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El juez federal definió archivar la investigación a raíz de un pedido del fiscal Mola, el mismo fiscal que viene apelando para que se le revoque la prisión domiciliaria a Cristina Fernández de Kirchner. Mola argumenta que no se detecaron irregularidades en el accionar del Servicio Penitenciario Federal.
Después de un año de dolores de cabeza, Martín Menem puede respirar tranquilo: la Justicia cerró la causa que investigaba la visita que un grupo de diputados libertarios hizo al penal de Ezeiza para reunirse con Alfredo Astiz y otros genocidas condenados. El juez federal Luis Armella consideró, tal como sostenía Patricia Bullrich, que el Servicio Penitenciario Federal no había incurrido en ninguna irregularidad para facilitar el encuentro. El juez se hizo eco, así, del dictamen del fiscal Sergio Mola, el mismo fiscal que viene apelando para que Cristina Fernández de Kirchner deba cumplir su condena en prisión.
El 11 de julio del año pasado, seis diputados de La Libertad Avanza se subieron a una combi oficial de la Cámara baja, viajaron al complejo penitenciario VII de Ezeiza y pasaron una tarde junto a un grupo de represores, entre los que se encontraba Astiz, pero también Alberto “Gato” González, Antonio Pernías, Adolfo Donda y Raúl Guglielminetti. Todos detenidos y condenados por crímenes de lesa humanidad.
Allí, los diputados libertarios -Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo, Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci- se reunieron y fotografiaron con los represores. Todos menos una: Bonacci, quien denunciaría, luego, que había sido “engañada” por Benedit, el organizador de la visita y uno de los coordinadores del chat en el que se barajaban propuestas que permitieran que los genocidas pudieran acceder a prisión domiciliaria.
En ese chat de WhatsApp participaba también el cura Javier Olivera Ravasi, hijo del represor Jorge Olivera, quien coordinaba encuentros para aquellos que quisieran ayudar a los condenados por lesa humanidad. En el grupo se llegó a presentar, incluso, un proyecto de ley que reformaba el Código Penal e incorporaba una nueva causal de extinción de la acción penal: cuando hubieran transcurridos 20 años desde el momento en que el Estado tomara conocimiento de un delito. El proyecto se llamaba “Derecho a ser juzgado en un plano razonable”.
Toda esta información fue aportada por Lourdes Arrieta, la otra arrepentida, en una denuncia penal que presentó contra sus propios compañeros de bloque. La ex diputada libertaria, incluso, apuntaría contra Menem, lo que le terminó valiendo que la expulsaran del bloque oficialista.
El juez Armella decidió archivar la causa en sintonía con el pedido que había hecho el fiscal Mola, quien dictaminó que el Servicio Penitenciario Federal no había cometido ningún delito. Cuando la causa cayó en sus manos el año pasado, Mola decidió circunscribir la investigación a si habían existido irregularidades por parte del Servicio Penitenciario, que responde a Patricia Bullrich, cuando los diputados realizaron la visita. Y dictaminó que no había motivos para continuar investigando.
El motivo del foco de la investigación era que, en los chats aportados por Arrieta, los diputados mencionaban que contaban con el visto bueno de Bullrich y al jefe del SPF. Cuando se realizó la visita, además, no los revisaron ni les pidieron sus teléfonos celulares (que luego serían utilizados para sacarse la foto de familia con Astiz).
Mola sostiene, sin embargo, que los diputados no habían realizado una “visita”, sino un “recorrida” para conocer las condiciones de los presos. La diferencia es crucial, ya que para las “visitas”, las personas están obligadas a pasar un procedimiento de seguridad -como escáner corporal y detector de metales- y deben realizar el encuentro con el preso en un área común.
Las “recorridas” o inspecciones institucionales para conocer las condiciones de la privación de libertad, en cambio, debe ser garantizada por la autoridad penitenciaria “debiendo prescindir de diligencias innecesarias que obstaculicen su realización”, tal como precisa Mola en su dictamen (al que eldiarioAR tuvo acceso).
“Que a una visita a detenidos por parte de representantes del Estado las autoridades del SPF la hayan considerado como una ”recorrida“ no parece ilógico. Al así considerarla, resulta atendible que a los visitantes no se le hayan realizado mayores procedimientos de control”, sostiene Mola, y agrega: “¿Por qué motivo la autoridad penitenciaria debería haber tomado ante legisladores nacionales una actitud distinta a las que habitualmente adopta frente a autoridades judiciales?”.
Para Mola, que viene de apelar con Diego Luciani el beneficio de arresto domiciliario que se le concedió a Cristina Fernández de Kirchner, “no surgen elementos para considerar un actuar doloso por parte de los funcionarios penitenciarios”. Y el juez coincidió y archivó la causa.
Un año después del escándalo que sacudió el corazón del bloque libertario. De embestidas opositoras que intentaron crear una comisión investigadora y fracasaron. De chats filtrados y guerras internas. Después de varios dolores de cabeza, Menem puede estar tranquilo con que al menos ese drama quede en el pasado.
MC/JJD
El presidente de Brasil fue al departamento de la líder del PJ luego de reunirse con Milei en el Mercosur. La exmandataria en prisión domiciliaria cuestionó duramente al Gobierno y habló de "miseria planificada".
Apenas un saludo protocolar con Javier Milei y cruce de discursos de ocasión. Pero luego, casi una hora con Cristina Fernández de Kirchner en su prisión domiciliaria. Lula da Silva dio la nota este jueves en su paso por Argentina al visitar a la exmandataria en su departamento, donde cumple la condena por la Causa Vialidad.
Lula, que pasó 580 días presos durante la presidencia en Brasil de Jair Bolsonaro, arribó alrededor de las 12:30 al departamento de la calle San José 1111 del barrio porteño de Constitución para visitar a Cristina. Salió cerca de las 13.30 para luego emprender la vuelta a su país. En el corto espacio entre la puerta del edificio y su auto de seguridad, el brasileño levantó un brazo para saludar a los militantes kirchneristas que se acercaron para asistir a la distancia a la especie de contracumbre entre Lula y Cristina.
Quienes presenciaron la reunión fueron el diputado nacional de Unión por la Patria (UxP) Eduardo Valdés y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel que se quedaron luego más tiempo con la ex jefa de Estado.
Cristina aprovechó la trascendencia de la visita de Lula, incluso el impacto mundial que tiene su figura, para lanzar un incendiario tuit contra el ajuste del gobierno de Milei. Acusó al libertario de llevar adelante un programa de “miseria planificada”, así como un “terrorismo de Estado de baja intensidad”.
La expresidenta detenida caracterizó el encuentro con Lula como “un acto político de solidaridad” y luego apuntaló que la gestión de Milei tiene una fuerte “deriva autoritaria”. Entonces desarrolló un rosarios de cuestionamientos al Gobierno en distintas áreas, desde los recortes de gas por las bajas temperatura al caso de los militantes kirchneristas detenidos por Patricia Bullrich tras el escrache en la casa del diputado José Luis Espert.
“Nos costó demasiado construir LA DEMOCRACIA ARGENTINA como para permitir que ahora, paso a paso, la desmantelen. Sin embargo, esa misma democracia HOY ESTÁ SIENDO VACIADA DESDE ADENTRO POR UN GOBIERNO QUE SE DICE ”LIBERTARIO“… PERO QUE SOLO LE DA LIBERTAD A LOS MÁS RICOS”, escribió Cristina.
Criticó los recientes ataques de Milei a la prensa y hasta recordó el caso del fotógrafo Pablo Grillo, quien terminó internado por la represión de Gendarmería. “Reporteros Sin Fronteras ya señaló que la Argentina fue el país con la mayor caída en libertad de prensa del mundo… 47 posiciones en los dos años que lleva Milei de presidente. Y eso que los datos son de antes de que dejaran en coma al reportero gráfico Pablo Grillo por documentar la marcha de los jubilados”, apuntó la exmandataria.
Habló del plan de inteligencia de la SIDE que habilita el espionaje interno a todo aquel que “erosione la confianza” en el relato oficial. “¿Y quién decide qué erosiona la confianza? ¿Caputo? ¿Karina? ¿Conan?”, ironizó CFK.
Dijo que el terrorismo de Estado de “baja intensidad” se da también por la vigilancia policial en redes sociales y las detenciones sin orden judicial que habilitó Bullrich. “ESTÁN CONVIRTIENDO AL PAÍS EN UN EXPERIMENTO CONTINENTAL. Así como Pinochet hizo que Chile fuera el laboratorio de los Chicago Boys, hoy quieren que nuestro país sea el banco de pruebas de Milei y los Caputo Boys. Mismo manual: SALARIOS DE HAMBRE, PRIVATIZACIÓN TOTAL, ENTREGA ABSOLUTA AL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL”, lanzó. Llamó a la militancia a organizarse y recordó la multitudinaria marcha del 18 de junio pasada en Plaza de Mayo contra su detención.
Al final, cerró: TARIFAS POR LAS NUBES, estufas apagadas, vos hablando de que hiciste buen trabajo en Mercosur… ¿y DEJASTE MAR DEL PLATA SIN GAS? Dale hermano… SEGUÍ VENDIENDO HUMO… lástima que no calienta“.
El presidente del Tribunal Oral Federal 2 Jorge Gorini autorizó el miércoles que el mandatario brasileño se reúna con Cristina y la visitó cumplió con la regla impuesta cuando se otorgó arresto domiciliario a laexpresidenta, relativa a “abstenerse de adoptar perturbar la tranquilidad del vecindario comportamientos que puedan y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.
Un fuerte operativo de seguridad rodeó la zona del domicilio de Cristina. Gorini tomó esa decisión como juez de ejecución de la condena tras recibir una solicitud de la defensa de CFK Kirchner, ante la llegada al país de Lula para la Cumbre de presidentes del Mercosur.
“Autorízase a Cristina Fernández de Kirchner a recibir la visita en el domicilio donde cumple su prisión domiciliaria del Presidente de la República da Silva, a realizarse el Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula próximo jueves 3 de julio”, resolvió el magistrado.
Además, indicó: “Hágase saber que deberá darse estricto cumplimiento a la regla de conducta que fuera impuesta en el punto III.B del decisorio del 17 de junio último, concretamente, el deber de abstenerse de adoptar perturbar la tranquilidad del vecindario comportamientos que puedan y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.
En la misma resolución, se autorizó el ingreso sin necesidad de permiso previo de todos los incluidos en la lista “reservada” que la defensa de la ex presidenta entregó al tribunal con nombres de familiares, custodios, abogados y médicos.
El encuentro de Cristina y Lula fue el primero de ambos con ella detenida, aunque ya hablaron por teléfono apenas la Justicia condenó a prisión domiciliaria a la exmandataria. En su momento el brasileño contó como intimidad de la conversación a la distancia que lloraron. Este jueves finalmente se encontraron cara a cara, en una fuerte señal desafiante a Milei.
Con información de agencia NA
MC/CRM
El Presidente encabezó la reunión de mandatarios en la Cancillería. Su discurso marcó críticas al espacio regional. El momento de zozobra que tuvo el brasileño, que hoy visita a Cristina Kirchner.
“Tenemos una estructura elefantiásica”. “Estamos sometidos a una cortina de hierro”. “Emprenderemos el camino de la libertad y lo haremos acompañados o solos”. Javier Milei abrió este jueves la cumbre del Mercosur en Buenos Aires con fuertes críticas al bloque que la Argentina comparte con Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, junto a otros Estados asociados.
El Presidente recibió a sus pares en la sede de la Cancillería y solo con sus gestos dejó expuesto la disímil relación política-personal que tiene con sus pares. Fue evidente la seriedad de Milei al recibir al brasileño Lula da Silva, con quien apenas compartió un saludo formal y la foto protocolar. El mandatario del vecino país además tuvo que soportar unos minutos en las escalinatas del Palacio San Martín que no se vio en la transmisión oficial antes de ingresar a un salón para verse con el libertario.
“De vagar” –por “despacio”, en portugués–, se lo escuchó decir a Lula en un momento de zozobra cuando llegó con su comitiva a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, que conduce el canciller Gerardo Werthein. Luego fue el propio ministro de Milei que salió para buscar a Lula y llevarlo con Milei.
La tensión con Lula está marcada, además, por la visita del brasileño a Cristina Kirchner en su prisión domiciliaria. El mandatario tuvo que pedir permiso a la Justicia para ir a San José 1111, encuentro que se agendó para esta tarde, una vez que finalice la agenda protocolar del Mercosur.
A diferencia del cruce con Lula, Milei se mostró muy efusivo con el paraguayo Santiago Peña. “¡Yo tengo frío todavía acá!”, dijo el mandatario del vecino país cuando ingresó a la Cancillería, en medio de la ola polar que azota a Buenos Aires. “¡Je, yo también!”, le devolvió Milei entre sonrisas y abrazos. “¿Qué haces?”, remató.
Hoy la Argentina le traspasó a Brasil la presidencia pro témpore del Mercosur y el libertario buscó dejarle un mensaje a su par: “Esperamos que la próxima presidencia adopte las ideas de libertad”, avisó. Luego alertó ante la continuidad del país en el espacio regional: “Si los socios del bloque prefirieren resistir al cambio, tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que nos unen”.
Antes Milei había dicho: “El Mercosur incumplió su objetivo original, cercenó libertades económicas y privó de oportunidades a los privados de la región. El Mercosur, al que de mercado y de común, le quedó cada vez menos”. Y lanzó: “Nosotros buscamos ponerle fin a lo que consideramos una inercia destructiva”.
Pese a las amenazas de ruptura la Argentina de Milei desandó en el último tiempo una actitud beligerante, entendiendo que la salida del bloque requiere aprobación legislativa y un consenso político que hoy no existe. Aun así, como ya contó elDiarioAR, el Gobierno dio gestos simbólicos de desapego, como el recorte de fondos al Parlamento del Mercosur y al Instituto de Derechos Humanos del bloque. Por eso el Presidente dijo en su discurso de apertura que el Mercosur tiene “una estructura elefantiásica”.
Milei recordó hoy que en el semestre del país al frente del bloque, el país “propuso un esquema más libre en lugar de la cortina de hierro a la que estamos sometidos”. Celebró en ese sentido que se haya reflotado el acuerdo con la Unión Europea, que aún sigue pendiente en su letra chica. Este miércoles se oficializó la conclusión del tratado con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), conformada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Pero la apuesta mayor de Milei es abrir negociaciones directas con países como Estados Unidos. En ese sentido el Mercosur aceptó exceptuar 50 productos por país del arancel externo común del bloque para que así cada miembro negocie con Trump rebajas arancelarias. “Debemos dejar de ser un escudo que nos proteja para convertirnos en una lanza que permita profundizar los mercados”, dijo Milei. La frialdad de la relación con los mandatarios se notó, también, en el estricto protocolo. Milei se limitó a hacer su discurso, pasarle la posta a Lula y listo. No armó ni impulsó reuniones paralelas con sus pares, aunque a última hora trascendió que podría verse a solas con los presidentes de Uruguay, Yamandú Orsi, y de Panamá, José Raúl Mulino. Al mediodía la cumbre del Mercosur ya había finalizado por completo.
MC
De acuerdo a las proyecciones de Economía, con respecto al PBI se prevé una expansión de la actividad de 5,5% A nivel sectorial, se estima que el agro mejorará 2,1%, al industria 5,3% y el comercio 7,6%. El comercio en su conjunto mejorará 5,1% y los servicios 4,6%.
El Gobierno nacional espera una inflación de 22,7% para 2025 y un precio del dólar de $1.229 hacia fin de año, según el adelanto del proyecto de Presupuesto 2026 remitido al Congreso Nacional.
En el marco de las leyes vigentes, el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento el Informe de Avance sobre la Elaboración del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional correspondiente al Ejercicio Fiscal 2026.
Ese documento expresa las condiciones generales con las cuales se elaborará la iniciativa. En este caso, contiene las proyecciones estimadas para 2025, sin referencias al próximo ejercicio.
Respecto de las pautas para 2026, no hay proyecciones de tipo de cambio o inflación.
En cambio se estimó un aumento de la recaudación del orden de 22%
Por otra parte, el acuerdo con el FMI establece un objetivo de superávit primario del 2,2% del PBI para 2026.
La Jefatura de Gabinete envió esta semana al Congreso –como parte del anticipo del Presupuesto 2026– un documento que “condensa los ejes del programa: equilibrio fiscal, desregulación estatal, impulso a la inversión privada y un intento de blindaje institucional para garantizar la continuidad de estas políticas. Pero debajo de ese orden, emergen contradicciones visibles”.
El escrito oficial reconoce que 2024 “fue un año recesivo, con una caída del 1,7% del PBI, un desplome del 17,4% en la inversión y una baja del 4,2% en el consumo privado. El rebote proyectado para 2025 (5,5% de crecimiento del PBI) se apoya en un fuerte repunte de la inversión y del consumo”. El Gobierno lo explica como resultado del orden fiscal, la estabilidad cambiaria y la liberalización del comercio. Sin embargo, omite referencias directas a los niveles actuales de pobreza o desigualdad, y minimiza los efectos distributivos de un ajuste que redujo en términos reales el gasto público, las transferencias sociales y el salario estatal.
Uno de los anclajes del modelo es la estabilidad cambiaria. El dólar oficial se proyecta en $1.229 para fin de 2025, con un aumento del 20% anual, lo que implica una apreciación real del tipo de cambio. Esta política ayuda a contener la inflación, pero tensiona al sector exportador, que ya manifiesta preocupación por el retraso cambiario. En paralelo, se registra una baja pronunciada de la inflación: tras el pico de diciembre de 2023 (25,5% mensual), el índice se desaceleró hasta el 1,5% mensual en mayo y se espera cerrar 2025 con una inflación interanual del 22,7%.
El Gobierno hace eje en el superávit financiero –0,3% del PBI en 2024 y 0,8% acumulado a mayo de 2025– como símbolo del “cambio de régimen”. Sostiene que la eliminación del déficit y de la emisión monetaria como fuentes de financiamiento marcan un “nuevo orden macroeconómico”. Esto le permitió también cumplir con las metas del acuerdo con el FMI, que exige un superávit primario de 0,4% en el primer trimestre del año. Pero esa disciplina vino acompañada de fuertes recortes que impactaron en la obra pública, los subsidios, los fondos universitarios y los ingresos previsionales.
En materia social, el mensaje oficial destaca el “acompañamiento sin intermediarios” como nuevo paradigma. Se resalta el aumento real de la Asignación Universal por Hijo y de la Tarjeta Alimentar, así como el refuerzo en las prestaciones a jubilados tras el cambio en la fórmula de movilidad. Pero el mismo texto admite que el empleo privado registrado creció apenas 28.000 personas en un año y que el peso de los asalariados privados en el total del empleo registrado cayó al mínimo. No hay datos actualizados sobre pobreza, aunque los indicadores de 2023 la ubicaban por encima del 41%.
La gran apuesta del oficialismo es que el rebote económico de 2025 consolide una nueva etapa de crecimiento. El Presupuesto proyecta una suba de 7,2% en el consumo privado, 22,7% en la inversión y 3,7% en las exportaciones. El tipo de cambio se mantendría bajo, y la inflación seguiría en descenso. Pero la sostenibilidad de ese sendero depende de múltiples factores: acceso a crédito, estabilidad política, clima social, y capacidad del Gobierno para mantener el orden macro sin dinamitar su base de apoyo social.
El ajuste avanza, el gasto cae y la macro mejora. Pero el costo social del camino elegido sigue presente, aunque el Gobierno evite nombrarlo. El desafío, de cara al Presupuesto 2026, será lograr que ese orden no sea solo contable, sino también social.
PRESUPUESTO GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN NACIONAL - EJERCICIO 2026
PRESUPUESTO GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN NACIONAL EJERCICIO 2026
El actual vicario auxiliar de la Prelatura y primero en orden de sucesión de su líder Fernando Ocáriz, el sacerdote Mariano Fazio, fue formalmente acusado por tres fiscales argentinos en la causa por trata de mujeres pobres para servidumbre
La acusación es contundente: el sacerdote Mariano Fazio, primero en la línea sucesoria para ser el jefe máximo de la Prelatura de la Santa Cruz y el Opus Dei, fue parte del sistema de trata de mujeres pobres para explotación laboral que diseñó y ejecutó la Obra durante al menos cuatro décadas en la Argentina, su país, y que tiene al menos 43 víctimas. Así lo afirma el escrito de ocho páginas al que tuvo acceso exclusivo elDiario.es y que pide que se lo cite a declaración indagatoria junto a otros cuatro religiosos.
En 2024, tras dos años de una investigación secreta y sin precedentes, la Procuraduría contra la Trata de Personas de Argentina (PROTEX) y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°3, habían elevado una acusación formal contra las máximas autoridades del Opus Dei en Buenos Aires. En ese pedido se citaba a indagatoria a los exvicarios regionales, Carlos Nannei (1991-2000), Patricio Olmos (2000-2010) y Víctor Urrestarazu (2014-2022) y había llamado la atención que no se nombrara a Fazio, quien había estado en el mismo cargo en el período intermedio entre los dos últimos.
Fazio llegó a Roma en 2014, un año después de que su coterráneo Jorge Mario Bergoglio se convirtiera en el papa Francisco. El nombramiento, primero como vicario general, no fue casual. El jefe máximo del Opus Dei entonces, Javier Echevarría, lo llevó con el fin de buscar acercarse al jesuita que, aunque recién desembarcaba en el Vaticano, ya aparecía con una impronta reformista que los alarmaba. Según fuentes cercanas al Opus Dei y al Vaticano, la intención fue la de “controlar” a Francisco, con quien Fazio sostenía una relación cordial en Buenos Aires.
El pedido formal de imputación, despachado el pasado 11 de junio por los fiscales Alejandra Mángano, Marcelo Colombo y Eduardo Taiano, va dirigido al juez federal Daniel Rafecas y sostiene que las pruebas que alcanzan a los demás acusados son suficientes para imputar también al segundo hombre más importante del Opus Dei en el mundo.
La sede principal del Opus Dei en la Argentina está ubicada en el barrio de la Recoleta, uno de los más caros de Buenos Aires. Allí, en un edificio que ocupa más de un cuarto de manzana y que fue construido sobre un terreno donado por una dictadura militar y con subsidios de otra, viven las máximas autoridades de la organización, incluida toda la cúpula religiosa.
Allí también, en una torre de ventanas casi tapiadas, funcionó y funciona Laya, la mayor residencia de mujeres de servicio de la organización: criadas que atienden a los hombres de las jerarquías sin recibir ningún pago por su trabajo y en condiciones de semiencierro. Allí vivió Mariano Fazio durante muchos años, incluidos los cuatro en los que fue vicario regional y allí trabajó la testigo principal de la investigación.
La causa en Argentina, que podría tener réplicas en otros países, habla de 43 casos de explotación. Sin embargo, la gran mayoría de las denunciantes logró irse antes de 2008 del Opus Dei –algunas tuvieron que escaparse–, fecha en la que entró en vigor la Ley de Trata, y por lo tanto sólo cuatro casos del total se enmarcan en ese delito. En tanto, la prescripción en tres de los casos que son posteriores a 2008 podría estar en juego porque que tiene un plazo de 12 años.
La acusación se centra en el caso de una mujer boliviana que fue captada cuando era menor y sirvió como mucama durante 31 años. M.I.E. –sus iniciales– fue llamada a declarar por segunda vez en abril de 2025. Entonces, frente al juez Rafecas, la testigo clave amplió su testimonio y señaló que conocía al “padre Mariano” (Fazio), que había coincidido con él en la sede central mundial del Opus Dei en Roma –a ella la habían enviado como sirvienta y a él como jerarquía– y en la sede central en Buenos Aires, donde también trabajó muchos años. La mujer aseguró que entre 2009 y 2014 tuvo asignada la limpieza de la habitación de Fazio, justo en el período en que fue vicario regional.
M.I.E. también contó su experiencia con el vicario Carlos Nannei (1991-2000), predecesor de Fazio en Buenos Aires, enviado a Roma junto a él en 2014 con el mismo fin de influir en el Papa Francisco y también acusado en la justicia por los mismos cargos. M.I.E. contó que en las “meditaciones” –ceremonias religiosas diarias en los oratorios del Opus Dei–, el sacerdote Nannei les decía que “querer irse de la obra era como salirse de la barca” y que una de las cosas de las que se tenían que convencer era que “salir de la barca era una muerte súbita”. También que, para eso, tenían que “rendir el juicio, quemarse por Dios, hacerse holocausto por Dios”.
La imputación sobre Fazio describe las características del trabajo de M.I.E.: “La cantidad de labores que le eran exigidas, la disponibilidad a toda hora, las interminables jornadas, y el sometimiento psicológico volvieron a formar parte de esta nueva declaración”, dice el escrito y resalta una frase de la víctima: “Yo iba por la calle pensando que no quería vivir más. Iba por la calle pensando cómo puede la gente sonreír. Ahí me mandaron al psiquiatra”.
Los fiscales concluyen que “la respuesta institucional a lo que eran las consecuencias de la vida que le exigían eran antidepresivos, somníferos, ambos suministrados por psiquiatras de la organización”.
El 14 de mayo pasado, el nuevo papa León XIV citó en su oficina a las máximas autoridades de la Prelatura de la Santa Cruz y el Opus Dei. Allí estuvieron el español Fernando Ocáriz, jefe máximo de la organización, y el argentino Fazio. A juzgar por las fotos oficiales, la audiencia fue amable y hubo sonrisas. Sin embargo, fue una reunión en la que el nuevo pontífice se mostró dispuesto a seguir el camino iniciado por Francisco, quien disminuyó el poder y quitó la jerarquía al Opus tras la denuncia en Argentina y mandó a la organización a modificar sus estatutos. Con casi tres años de retraso –el último fue tras la muerte del argentino–, justo después de aquella audiencia con León XIV terminaron la tarea y a mediados de junio los presentaron.
Ahora, la gran pregunta entre los círculos de exmiembros del Opus Dei de todo el mundo, así como de otros allegados al Vaticano es si León XIV volverá a reunirse con un imputado por delitos gravísimos o si, aún más lejos, permitirá que continúe en su posición de jerarquía en una institución que ya está en el punto de mira. La misma pregunta vale para Ocáriz, quien tiene que decidir si mantiene como su segundo a Fazio.
Los fiscales volvieron a exigir al juez Daniel Rafecas que se concreten las indagatorias a los acusados y remarcaron la demora de casi diez meses desde la primera petición, el 20 de agosto de 2024. También destacaron la obligación internacional del Estado argentino “de garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de delitos”: “En un caso con las características del presente, que involucra a mujeres víctimas de trata de personas bajo la modalidad de reducción a la servidumbre en el ámbito de una institución religiosa, corresponde tener especialmente en cuenta el deber de debida diligencia en las investigaciones judiciales que las involucran”.
A su vez, en el mismo precedente se resaltó que “la impunidad de los delitos cometidos envía el mensaje de que la violencia contra la mujer es tolerada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de inseguridad en las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas en el sistema de administración de justicia”. En este sentido, los fiscales agregaron que “la garantía del plazo razonable exige que los procesos penales no se dilaten innecesariamente, y que las investigaciones y resoluciones sean realizadas sin demoras indebidas”.
Si tenés información sobre este caso u otros similares, podés escribirnos al correo seguro pistas@eldiario.es