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La mujer que hizo arrodillar al PRO: quién es Pilar Ramírez, la mano derecha de Karina Milei en la Ciudad

La mujer que hizo arrodillar al PRO: quién es Pilar Ramírez, la mano derecha de Karina Milei en la Ciudad

Exfuncionaria kirchnerista y hoy jefa del bloque libertario en la Legislatura, selló el pacto que dejó al macrismo con lugares testimoniales en octubre. Con su esposo, Darío Wasserman, concentra el poder político y legislativo del karinismo porteño.

El PRO se rindió en la Ciudad e irá detrás de los Milei en octubre: apenas 2 lugares en la lista, boleta violeta y sello de LLA

El golpe de gracia al PRO en la Ciudad no lo dio un Milei, sino una mujer que hasta hace dos años era una desconocida fuera del microclima político. María del Pilar Ramírez, presidenta del bloque libertario en la Legislatura porteña y principal armadora de Karina Milei en el distrito, fue la encargada de cerrar el pacto que resignó al partido fundado por Mauricio Macri a competir en octubre bajo la boleta violeta y el sello de La Libertad Avanza (LLA). En el reparto final, el PRO se quedó apenas con los lugares quinto y sexto en la lista de diputados nacionales, sin presencia en la categoría de senadores y con la conducción política concentrada en manos del oficialismo libertario. Para Jorge Macri y el macrismo porteño, acostumbrados a jugar de locales en su propio bastión, fue una rendición en toda la línea.

El entendimiento fue el corolario de semanas de negociaciones discretas, marcadas por un antecedente reciente: la dura derrota de Silvia Lospennato frente a Manuel Adorni en las legislativas locales de mayo. Aquella caída histórica para el macrismo debilitó su capacidad de presión y allanó el terreno para que Karina Milei impusiera sus condiciones: que los candidatos amarillos votaran a libro cerrado las iniciativas de Javier Milei y que la boleta porteña mantuviera sello, color y nombre bajo control de LLA. Fue Ramírez quien llevó la voz de la secretaria general a la mesa y selló el acuerdo con los Macri, mientras los armadores históricos del PRO quedaban al margen.

Pilar Ramírez y Karina Milei.

La historia de esa relación con la hermana presidencial no empezó en una reunión formal de campaña, sino en las oficinas del empresario Darío Wasserman, actual vicepresidente del Banco Nación y marido de Ramírez. Karina lo visitaba en plena campaña presidencial —Wasserman fue uno de los financista de esa aventura electoral— y, mientras lo esperaba, conversaba con su esposa. La afinidad fue inmediata: meses más tarde, una vez asumida su banca, la elegiría para encabezar el bloque de legisladores porteños de La Libertad Avanza y confiarle la llave del armado local.

Abogada por la Universidad del Salvador y con un posgrado en Políticas Públicas en FLACSO —su tesis la dirigió el actual diputado Daniel Arroyo—, Ramírez se fogueó en el peronismo porteño. Fue jefa de asesores de la senadora María Laura Leguizamón entre 2004 y 2006, pasó por el Banco Provincia en tiempos de Daniel Scioli y dio su salto más importante en 2008, cuando la estatización de Aerolíneas Argentinas la llevó a la Gerencia de Publicidad y Marketing. Allí manejó, bajo la gestión de Mariano Recalde, un presupuesto anual de 16 millones de dólares en acciones de comunicación, hasta que fue despedida en 2016 durante la administración de Mauricio Macri, en medio de sospechas de manejos irregulares que nunca se denunciaron formalmente.

Tras un paso por el sector privado, Ramírez reapareció en 2023 como candidata a legisladora porteña de LLA, tercera en la boleta que encabezó Eugenio Casielles, hoy corrido completamente del espacio libertario. Su cercanía con Karina Milei le permitió, tras la elección, desplazar a Ramiro Marra de la presidencia del bloque y convertirse en la principal operadora libertaria en la Legislatura. Desde allí disputa espacios clave como la Comisión de Planeamiento Urbano, por donde pasan las reformas al Código Urbanístico y las excepciones inmobiliarias más relevantes de la Ciudad.

Postal de campaña de Pilar Ramírez junto a Ramiro Marra, candidato a jefe de gobierno de La Libertad Avanza en 2023.

En ese frente, la sociedad política con su marido es evidente. Wasserman, además de vice del Banco Nación, es un desarrollador inmobiliario con vínculos sólidos en el macrismo y una caja política propia. Condujo la aseguradora Garantizar durante el gobierno de Macri, bajo la órbita de Francisco “Pancho” Cabrera, y en 2021 consiguió un convenio urbanístico que le permitió duplicar la superficie constructiva de una torre en Arcos al 1800, con una ganancia estimada en 10 millones de dólares. También presentó un proyecto para construir una torre en Córdoba y Reconquista que no pasó el filtro legislativo.

En la Legislatura que comenzará a funcionar a partir del próximo 10 de diciembre, Ramírez y Wasserman colocaron tres de los primeros cuatro lugares en la lista libertaria: la directora del Banco Nación, Soledad Pelayo; el titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Nicolás Pakgojz; y la asesora de la propia Ramírez, Andrea Freguia. Entre ambos manejan, de mínima, esas tres bancas y una porción sustancial de la agenda legislativa local.

Es que la influencia de la armadora también se hizo sentir en el cierre de listas local, en marzo: bloqueó el desembarco de Martín y Eduardo “Lule” Menem en la Ciudad, así como de los referentes de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación referenciada en el asesor Santiago Caputo que luego también fue corrida de la definición bonaerense. El matrimonio Ramírez-Wasserman consolidó así un dominio casi exclusivo del armado porteño del karinismo, mientras la hermanísima les confiaba la relación con la administración de Jorge Macri para negociaciones legislativas, aunque ese vínculo nunca fue bueno.

Darío Wasserman, vicepresidente del Banco Nación y pareja de Pilar Ramírez.

“Le falta falta gestión y un plan. Esperemos poder conocerlo en algún momento y entender cuál es la ciudad que Jorge Macri quiere y que no nos siga ‘conurbanizando’”, llegó a arremeter Ramírez contra el jefe de Gobierno porteño, en febrero pasado, en diálogo con LN+. Y a modo de chicana, durante esa entrevista, agregó: “Él viene del conurbano, por ahí recuerda eso”.

En la interna libertaria, el tándem Ramírez-Wasserman es sinónimo de control territorial y disciplinamiento político. Con el acuerdo con el PRO consumado, Karina Milei fortalecida y la Ciudad bajo su órbita, Pilar Ramírez afronta la campaña de octubre como la arquitecta invisible del desembarco libertario. Su ascenso meteórico, que empezó en una charla casual en un despacho y hoy la ubica como la figura más influyente del karinismo porteño, es también una muestra de cómo se construye poder en el ecosistema Milei: con acceso directo a la cima, manejo quirúrgico de las listas y un ojo siempre puesto en los negocios que pasan por la Legislatura.

PL/MG

Kicillof le respondió Milei y acusó al gobierno de difundir fake news: “Le vamos contestar en las urnas”

Kicillof le respondió Milei y acusó al gobierno de difundir fake news: “Le vamos contestar en las urnas”

Los dichos del gobernador bonaerense llegan luego de que el Presidente se fotografiara en Villa Celina junto a los 8 candidatos de La Libertad Avanza que competirán por la Legislatura bonaerense el próximo 7 de septiembre e inaugurara la campaña electoral que apostará a polarizar con el peronismo.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, acusó hoy al gobierno de Javier Milei de difundir fake news en las redes sociales, luego de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicara el recorte de un video que modificaba la participación del peronista en una entrevista.

A través de su cuenta de X, Kicillof planteó: “Inauguraron su campaña (lo único que inauguraron en casi dos años) yendo escondidos a pasar 20 minutos en La Matanza para sacarse una foto berreta de marketing”.

En la misma línea, el gobernador sentenció: “Ahora empiezan con las mentiras digitales, los videos fabricados y la campaña roñosa en las redes. Su especialidad”.

“Pero las mentiras de Milei y su ‘inteligencia artificial’ no tapan la realidad. El próximo 7 de septiembre, en la provincia de Buenos Aires le vamos contestar en las urnas”, concluyó.

Esta mañana, Adorni subió a su cuenta de X un fragmento de una entrevista de Kicillof en el que se lo escuchaba admitir que el peronismo no tenía propuestas electorales de cara a los comicios. Rápidamente, uno de los periodistas a cargo de la nota se encargó de desmentir el recorte.

“¡FAKE! Este video que publica Manuel Adorni está editado. Les paso el verdadero”, planteó Gabriel Sued, respecto al mensaje del funcionario. Además, publicó el fragmento completo que incluía la respuesta del gobernador.

En Casa Rosada apuntan contra el mandatario provincial y anticipan que centrarán la campaña legislativa bonaerense y la nacional de octubre en polarizar con su figura.

MU con información de la agencia NA

El negocio de las elecciones: cuánto cuesta la campaña, cómo se pauta en redes y dónde van los fondos "en negro"

El negocio de las elecciones: cuánto cuesta la campaña, cómo se pauta en redes y dónde van los fondos

En el peronismo estiman U$S 70 millones para ser competitivos en en la provincia de Buenos Aires, pero en todo el arco político coinciden que la contienda bonaerense es más costosa que la nacional. El debate entre la papeleta tradicional y la Boleta Única. La estrategia de marketing digital y los gastos que no se blanquean.

La campaña electoral está lanzada y detrás de los sellos y consignas de los candidatos ya se mueven engranajes invisibles para los votantes pero de vital importancia para los postulantes: la propaganda política y el aparato de millones de pesos –y dólares– que la sostienen por detrás. El dato sobresaliente sobre la estimación de costos es que los comicios bonaerenses de septiembre serán más costosos que los nacionales de octubre, al menos para los partidos en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante, según pudo reconstruir elDiarioAR a partir de la consulta a fuentes partidarias, consultores y especialistas. Sin embargo, cuando se intenta apuntalar detalles sobre valores y destinos explícitos de ese dinero, las precisiones son difíciles de rastrear.

Las legislativas 2025 tienen la singularidad del desdoblamiento en Buenos Aires, con más de 13 millones de electores. Los bonaerenses votan el 7 de septiembre para renovar la Legislatura local y el 26 de octubre para renovar sus diputados en el Congreso. A la separación de la fecha se le agrega que en las elecciones locales se vota con la tradicional papeleta partidaria, mientras en las nacionales se sufraga con la Boleta Única de Papel, que no imprime cada escudería y que es aportada por la Justicia Electoral. Esa diferencia es clave para los fondos partidarios, ya que no solo tienen que hacer dos campañas en la mayor provincia, sino que además deben administrar presupuestos muy distintos.

En febrero pasado la Cámara Nacional Electoral limitó explícitamente los gastos de los partidos políticos para las elecciones legislativas. En PBA ese tope es de $5 mil millones, unos U$S 3,7 millones al cambio oficial de este viernes. Esa cifra corresponde a gastos formales; es decir, los que se deben “blanquear”. Los jueces Daniel Bejas, Alberto Dalla Via y Santiago Corcuera tuvieron que hacer malabares para actualizar lo que se conoce como “módulo electoral”, que corresponde a una cantidad de pesos que se fija en la Ley de Presupuesto y que cada distrito tiene de acuerdo a sus electores. Como Javier Milei no tiene presupuesto desde que asumió, el módulo se actualizó en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC): se había propuesto en 2024 en $420,95 y quedó en $385,31.

“U$S 70 millones”

Los topes formales impuestos por la justicia electoral distan mucho de los números que compartieron a elDiarioAR aceitados operadores con varias campañas en su haber y que conocen el negocio de la propaganda y la consultoría electoral. Por caso, una campaña “competitiva” en la provincia puede costar este año unos 70 millones de dólares, calculó sin chistar una fuente que trabaja con Fuerza Patria. “Los oficialismos gastan una torta. Tranquilamente ese monto se puede gastar”, compartió un dirigente-candidato libertario en el conurbano. Otras estimaciones en off señalan, por ejemplo, en U$S 30 millones el valor de un armado “ganador” en la ciudad de Buenos Aires (2,5 millones de votantes) y de unos 7 millones de dólares para el peronismo en un distrito como Corrientes (poco más de 900.000 electores, que define gobernador a fin de mes).

Gabriel Katopodis firmó para encabezar la Primera Sección del peronismo.

Un operador con fuertes vínculos con el PRO y que tiene una encuestadora afirmó, a su vez, que en la legislativa porteña de mayo pasado el partido de Mauricio y Jorge Macri –que quedó tercero– gastó unos U$S 5 millones (en CABA el tope de la Justicia para las nacionales es de U$S 2,9 millones). En Corrientes, compartió esta fuente, se estima que el gobierno de Gustavo Valdés utilizó un número que parece exagerado para el distrito: unos U$S 21 millones para retener el poder en la provincia.

El negocio de la campaña electoral también está atado a mitos y al devenir de la rosca política, siempre tan apegada al secretismo. “Si querés ganar, necesitas guita para pauta en internet y en cartelería, pero también para las recorridas, los viáticos, los fiscales, y hasta la comida o bolsones que vas a querer o tenés que repartir entre la gente”, señaló uno de los consultados, marcando que sus estimaciones abarcaría desde gastos en publicidad –fácilmente trazables y que son presentados en la Justicia Electoral– a ítems políticos más brumosos de justificar.

“El mito que se corre siempre es que un presidenciable tiene que pensar entre 100 y 150 millones de dólares”, dijo otra de las voces consultadas. En ese sentido, la última presidencial fue un “error en el sistema”, porque Milei fue un outsider que llegó al poder con menos recursos que sus competidores directos: La Libertad Avanza financió su campaña con $455 millones (87,5% aportado por el Estado), apenas 1 millón de dólares al valor oficial del 1 noviembre de 2023.

“Toda la comunicación, sobre todo en redes, se paga en blanco porque no podés negrear a Google, pero el capítulo de territorio y movilización, desde militantes a fiscales, folletería o morfi, va en negro”, admitió esa misma fuente, que desgranó que el ítem de “investigación” –como encuestas y focus group periódicos– puede representar el 10% del total de una campaña.

Milei lanzó este jueves la campaña libertaria con una puesta en escena en La Matanza.

Un voto, un click

Sobre publicidad, la estrella de la campaña promete ser la pauta “a medida” del votante a través de los dispositivos móviles. Esto es: que una persona cuando esté en el norte del conurbano solo vea propaganda de candidatos de la Primera Sección y, cuando se traslade al sur, de la Tercera Sección. El cruce por ubicación geográfica, historial de navegación, sexo y edad se usa hace tiempo, pero cada vez tiene más desarrollo tecnológico.

En Fuerza Patria –supo elDiarioAR– ya invierten, a través de agencias tercerizadas, en plataformas de marketing como Google Display & Video 360 (DV360), que permite planificar, comprar, gestionar y analizar campañas publicitarias en diversos formatos y pantallas. El sistema tiene distintas pautas de contratación: CPM (costo por cada mil impresiones), CPC (costo por clic), CPA (costo por acción), a lo que se debe sumar la frecuencia. “Ahí metés la tarjeta de crédito, sino un día no pagás, te bajan la cuenta directamente”, comentó un experto en campañas digitales sobre el “blanqueo” de ese tipo de publicidad.

Dicha fuente calculó como ejemplo para este medio que una acción digital efectiva en la Primera Sección puede estar en $100 millones. La pauta contempla Google, pero también Meta (Facebook e Instagram) y los espacios publicitarios en webs (se llama Programática), para alcanzar a 3,5 millones de personas/dispositivos (el 75% del electorado) en hasta 10 veces por persona –“para que el mensaje entre”–.

En otras trincheras la campaña tiene distintas dimensiones. “Nosotros somos ultra austeros, hacemos campaña con dos escarbadientes”, contó un candidato libertario a primer concejal en el sur de la provincia de Buenos Aires, que apuntó que gastó U$S 700 por un alquiler mensual, $15.000 por cada vianda de fiscal de mesa (tiene 130, “que van por militancia”), $300.000 en un cartel en ubicación estratégica de 2 metros de alto por 3,5 m de ancho (instaló tres), más $500.000 en pauta en Facebook e Instagram. “Nosotros no ponemos un mango en campaña, en el municipio peronista regalan chapas y comida”, se quejó el postulante de LLA.

Más cara la bonaerense que la nacional

La tesis de que en la provincia de Buenos Aires la elección de septiembre será más costosa que la de octubre fue compartida por fuentes del peronismo, el PRO, La Libertad Avanza y hasta de la izquierda. Hay tres argumentos al respecto: la impresión de boletas, el espacio de publicidad gratuito y la fiscalización.

La diferencia sobre las boletas se destaca que para la instancia bonaerense se tienen que imprimir las tradicionales papeletas partidarias, pero para la nacional no (por la implementación de la BUP). El Estado otorga fondos para hacer tantas papeletas como un padrón y medio, pero generalmente las fuerzas más opulentas destinan recursos extras para imprimir más y repartir a domicilio y entre sus militantes antes de ir a las urnas, mientras los espacios chicos “estiran” esos fondos frescos para hacerlos rendirlos más.

La implementación de la BUP generó una polémica extra: este año será más costoso que usar el tradicional sistema de la boleta partidaria. La justificación oficial está en el costo de la capacitación de las autoridades de mesa, junto a los insumos que el nuevo sistema demanda (los biombos, talonarios, etc). El sistema fue cuestionado por Marcos Schiavi, ex jefe de la Dirección Nacional Electoral (DNE), por el valor: en 2023 se ejecutaron $108.000 millones para garantizar tres elecciones (PASO, generales y ballotage), mientras este año la proyección para una sola elección es de casi $400.000 millones.

La BUP le ahorraría a las fuerzas el reclutamiento de fiscales. “Como no te pueden robar boletas y no necesitas reponer, con una sola persona que vaya temprano a la mañana y a la tarde al cierre de la urna, listo”, afirmó un consultor libertario. En 2023 Milei reclutó más de 100.000 fiscales para la elección general (38.000 solo en PBA). “Sí vamos a necesitar fiscalizar la bonaerense, pero hasta ahora no nos mandaron un peso desde la Rosada, esperemos que algo haya”, comentó un dirigente de LLA del conurbano sobre el 7 de septiembre.

A su vez, para la elección provincial no corren espacios publicitarios cedidos por el Estado en televisión y radio, como sí ocurre en cada elección nacional. Esa disposición no es nueva, pero nunca quedó expuesta como ahora: antes cada campaña bonaerense quedaba subsumida a la nacional, donde la DNE obliga a las emisoras de TV y radio a ceder segundos de aire a las propuestas electorales. Ahora, al ser un comicio desdoblado, los candidatos provinciales se quedaron sin esa “vidrieras gratis”.

MC

El despido avanza: cada vez más empresas reducen personal y caen 29.000 empleos privados formales en el año

El despido avanza: cada vez más empresas reducen personal y caen 29.000 empleos privados formales en el año

Se repiten las noticias de despidos, suspensiones y desvinculaciones en grandes compañías. La recesión de la construcción, la industria y el consumo masivo, el dólar atrasado, altas tasas de interés y otros factores microeconómicos que restan competitividad en plena apertura comercial dan razones al ajuste de plantilla.

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¡Viva la informalidad! El Gobierno eliminó multas y ahora celebra el aumento del trabajo no registrado

La aceitera Vicentin, YPF, la siderúrgica Acindar, Nissan, Scania, Granja Tres Arroyos, Refinor (la petrolera de YPF y José Luis Manzano en el noroeste), Dass (fabricante de calzado Adidas, Nike, Umbro y Asics), Sancor, General Motors y Bridgestone fueron algunas de las grandes empresas que despidieron, suspendieron o retiraron voluntariamente de a cientos de empleados de su personal en lo que va del año, según un relevamiento de noticias publicadas que viene elaborando el Centro de Economía Política (CEPA), que dirige Hernán Letcher.

Halliburton (una de las grandes empresas de servicios petroleros), Ledesma, Kimberly Clark (con sus marcas Huggies, Kleenex, Scott y Plenitud), La Gráfica Morvillo, los canales Somos de Flow (Telecom), Aquarium Mar del Plata, Toyota -–a automotriz japonesa los niega–, Orbis, Molinos Río de la Plata, Forestadora Tapibecuá, Lácteos Verónica, Nestlé, Lumilagro y Ternium (siderúrgica del grupo Techint). La lista apabulla y continúa.

Marcelo Rucci, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, advirtió un paro total en Vaca Muerta si no se frenan los despidos y la parálisis de la actividad.

Lo que reflejan los medios se plasma en la estadîstica pública. Hasta abril habîa 6.255.000 empleados registrados en el sector privado, según la Secretaría de Trabajo. En diciembre eran 6.284.000. Unas 29.000 personas quedaron afuera. No por la motosierra del presidente Javier Milei sobre el Estado. Son echados de empresas privadas nacionales y extranjeras. Un 0,5% menos de trabajo que a fines de 2024. Y estos números no reflejan lo que pasó de mayo a julio, meses en que se ralentizó el rebote económico respecto del pozo del año pasado. En cambio, el listado del CEPA sí refleja los rajes de estos últimos tiempos.

“Es por el estancamiento de la actividad”, explica Letcher la caída del empleo privado formal. En su lista también aparece, aunque menos de 100 despidos, suspensiones o desvinculaciones, otras empresas de renombre, como Pirelli, General Motors, Cerámica Alberdi, Santander, las textiles TN&Platex y Coteminas, la pesquera Conarpesa, la litiera Exar, Prosegur, Azul Natural Beef, Arca Continental (embotelladora de Coca-Cola), Marengo (fabricante de los camarelos No Hay Plata, en alusión a la frase con la que Milei inauguró su presidencia), la agrícola Red Surcos, Raízen (la refinadora de petróleo de Shell), la bodega Fecovita, Laboratorios Bagó, la constructora Astra Evangelista, Tenaris (la otra acerera de Techint), los fabricantes de Puma y Topper o la metalúrgica privatizada Impsa.

La lista no llega a agosto. Este mes ya hubo noticias de despidos, suspensiones y desvinculaciones en Petroquímica Río Tercero, Algodonera Avellaneda, Mauro Sergio Textilana, Coca-Cola Andina (embotelladora) y Radio Con Vos.

El economista jefe de la consultora Empiria, Nicolás Gadano, observa que “es heterogénea la recuperación de la actividad económica, que ya tiene el nivel previo a la llegada de Milei (al poder) y al ajuste”. “Hay sectores muy intensivos en empleo como la construcción y sectores industriales que están niveles bastante por debajo de noviembre de 2023 y han expulsado personal. Y a los sectores que les va bien, como la extracción de petróleo y gas, emplean menos”, se refiere a lo que sucede en Vaca Muerta, Neuquén, que compensa los despidos del mismo rubro en provincias donde YPF dejó de producir, como Chubut y Santa Cruz. Claro que también en Vaca Muerta se denuncian ajustes. “Hay una pérdida neta de empleo que por ahora no se ve cómo se revertirá”, advierte Gadano, que colabora en la Fundación Pensar, del PRO.

Pese a las diferencias políticas, el jefe de macroeconomía del Banco Provincia de Buenos Aires, Matías Rajnerman, coincide con el análisis. Agrega que el comercio, generador de mucha mano de obra, cayó al inicio del gobierno de Milei, pero ahora empezó a levantar, y que el agro crece pero es intensivo en capital (maquinaria), no en empleo. “Cuando uno separa entre sectores ganadores y perdedores, se entiende por qué la economía ya opera 3,5% por encima de los niveles de 2023, pero se perdieron 15.000 puestos de trabajo en el camino, que difícilmente se recuperen en el corto plazo”, ratifica Rajnerman. El número de 15.000 surge del hecho de que las reducciones de personal formal privado, doméstico y público –vía motosierra– se compensan en parte con el mayor número de autónomos y monotributistas –esto incluye choferes de Uber y Didi o repartidores de Rappi y PedidosYa–. Además, crece el trabajo informal, sin derechos, tanto asalariado como cuentapropista.

“La política de apertura comercial en un semestre donde el tipo de cambio se apreció, o sea, no julio, también explica que haya empezado a recuperarse el comercio pero la industria haya profundizado su caída”, continúa Rajnerman. “El primero vende cada vez más productos producidos afuera, por lo que cierto rebote de la demanda interna no se trasladaba a la oferta local”, completa el economista del Provincia.

Melisa Sala, economista de la consultora LCG, atribuye la caída del empleo privado formal en 2025 a “una demanda local bastante deprimida y a los efectos de un dólar atrasado que hace más evidente la falta de competitividad de algunas empresas tanto para exportar como para competir con importaciones alentadas por la mayor apertura comercial”. Es llovido sobre mojado porque Sala recuerda que el trabajo privado ya “venía bastante estancado desde hace una década”.

“Caída del consumo masivo, apertura importadora y también un estrangunlamiento del financiamiento por tema suba de tasas”, apunta tajante las razones del bajón la director del Banco Ciudad de Buenos Aires por la oposición, Delfina Rossi. En cambio,el consultor Hernán Hirsch, más optimista, lo relaciona con “un cambio de modelo de económico, que implica una nueva asignación de recursos con otros sectores más dinámicos, lo cual lleva necesariamente a niveles de desempleo más alto transitoriamente”. Ojalá. “Se agrega la necesidad de mayor productividad micro”, suma Hirsch. Combo letal.

Acá presentamos el relevamiento del CEPA mes por mes, de enero a julio:

Empresas con despidos, suspensiones y otros ajustes de personal en 2025.
Empresas con despidos, suspensiones y otros ajustes de personal en 2025
Empresas con despidos, suspensiones y otros ajustes de personal en 2025.
Empresas con despidos, suspensiones y otros ajustes de personal en 2025.
Empresas con despidos, suspensiones y otros ajustes de personal en 2025.

AR/MG

El cóctel sórdido de los Milei y el coqueteo con la derrota de los Kirchner

El cóctel sórdido de los Milei y el coqueteo con la derrota de los Kirchner

"Aplastar", la vara alta que se autoimpuso el ultra, choca con penurias reales. Foto gélida ante la indiferencia de un barrio de Villa Celina. "Clamor" de La Cámpora para Máximo candidato y una llamada pendiente de su madre. Error en tres actos de Kicillof.

Los Hermanos Milei creyeron encontrar la persona indicada para dar una pelea decisiva en La Matanza: un excomisario de la Bonaerense.

En el mar de consignas burdas y prejuicios que habitan la Casa Rosada, un policía, Maximiliano Bondarenko, es la carta adecuada de La Libertad Avanza (LLA) para encabezar la lista de diputados bonaerenses en la tercera sección electoral bonaerense, que tiene a La Matanza y Lomas de Zamora como municipios centrales.

Mano dura, belicismo y montajes fúnebres —como el ejecutado el jueves en la localidad matancera de Villa Celina por el cóctel explosivo de candidatos LLA-PRO— son el marco que esbozan los ultras para ganar. Nada demasiado original. Desde “la mejor Policía del mundo” de Eduardo Duhalde, pasando por el represor Luis Patti, su colega Aldo Rico, Carlos Ruckauf, Cristian Ritondo, Sergio Berni y un sinfín de manoduristas infaltables en cada elección, la receta se repite.

El eco mediático que criminaliza y distorsiona la compleja realidad del conurbano conduce a la convicción de que los problemas deben ser abordados por un policía. En el mundo de los zócalos y los posteos en X, funciona, pero la realidad es menos lineal.

Para sorpresa de nadie, a poco de hurgar en el pasado y el presente de un excomisario bonaerense como Bondarenko aparecen tramas sórdidas y propiedades incompatibles con el salario policial. La campaña para el 7 de septiembre apenas empezó, en medio del desapego generalizado, y el comentario más común tanto en círculos oficialistas y opositores es que Bondarenko es hoy más un problema que una solución. “Tiene bajo nivel de conocimiento y carece de una personalidad atractiva que lo ayude. Pero si lo conocen y resta más de lo que suma, podría ser peor”, indica un consultor de buenos vínculos con la Casa Rosada, que cuestiona el armado libertario de Karina y Sebastián Pareja.

El problema del oficialismo excede con creces su apuesta en La Matanza. El elenco de LLA para la elección bonaerense expone un conjunto de oportunistas, saltimbanquis y personajes sórdidos. El agregado/rendición del PRO —en teoría, una formación con dos décadas de experiencia de gestión y formación de cuadros— termina empeorando la oferta. Los bonaerenses de Mauricio Macri, con exponentes como Ritondo, el marplatense Guillermo Montenegro, el tresfebrerense Diego Valenzuela y el ubicuo Diego Santilli aparecen desbocados, más ultras que los ultras, dispuestos a pagar cualquier peaje en su transición.

Un protagonista de la boleta de Fuerza Patria (FP) para el 7 de septiembre advierte que la disputa es cuesta arriba. “Ellos juegan la marca y la aprobación de Milei, no un candidato puntual, y hoy estamos abajo, con final abierto”, dice la fuente. El diagnóstico se inscribe en una coincidencia táctica que atraviesa tanto el campo mileísta como el peronista/kirchnerista. Ambos se declaran perdedores. El pesimismo de hoy realza la victoria de mañana.

Con una foto en Villa Celina, Javier Milei y dirigentes de LLA y el PRO usaron el símbolo del Nunca Más para lanzar la campaña en la Provincia. La cita fue el 7 de agosto de 2025

La vara del soez

Ocurre que Javier Milei trazó una vara demasiado alta. El soez anunció que este año haría “mierda al kirchnerismo”, lo quiere “aplastar” y colocarle “el último clavo en el cajón”. “Hay que terminar con el kirchnerismo para siempre”, arengan políticos y periodistas desde las pantallas televisivas de los multimedios Clarín, La Nación y América.

Nuevamente, una receta ya usada por el más exitoso de los antikirchneristas, Macri, demostró su futilidad en el mediano plazo. La experiencia del PRO prueba que el objetivo de convocar al voto para “eliminar” a un adversario tan representativo como el cristinismo puede arrojar una aritmética eficaz, pero encierra su propia maldición. No hay porcentaje que alcance para anular “el riesgo kuka” para la eternidad. El soez lo entiende, por eso presume de “hacer mierda” y “aplastar”. No lo logrará, aunque gane.

A la hora de la verdad, toda la parafernalia insultante de los Hermanos, sus streamings y sus canales de TV choca con una realidad de pérdida de poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones desplomadas y una vida diaria que se hace cuesta arriba, sin un horizonte de mejora.

No hay porcentaje que alcance para anular 'el riesgo kuka' para la eternidad. El soez lo entiende, por eso presume de 'hacer mierda' y 'aplastar'. No lo logrará, aunque gane.

Alguien supuso que una familia del barrio precario 17 de Noviembre de Villa Celina, cuyos padres perdieron la changa y los pibes se quedaron sin beca Progresar, paga el quíntuple el transporte y escucha un discurso estigmatizante contra toda posibilidad que tiene alguno de sus integrantes de hacerse unos mangos, debería emocionarse porque pasan los Milei, Bondarenko, José Luis Espert, la excamporista Leila Gianni, Patricia Bullrich y Ritondo, se sacan una foto y parten raudos en autos blindados, como ocurrió el jueves antes del mediodía. La indiferencia con la que el barrio recibió a esa incursión desangelada habla por sí sola.

Esa misma familia está al tanto de que los médicos del Hospital Garrahan o el Posadas, que acaso atienden a sus hijos, padecen un ataque salarial y difamatorio sin precedentes, y de que los jubilados que protestan son apaleados cada miércoles. ¿Cuál sería el motivo por el que una familia pobre del Gran Buenos Aires haría propio un discurso plagado de datos falsos e inentendible, que Milei lee como un autómata por cadena nacional o en las entregas de premios de cartón en Miami o Tel Aviv, auspiciados por cryptobros?

Evolución salarial desde la asunción de Javier Milei

PRO, afuera

Con veinte meses el Gobierno, un texto oficialista y un elenco electoral tan sombríos alumbrarían la idea de que el oficialismo vive una grave crisis política.

Lejos de eso, LLA acaba de fagocitarse al PRO, el proyecto de derecha más serio de la historia de la democracia argentina. La forma en que Macri en persona firmó su rendición —casi sin pelear, al cabo de una estrategia errática y a cambio de migajas electorales— requerirá de alguna explicación en el futuro.

Pese a lo opaco del asunto, no deja de haber un trayecto entendible que derivó en que el PRO quedara borrado del mapa electoral en los dos distritos de mayor visibilidad política, Ciudad y Provincia de Buenos Aires, el primero de los cuales gobierna.

Por lo menos desde mediados del Ejecutivo de Cambiemos (2015-2019), el macrismo pasó al archivo su pretensión fundacional de dar cabida a un entramado del centro a la derecha, capaz de albergar desde exalfonsinistas y algún socialdemócrata extraviado, a nostálgicos del Proceso, a quienes ocultaba, pero tenían su porción. La voz cantante de una centroderecha democrática, “no ideológica” (Marcos Peña), dio lugar a una propuesta de aristas ríspidas, que llevó a las fórmulas Macri-Pichetto en 2019 y Bullrich-Petri en 2023, para asimilarse en el Ejecutivo de Milei en puestos de altísima responsabilidad y, finalmente, evaporarse como partido político.

Desde que asumió Milei, el trayecto parlamentario de la bancada del PRO fue todavía más orgánico en su oficialismo que el de los papeloneros de LLA. En ese punto, es más coherente Ritondo, quien no duda en calzarse el buzo violeta y acudir a la foto que le ordenan los Milei en Villa Celina, que María Eugenia Vidal, a quien eso le parece demasiado, en el mismo acto en que explica que el Presidente debería valorar que el PRO votó todo lo que el Ejecutivo solicitó en el Congreso, desde los ilegales DNU 70 y ley Bases, a las maniobras para eximirse de responsabilidad por la criptoestafa.

El movimiento de Karina para consagrar el sello LLA en todo el país y reservarse la representación del oficialismo tiene por efecto la neutralización del PRO y los radicales, provinciales y peronistas que “dieron las herramientas” a un Gobierno de ultraderecha, pero pretendieron conservar autonomía electoral. Esos sectores afrontan la campaña lógicamente en problemas, desde Santa Fe a Santa Cruz, desde Misiones a Córdoba, porque deben reinventarse como opositores sin terminar de romper lazos. Si los vientos lo deciden, los barriletes volverán al mantra de las “herramientas”.

La jugada de neutralización de todo lo que sea de centroderecha y derecha y no se asimile a LLA es audaz. Ganar la totalidad de la representación es útil en términos electorales puros, pero, a la vez, anula alternativas si las cosas salen mal. Durante un tiempo, el sistema funcionó con la idea de que el macrismo podría tomar la posta ante un eventual hundimiento político o psicológico de los Hermanos. Ahora se llega al escenario de que los Milei toman todo y amenazan con causas penales al Congreso, dando un giro más al peligro que supone esta ultraderecha para la democracia argentina. Habrá que pensar otros horizontes.

Si los vientos lo deciden, los barriletes provinciales volverán al mantra de 'darle las herramientas al Presidente'

Los expertos en opinión pública Gustavo Córdoba y Mario Riorda ponen énfasis en que se va conformando una identificación política “antimileísta” que es porcentualmente mayor a la “antikirchnerista”. La tendencia puede cobrar vuelo. La oposición a rajatabla al peronismo versión Kirchner aglutinó fuerzas como razón primaria de los armados electorales. El precio para muchos políticos de dejar expuestas sus contradicciones y el desdibujamiento de su perfil tuvo como premio algunas elecciones ganadas en nombre de lo anti-K. Para los analistas citados, ese clivaje podría estar girando hacia otro “anti”.

Kicillof, error en tres actos

Córdoba, director de Zuban Córdoba y Asociados, es uno de los consultores que, a poco de iniciado el Ejecutivo de LLA, reportó números desfavorables para Milei y hoy avizora una victoria de Fuerza Patria el 7 de septiembre como probable, con una ventaja del peronismo irremontable en la tercera sección (La Matanza, Lomas de Zamora), un hipotético triunfo en un marco parejo en la primera (Moreno, San Martín, Pilar, Vicente López), y una ventaja para el peronismo en la octava (La Plata). Esta última podría ser decisiva a la hora de declarar un ganador en toda la provincia.

Los funcionarios de Kicillof y voces del peronismo en general que reportan un escenario adverso en las legislativas locales del mes próximo, con una desventaja importante en la primera sección, se abren a una eventual victoria gestada en el tramo final. Esa hipótesis circulaba mucho menos un par de meses atrás, cuando el pesimismo real —no especulativo— prevalecía en medio de la interna entre el gobernador y el eje Instituto Patria-La Cámpora.

En su decisión estratégica de independizarse de los Kirchner, Kicillof cometió varios errores tácticos este año. Primero, dejó correr durante meses la disputa por la fecha de las elecciones, lo que le quitó autoridad. Segundo, replicó en la Provincia la anulación de las primarias obligatorias que Milei dispuso para la Nación. Con ello, el gobernador se privó de dirimir en las urnas y de esclarecer ante la población cuál es la naturaleza del conflicto con los Kirchner, y se colocó en la encerrona de negociar mano a mano con Máximo y Massa la composición de las listas de diputados y senadores provinciales, y de concejales municipales. Una pulseada de madrugada que se volvió traumática. A la hora del punteo, La Cámpora se llevó la mayoría de los cargos elegibles, aunque entregó cabezas de lista en tres secciones clave al Movimiento Derecho al Futuro que lidera el gobernador.

“Lo que ocurrió fue gravísimo. Fueron dos años de discusiones sin ningún sentido. Llevaron todo a un extremo y bloquearon lo que pudieron para limar a Axel, y acá estamos”, dice el protagonista de la elección del 7 de septiembre antes citado.

Son varios los intendentes y miembros del gabinete bonaerense que están convencidos hace tiempo de que la apuesta de Máximo Kirchner es a perder en septiembre. No es lo que opina Kicillof, indican cerca de su despacho.

No hace falta elucubrar demasiado. La expresidenta y su hijo vienen repitiendo que, a veces, una derrota vale más que una victoria a cualquier precio, y ponen como ejemplo a Néstor Kirchner en 2009, cuando el expresidente fue derrotado por dos puntos porcentuales ante el empresario Francisco de Narváez. Razonan que esa caída abrió las puertas a un período de “expansión de derechos”, como la AUH, el fin de la jubilación privada, el matrimonio igualitario y la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Son varios los intendentes y miembros del gabinete bonaerense que están convencidos hace tiempo de que la apuesta de Máximo Kirchner es a perder en septiembre. No es lo que opina Kicillof, indican cerca de su despacho.

Desprovista de contexto, la comparación carece absolutamente de sentido. Nadie encara una elección con la elaboración diletante sobre los beneficios de perder. Si la derrota ocurre, no se tiene la misma capacidad de respuesta al mando del Poder Ejecutivo, como en 2009, que en una minoría con un liderazgo en disputa y fragmentación geográfica ante un Gobierno de ultraderecha que convoca al voto para que sus reformas de matriz económica pinochetista no tengan vuelta atrás.

El presente de los Kirchner apunta más bien a otra cosa. Hace años que los movimientos del eje Cámpora-Patria se orientan a cristalizar una versión lineal del ciclo 2003-2015 y a obturar cualquier esbozo de vuelta de página a un esquema político que acumula muchas más derrotas que victoria en la última década. La estrategia defensiva para preservar una mesa ínfima que integran la madre, el hijo y un par de colaboradores sin voto llevó a la exmandataria a pelear por la presidencia del Partido Justicialista en 2024 —un cargo al que había despreciado toda su vida política— y a anunciar meses atrás, antes de ser proscripta por la Corte Suprema, que pelearía por una banca legislativa provincial por la tercera sección electoral.

La meta recargada de este año es deslindar a Cristina de toda responsabilidad por el Gobierno del Frente de Todos, a cuyo Presidente inventó como candidato y cuyos presupuestos principales (ANSES, PAMI, subsidios de Energía, YPF, fondos a provincias) manejó La Cámpora.

“Hubo una intención de algunos sectores de achacarle los errores de Alberto que Cristina señaló en vivo. No quiso hacer ni una autopsia ni una exhumación, quiso salvarlo”, dijo Máximo el viernes pasado, en un compendio de advertencias y reproches cifrados para Kicillof y cualquier disidente. Así, con una simple frase de su hijo, la ex vicepresidenta recupera su lugar de víctima de los desagradecidos.

Mientras el diputado hablaba en AM 530 Radio de las Madres, intendentes camporistas y aledaños lanzaban en redes sociales un operativo clamor para que Máximo encabece la lista de diputados nacionales de Fuerza Patria el 26 de octubre. La rareza de que el diputado, con mandato hasta 2027, debería renunciar a su banca para ser electo en el puesto, sin que exista necesidad y urgencia visible para semejante movida, entra en el manual de lo admitido del eje Cámpora-Patria, hasta nuevo aviso.

Dream team del peronismo 2025. Guillermo Moreno y Máximo Kirchner, en un plenario de La Cámpora y afines en Hurlingham, el 26 de julio de 2025

Ese acto por parte de intendentes que no designan ni a un subsecretario pasible de ser vetado por el jefe de la Cámpora sería la forma, en el lenguaje de Máximo, de “despojarse de intereses individuales y actuar en conjunto, dialogando con las compañeras y los compañeros”.

Sería toda una novedad que protagonice una elección uno de los políticos con mayor índice de rechazo —según la unanimidad de los sondeos—, quien nunca participó de comicios en los que él fuera el principal candidato. En su historia como postulante, concurrió en listas sábanas en turnos presidenciales o fue segundo en boletas para la Cámara de Diputados. Incluso padeció corte de boleta en contra y perdió en Santa Cruz.

No obstante, el diputado dijo que el clamor de sus compañeros no es determinante. Falta algo más: “Si salgo de acá y Cristina me dice ‘no importa, pase lo que pase hay que ir’, bueno, ya cambia. Y también se discute con todo el espacio político”.

¿Hará su madre tan decisiva llamada?

Aquí Kicillof se encuentra con el tercero de sus errores de procedimiento.

La inscripción de candidaturas para la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación culmina el 17 de agosto, domingo próximo, cuando faltarán tres semanas para los comicios provinciales.

Fue tan desgastante el proceso de conformación de listas para el 7 de septiembre, que Kicillof se quedó sin nombres ni capital político para proponer en octubre. Su sector pide que sean cubiertos los casilleros que dejan diputados salientes que hoy integran el Movimiento Derecho al Futuro, como el varelense Julio Pereyra y el sindicalista de la CTA Hugo Yasky, pero está lejos de dar pelea renglón por renglón, y mucho más de pulsear por la primera candidatura.

Tanto en el kicillofismo como en el Frente Renovador de Massa —muy distantes en el último año— observan que el operativo clamor de los intendentes no tiene la intención real de postular a Máximo, sino de fortalecer los lugares entrables para La Cámpora. Se repetiría la dinámica de la discusión provincial: presentar la propuesta más divisiva (Mayra Mendoza en la lista provincial, Máximo en la nacional), para bajar umbrales de resistencia ante opciones menos osadas. Habrá que ver.

Si luego de recibir el llamado de su madre y consultar con todo el espacio, Máximo aceptare la oferta de ser candidato, cabe esperar que la centralidad de la discusión apuntará a su propia figura y la disputa por la legislatura bonaerense quedará en segundo plano. La de por sí poco exigente expectativa de Kicillof de que el 7 de septiembre sea un plebiscito de su gestión que lo distinga de la deriva de los Kirchner asomaría imposible.

Llegado el caso, Comodoro Py y el Grupo Clarín podrían entrar en acción con alguno de los expedientes derivados del vínculo comercial entre la familia Kirchner y el contratista Lázaro Báez. El accionar de los tribunales federales en esas causas, incluida la que condenó a Cristina, fue espurio, pero las compraventas de propiedades que llevan la firma de Máximo existieron y despiertan interés público.

Así podría darse un dos por uno. No sólo perder en la elección nacional de octubre, sino también en la provincial de septiembre.

SL

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