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Destellos de Milei en el peronismo, lottizzazione bonaerense y un avión que sobrevuela a Espert

Destellos de Milei en el peronismo, lottizzazione bonaerense y un avión que sobrevuela a Espert

Moreno y Grabois, voces de una era. Interna soterrada y campaña loteada en la Provincia: la encerrona de Kicillof. El triunfalismo del ultra, socavado por la crueldad de la motosierra y la irresponsabilidad del dream team económico. Detalles de los favores de "Fred" Machado al probable postulante de La Libertad Avanza.

El reinado de Javier Milei, entronizado por su victoria en las primarias presidenciales de 2023, cumple este mes dos años. El ultra resultó electo Presidente, el Frente de Todos tuvo un penoso final y en el peronismo surgieron dos nombres estelares para dar pelea en el espacio público: Juan Grabois y Guillermo Moreno.

Finalizada la traumática experiencia del Gobierno peronista, hubo protagonistas que eligieron pasar debajo del radar (Sergio Massa, Eduardo de Pedro), otros cooptados (Daniel Scioli, Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil, la CGT), aquellos que coquetearon con no confrontar hasta que la dinámica política y judicial los devolvió al centro de la escena (Cristina, Máximo Kirchner, La Cámpora), uno que salió de pista (Alberto Fernández) y voces que asumieron la responsabilidad institucional de oponerse a un proyecto ultraderechista sin precedentes en democracia (Axel Kicillof, José Mayans, Germán Martínez, el pampeano Sergio Ziliotto). Ninguno sostuvo una permanencia constante en los medios con un discurso antimileísta altisonante como los titulares de Argentina Humana y Principios y Valores.

Grabois y Moreno parecen empatizar entre sí más por las formas que por el contenido. Comparten un estilo, que a su vez los asocia a Milei. La violencia retórica y la amenaza latente de que todo se puede ir a las manos acompañan cada presentación del dirigente social, el exsecretario de Comercio y el Presidente. Nada es casual.

Que un goloso de la grosería y autoritario extremo haya sido electo Presidente por voto popular habla del estado moral e intelectual de una sociedad. En el nivel de la dirigencia, la era Milei excede a Javier, Karina y las fronteras de La Libertad Avanza. El insulto, la amenaza y el grito engloban a un arco que va desde políticos y periodistas oficialistas que sobreactúan para ser aceptados por El Jefe y Javo, y opositores que conciben que es la vía para no perder la ola.

La violencia retórica y la amenaza latente de que todo puede irse a las manos acompañan cada presentación de Grabois, Moreno y Milei

Podría pensarse que Grabois y Moreno encabezan proyectos atados a su impronta personal, de segundo orden en la discusión central del peronismo. No es el caso. La novedad en 2025 es que La Cámpora hizo púbica su sintonía con el exfuncionario famoso por manipular los números del INDEC y articular patotas, y lo incorporó a la mesa principal del peronismo. Hace meses que dirigentes del eje Patria-Cámpora expresan su sintonía con “Guillermo” antes que con Kicillof.

La omnipresencia de Moreno desde fines de 2023 no es explicable por representación política (carece de votos significativos) ni por militancia de base. Su relación con el Grupo Indalo y varios streamings obedeció a acuerdos comerciales. Los rumores sobre el origen de esa banca económica son variados. Luego, el sistema de medios se ocupa de imitarse a sí mismo y expandir los minutos de aire para que Moreno hable de una “doctrina” sobre un proteccionismo primitivo, colapsos inminentes que no terminan de ocurrir, alabanzas a Donald Trump y una ética extravagante.

Guillermo Moreno y Máximo Kirchner, en un plenario de La Cámpora y afines en Hurlingham, el 26 de julio de 2025

Grabois no es un mero lobo solitario que “mide bien” con los streamings. Por empezar, con pocos recursos, el abogado cosechó un porcentaje de votos atendible en la primaria contra Massa en 2023. Patria Grande y el Movimiento Argentina Humana conocen los barrios humildes, porque algunos de sus dirigentes viven en ellos, y también tienen recorrido su militancia universitaria y social. El paso por la función pública de los hombres y mujeres liderados por Grabois dejó políticas virtuosas, como la integración sociourbana en villas y asentamientos. Con su grado de estridencia y arbitrariedad, Grabois pone nombre a problemas y víctimas de un sistema que quedan al margen de las prioridades de una dirigencia ensimismada en sus internas, demasiado tuitera, demasiado instagrameable.

Relámpagos de sinceridad

En las últimas semanas, Grabois dejó saber alguna ocurrencia —la abstención ante la denunciada “proscripción” de Cristina; luego se arrepintió— y una exigencia —encabezar y/o negociar mano a mano la lista de candidatos a diputados nacionales para octubre—.

Esos movimientos individualistas ya dejaron de causar sorpresa en las diferentes tribus peronistas. Un dirigente del eje Patria-Cámpora, muy crítico con el dirigente social pese al tándem que formó con Máximo en la negociación de las listas bonaerenses, diagnostica: “Te das cuenta de que un tipo tiene un proyecto meramente personal cuando plantea en público discusiones que son reservadas. Si alguien habla a los gritos con la amenaza de romper, es para negociar por encima de sus posibilidades o porque su juego es otro. Es lo que hace Grabois hace rato”.

Esa crítica resume la mirada sobre el dirigente social en diversos sectores, pero el peronismo se transformó hace tiempo, al menos desde inicios del Ejecutivo de los Fernández, en un festival de ofensas personales. “Verdades” y epifanías que se expresan en público por un whatsapp no contestado, descalificaciones lacerantes que se filtran sin querer, revelación y desnaturalización de diálogos privados y photo opportunities destinadas a exponer al excluido. “Hablemos con la verdad”, comienza un enunciado típico antes de descerrajar una metralla letal contra cualquier convivencia posible.

Los Kirchner transitan hace años ese repertorio con un hilo primordial: celebración plana del inmaculado ciclo 2003-2015, señalamiento de desagradecidos y traidores, y desentendimiento absoluto del Ejecutivo del Alberto Fernández. Que La Cámpora y el Instituto Patria hayan manejado las principales cajas (PAMI, Secretaría de Energía, YPF, ANSES), además del Ministerio del Interior (De Pedro), es un detalle irrelevante.

La pelea interna es profunda, probablemente irreconciliable, pero los sectores del peronismo bonaerense eligen no dar el debate en público. Es una disputa sobreargumentada fuera de micrófono, capaz de transformar un armado de listas en un campo de batalla, y que sin embargo no encuentra un lenguaje genuino a la luz de los votantes.

Ese marco disfuncional posterga una alternativa capaz de encauzar lo que puede intuirse como una mayoría adversa a los hermanos Milei.

Quizás el más perjudicado de no haber puesto el debate en negro sobre blanco y en un terreno programático sea el propio Kicillof. Su responsabilidad es intransferible en ciertas decisiones. Fue el gobernador quien disimuló el conflicto con los Kirchner todo lo posible, eliminó las primarias para dirimir diferencias y se colocó en el callejón de tener que encarar una campaña crucial para su destino con compañeros de ruta de quienes sospecha que no quieren ganar.

Kicillof eligió presentarse como el jefe de la resistencia a las crueldades de los Milei, un punto de partida indispensable, pero apenas hace mención a problemas que están a la cabeza de las preocupaciones sociales, como la inflación, la corrupción y un plan de crecimiento sustentable, que no desemboque en traumas conocidos. Su equipo argumenta que el tiempo de lo programático será cuando concluya el ciclo electoral que se avecina.

Fue Kicillof quien disimuló el conflicto con los Kirchner todo lo posible, eliminó las primarias para dirimir diferencias y se colocó en el callejón de encarar una campaña con compañeros de ruta de quienes sospecha que no quieren ganar

Orquesta desafinada

Para sorpresa de nadie, la campaña para las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires marcha como una orquesta desafinada, en la que cada uno atiende su juego. Los de La Cámpora se sacan fotos y hacen actos por el concejal de tal municipio, el segundo de la lista de diputados por la tercera sección, el tercero de la cuarta, el cuarto de la octava. Los de Kicillof hacen lo propio con los suyos, y los de Massa van por su lado, según haya sido su cierre en cada circunscripción.

Asoma una reversión bonaerense de la lottizzazione que lubricó el sistema político italiano durante décadas en la segunda mitad del siglo XX. La Democracia Cristiana (DC), el Partido Socialista (PS) y otros accionistas minoritarios dividieron ministerios, empresas públicas y responsabilidades de Estado. Vero casino, nicho de corrupción endogámica, que tuvo su funcionalidad en años de alto crecimiento del país. Un ejemplo muy citado fue el de la radio y televisión RAI. El canal principal era para la DC, el segundo para el PS, y el tercerose concedía a la oposición, el Partido Comunista.

En la campaña bonaerense se percibe el lado negativo de la lottizzazione, pero no el positivo. “Sabíamos que iba a ser así. La campaña es Axel, los pibes estos (maximistas) armaron esto para perder”, sentencia un dirigente del peronismo bonaerense.

Otra fuente de la proximidad de Kicillof no niega la desunión ni la cacofonía, pero describe un escenario en el que los liderazgos locales “quieren ganar” y pasan de largo de los agravios. “Al territorio no llega lo que se digan en las redes Sebastián Galmarini (Frente Renovador) y Grabois. La convicción de que la prioridad es frenar el daño de Milei está muy firme”, afirma la voz.

Las diferencias en el peronismo bonaerense se evaporan a la hora de prenunciar una derrota en la elección del 7 de septiembre. ¿Táctica para eventualmente celebrar un empate o una victoria por poco? Es factible.

Hay razones para estimar una victoria de La Libertad Avanza (LLA), como la mencionada desarticulación de lo que ahora se llama Fuerza Patria, el traumático Frente de Todos y la sucesión de derrotas peronistas en las elecciones de medio término desde 2005.

La saña de la motosierra

Hay otra predicción posible. La motosierra se ensañó particularmente con las familias del conurbano, que alberga a cerca del 70% del total de votantes en la provincia de Buenos Aires. Una industria en retirada que expulsa trabajadores, la reducción de planes sociales, el precio del transporte y otros servicios básicos, la estigmatización de excluidos —componente argumentativo del macrismo que el mileísmo comenzó a hacer propio una vez que llegó al Gobierno— y el desfinanciamiento universitario golpearon a todo el país, pero combinaron sus efectos más negativos en el Gran Buenos Aires.

A un escenario económico de virtual estancamiento tras el rebote en el segundo semestre de 2024 y la nueva ronda de volatilidad económica disparada por el inolvidable “compra, campeón” de Luis Caputo, se suma un factor de aritmética electoral que deja el juego abierto.

El frente Somos Buenos Aires, que agrupa a radicales, disidentes del PRO y del peronismo, tiene su mayor fortaleza en el interior agrario bonaerense. Allí reside una población de mayor edad promedio que en el conurbano; es decir, mayor presencia de jubilados que perdieron poder adquisitivo y a quienes no siempre agrada tener un Presidente que hace gestos masturbatorios en público. Reside allí una tradición de voto a la UCR que demostró resiliencia ante la virtual extinción de ese partido como fuerza nacional.

Reunión cumbre de Javier Milei y el equipo económico en el programa de Alejandro Fantino, el 31 de julio de 2025. Animó el Tronquito.

En los papeles, si se repite el comportamiento tradicional, el peronismo ganará la tercera sección electoral (La Matanza, Avellaneda, Florencio Varela) y el no peronismo prevalecerá en los pueblos y ciudades rurales, y los principales conglomerados urbanos del interior (La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Tandil, Pergamino). El dato es que la presencia de Somos Buenos Aires podría dividir ese territorio, en el que tienen intereses varios intendentes radicales y del PRO disidente, y en el que la figura de Kicillof logra amortiguar la alta imagen negativa de Cristina.

La primera sección electoral (San Martín, Vicente López, Moreno, Zárate, 24 partidos urbanos y semiurbanos en total) alberga la mayor paridad. El pesimismo que transmite el peronismo indica que la lista de senadores bonaerenses que encabeza el ex-PRO y actual intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, marcha unos cinco puntos por delante del ministro de Infraestructura bonaerense y exintendente de San Martín, el kicillofista Gabriel Katopodis. Un motivo para la ventaja de Valenzuela sería que la boleta de Somos Buenos Aires en esa sección está encabezada por Julio Zamora, intendente de Tigre, un exmassista y exkirchnerista.

El intruso

Un intruso dominará la escena electoral en la semana que comienza y diluirá el débil interés en los cargos provinciales que se votan el 7 de septiembre. El cronograma electoral nacional para las elecciones de diputados y senadores del 26 de octubre establece que el próximo jueves vence el plazo para la inscripción de alianzas. Por ejemplo, podría quedar claro si Grabois concreta su amenaza de anotar una lista propia. El 17, en apenas dos semanas, deberán oficializarse los candidatos.

En el kicillofismo parecen haber quedado conformes (o escaldados) tras la pelea por las listas provinciales. Explican que ya lograron el objetivo de constituirse como un sector con identidad propia, autónomo de Cristina. “No hay espacio para más escándalos”, afirma una voz resignada.

El nombre que circula para encabezar la lista de Fuerza Patria en octubre es el de Massa, otro factor con potencial para eclipsar las últimas dos semanas de la disputa local bonaerense.

Algo parecido cabe para La Libertad Avanza. Karina y Sebastián Pareja negociaron con Cristian Ritondo y Diego Santilli los nombres del PRO, sumaron figuras de tercer y cuarto orden del peronismo y un sinfín de saltimbanquis para el 7 de septiembre, pero el peso de José Luis Espert podría hegemonizar la agenda a partir de la inscripción de las listas.

La publicación en este diario, el domingo pasado, sobre el aporte a la postulación presidencial de Espert en 2019 de un avión de uso libre y fondos por parte de Federico “Fred” Machado, y los detalles sobre un armado electoral que se transformó en una hoguera de arribistas y prestanombres, disparó especulaciones dentro de la alianza ultraderechista sobre el origen de la información.

Machado, argentino emigrado a Estados Unidos, es un empresario del negocio de la aviación y la minería que resultó detenido en abril de 2021 en Neuquén a pedido de un tribunal de Texas, por cargos de probable narcotráfico y fraude. En su momento, Espert minimizó el vínculo, sólo reconoció un vuelo compartido a Viedma y denunció una operación en su contra por parte de rivales de derecha.

Además del préstamo del avión, el empresario aportó fondos, en un rango que va desde los USD 100.000 a varios millones, según diversas fuentes de primer orden de la campaña de Espert en 2019. El diputado y los abogados de Machado, Francisco Oneto —también letrado de Milei en la presunta criptoestafa— y Roberto Rallín, no respondieron a consultas de este diario.

La denuncia de confabulaciones intergalácticas motoriza al mundo Milei desde sus orígenes. En este caso, la sospecha apuntó a que Santilli estaría tratando de moverle el piso a Espert con el fin de quedarse con el primer puesto en la boleta de LLA. Traducido: Santilli habría operado a través de elDiarioAR y quien firma para sacar a su rival interno de la cancha.

Interior del Bombardier Challenger en el que se trasladaba Federico

Surgen más detalles. El avión facilitado por Machado con el que Espert y su equipo viajaron a varias provincias es marca King Air, una nave interesante, pero menos lujosa que el Bombardier Challenger con el que se retrató el propio candidato en 2019 y que utilizaba personalmente el empresario rionegrino, hoy en prisión domiciliaria en Viedma. El Departamento de Justicia estadounidense confirmó a elDiarioAR que el pedido de extradición sigue vigente, y que está trabajando con el Gobierno de Milei para vehiculizarlo.

La base de los vuelos de Espert fue el aeropuerto de San Fernando, el mismo en el que el candidato y dos responsables de la campaña acordaron el préstamo del avión y una camioneta blindada jeep Cherokee, en una cita en marzo de 2019, según fuentes directas con conocimiento de los hechos. Otra persona apunta una primera aproximación de Espert y Machado en un club de golf de San Isidro, unas semanas antes.

Con el King Air cedido por Machado, Espert y su equipo viajaron a presentar libros y tejer el armado nacional del Frente Despertar a provincias como Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, entre otros destinos.

La postulación de Espert para octubre próximo fue anunciada por el propio Milei. El recorrido fue inusual, dado que el Presidente suele decir que delega la tarea del armado electoral en Karina, porque no es un tema de su interés. Es sabido que Espert no es de la preferencia del alicaído Santiago Caputo, pero la hermana también es reportada como renuente a avalarlo, a raíz de cuentas pendientes vinculadas al relato de aquella valija con dólares de 2021.

“Si lo anunció Javier, no hay margen para que Espert no sea candidato”, afirman en Casa Rosada.

Suena bastante probable.

slacunza@eldiarioar.com

SL

El avión King Air prestado por Federico

Encerrada en San José, Cristina pivotea entre el rol de mediadora, la aritmética del Congreso y la campaña por su liberación

Encerrada en San José, Cristina pivotea entre el rol de mediadora, la aritmética del Congreso y la campaña por su liberación

La aventura independentista de Grabois que amenaza con la ruptura de Fuerza Patria. Los nombres a encabezar la boleta de diputados nacionales en PBA. Las 15 bancas a renovar en el Congreso y la apuesta a ponderar la unidad.

En las horas frenéticas de la noche del cierre bonaerense, Cristina Fernández de Kirchner levantó el teléfono para intervenir en dos oportunidades. Para convencer a Axel Kicillof de bajar la candidatura de Verónica Magario (y de todas las candidaturas testimoniales) y para que Leo Grosso, del Movimiento Evita, entrara como candidato. En la primera fracasó, no así en la segunda, pero eso fue todo: aislada en su departamento sobre la calle San José, CFK delegó en sus armadores de La Cámpora la confección de las listas. Un ejercicio remoto del liderazgo que, a días del cierre nacional, tendrá un desafío: el de mediar para impedir que la unidad explote por los aires.

“Hay que ir juntos para resistir a Milei, no para posicionar gente para 2027. Hay que ser hijo de puta”, dispara, malhumorado, una de las primeras líneas de La Cámpora. De diálogo casi diario con CFK, el dirigente sintetiza, así, la reacción que tuvo el cristinismo frente a la aventura independentista de Juan Grabois. El gran drama de la interna peronista que se presenta, por estas horas, como la principal amenaza de ruptura en la previa del cierre de alianzas nacionales del 7 de septiembre.

Juan Grabois ingresa a la cumbre del PJ

En La Cámpora fueron más cautos que en el massismo –en donde salieron a calificar a Grabois de “mentiroso, delirante e inútil”–, pero CFK no perdió oportunidad para transmitir su enojo. En el cristinismo, el ultimátum del líder de Patria Grande, que advierte que jugará por afuera si Sergio Massa encabeza la lista de diputados nacionales, cayó como un baldazo. Casi como una traición. “Los que antes me decían que me deje de pelear con Axel son los mismos que se quieren pelear”, se quejó el propio Máximo Kirchner, en una entrevista con Cenital.

Detenida con prisión domiciliaria en Constitución, CFK observa desde arriba la discusión interna. No cuenta con la centralidad política que tenía antes del fallo de la Corte Suprema –o, incluso, en las semanas posteriores al anuncio de su inhabilitación–, pero ejerce su liderazgo como el martillo de un juez cuando hay una disputa. Y, a dos años de las PASO entre Massa y Grabois, la presidenta del PJ advierte que debe volver a intervenir para mediar en la guerra de extremos del peronismo frentista.

No está contenta con la vocación separatista de Grabois, y así se lo hizo saber al líder de Patria Grande (con quien nunca dejó de hablar). El rechazo de CFK, sin embargo, es más práctico que político. La ex presidenta tiene una calculadora en la cabeza que sopesa la cantidad de bancas que puede sumar el bloque peronista de la Cámara de Diputados y percibe que, de ir separados, el peronismo podría perder un diputado. El cálculo es por el sistema D’Hondt, la fórmula electoral que se utiliza para establecer el reparto de escaños y que tiende a favorecer la acumulación de votos por sobre la disgregación.

Sergio Massa junto a Rubén Eslaiman

“El peronismo tiene 15 bancas para renovar en PBA, ¿cuál es la mejor manera de renovarlas? Bueno, se decidió que era con la unidad”, grafica Máximo, en espejo de lo que piensa, por estas horas, su madre. CFK está preocupada por la composición del Congreso, que observa como el último bastión de la resistencia de la oposición frente a Javier Milei. El objetivo, explican en su entorno, es sumar masa crítica para poder conformar alianzas legislativas que permitan sortear los vetos presidenciales. Sin número, insisten, no hay resistencia posible. Y la unidad garantiza más escaños.

Este es el argumento que explica, por ejemplo, la presencia de Guillermo Moreno en un acto encabezado por Máximo en Hurlingham. Una aparición que, por un lado, funcionaba como un mensaje cifrado en medio de la interna entre el intendente Damian Selci y “Juanchi” Zabaleta: una suerte de sello de garantía peronista frente a un Zabaleta que acusa a La Cámpora de ser “gorila”. Pero, por el otro, una apuesta a reforzar la idea de que, en esta elección, la prioridad es ir juntos. Con todos. Hasta con Moreno, antiguo enemigo de Axel Kicillof y de La Cámpora y que, ahora, se especula que irá séptimo en la lista de diputados nacionales. Tábula rasa.

Guillermo Moreno en un acto encabezado por Máximo Kirchner en Hurlingham

En Patria Grande, sin embargo, se resisten a este análisis. El argumento es que Grabois, de jugar por afuera, podría sumar votos de electores menos proclives a votar a Massa. Es la misma lógica que atravesó las PASO de 2023, en las que Grabois fue a una interna presidencial con Massa para sumar votos por izquierda y terminó sacando 1,4 millones de votos (la mayoría en Provincia de Buenos Aires).

“No hay votantes de Juan que no nos voten a nosotros”, mascullan, sin embargo, en La Cámpora, y advierten: “No hay lugar para impugnar a nadie. Y Massa forma parte de esta nueva etapa del kirchnerismo”.

Entre nombres y campañas internacionales: la agenda de CFK

Las negociaciones con Patria Grande están abiertas y en el kirchnerismo, pese al mal humor, apuestan a poder cerrar una lista de unidad en la Provincia de Buenos Aires para el 17 de septiembre (fecha de la presentación de las listas nacionales). Es, después de todo, el mayor desafío que tiene Fuerza Patria por estas horas, ya que en otros distritos, como Ciudad de Buenos Aires, el camino está mucho más allanado.

Del otro lado de la General Paz, por ejemplo, el camporista Mariano Recalde se hizo cargo de la campaña y se dedicó a sumar a los espacios que habían competido por afuera en la elección porteña. Principios y Valores (Moreno), el Movimiento Evita (Juan Manuel Abal Medina) y Unidad Popular (Claudio Lozano) –ninguna de las cuales logró superar el piso en la elección local– irán dentro de la lista de Fuerza Patria. Recalde encabezará la lista de senadores nacionales, pero la de diputados es una incógnita: depende, una vez más, de lo que suceda con la negociación con Patria Grande. Si hay unidad podría ir Ofelia Fernández.

Máximo Kirchner y Juan Grabois comparten una actividad en Lomas de Zamora después de los cruces

En PBA, mientras tanto, los negociadores analizan un nombre para encabezar que no genere dolores de cabeza a nadie. El objetivo es sostener la frágil unidad. Nada más. “Inodoro, incoloro, insípido”, ironiza un dirigente de La Cámpora. Es decir: alguien que no sea ni Grabois ni Massa. Hay varios nombres circulando, como el de Jorge Taiana o el del intendente de Pilar, Federico Achaval.

Existe la posibilidad, a su vez, de que el propio Máximo encabece la lista como una forma de no generar rispideces: sería una decisión aceptable tanto para Massa como para Grabois. Kicillof podría tener cierta resistencia, pero luego del desastroso cierre de alianzas, que estuvo al borde de la ruptura, el camporismo y el kicillofismo sellaron una tregua: resistir unidos hasta el cierre de listas. “Es un matrimonio por conveniencia. Esperamos que con el tiempo llegue el amor”, desliza, entre risas, un cristinista.

CFK tendrá el okey final. Al igual que con la estrategia, que Fuerza Patria aún no terminó de definir. El consenso mayoritario de las tres tribus, sin embargo, es que la campaña girará fundamentalmente en torno a Milei y sus políticas.

Otro eje, aunque secundario, será la campaña por la liberación de Cristina. Tendrá dos ejes: uno ciudadano y otro internacional. El ciudadano consistirá en la organización de comités barriales que harán campaña por la inocencia de Cristina, en sintonía a lo que fue el “Lula Livre” del presidente brasileño cuando fue detenido.

La otra pata, la internacional, ya está en marcha y buscará denunciar la proscripción de Cristina en foros extranjeros. Hay dos comitivas que viajarán, durante el fin de semana, a México y Brasil a participar de encuentros partidarios en ambos países. El objetivo es consolidar la campaña como una causa regional, llevándola por fuera de los límites de la coyuntura electoral. Una bandera que la propia CFK desliza que no tiene que ser la prioritaria.

MC/MG

Los consultores del off: Move Group reaparece para diseñar la campaña bonaerense de La Libertad Avanza

Los consultores del off: Move Group reaparece para diseñar la campaña bonaerense de La Libertad Avanza

La firma vinculada a Santiago Caputo vuelve a intervenir en una instancia clave para los libertarios. Entre funcionarios y operadores, sus integrantes se mueven en la entretela del armado oficialista. La historia de una empresa que trabaja para todos y factura desde las sombras.

Milei se rodea de sus candidatos bonaerenses y habilita el regreso de Santiago Caputo a la campaña

En la nueva fase de la campaña bonaerense de La Libertad Avanza, reaparecen los nombres de siempre, aunque nadie los mencione oficialmente. La foto no circuló, pero existió: Tomás Vidal, gerente de Move Group y socio de Santiago Caputo, se reunió la semana pasada en Casa Rosada con dirigentes del armado libertario en la provincia de Buenos Aires. El encuentro tuvo lugar en las oficinas de Eduardo “Lule” Menem, en el primer piso de Balcarce 50. Fue el gesto inaugural de una tregua: tras semanas de roces y exclusiones, el asesor más influyente de Javier Milei vuelve a tener presencia activa en la campaña que buscará consolidar poder territorial el 7 de septiembre.

La intervención de Vidal marca el regreso operativo de Move Group al escenario electoral bonaerense. Según fuentes al tanto del acuerdo, Caputo se ocupará de la estrategia discursiva mientras Sebastián Pareja retendrá el control territorial. “Nada de actos ni liturgia vieja. Todo territorio y medios”, sintetizan en el comando de campaña. La consigna busca conectar con la experiencia exitosa del 18 de mayo en la Ciudad, donde el vocero presidencial, Manuel Adorni, capitalizó el voto propio y el acompañamiento directo de Milei.

Tomás Vidal, uno de los gerentes de la consultora Move Group, hoy a cargo de la estrategia de la campaña bonaerense de La Libertad Avanza.

Tras el convulsionado cierre de listas del 19 de julio, el armado bonaerense había sido blindado por Karina Milei y Lule Menem, con el objetivo de dejar afuera cualquier intervención externa. El corrimiento de Caputo formó parte de esa lógica. Pero con el correr de los días, el malestar entre las bases digitales y la caída en la competitividad electoral en secciones clave del conurbano activaron alarmas. El jefe de Gabinete Guillermo Francos ofició de mediador. Milei habilitó el acuerdo.

Move Group, cuya razón social es Green Consult SRL, nació en 2013 de la mano de Rodrigo Lugones y Guillermo Garat, dos discípulos de Jaime Durán Barba. Ese mismo año se sumó Caputo como junior. Según el libro El Monje, de Maia Jastreblansky y Manuel Jove, a partir de entonces “las identificaciones ideológicas quedaron a un lado y la nueva filosofía del grupo pasó a ser trabajar para el que mejor pagara. O, mejor dicho, para todos los que pagaran”.

Move Group, la consultora de la que forma parte Santiago Caputo.

La consultora que hoy vuelve a escena no figura como tal. Ninguno de sus fundadores aparece vinculado formalmente a la empresa. En los papeles, los únicos gerentes registrados de Move Group son Vidal y Diego “Derek” Hampton. Pero los vínculos con sus antiguos socios están lejos de haberse roto. En El Monje, los biógrafos de Caputo detallan el modelo interno: “Los asociados de la consultora jamás figuraron en ningún papel porque los vínculos comerciales entre los consultores estaban sellados mediante convenios privados. Si alguien traía un cliente, las ganancias se distribuían con el siguiente esquema: el 50% quedaba para la empresa, el 25% iba a los bolsillos de quien había conseguido el negocio (el finder’s fee) y el 25% se distribuía entre quienes efectivamente se ocuparían de desarrollar la campaña”.

Historias cruzadas

Lugones fue el mentor inicial de Caputo y es considerado hoy el más influyente de los exsocios fundadores. Aunque vive en Madrid desde 2022 –a donde se mudó para darle una educación europea a su hija mayor–, sigue siendo una figura gravitante en múltiples decisiones del gobierno libertario. “Rolo” sobrevuela el área de Salud –donde su padre, Mario, es ministro–, escucha a las prepagas y también opina sobre los destinos de activos estatales que Milei busca privatizar: IMPSA, Arsat, Trenes Argentinos, Correo Oficial. También se lo menciona como influencia sobre el Enacom, el PAMI, la SIDE, y en conflictos estratégicos como la disputa entre laboratorios nacionales e internacionales. Su campaña consagratoria, según El Monje, fue en 2009, cuando diseñó la comunicación de Francisco De Narváez en la elección que enfrentó a Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires.

Rodrigo y Mario Lugones, figuras clave en la gestión del área de Salud del gobierno libertario.

Garat, en tanto, ocupa hoy un lugar clave en el entramado comunicacional del Gobierno. Exsocio de Caputo y cofundador de Move Group, fue designado como vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF. Desde allí, “Guillo” maneja una estructura de asignación publicitaria que combina auspicios, patrocinios y convenios con fundaciones, todo por fuera del radar del control público. En 2024, bajo su órbita, YPF destinó $97.110 millones en publicidad, un 39,9% más que en el último año del gobierno de Alberto Fernández. Solo en el primer semestre de gestión libertaria, la cifra trepó a $33.000 millones. El dato, revelado por el investigador del Conicet Agustín Espada, encendió las alarmas: esa caja se convirtió en la vía paralela para financiar medios afines, luego de que la Jefatura de Gabinete recortara la pauta directa.

Una lógica pragmática atraviesa toda la historia de Move Group. En 2023, durante la campaña nacional, trabajó para todos los espacios competitivos. Mientras Caputo asesoró a Milei y Garat participó del operativo fallido para instalar a Eduardo “Wado” de Pedro como candidato presidencial del peronismo, el otro gerente de la consultora, Derek Hampton, comandó la estrategia de Patricia Bullrich. En la actualidad, trabaja para los gobernadores patagónicos Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa, según escribió la periodista Giselle Leclercq en Perfil, y mantiene contacto directo con su primo Julián Ross Hampton, director de Estudios de la Gestión Gubernamental de la Jefatura de Gabinete, que responde a Caputo y tiene a su cargo la contratación de encuestas oficiales.

Guillermo Garat, vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF y exsocio del asesor presidencial Santiago Caputo en la consultora Move.

Algo similar ocurre con Tomás Vidal. Su primo, Manuel Vidal, es hoy uno de los operadores políticos más activos en el entorno de Caputo. Exasesor del PRO, intentó sin éxito convertirse en el principal articulador legislativo del oficialismo en la Cámara de Diputados tras el desembarco de Milei en el poder. La jugada terminó en un cortocircuito. En diciembre, cuando impulsó un intento por forzar sesiones extraordinarias antes de Navidad, fue desautorizado por el propio Guillermo Francos y frenado de plano por Martín Menem.

Desde entonces, “Manu” opera en las sombras, pero sigue siendo señalado por sus adversarios internos. En el entorno de los Menem lo responsabilizan por la difusión de los contratos entre Tech Security —la empresa que integraba el ahora diputado riojano— y el Banco Nación, un escándalo que golpeó también a la pareja del vicedirector del banco, Darío Wasserman, y a Pilar Ramírez, legisladora porteña y armadora cercana a Karina Milei.

En medio de la dinámica expansiva que caracteriza a Move Group, no sorprende que Garat hoy maneje la pauta oficial desde YPF. Ni que Lugones se haya convertido en un asesor omnipresente que piensa estrategias, escucha empresarios y da recomendaciones sobre qué hacer con las empresas públicas. Lo que parece haberse instalado es un modo de hacer política: sin designaciones, sin nombramientos, pero con presencia constante en la toma de decisiones. Ni dentro ni fuera del Gobierno. Y siempre disponibles para trabajar, si el cliente paga.

PL/MG

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Asesinatos, detenciones, abusos y desalojos, el lado B de la minería en América Latina

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Por casi 2.000 años, la Iglesia Católica –por entonces absolutamente mayoritaria en América Latina– se preocupó más por la salvación de las almas que por los entornos y circunstancias en los que esas almas vivían. Hubo, desde luego, figuras disidentes –como Fray Bartolomé de las Casas, quien escribió Brevísima relación de la destrucción de las Indias– que dieron cuenta del arrasamiento que siguió a la conquista de América.

Fueron minoría y hubo que esperar casi cuatro siglos para que –bajo la forma de la denominada Teología de la Liberación– surgiera en y para este continente una mirada que convirtiera a los textos sagrados en una hoja de ruta. Todo sucedió después del Concilio Vaticano II y de un Papa (Juan XIII) muy consciente de que la alevosa desconexión entre la Iglesia y el mundo exigía una urgente modernización.

El proceso conciliar implicó más de 2.000 asistentes (o “padres conciliares”, venidos de todo el mundo), dos años de duración, dos Papas (Juan para la apertura y su sucesor, Paulo VI, para el cierre) y una lengua (el latín) que, para cuando proceso estuvo terminado, ya no era la única en la que hablaba la Iglesia. En efecto, aquel vigésimo primer concilio ecuménico marcó un nuevo rumbo en una institución milenaria y definitivamente hostil al cambio.

Reunión de líderes y lideresas en Oruro, Bolivia.

Entre los muchos resultados de aquel encuentro, hubo uno más que simbólico: se pasó de la misa en latín –llena de “ora pro nobis”, “Agnus dei quitoli pecata mundi” y mil frases más que la gente repetía sin entender– a una en lengua vernácula. De repente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hablaron fuerte, claro y en paisano. Más aún, el padre oficiante –que había estado por siglos de espaldas a los feligreses– comenzó a dar misa mirando a la gente. Directo a los ojos de sus comunidades. Distraerse entre hostias y pilas bautismales, con el tiempo, dejó de ser opción. El compromiso era ahora con los pobres reales, con los descalzos de carne y hueso.

El resto ya es historia: el sacudón lo conmovió todo y terminó sintiéndose mucho más allá de catedrales y tiempos. Tanto que se volvió una reacción en cadena: tres años más tarde, en 1968 y con el objetivo de adaptar a la realidad latinoamericana el mensaje del II Concilio, se desarrolló en Medellín, Colombia, la Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM). Y en 1971 vio la luz el que se considera el texto fundacional del movimiento: Teología de la Liberación, del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez.

En este texto se consignan los fundamentos de una revolución “desde abajo” que –en tiempos de Guerra Fría– fue mirada con enorme desconfianza tanto por los Estados Unidos como por las oligarquías que eran sus aliados locales.

Ya desde entonces fue clara la relación directa entre las venas abiertas de esos territorios degradados y las condiciones de vida de quienes los habitaban. Sólo que, con los años, ese vínculo entre la revolución “desde abajo” y la lucha en defensa del ambiente se volvió insoslayable. Pelear en defensa de los pobres fue sinónimo entonces de alzar la voz por los ríos, la selva, los montes. La tierra vuelta metáfora de las vidas que dependían de ella.

No por casualidad a Gutiérrez, que en mayo de 2018 cumplió 90 años, el papa Francisco lo felicitó diciendo: “Gracias por todos tus esfuerzos y por tu forma de interpelar la conciencia de cada uno para que nadie quede indiferente al drama de la pobreza y de la exclusión”. ¿Coincidencia? En absoluto.

De texto sagrado al texto sangrado

Volviendo a los días posteriores al Concilio, todo fue por entonces una revolución. En un proceso de bajada de la Biblia a la tierra, cerca del sufrimiento y de las luchas de lo que el pensador uruguayo Eduardo Galeano bien llamó “los nadies” (“los hijos de nadie, los dueños de nada. Los ningunos, los ninguneados. Corriendo la liebre, muriendo en vida”), parte de la Iglesia de Latinoamérica dejó de lado la salvación personal y apostó a la redención colectiva. A la lucha por el Paraíso en la Tierra.

Carlos Mugica desarrolló gran parte de su labor en la Villa 31 de Retiro.

Sin embargo, la prédica de muchos de esos sacerdotes fue percibida como una amenaza, ya no sólo por los gobiernos autoritarios que pulularon en la década de 1970 sino también por la misma jerarquía de la Iglesia católica, más preocupada por resistir los embates del comunismo que por escuchar a sus fieles. Como decía –no sin ironía– el sacerdote Elder Cámara, único brasileño candidateado cuatro veces al Premio Nobel de la Paz: “Cuando doy de comer a un pobre soy un santo. Cuando pregunto por las causas de su pobreza, soy un comunista”.

Todo, con el tiempo, se volvió salvaje. En pocos años, el clima político se enrareció y una sotana ya no fue garantía de nada. Así, en mayo de 1974, en Argentina, un grupo armado de extrema derecha asesinó a balazos al sacerdote Carlos Mugica, parte del movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo. Dos años más tarde, también en Buenos Aires, un grupo paramilitar ejecutó a tres curas y a dos seminaristas palotinos.

Pero tal vez fue el asesinato en plena misa de Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de El Salvador, lo que marcó un límite sangriento para esta Iglesia comprometida con su pueblo.

El sacerdote Óscar Arnulfo Romero, más conocido como monseñor Romero, era reconocido por sus homilías a favor de los derechos humanos.

Con todo, los sacerdotes “en opción por los pobres” nunca se detuvieron sino que ajustaron sus acciones a un nuevo y más hostil paisaje. Los dos papados siguientes (Juan Pablo II y Benedicto XVI) volvieron a colocar a la Iglesia en su tradicional distancia con respecto al mundo. Hasta que la llegada al Vaticano de un cura venido desde el sur del sur y con una propuesta radicalmente distinta (“Hagan lío”) reavivó el mensaje del Concilio Vaticano II.

Del papa Francisco a los curas “verdes”

Hoy, al impulso de viejas demandas reescritas bajo nuevas lógicas y a la luz de textos-faro como Laudato Si’ (Loado seas, frase tomada de un texto de San Francisco de Asís y título de la carta encíclica del Papa Francisco considerada la primera “encíclica verde” por su defensa abierta de la Naturaleza y el llamado a cuidar de “la Casa Común”), el espíritu de la Teología de la Liberación parece volver a latir en distintos puntos de nuestra América.

En cada marcha, en cada discurso, en cada mensaje, son los sacerdotes unidos a sus comunidades y los curas de base lo que se colocan al frente de muchas disputas ambientales. Con una particularidad para nada menor: los sacerdotes alguna vez acusados de “rojos”(comunistas) son ahora rebautizados como “verdes” (en el sentido de ambientalistas) y reciben ataques y amenazas que a menudo se extienden a sus comunidades.

Los curas acompañaron los reclamos contra la minería en Esquel desde el principio, hace de esto ya más de dos décadas, y sostuvieron ese reclamo en el tiempo. En 2012, por ejemplo, los sacerdotes de la prelatura de Esquel se manifestaron abiertamente en contra de la megaminería y, seis años después, el cura Antonio “Tono” Sánchez Lara tuvo el extraño privilegio de participar de una “cumbre” de referentes políticos y empresarios mineros en Chubut. Allí, no bien tomó el micrófono, repudió la represión a los vecinos y dijo que “la empresa miente, la empresa compra conciencias”.

El tiempo pasó pero el padre, un cura salesiano, sostuvo y fortaleció su compromiso porque, como él mismo dice, “los partidarios de la megaminería nos acusan, a los que no deseamos la minería a cielo abierto, con explosivos y químicos, de ser alimentados por el gobierno, de no vivir en la meseta, de no entender sobre minería, de tener una vida fácil y segura. No es así, señores megamineros. Muchos vivimos y compartimos la vida, las ilusiones, las luchas y las esperanzas de la meseta. Muchos no estamos de acuerdo con la megaminería y la extracción de metales de nuestro suelo”.

En ese sentido, uno de los casos más emblemáticos es el de Antonio Juan López, un defensor del ambiente y responsable de la Pastoral Social en Tocoa, Honduras, quien fuera asesinado en diciembre de 2024 a la salida de la iglesia. López conocía y releía Laudato Si’, aparecida en 2015, el texto donde la máxima autoridad de la Iglesia católica habló no sólo de lo que denomina “pecados contra la Creación” –en referencia al daño ambiental del que en mayor o menor medida todos y todas somos responsables– sino que también de otro concepto clave: la “conversión ecológica”.

El sacerdote Juan López fue defensor ambiental y líder comunitario asesinado en Honduras en 2024.

Signo de los tiempos, parecería ser que hoy el eje de la discusión ya no pasa tanto por cuestiones de fe, de mostrarse fiel a una determinada religión, sino más bien por volver a creer en la naturaleza como un gesto de Dios a la Humanidad. De allí, también, la obligación de protegerla y respetarla.

Pero que Laudato Si’ haya resonado como resonó en América Latina es cualquier cosa menos casual, sobre todo recordando los cinco siglos de despojo y saqueo que acumula el continente. Lo primero que se fue hacia Europa fueron el oro y plata; más tarde fue el turno del petróleo, el hierro y el cobre.

Y hoy, al compás de la reconversión energética, el mundo desarrollado requiere de tierras raras y de minerales –no por casualidad bautizados como “estratégicos”– cuyos depósitos se concentran en el sur del mundo. Así, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, 61% del litio que se requiere para las baterías, 45% del cobre y 34% de la plata que se necesitará para mover un mundo sin gas y sin petróleo están en América Latina. Sí, en la región más desigual del planeta.

Los obispos en contra el “petróleo blanco”

En ese contexto, y desde la mirada sintetizada en Laudato Si’, cada pecado capital se reescribe en clave ecológica y es justamente ese gesto de “dueñidad”, el pensarnos amos y señores de un planeta que no nos pertenece, lo que termina comprometiendo el futuro.

Pero también lo que impulsa a la acción porque, ¿cómo sería posible desanclar la lucha por la justicia social de lo que la precede: la lucha por la justicia ambiental? ¿Cómo se podría –en un mundo dividido en tajadas entre los poderosos de turno, que necesitan indefectiblemente de los recursos de todos– hablar de educación, equidad o de derechos humanos cuando ni siquiera el aire o el agua son ya bienes comunes? Sin embargo, es precisamente de esa lucha desigual de donde saca sus fuerzas esta revolución discreta que recibió el gran espaldarazo con la aparición de la “encíclica verde”. Hay también otras señales, como el cambio en las directrices financieras FinAnKo (“inversiones financieras según criterios eclesiásticos”) que señalan hoy que invertir en oro es tan poco ético como hacerlo en petróleo o en armas.

No sólo eso: hitos como la firma del Acuerdo de París fueron también importantes para fortalecer la lucha que hoy toma mil rostros. Desde los compromisos más orgánicos –como el reciente documento de las conferencias episcopales del Sur Global de cara a la COP 30, a realizarse en noviembre de 2025– hasta expresiones locales de defensa de la Casa Común, hoy las iglesias de América Latina escriben la historia de esta Teoría de la Liberación 2.0. Contra el silencio y el negacionismo, publican documentos, acompañan movilizaciones y también hacen una crítica ética de los extractivismos.

“No les importa la inflación, no les importa el trabajo de la gente, no les importa hipotecar el futuro del país, no les importa el cuidado de la tierra, los proyectos mineros que hipotecan el agua y la tierra. Se lo pedimos de corazón a Dios, a través de Ceferino: ¡Escuchen a la gente! Que haya un diálogo transparente. Y no hablen de audiencias públicas, que son obras de teatro con actores pagos”, reclamó hace un año con voz firme Alejandro Benna al cierre de la peregrinación en honor a Ceferino Namuncurá, el “santito gaucho”.

Parecía el discurso de un activista ambiental pero no: Benna es el obispo del Alto Valle en Río Negro, Argentina, y su fervor es cualquier cosa menos casual. Como pastor en una de las regiones más acechadas por los extractivismos, conoce de primera mano el impacto de estos en las comunidades. Justamente por eso, lejos de entrar en el modo celebratorio de las autoridades locales y nacionales frente al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), él y otros curas hablan fuerte y claro en defensa de la Casa Común.

Otro de ellos es el obispo de Rawson, Roberto Alvarez, quien también expresó dudas sobre los paraísos que suelen prometer las corporaciones y hasta se animó a hablar de “pasivos ambientales”. La reacción del oficialismo no se hizo esperar y el diputado de LLA José Luis Espert los acusó a ambos de fomentar “el pobrismo”, de oponerse al progreso y hasta de consumir “hostias alucinógenas” sólo por hacerse preguntas sobre el impacto de un posible derrame de petróleo sobre la pesca artesanal, la ballena Franca y las pinguineras. “Dedíquense a las cosas de Dios. No jodan”, cerró su violento mensaje Espert.

El obispo de Rawson, Chubut, monseñor Roberto Álvarez.

En El Salvador, en cambio, no son sacerdotes sino la misma Conferencia Episcopal (CEDES) la que le pide al presidente Nayid Bukele que revierta la decisión de volver a la minería metálica y advierte sobre sus “costos mortíferos para el medio ambiente”, mientras que en Brasil el descubrimiento de depósitos de litio en una de las regiones más empobrecidas del sureste del país (el valle de Jequitinhonha) ha puesto en alerta a la comunidad y a sus pastores. La razón: detrás del boom del “petróleo blanco” se oculta una demanda enorme de agua y un riesgo de contaminación bien concreto. Hay, también, daños colaterales ya visibles, como la disparada de los precios de la comida y del alojamiento, impulsada por la llegada de una importante minera canadiense.

Tan es así que la Comisión Episcopal de Ecología Integral no duda en denunciar la cara oculta de lo que llama sin vueltas “colonialismo energético”. Denuncia, concretamente, que “en el Valle del Jequitinhonha, la llamada transición hacia energías limpias está demostrando ser un proceso de explotación intensa y devastadora, marcado por proyectos mineros y de infraestructura que comprometen los ecosistemas y las comunidades locales”.

Otro tanto sucede en Perú, donde la iglesia local –encabezada por monseñor Angel Cárdenas, obispo de Iquitos– se alió con su feligresía para salir en defensa no sólo del agua sino del reconocimiento de los ríos Nanay y Marañón como “sujetos de derechos”. La movilización, bajo la divisa “Surcamos por el agua y la vida”, se llevó a cabo en marzo de 2025 y destacó la necesidad de proteger los sistemas acuáticos de la Amazonía. Y, cómo no, la encíclica Laudato Si’ fue una vez más cita de autoridad inevitable.

Una de las movilizaciones en defensa del agua en Iguitos (Perú), encabezada por monseñor Angel Cárdenas.

El paisaje de la Iglesia movilizada en defensa de la Casa Común se repite así en muchos otros puntos. Uno de ellos fue Oruro (Bolivia), donde la Red Iglesia y Minería reunió hace un año a 30 líderes comunitarios de Argentina, Brasil y Perú para definir estrategias en defensa del ambiente.

Se habló de la necesidad de informar y consultar a las comunidades sobre los verdaderos impactos de las nuevas formas del extractivismo. Y, sobre todo, de la urgencia de seguir velando porque “la Casa Común” se convierta en una causa común y realmente nos incluya a todos.

FS/MG

Este artículo es parte de COMUNIDAD PLANETA, un proyecto periodístico liderado por Periodistas por el Planeta (PxP) en América Latina, del que elDiarioAR forma parte.

Encontraron al último minero atrapado en Chile y confirman que no hay sobrevivientes

Encontraron al último minero atrapado en Chile y confirman que no hay sobrevivientes

El fiscal Aquiles Cubillos informó que el cuerpo de Pávez fue encontrado a las 15:30 horas. Su muerte se suma a las de sus compañeros Paulo Marín, Gonzalo Nuñez, Carlos Arancibia, Alex Araya y Jean Miranda.

La angustiante búsqueda en la mina El Teniente, en Chile, terminó de la peor manera cuando las autoridades confirmaron, este domingo, el hallazgo del cuerpo sin vida de Moisés Pávez, el último de los seis mineros que se encontraban atrapados desde el pasado jueves, con lo cual se confirmó que no hubo sobrevivientes en la tragedia.

“Hoy damos término a una etapa muy importante que fue la de encontrar los cuerpos de los trabajadores accidentados. Lamentamos profundamente este desenlace, pero al menos esperamos dar un poco de paz a sus familiares”, declaró el fiscal.

La noticia generó una profunda conmoción en todo el país. El presidente de Chile, Gabriel Boric, viajó a Rancagua para reunirse con las autoridades y acompañar a las familias de las víctimas en este duro momento.

El derrumbe, ocurrido el pasado jueves 31 de julio en la comuna de Machalí, a unos 100 kilómetros de Santiago de Chile, se produjo como consecuencia de un fuerte sismo, que dejó también nueve heridos, quienes lograron salir de la mina subterránea y se pusieron fuera de peligro.

Los operativos de búsqueda continuaron a partir de allí para dar con los dos trabajadores que permanecían desaparecidos, cuyos cuerpos fueron siendo hallados desde el viernes.

Las autoridades investigan si el temblor fue provocado por un sismo natural que sacudió la región el jueves por la tarde, o si se originó a raíz de actividades realizadas en el interior del yacimiento de cobre.

MU con información de la agencia NA