ejemplo justamente a la filosofía del mayor pesimista, Schopenhauer: “La escritura es una prueba del optimismo del pesimista”.

OB/DTC

Juzgamos, no escuchamos

Juzgamos, no escuchamos

“La conversación en que consiste el tratamiento analítico no soporta terceros oyentes; no admite ser presentada en público”, escribió Freud. Esta afirmación, que podría parecer una obviedad, encierra sin embargo una serie de desafíos clínicos, éticos y conceptuales que aún hoy interpelan a quienes ejercen la práctica analítica.

Hace unos días vi un video en el que una mujer cuenta que llevó helado a la sesión con su psicóloga. Luego de comerlo, habrían salido juntas a dar un paseo. O algo así. La verdad es que no entendí muy bien, ni me pareció relevante.

Sí me llamó la atención que la consecuencia de este episodio fuera una catarata de los más diversos comentarios, que juzgaban la actitud de la profesional. Como mínimo, se asistía a un reclamo de que le quiten la matrícula.

Como dije, a mí no me pareció relevante la situación. Mientras lo veía, recordé los años en que trabajé en un hospital público y, ante la falta de consultorio disponible, atendíamos en el estacionamiento. Una vez pasó la Jefa del Servicio y me llamó a su oficina. Yo pensé que me iba a reprender. Sin embargo, me dijo: “Escribí un texto sobre tu experiencia, que lo vamos a publicar en el próximo libro”.

Después me quedé pensando en lo que ocurrió en los años de pandemia, sobre todo en el primero, cuando con algunos pacientes varios colegas tuvimos que improvisar consultorios ambulantes (sobre todo en plazas) para no interrumpir los tratamientos de aquellos que no se llevaban bien con la virtualidad.

Con esto que escribo no justifico a la colega de la que se habla en ese video. En efecto, nadie conoce su palabra, salvo por el rodeo de lo que dice la paciente. Con esto digo que no sé cómo pensó esa decisión y, además, no soy nadie para juzgarla. Una noción más que importante en un tratamiento psicoterapéutico es la de encuadre, pero este no es la suma de variables rígidas que establecen una situación estandarizada.

El encuadre es la condición mínima con que un terapeuta tiene que tratar a un paciente, en función de que su sufrimiento no se acreciente y no se proyecte de más en su persona. Por otro lado, recuerdo una idea que Sigmund Freud plantea en la primera de sus Conferencias de introducción al psicoanálisis:

“La conversación en que consiste el tratamiento analítico no soporta terceros oyentes; no admite ser presentada en público”. Esta frase encierra muchos problemas, porque pone a los analistas a tener que pensar de muchos modos las vías por las que se constituye un caso clínico.

Me gusta especialmente que Freud diga que el tratamiento es una conversación. Sobre todo, porque hoy no está asegurada esa instancia. Toma mucho tiempo empezar a conversar con alguien; durante mucho tiempo se habla, se cuentan cosas, pero solo después de un buen tiempo es que se empieza a conversar.

¿Cómo se reconoce ese momento? Cuando el paciente dice algo que el analista estaba a punto de decir, o bien cuando este recuerda –sin saber por qué– un sueño (u episodio) que el paciente tuvo quizá hace meses y sobre el que nunca hablaron, entre otros indicadores de lo que se llama “transferencia”.

Es muy difícil explicar la transferencia, si es que se puede. Esta es la que no admite “terceros oyentes”. Es también la que tiene que llevar a ser cautos a la hora de opinar sobre un video como el que comento. Puedo entender que quienes no son colegas se despachen con un moralismo insensato, pero si escribo estas líneas es porque leí a colegas escandalizados.

Un grave error clínico es creerse mejor que otro colega. Pienso en una situación típica: la del paciente que viene y habla de que se trató con alguien a quien tilda de un pésimo profesional, ¿en serio vamos a tomar literalmente esa acusación? No pocas veces, si uno se cree que es el que va a hacer las cosas bien, esa es la antesala de que luego vayan a otro analista a decirle que el pésimo profesional somos nosotros.

Y a veces el reproche es un modo de la transferencia que muestra toda la eficacia de esta y lo mejor que podríamos hacer es reenviar al paciente a continuar el tratamiento que interrumpió. Por lo general, quienes juzgan a otros en nombre de la ética nunca tienen en cuenta que una de las indicaciones más precisas del código profesional es no intervenir ni realizar intrusiones en el tratamiento de un colega.

Mientras escribo este artículo, mi reflexión se desvía hacia el interés que despiertan en la opinión pública los profesionales de la salud mental. Pienso, por ejemplo, en los debates que hubo acerca de la personificación de la psicóloga en la serie Envidiosa.

Hay quienes decían que era demasiado estricta, otros que no era empática y que culpaba a la paciente, etc. Yo no lo sé, porque directamente no podría decir nada interesante sobre el modo en que trabaja un colega sin antes escucharlo hablar de la metodología del tratamiento que lleva adelante.

También en estos días se popularizó la frase “Escuchamos, pero no juzgamos” y, en esa vía es que, en diferentes escenarios, se replicó la actitud como un modo de hacerle frente a la exigencia: en un trabajo, la jefa escucha a sus empleadas (“Escucho, pero no despido”) o bien un docente escucha a sus alumnos (“Escucho, pero no repruebo”).

Madrecita

Madrecita

Ninguna movilización estrictamente política, mucho menos centrada en un sólo dirigente, convoca a una multitud como la que este miércoles marchó hasta Plaza de Mayo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner. El peronismo después de esa jornada.

Se despertó el océano y la marea estalló contra el asfalto arrastrando a una multitud pluriforme, vibrante; la raza plebeya que navega por las tres grandes arterias hacia el centro del poder político, porque el pueblo quiere saber y el pueblo quiere mandar. Entonces, un grito de corazón: Argentina con Cristina. Así de fácil, sin vueltas, un pueblo, su líder, un diálogo, la sinfonía de un sentimiento, porque sinfonía es sonar juntos y toda sinfonía tiene varios movimientos, unos rápidos, otros lentos, otros ligeros, otros enérgicos.

Hace mucho que no veía semejante mezcolanza de clases, edades, colores, ideas que avanzaban como un torrente hasta donde podían porque las calles desbordantes, llegando hacia la plaza, no dejaban pasar un alfiler.

Caminando desde San Juan y 9 de Julio, mientras abrazaba a un pibe aparecía una mujer de unos 90 años. Así nos abrazamos a cada rato con un obrero metalúrgico o una empleada con su uniforme de McDonald 's, un vecino de Rodrigo Bueno o el investigador del CONICET, una cordobesa inconfundible o un porteño de Villa Crespo, un militante orgánico o una familia que caía sola, un muchacho en silla de ruedas, una doctora, una maestra… un hijo, una madre, una abuela.

Dirigentes a la cabeza, cabezas de dirigentes, trapos y siglas, todo rebasado, todo entremezclado, todo confundido porque así sucede cuando se levanta –desde el subsuelo, el piso y el entrepiso de la patria– ese sujeto popular que constituye la identidad de nuestro movimiento pluriclasista, multigeneracional, federal, democrático y sobre todo humano.

El movimiento, por su propia naturaleza, tiene la columna vertebral bien puesta en la clase trabajadora –tan distinta hoy a la de los cuarenta– pero también tiene en cada colectivo vulnerado una costilla. Ese es el esqueleto de un cuerpo que a veces se adormece, que necesita alguna sesión de kinesiología, que le falta una ducha fría, pero tarde o temprano despierta… y ayer despertó.

Ninguna movilización estrictamente política, mucho menos centrada en un sólo dirigente, convoca a una multitud de esas características. Cristina suscita pasiones porque es apasionada. Aunque a ella le gusta decir que piensa con las neuronas y no con las hormonas, lo que despierta es supranacional –ojo, supranacional, no irracional– como todos los caudillos de pueblos que en la historia de la humanidad enfrentaron a los poderosos y tiraron para los de abajo… y que a veces, como en su caso, lo hicieron exitosamente, conquistando derechos, ampliando horizontes, afianzando la justicia, fortaleciendo la patria.

La sinfonía de un sentimiento, el grito del corazón, los cuerpos que no solo lloran, que son potencia y esperanza, que son sentido e ilusión, más allá de la mera razón. Eso no va en detrimento del pensamiento pero, al decir de Carl Jung, el pensamiento es una sóla de las funciones del alma humana: el sentimiento y la intuición son tan poderosas e importantes como la razón. No se trata de meras pulsiones, sentimiento e intuición son tan vez las formas más elevadas del conocimiento humano.

El sentimiento es una forma profunda de juzgar el mundo en términos de valor, sentido, bien o mal porque lo que está faltando –más que maquiavelos– es un sentido claro de lo que está bien y lo que está mal; la intuición permite captar realidades invisibles, anticipar lo que puede venir y conectarse con el inconsciente colectivo porque hoy nadie tiene la bola de cristal y el mundo gira cada vez más rápido.

El pueblo, cuando despierta, es sabio… no sólo porque piensa, sino porque siente e intuye, porque se conecta a través de su inconsciente colectivo donde radica la memoria histórica y el recuerdo de los días felices.

Ayer se despertó el arquetipo colectivo que el pensador suizo llamaba die Große Mutter, la gran madre, con todo lo maravilloso y terrible que tiene a la vez, pero que se defiende con uñas y dientes, sin especular, porque hay amor: como dice la canción, el que no quiere a su patria no quiere a su madre; se la quiere tal como es, con esa incondicionalidad tan simple para los pueblos y tan difícil para los dirigentes e intelectuales; como Evita, Cristina es hoy madrecita. Se trata de la dimensión mítica de la realidad integral que traspasa los estrechos límites de la realidad meramente material y genera los más profundos movimientos de los pueblos.

El movimiento es el paso de la potencia al acto, decía Aristoteles; ayer bullía el movimiento; el acto es inevitable… ¿Seremos capaces de encauzarlo para abrir una nueva etapa que, parada en la memoria histórica de nuestro pueblo, vuelva más sabia y más fuerte, para recuperar el rumbo perdido? ¿Seremos capaces de convertir ese grito de amor y furor en el combustible de la Nueva Argentina que nos roban cada tanto con bombas, torturas, golpes, atentados o fallos pero que siempre siempre siempre vuelve más por la potencia de un pueblo que la clarividencia de sus dirigentes?

Porque vamos a volver, pero a la potencia-movimiento-acto que es la virtud mágica del pueblo procede una ingeniería del cambio que, aunque guiada por grandes sentimientos de amor y un profundo respeto a nuestra gente, sí es fundamentalmente racional y nos corresponde a quienes, nos guste o no, constituimos cierta “clase dirigente”.

Hoy con el optimismo de la voluntad y el optimismo de la razón les digo que sí; lo vamos a lograr, porque la ingeniería del caos, escondida en el odio gorila, tocó un cable que no debía tocar. Entonces, sí, hay que sentir e intuir, estudiar y trabajar, aguzar todas las dimensiones de la conciencia individual y colectiva, pero lo vamos a lograr.

JG