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Sergio Massa anunció que bajaba su candidatura, Juan Grabois celebra y Máximo Kirchner deja correr el operativo clamor. La decisión final de CFK. Las prioridades de Kicillof.
Sergio Massa ya anunció, puertas adentro, que se bajaba de la contienda. Axel Kicillof está abocado a la campaña bonaerense y nada más. Juan Grabois festeja la desactivación del Plan Massa, pero tiene el boleto picado por gran parte de la dirigencia peronista. Máximo Kirchner deja correr el operativo clamor, pero no moverá un dedo hasta tener el okey de Cristina. En la boleta de Fuerza Patria hay un agujero que nadie quiere –puede– llenar y, a 48 horas del cierre de listas, el peronismo bonaerense espera una sola cosa: un mensaje de San José 1111 que termine de ordenar, a la fuerza, la frágil unidad panperonista.
“La pelota está de su lado”. La frase se repite, cada vez con más frecuencia, en las diferentes terminales del peronismo bonaerense. El domingo cierra el plazo para la presentación de las candidaturas nacionales y, en Fuerza Patria, las conversaciones son casi inexistentes. No hay coordinación de campaña ni mesa de negociaciones. Solo la convicción, compartida entre las tres tribus, de que la decisión final la tendrá Cristina Fernández de Kirchner y que es solo cuestión de aguardar a que esta se pronuncie. Y rezar, luego, de que la unidad no termine estallando por los aires.
Desde su departamento sobre la calle San José, CFK interviene a la distancia. Recibe dirigentes, intercambia llamados y sondea propuestas, encuestas y candidatos. Observa y deja hacer, desde afuera, el operativo clamor del camporismo por la candidatura de Máximo, pero no toma postura. No aún, al menos. En eso también coinciden todos: CFK será quien maneje la lapicera de las listas, pero no anticipará nada hasta último momento.
Máximo, mientras tanto, pasa gran parte de su tiempo en San José, aunque también mueve sus fichas. Participa de actos, charlas y entrevistas, en una búsqueda por sacudirse el estigma de “monje negro” que él mismo cultivó en los últimos 15 años. Sus detractores internos sospechan, incluso, que está preparando el terreno para volver a ocupar la jefatura del bloque en Diputados a partir de diciembre (un rol que abandonó en 2022 debido a su rechazo a la renegociación del acuerdo con el FMI que estaba encabezando Alberto Fernández).
Para afuera, Máximo habilita el operativo clamor, lo deja correr. Pero insiste, puertas adentro, que no tiene interés en ser candidato -todavía le quedan dos años más de mandato- y que solo lo hará si su madre se lo pide.
“La realidad es que nadie está desesperado por ser candidato. La mayoría prefiere no serlo”, desliza uno de los dirigentes cristinistas que impulsa el operativo clamor. No se refiere solo a Máximo, sino al clima generalizado que atraviesa a las primeras líneas dirigenciales: ya nadie espera que las elecciones de octubre sirvan para dirimir la disputa de poder interno del peronismo, por lo que el incentivo para encabezar una elección, que posiblemente terminará en una derrota, ha perdido atractivo.
Es el caso de, por ejemplo, Massa, que luego de coquetear con la posibilidad de una candidatura durante semanas –con un operativo clamor propio a cuenta de la dirigencia del Frente Renovador– envió el mensaje de que no sería candidato. “Lo único importante es que el sábado cerremos una buena lista de unidad en la que nadie va a quedar conforme y todos tenemos que quedar adentro. Es lo único importante para consolidar la unidad de PBA que nos puede llevar a un buen resultado del peronismo en octubre”, declaró el tigrense en un audio que el FR dejó trascender en las últimas horas.
Massa pretende profundizar, desde fuera del Congreso, el rol que supo construir desde que selló su sociedad con Máximo durante los tiempos del Frente de Todos: el de mediador entre las partes. Primero lo hizo entre Alberto y CFK y, ahora, entre Axel Kicillof y CFK. Quienes lo conocen deslizan que tiene el ojo puesto en disputar la gobernación en 2027 y que, para ello, tendrá que cerrar un acuerdo con alguno de los dos polos en disputa.
Grabois, mientras tanto, celebró el paso al costado de Massa como un triunfo personal. El líder de Patria Grande había sido muy crítico de la posibilidad de que el tigrense encabezara la lista –por más que Massa siempre lo negó– y había amenazado con romper la unidad de Fuerza Patria y jugar por afuera si CFK lo ponía en ese lugar. La ex presidenta, que tiene el sistema D’Hondt en la cabeza y calcula que, de jugar separados, el peronismo podría perder una banca en Diputados, tuvo que llamarlo para ordenarlo y pedirle que bajara “dos cambios”.
Una semana después, sin embargo, Massa anticipó que no jugaría y, ahora, Grabois, tiene una decisión que tomar. Una decisión que no solo afectará PBA, sino también CABA, en donde Ofelia Fernández podría encabezar una lista que le compita a la de unidad que trazó Mariano Recalde. “Que no este Massa es un triunfo que nos anotamos un poroto, pero no resuelve todo. Estamos esperando”, advierte un dirigente del espacio que espera, como todos, una señal. La señal de CFK.
Mientras el peronismo aguarda el mensaje ordenador de San José, Kicillof focaliza sus esfuerzos en la elección bonaerense del 7 de septiembre. Ideólogo del desdoblamiento, el gobernador necesita tener una buena performance para demostrarle al cristinismo que no fue una mala idea adelantar las elecciones. Es la base sobre la que sostendrá su proyecto presidencial: un buen resultado no solo colaborará con la gobernabilidad, sino que funcionará como un incentivo para ratificar su liderazgo al interior de Fuerza Patria.
“Axel está focalizado en la campaña”, explican en La Plata, en donde advierten que el gobernador no vetará ningún candidato ni buscará poner a nadie del Movimiento Derecho al Futuro como cabeza de lista. En efecto, Kicillof es uno de los principales impulsores de la candidatura de Jorge Taiana, el ex canciller del kirchnerismo que se vislumbra como una alternativa de síntesis para todos los espacios. Es una de las figuras de la campaña de Cristina Libre en el exterior, incluso.
No es el único nombre. También circula el de varios intendentes “inodoros e incoloros”, como los denomina un dirigente camporista: Federico Achaval (Pilar), Nicolás Mantegazza (San Vicente) y Ariel Sujarchuk (Escobar). El objetivo, en todos estos casos, es solo uno: elegir al candidato que menos dolores de cabeza internos genere.
Kicillof está de acuerdo, solo pide, a cambio, la posibilidad de renovar los cuatro lugares que ya tiene en la lista: Daniel Gollán, Julio Pereyra (como parte del grupo de intendentes del MDF), Branda Vargas Matyi (que responde a Fernando Espinoza) y Hugo Yasky (como parte de la CTA). “Veremos como termina, hasta ahora no hubo ningún atisbo de diálogo serio”, desliza un dirigente kicillofista.
Faltan 48 horas, pero predomina un clima menos belicoso que el cierre bonaerense. Hay un chiste que se repite al interior de la dirigencia bonaerense como un latiguillo resignado: esta vez no se podrá cortar la luz para conseguir una prórroga, así que mas vale llegar con todo ordenado al 17.
MC/MG
El presidente encabezó el acto en el En el Club Atenas con los principales candidatos a legisladores provinciales.
Dos horas más tarde de lo previsto, el presidente Javier Milei y su hermana Karina encabezaron el lanzamiento de los candidatos para la elección del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. El Club Atenas de La Plata fue el escenario elegido para el evento en el que el Presidente llamó a “ponerle un freno” al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y al “maldito kirchnerismo”. La TV Pública lo transmitió.
Tras este acto, que reunió a la cúpula de LLA bonaerense, con Sebastián Pareja a la cabeza, y a dirigentes del PRO como Cristian Ritondo, Diego Santilli y Alejandro Finocchiaro, entre otros, Milei encabezará un acto por semana en la provincia de Buenos Aires. Lo escucharon los candidatos seccionales Diego Valenzuela (Primera), Natalia Blanco (Segunda), Maximiliano Bondarenko (Tercera), Gonzalo Cabezas (Cuarta), Guillermo Montenegro (Quinta), Oscar Liberman (Sexta), Alejandro Speroni (Séptima) y el anfitrión, Francisco Adorni (Octava).
El objetivo es que Milei desembarque el próximo martes 19 en la ciudad de Junín, donde aprovechará para mostrarse con los candidatos nacionales para las elecciones legislativas del 26 de octubre. En tanto, para el miércoles 27 de agosto, se espera que Milei encabece una actividad en el partido de Lomas de Zamora, en lo que será su segunda visita a la Tercera Sección luego de haber encabezado la foto con los ocho cabezas de listas en Villa Celina, La Matanza, el pasado jueves.
Durante su discurso, el Presidente afirmó que el kirchnerismo “ha convertido la provincia de Buenos Aires en una vergüenza nacional” y que el distrito “debería ser punta de lanza de la riqueza nacional pero fue transformada un reducto de atraso”.
Asimismo, cuestionó la decisión de Kicillof de haber desdoblado la elección para el 7 de septiembre. “Quieren que los bonaerenses de bien se queden en la casa, para que solo vayan a votar sus ñoquis y la elección la decida el aparato”, acusó. “No es casualidad que los intendentes vayan de candidatos, a pesar de que no tengan ninguna intención de asumir, lo cual es un fraude moral”, añadió.
En otro pasaje de su discurso, el Presidente defendió el uso de la consigna ‘Nunca Más’ para la campaña bonaerense y le dedicó unas palabras a la expresidenta Cristina Kirchner, a quien se refirió como “la jefa de la banda”. También manifestó su alegría de ver a “tantos leones libres para devorar al kirchnerisno en las urnas”. Sobre la ex mandataria, que cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad, dijo además que “solo puede salir al balcón a ver a dos personas que la van a visitar”.
Sobre su reciente compromiso de no proferir insultos, llamó a “discutir las ideas que no tienen y que nosotros sí tenemos”, aunque acto seguido calificó a los opositores de ser “zombis, termos y cabeza de pulpo”.
Por otra parte, una de las figuras de la noche fue el expolicía bonaerense, Maximiliano Bondarenko, quien deberá pelearle al kirchnerismo en uno de sus bastiones, la Tercera Sección electoral. “Miremonos entre nosotros, porque quizás mañana, por la inoperancia de un gobernador, alguno de nosotros no esté”, dijo, como era de esperar en un discurso centrado en la inseguridad. “El 7 de septiembre sientanse empoderados como un soldado de San Martin para cuidar ese voto”, pidió y luego remató: “Ustedes los van a sacar”. No hizo falta que dijera a quién. Todos allí sabían que hablaba del kirchnerismo.
Como ya ocurrió con Milei y su bandera con los candidatos, Bondarenko terminó gritando: “Kirchnerismo, nunca más”. Tras presentar a todos los candidatos, siguió el turno de Sebastián Pareja, el armador de Karina Milei en la provincia. “Este es el equipo del Presidente para derrotar al kirchnerismo”, anunció y luego otra alusión a una consigna vinculada a los derechos humanos: “Nosotros le tenemos que poner el punto final al kicherismo”, en referencia a la ley que determinaba un plazo para las acciones penales contra represores.
MM con información de agencias.
Un hombre de mediana edad atraviesa un pasaje trunco hacia la adultez: su regresión narcisista lo lleva a que solo encuentra placer cuando está solo porque los estímulos sociales lo agobian y el trabajo ya no lo desafía para nada.
Un hombre cuenta que hace tiempo que no está bien. Solo encuentra placer cuando está solo. Atraviesa lo que se llama “mediana edad” y –recuerda– dejó atrás esos años en que salir de noche era una opción esperada.
En un primer momento, por cierta rigidez de carácter y desvalorización de los afectos, pude pensar que se trataba del “típico varón obsesivo” y, en particular, destaco lo de obsesivo, como forma de neurosis. Luego pensé que estaba haciendo un diagnóstico sin tener en cuenta para qué lo quería.
Asimismo, había un rasgo que –justamente– no estaba presente (es decir, no estaba ese rasgo) y que hubiera sido definitivo para hablar de neurosis obsesiva: la duda, respecto de uno o varios actos que reclaman alguna decisión. De todos modos, como escribí recién, no supe hasta después por qué me precipité en un diagnóstico.
Esa precipitación hablaba más de mi angustia que de una necesidad objetiva. Entonces, cuando supervisé esa angustia pude escuchar mejor. Se trata de un hombre que no puede hacer lo que hace la mayoría de las personas de su edad: cada tanto juntarse con unos amigos y repetir conductas juveniles como forma de escape de la adultez.
¿En qué consiste esta adultez? En un falso movimiento de adaptación. Alguien empieza a hacer cosas de adulto, pero conserva de manera latente un punto de fuga que, cada tanto, se actualiza; no solo en salidas en las que se recrea la juventud, ya que otras personas hacen lo mismo a través de hobbies.
El hombre al que me refiero sufre porque no conserva nada del que fue y su regresión es más primitiva. No regresa a la adolescencia, tampoco a la infancia (como le ocurre a las personas que se apasionan por los juegos, desde un punto de vista técnico, sin que estos comporten una verdadera actitud lúdica) sino a una instancia previa: el narcisismo.
¿En qué consiste esta regresión narcisista? Este hombre descansa cuando está consigo mismo. Los estímulos sociales lo agobian, las relaciones con otros lo aburren, como todo lo que impone que salga de su “burbuja” –según su expresión–. Podría decirse que sufre de algún tipo de depresión, pero no sería claro para qué sería necesario el diagnóstico. Sería sucumbir de nuevo a una tentación clasificatoria.
Pensemos su caso desde un punto de vista existencial, no como si fuera la encarnación de una categoría formal ni una idea abstracta de patología. Sufre porque no puede –tampoco le interesa– salir de sí mismo ni abandonar una soledad cuasi ontológica. En el despliegue de las circunstancias que lo llevaron a ese estado, cuenta una situación particular.
Desde que se convirtió en padre, empezó a sentirse más responsable –pero no de forma auténtica, sino a través de un forzamiento, con preocupación por las cuestiones que siente que tiene que asegurar–. Su relación con el mundo adquirió un estatuto operativo, que no incluye ningún aspecto exploratorio.
Por otro lado, no es que el trabajo le cueste o le represente un desafío. Al contrario, a su edad ya tiene una posición consolidada y más bien pasa que el trabajo no lo desafía para nada ni espera una mayor realización en su campo. Sufre porque no tiene otro lugar donde estar, a no ser en sí mismo.
Después de escucharlo durante un tiempo, pienso que el drama que aqueja la vida de este hombre está en un pasaje trunco hacia la adultez. Entonces recuerdo la situación de otro hombre, que desde un primer momento hablaba de sus crisis de ansiedad.
Este segundo hombre se describe a sí mismo como alguien que se hace “mala sangre”. ¿En qué consiste lo que designa con esta expresión popular? A que tiende a ver las cosas de un modo eminentemente práctico y, cuando tiene que cumplir con un objetivo, le cuestan los contratiempos.
A esto se suma la satisfacción que obtiene de mostrar una imagen suya, como la de una persona “resolutiva”. En su relato biográfico, este tipo de personalidad no condice con lo que cuenta de su infancia, en la que fue un niño intrépido que tuvo la experiencia de ser libre. ¿Qué pasó en el medio?
En este punto, narra que transitó una adolescencia tortuosa, en la que –por diferentes motivos– sintió un impacto en su autoestima; entonces se refugió en una actitud complaciente para compensar el malestar. Los años pasaron y se desarrolló adecuadamente, desde un punto de vista laboral y en términos de constituir una pareja, pero ya no volvió a sentir que era él mismo y que su vida le gustaba.
Volvamos al mecanismo de su sufrimiento. No puede admitir contratiempos y siempre está pensando en el próximo paso que debe realizar. Alcanza con que reciba un mensaje para que ya piense que es un estímulo insidioso del que debe defenderse y reducir. Solo encuentra placer eventualmente, cuando escucha música y entra en un estado parecido a un trance.
No es que le guste la música en función de sus géneros, bandas, identificaciones con un estilo, etc. Le interesa el efecto de ensoñación que adquiere cuando se pone los auriculares y, en cierta medida, se aísla de un entorno agresivo para recrear un ambiente intrapsíquico que se parece a la indiferenciación pre-natal. En lugar de una regresión al narcisismo, como en el caso anterior, aquí tenemos un repliegue que tal vez sea autoerótico.
No es mi intención justificar diagnósticos ni precisar la pertinencia de los conceptos que mencioné (narcisismo, autoerotismo); mi interés al escribir estas líneas está más bien en situar lo que ambos casos comparten: una falla en el desarrollo psíquico que, manifiesto en la adolescencia, no conserva los recursos de esta como habitualmente se hace, para ser un adulto a medias –que, a la primera, añora su juventud– sino que plantea un regreso a instancias más primarias.
Paradójicamente, estos dos hombres, porque no hacen lo que la mayoría de las personas –actuar la vida que no tienen, en una pseudo-adaptación– sufren más que otros, pero también tienen la chance de enfrentarse a sí mismos para dar pasos sobre seguro y tener una vida que sea auténtica. La cuestión no es desestimar un diagnóstico, sino qué tan capaces somos de escuchar un modo de vida afectado.
Estoy convencido de que yo no hubiera podido escuchar más atentamente a estos dos hombres si, a través de la supervisión de sus casos, no hubiera advertido que comparto sus preguntas íntimas.
La serie acaba de llegar a Netflix con un enorme elenco. Los actores destacados y las participaciones especiales de la superproducción argentina dirigida por Sebastián Ortega.
Desde la producción anuncian “una mirada cruda y realista sobre el mundo carcelario femenino”. Desarrollada dentro del mismo universo narrativo de la exitosa serie El Marginal y con un grupo de mujeres que ingresa sin antecedentes al sistema penitenciario, por estas horas llegó a Netflix En el barro, una de las mayores apuestas nacionales de la plataforma para este año.
Producida por Netflix y la empresa Underground, la serie es una suerte de desprendimiento de El Marginal, aunque tiene una historia propia, centrada en los vínculos, las tensiones y las distintas formas de resistencia que atraviesan las mujeres privadas de libertad.
“Durante su traslado a la prisión de La Quebrada, Gladys Guerra «la Borges» y un grupo de reclusas sin experiencia en el mundo carcelario viven una situación crítica que las unirá para siempre. Como supervivientes, a partir de ese momento, se enfrentarán a la vida en prisión luchando contra la adversidad del régimen penitenciario y el desafío de las distintas tribus que controlan la cárcel. Con la ayuda de las armas que cada una trae de su historia personal van descubriendo sus propias fortalezas y debilidades, lo que les permite hacerse un hueco en el universo de La Quebrada. En el barro narra la transformación de este grupo de reclusas inmersas en una nueva realidad: el encierro y la privación de libertad. Deberán afrontar el desafío de encontrar su propio espacio, luchar por derechos y beneficios, y resistir la aplastante influencia de las distintas tribus que dominan el día a día de la cárcel. Sin buscarlo, se convertirán en «Las embarradas». Las motivaciones y objetivos de sus vidas anteriores se sustituyen por la supervivencia diaria, al tiempo que intentan mantener los vínculos con el mundo exterior. El contacto con la familia, los seres queridos y los asuntos pendientes son lo único que alimenta la esperanza de recuperar la libertad perdida”, señala la sinopsis oficial de la tira.
Desde esta semana están disponibles ocho episodios de esta superproducción, de aproximadamente una hora de duración cada uno.
“El elenco principal está compuesto por Ana Garibaldi, Valentina Zenere, Rita Cortese, Lorena Vega, Marcelo Subiotto, Carolina Ramírez y Ana Rujas”, anticipó la plataforma en un comunicado sobre la serie, que cuenta con la dirección y la producción general de Sebastián Ortega.
Del elenco también participó la boxeadora Alejandra Locomotora Oliveras, fallecida hace pocas semanas. “El reparto se completa, entre otros, con Camila Peralta, Erika de Sautu Riestra, Carla Pandolfi, Payuca y la presentación de María Becerra”, agregaron desde Netflix.
Además, la serie cuenta con las participaciones especiales de figuras como Michel Noher, Andrea Bonelli, Juan Gil Navarro, Justina Bustos y Juana Molina, y con Cecilia Rossetto como actriz invitada.
Para los fanáticos de El Marginal, En el barro marca también el regreso de Juan Minujín, Maite Lanata y Gerardo Romano en sus recordados roles de aquella popular serie.
Como ocurría en El Marginal, En el barro es una historia que sigue las peripecias de un elenco numeroso. En él se destacan Ana Garibaldi quien interpreta a Gladys Guerra de Borges y Valentina Zenere que encarna el rol de Marina Delorsi.
“Viuda del célebre criminal Mario Borges (personaje protagonista de El Marginal), su mayor deseo es quedar en libertad para criar a Juan Pablo, el hijo de Diosito (nieto de Mario Borges), actualmente al cuidado de su amiga Claudia. Acostumbrada al entorno delictivo en el que vivió durante años junto a Borges, sabe moverse y comprende inmediatamente las alianzas de poder dentro de la cárcel. Líder natural de ‘Las Embarradas’, no retrocede ante la violencia, y sabe hacerse respetar. Su llegada a La Quebrada la pondrá otra vez frente a Antín, en una situación de desventaja de la cuál él sacará provecho”, adelantaron los productores sobre el personaje de 'La Borges'.
Sobre el rol de Marina Delorsi, informaron: “Hija única, terminó el secundario y empezó la universidad, pero su belleza la alejó de los estudios, ya que un representante de modelos enseguida le propuso modelar. Contrariando los deseos de sus padres, prácticamente se escapó de su casa y se vino a Buenos Aires a probar suerte. En la ciudad, trabajó para una agencia, e hizo una rápida carrera hasta que conoció a Martín, joven heredero de un industrial poderoso de quien se enamoró. Un día, al volver de una fiesta, se puso violento, pelearon y él murió. Acusada de homicidio premeditado, fue condenada. Desde la cárcel intentará demostrar su inocencia. Su belleza dentro del penal resulta problemática, y al principio la pasa mal, se pega a Gladys a quien respeta y sigue sus consejos. Pero luego sufrirá una transformación drástica”.
La actriz española Ana Rujas, en tanto, forma parte del elenco con el papel de Amparo 'La Gallega' Vilches.
“Una joven de familia de clase alta española. Cambió su vida el día que conoció al 'Cuervo' Fernández, un hombre criminal y seductor, relacionado con el robo de autos y pirata del asfalto. ”La Gallega“ se enamoró, y dejó toda su vida anterior por él. Juntos escaparon de la justicia en España y armaron en Argentina una banda dedicada a asaltar casinos, bancos y camiones, despojando a productores, molineros, despachantes de aduana, o financistas. Con 'El Cuervo' fue muy feliz, hasta que fueron reconocidos y denunciados. Él escapó y utilizó toda su estructura criminal para liberarla el día que era trasladada a La Quebrada. Tiempo después, 'La Gallega' es re capturada por la policía y llega al penal, donde quieren hacerle pagar por lo que hizo. 'La Gallega' se siente superior al resto de las mujeres del penal. Vivió en el lujo y no se amedrenta, va a pulsear el poder como sea”, adelantaron desde la producción de En el barro.
Entre las actuaciones más esperadas de este lanzamiento se encuentra la de Lorena Vega, quien encarna el papel de 'La Zurda'.
“Sensual y decidida, era muy joven cuando se enamoró de Lalo, quien se convirtió en su proxeneta, al regentar un prostíbulo junto a su hermana, Victoria, la ”madama“ del lugar. 'La Zurda' cayó en la adicción a las drogas, pero ellos la ayudaron a superarla, y la relación entre los tres se profundizó. Cuando una denuncia de trata de personas tomó estado público y fueron detenidos, Lalo consiguió una pena leve, y enseguida recuperó la libertad. 'La Zurda' y su cuñada están desde entonces juntas en La Quebrada, cumpliendo condena. ”La Zurda“ maneja un sector completo y busca pelearle el poder a María, su antigua protectora en la cárcel, de la que se independizó”, detallaron sobre este personaje.
Una de las sorpresas de la serie es la participación de la actriz y cantante Juana Molina, quien interpreta el papel de “Piquito”.
“Era transa y adicta. Se crió en la calle, se fue de su casa de chiquita. Es la loquita del penal, no es agresiva, ni una real amenaza aunque lo parezca. Impune, se mete donde no debe y dice lo que no hay que decir. Sin embargo, todas sus mentiras y delirios guardan un lugar de verdad. Pulula por todos lados, hace mandados a cambio de quedarse con algo, y por eso conoce numerosos secretos de La Quebrada. Hay varias 'leyendas' alrededor de su locura, pero todas son inciertas”, informó la producción sobre su rol.
AL
Con tal de controlar el tipo de cambio y cumplir la promesa electoral de bajar la inflación, el presidente está dispuesto a planchar la actividad económica. Los intereses de los préstamos interbancarios superan el 72%, los plazos fijos tocan el 44% y las billeteras virtuales, el 31%, mientras la moneda norteamericana derrapa en un día de $1.325 a 1.310.
El plan platita libertario –platita para los que invierten en pesos– opera a fondo. Todo sea por ganar las elecciones legislativas bonaerenses de septiembre próximo y las nacionales del mes siguiente. Para eso hay que bajar el dólar y así volver a reducir la inflación. No importa que en el corto plazo se enfríe aún más la economía y quede en el olvido aquella promesa de que la actividad se recuperaría como “pedo de buzo”, según el lenguaje refinado del presidente Javier Milei. Así es que después de la fallida licitación de deuda de corto plazo de este miércoles, en la que el ministro de Economía, Luis Caputo, sólo logró renovar el 61% de los pesos que vencían, este jueves su coequíper y presidente del Banco Central, Santiago Bausili, salió a secar la plaza de moneda argentina forzando a los bancos a elevar la exigencia de efectivo mínimo –inmovilización de dinero de los depósitos– en 5 puntos porcentuales, de 40% al 45%, pero con la promesa de remunerarlo con una elevada tasa de interés con un bono que emitirá el lunes el Tesoro.
Unos $5,5 billones habían quedado boyando después de la renovación de deuda del miércoles. Se corría el riesgo de que ese dinero terminara escurriéndose en el mercado y que derive en la compra y el alza del dólar. Los bancos no pueden operarlo, pero sus clientes sí. Entonces el equipo de Caputo reaccionó rápido y ya logró que este jueves el tipo de cambio oficial se derrumbara de $1.325 a 1.310, un 1,1%, y el mayorista, que opera el comercio exterior, a $1.300, un 1%.
La tasa de interés que operan los bancos está en 72% las cauciones y en 79% los repo, que son líneas de liquidez. Muy por encima del 21% de inflación que prevén entidades financieras, consultoras, centros de estudios y universidades relevadas por el Banco Central,. Por eso saltan los rendimientos de los plazos fijos al 44% en el caso del Banco Nación, 43% el Galicia o 42% el Credicoop y el HSBC. Las billeteras virtuales remuneran al 31% en el caso de NaranjaX o 30% Ualá y Mercado Pago.
La contracara es una bolsa de Buenos Aires cayendo 1,9%. Los ADR, acciones de empresas argentinas en EE UU, derrapan hasta 8,9% el banco Supervielle, 6,3% Telecom y 5,2% la agrícola Bioceres. El riesgo país, indicador de la confianza en la deuda de largo plazo en dólares, bajaba fuerte 6,6%, a un todavía elevado nivel de 720 puntos básicos.
“Sigue el escenario de las últimas semanas: la prioridad es controlar la inflación”, comenta Alan Versalli, analista de la fintech Cocos. “Profundizan una política monetaria con un sesgo muy contractivo. El Gobierno está decidido a que no sobre ni un peso y por eso sube los encajes bancarios hasta mediados de noviembre. Ve que la demanda de pesos es por factores previos a elección, hay una demanda de pesos contra títulos (los que vencieron el miércoles, las Letras de Capitalización, Lecap) para cubrirse en dólares”, continúa Versalli. Caputo habla del “riesgo kuka” para referirse a la posibilidad de que el kirchnerismo gane los comicios, pero ese temor de los inversores estaría disipados si viese que el Banco Central tiene reservas -sus existencias son la mitad de las recomendas por el Fondo Monetario Internacional, FMI-.y el dólar no está atrasado respecto de la inflación -con un julio de suba no alcanza para equilibrarlo y además ahora cae-.
“Al forzar la política económica contractiva con una tasa real de 20 puntos, muy elevada, habrá un golpe en la actividad, que ya se venía estancando”, prosigue Versalli. “Se encarece ese motor de crecimiento que venía siendo crédito al sector privado”, agrega. Es decir, para empresas y consumidores resultara imposible endeudarse y, por tanto, se complica comprar bienes y servicios. Se nota que para los analistas políticos del oficialismo el electorado valorará más que Milei cumpla su promesa de bajar una inflación indomable por el peronismo que se hunda la economía en los próximos dos meses de campaña electoral. Los despidos avanzan, pero no tan rápido como para arruinar el éxito de la política antiinflacionaria.
“Hoy quieren controlar inflación y dólar, la actividad queda en segundo plano”, prosigue el analista de Cocos. Eso sí, este equilibrio de dólar y tasas resulta insostenible en el mediano plazo, según él y otros colegas. “No se puede convivir con esta tasa, con esta volatilidad. Si en octubre logran un buen resultado electoral, esto va cambiar. La expectativa es que ese buen resultado genere interés externo por la Argentina, que vengan inversiones, entren dólares, se comprima riesgo país, eso permite una ventana para que mantengas el tipo de cambio apreciado, pero al mismo tiempo necesitás acumular reservas para pagar cupones (de deuda) en enero y empezar a devolverle el préstamo al FMI en 2026”, y para ello se requiere un dólar más alto que aliente la exportación, según Versalli.
Otro colega de un banco, que prefiere el anonimato, coincide con el análisis: “Era esperado que se renueve menos deuda porque los bancos todavía necesitaban pesos para regularizar sus encajes después del aumento que tuvieron el 1 de agosto –en ese momento habían subido al 40%–. El tema hoy es que ahora van a retirar más pesos porque subieron nuevamente los encajes y los tienen que integrar con bonos que van a licitar el lunes. Por eso hoy suben de nuevo la tasas, cae el dolar. Pesos van a seguir faltando y difícilmente caiga la tasa. Tasas altas y demanda de liquidez de los bancos es menos crédito y venta de dólares. No es una situación de equilibrio. ¿Cuánto puede durar? No sé. De esto se sale regularizando la liquidez de los bancos y con un mecanismo claro para que los bancos puedan tomar o descargar liquidez cuando lo requieran. Así la tasa puede ser más baja y menos volátil. Si no se sostiene o aumenta la demanda de pesos, al final debería subir el dólar”, advierte el economista del banco.
AR/MG