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Se vota hoy en la Ciudad de Buenos Aires, en una elección que será determinante para las disputas nacionales

Se vota hoy en la Ciudad de Buenos Aires, en una elección que será determinante para las disputas nacionales

Javier Milei y Mauricio Macri miden su fuerza a través de sus candidatos para la Legislatura porteña. El Presidente apuesta todo a Adorni, el PRO se aferra a su bastión, el peronismo va por una victoria histórica y los disidentes incomodan. En la Ciudad, se elige quién escribe el libreto de la derecha del futuro.

Con las campañas cerradas, la votación en CABA resetea la política nacional y pone a prueba liderazgos y estrategias para 2027

Durante un mes y medio, la ciudad de Buenos Aires fue el escenario de una campaña atípica: corta, intensa y atravesada por el duelo no resuelto de la derecha. Mientras algunos candidatos buscaban votos, otros buscaban revancha. Las recorridas se solaparon con los reproches, los afiches con las traiciones, y los cierres de campaña con la sensación de que, esta vez, se vota más que bancas. La elección porteña de este domingo pone en juego 30 escaños en la Legislatura, pero también es un referéndum tácito sobre quién tiene la hegemonía del voto opositor al kirchnerismo, cuál es el verdadero músculo del Gobierno en territorio porteño y cuán lejos puede llegar la crisis del PRO.

En un distrito gobernado por la misma fuerza desde hace casi dos décadas, la elección se volvió una disputa por el futuro de ese legado. El PRO, que alguna vez fue sinónimo de orden en la Ciudad, llega dividido, con las que fueran sus principales figuras enfrentadas y con su base electoral amenazada por el avance libertario. La Libertad Avanza, que busca marcarle la cancha a Macri en su bastión, enfrenta su propio dilema: consolidar una identidad sin aparato, con un candidato sin trayectoria territorial. Y en ese cruce, el peronismo —históricamente marginal en CABA— aparece por primera vez con chances de liderar la votación. Lo que parecía una contienda legislativa terminó transformándose en un posible ensayo general del nuevo mapa a nivel nacional.

La Libertad Avanza: Adorni es Milei (¿pero el electorado lo sabe?)

El cierre de campaña en Parque Mitre buscó decirlo sin rodeos: “Adorni es Milei”. La frase se repitió en carteles, discursos y gestos. Javier Milei suspendió su viaje al Vaticano y se subió al escenario con su vocero para consolidar esa imagen. Manuel Adorni, sin agrupación, sin aparato y sin territorio, es el candidato de Karina Milei, la figura más poderosa del armado libertario en la Ciudad. Pero también es un experimento: llevar al primer plano electoral a un funcionario cuyo capital político es su exposición mediática.

La campaña fue deliberadamente austera: pocas actividades presenciales, caminatas breves, sin globos ni liturgias tradicionales. La estética del mileísmo porteño se sostiene en la narrativa de la pureza: Adorni no representa una fuerza política, sino un discurso. Por eso, la estrategia incluyó evitar el debate en TN —“discrimina a los candidatos menos conocidos”, dijeron— y apostar por el evento oficial.

Milei fue el orador principal del cierre de campaña de Adorni en Parque Mitre.

El problema para el oficialismo es que, aun con todo ese despliegue, Adorni todavía no lograría que el grueso del electorado lo identifique automáticamente con Milei. En Casa Rosada lo admiten: “Hay gente que lo ve todos los días, pero no sabe que es candidato”. El spot presidencial buscó resolver eso. El acto en Recoleta también. Pero la incógnita persiste.

A eso se suma la amenaza de Ramiro Marra, el candidato díscolo. Su sola presencia fragmenta el voto libertario. Su campaña digital —con la instalación de un discurso estigmatizante para con las personas en situación de calle, a quien denomina como “fisuras”— lejos estuvo de ser silenciosa. Y aunque no tiene el respaldo de Karina Milei, su apellido todavía rankea.

El PRO: cierre con escenografía de unidad, clima de divorcio

El jueves por la noche, el PRO montó su acto de cierre en el Club 17 de Agosto, en el barrio de Villa Pueyrredón. En el escenario 360°, Mauricio Macri y su candidata, Silvia Lospennato, compartieron elogios, agradecimientos y arengas. Pero el clima estaba lejos del triunfalismo: los globos amarillos ya no alcanzan para tapar la interna.

El PRO llega golpeado, sin la UCR, sin la Coalición Cívica y sin Confianza Pública. Su armado es más endogámico que nunca. Pero eso no impidió que Macri intentara relanzar su liderazgo con una frase significativa: “El PRO está unido y está de pie otra vez”. Más allá del voluntarismo, lo que realmente está en juego es su control sobre el electorado antikirchnerista, ante el avance libertario.

Silvia Lospennato cerró la campaña con un acto 100% PRO

Lospennato, primera candidata, cargó con el peso simbólico de la ley de Ficha Limpia. Su derrota en el Senado, leída por muchos como una maniobra de La Libertad Avanza, le dio volumen a su discurso anticasta. Pero también dejó heridas: el fracaso legislativo, dicen en su equipo, fue intencional y estratégico. Una forma de negarle una victoria simbólica a días de los comicios.

El macrismo endureció su retórica en la recta final. Desde el escenario, Lospennato pidió: “Que los decentes elijan gente decente”. La diputada buscó despegarse de la nacionalización de la campaña. Pero todo el acto se leyó como parte de una estrategia mayor: contener la fuga hacia Milei, resistir el avance de Karina y blindar lo que queda del proyecto PRO.

Leandro Santoro: el peronismo que quiera dar el batacazo

Leandro Santoro no solo lidera la mayoría de las encuestas. También es el primero que, desde el peronismo, tiene una chance real de ganar una elección porteña desde que existe el macrismo. Su cierre de campaña, en la Facultad de Medicina de la UBA, apuntó a las emociones: evocó al papa Francisco, a Pepe Mujica, a la universidad pública y a la “ética del cuidado”. Fue un acto político, pero también un manifiesto ideológico.

Leandro Santoro durante su cierre de campaña en la Facultad de Medicina de la UBA.

Santoro sabe que su capital es doble: ser conocido, pero no “quemado”, como sí ocurre con otras figuras que supieron encabezar listas porteñas del peronismo. Representar al kirchnerismo, pero sin repetir su liturgia. En su discurso, denunció el ajuste, defendió la salud pública y atacó el modelo libertario. “Se traicionan entre ellos. Eso es lo que le va a pasar a la Argentina si no frenamos este modelo”, sentenció.

La coalición que respalda a Santoro —“Es ahora Buenos Aires”— incluye al PJ porteño, La Cámpora, el Frente Renovador y otras fuerzas menores. En el espectro peronista, por fuera de esa lista, estarán Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana) y Alejandro Kim (Principios y Valores) que se presentan con sus respectivas ofertas. En un escenario fragmentado, Santoro puede ganar aun sin romper el techo.

Larreta y Marra: los exiliados que incomodan

Horacio Rodríguez Larreta eligió otro camino. Se fue del PRO, fundó su propio espacio (Movimiento al Desarrollo) y se alió con Graciela Ocaña. No hizo actos masivos. Optó por recorrer barrios, dar entrevistas y pedir perdón. “Fui el responsable de traer a Jorge Macri”, dijo en un streaming. Su apuesta es simbólica: marcar diferencia con el macrismo duro y mantenerse como opción moderada.

No espera ganar. Busca sostener presencia, construir capital legislativo y dejar claro que no está fuera del juego. Su figura aún genera ruido dentro del PRO, donde muchos no le perdonan la interna de 2023. Pero su presencia en la boleta obliga a recalibrar el reparto final de bancas.

Adorni, Santoro, Larreta, Marra y Levy serán los contrincantes de la aún posible primer candidata del PR, Lospennato.

Del otro lado, Marra representa la primera gran fractura del mileísmo. Fue expulsado por Karina Milei, desplazado del bloque y desautorizado públicamente. Pero siguió en carrera con su sello propio. Su nombre, asociado a la primera etapa libertaria, sigue teniendo peso. No tiene chances de ganar, pero puede arrastrar lo suficiente como para hacer perder a Adorni.

La UCR, la izquierda y la disputa por una banca

El radicalismo porteño apostó por Lula Levy, una figura joven y con discurso renovador. Con el respaldo de Martín Lousteau, Evolución cerró filas con el Partido Socialista y el GEN. Su acto en Vorterix reunió a buena parte del progresismo no peronista, en un intento por recuperar visibilidad frente a los bloques mayoritarios. Levy criticó a la “clase política marciana” y buscó conectar con los sectores medios desencantados con el mileísmo y el PRO.

La Coalición Cívica, en cambio, va en solitario. Paula Olivetto encabezó una campaña discreta, orientada a mantener su representación. Un caso similar al de Ricardo Caruso Lombardi: el MID busca ampliar su bloque con el ingreso del extécnico de San Lorenzo, cuya campaña se extendió por las calles porteñas.

El Frente de Izquierda, por su parte, se presenta unido con Vanina Biasi como principal figura, mientras que el Nuevo MAS, de Manuela Castañeira, va con Federico Winokur. Son todas fuerzas que compiten con un objetivo claro: llegar. En un escenario donde la nacionalización del debate eclipsó las propuestas locales, mantenerse dentro del recinto ya es una victoria.

La diputada y candidata porteña por el Frente de Izquierda Vanina Biasi

Es que este domingo no hay jefatura de Gobierno en disputa, ni cargos nacionales en juego. Pero el resultado de este domingo podría reconfigurar algo más profundo que la composición de la Legislatura porteña. En una Ciudad históricamente refractaria al peronismo, dominada por el PRO durante casi dos décadas y ahora acechada por el avance libertario, cada voto vale más que una banca: puede definir liderazgos, dinamitar alianzas o consolidar proyectos que piensan 2027 desde ahora.

Para el oficialismo nacional, es una oportunidad para medir cuánto pesa la marca Milei sin Milei en la boleta. Para Karina, el test de su poder de armado puro. Para el PRO, la posibilidad de frenar el retroceso en su bastión. Y para el peronismo, la chance de convertir un terreno hostil en una virtual base electoral. La Legislatura es el escenario, pero el verdadero botín es el poder.

PL/MG

La Legislatura porteña renueva la mitad de sus bancas y empieza a tejer el mapa nacional

La Legislatura porteña renueva la mitad de sus bancas y empieza a tejer el mapa nacional

Se renuevan 30 de las 60 bancas, pero es mucho más que eso. El resultado del domingo será clave para reinterpretar la expectativa de poder y el marco de las alianzas políticas. La gobernabilidad del PRO y la pelea de LLA por convertirse en garante del voto antikirchnerista.

Más que una elección legislativa: el voto en la Ciudad llega como termómetro de la disputa nacional

Para el PRO, es una lucha por la supervivencia política. Para La Libertad Avanza, la posibilidad de eliminar al PRO y posicionarse como el único garante del voto anti kirchnerista. Para el peronismo, una ventana de oportunidad para posicionarse de cara a 2027. Para Horacio Rodríguez Larreta, la oportunidad de renacer de las cenizas. En la elección del domingo, la Legislatura pone en juego 30 de las 60 bancas, pero no solo eso. El resultado de este 18M dará cuenta del nuevo mapa político de la era Milei. 

Hay 2,5 millones de personas registradas para votar en la Ciudad de Buenos Aires que definirán, con su voto, la renovación de la mitad de la Legislatura porteña. Son, en total, 17 las listas que competirán para ingresar a la Legislatura a partir del 10 de diciembre: una muestra de la fragmentación caótica a la que, la eliminación de las PASO y la atomización política, han llevado a la elección local más importante de los últimos 20 años. 

Manuel Adorni, Leandro Santoro, Silvia Lospennato y Horacio Rodríguez Larreta, candidatos a legisladores porteños.

Frente a la dispersión, sin embargo, la atención está centrada en seis candidatos: Silvia Lospennato (PRO), Manuel Adorni (LLA), Leandro Santoro (UxP), Horacio Rodríguez Larreta (ex PRO) y Ramiro Marra (ex LLA). En una elección pareja, con encuestas que ofrecen más empates técnicos que certezas, y el fantasma de un elevado nivel de ausentismo, la diferencia de votos que estos seis candidatos saquen entre sí será clave para reinterpretar la expectativa de poder y el marco de las alianzas políticas de los próximos dos años.

El resto de los candidatos, mientras tanto, batallarán para superar el piso del 3% y, a partir de ahí, disputar para lograr anotarse alguna banca más. Este es el caso de la radical Lucille Levy (Evolución), Vanina Biasi (FIT), Paula Oliveto (Coalición Cívica), Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana) y Alejandro Kim (Principios y Valores), entre otros. 

Qué pone en juego cada fuerza en la Legislatura

En tanto oficialismo cuya gobernabilidad está puesta en juego, nadie se juega tanto en esta elección como el PRO. Jorge Macri tiene todavía dos años más por delante para gobernar la Ciudad, y necesita sostener el control de la Legislatura si quiere llegar bien parado para 2027. 

De las 12 bancas que tiene Vamos por Más (que es la coalición oficialista que lidera el PRO), el macrismo pone en juego 6 bancas. De esas 6, sin embargo, solo 2 son realmente PRO y responden a Darío Nieto (el jefe de bloque), ya que hay 2 que responden a Larreta (Claudio Romero y Emmanuel Ferrario) y 2 que son de la Coalición Cívica (Hernán Reyes y Cecilia Ferrero). 

El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, en el acto de cierre del PRO

Para el comando de campaña del PRO, sin embargo, una “buena elección” no es cuantificable en términos numéricos. Estiman que, incluso en los peores escenarios, el macrismo podrá sumar unas 6 o 7 bancas más. Un incremento cuantitativo y cualitativo, ya que, a diferencia de la lógica coalicionista del último par de años, el PRO se asegura de que los que ingresen serán “puros” que responden a los primos Macri. 

La clave del resultado, insisten, es relacional. Es decir: cómo se posiciona el PRO con respecto a la lista de Adorni, ya que de eso dependerá la dinámica de relación con los aliados. El objetivo principal, la fantasía más febril, es ganarle a LLA. En el macrismo descuentan que Leandro Santoro saldrá primero, y no les preocupa: “El kirchnerismo va a sacar lo que saca siempre, 28 puntos como mucho. Pero LLA sí se juega mucho. Si logramos ganarle a Adorni, que nos tiró todos los tanques y el aparato oficial, tenés un triunfo simbólico que no es menor”, razona una de los principales dirigentes porteños del macrismo. 

Afiche de Silvia Lospennato

Incluso saliendo terceros, pero con solo 1 o 2 puntos de diferencia de Adorni, el PRO –el mismo PRO que, hace unos años, sacaba casi el 50% de los votos– festejará. El objetivo es enviar un mensaje al resto de los partidos, que son necesarios para tejer alianzas en la Legislatura, de que el PRO continúa vivo. “Es expectativa de poder. A nosotros nos desafiaron en nuestra Ciudad, necesitan ver que nos la bancamos. De eso depende de que se te animen o no”, explican en el bunker de campaña ubicado en la calle Balcarce.

El bloque libertario, mientras tanto, pone en juego 6 de sus 8 bancas, dos de ellas ocupadas por bullrichistas que hicieron su pase a las fuerzas del cielo: Juan Pablo Arenaza y María Luisa González Estevarena. De los entrables, sin embargo, Patricia Bullrich logró colocar a uno propio, que no es otro que Arenaza. 

Para el Gobierno nacional, la pelea en la Ciudad es una excusa para terminar de barrer al PRO del mapa político y asegurarse, así, la hegemonía del voto de derecha. “Ganarle al PRO en CABA es como ganarle a Cristina en La Matanza. Si lo conseguimos ya está, octubre después está resuelto”, explica un importante armador libertario porteño. El objetivo es sacarle más de 5 puntos de ventaja a Lospennato y anotarse, así, unas 7 u 8 bancas que les permitan hacerle la vida imposible a Jorge Macri durante los dos años de gestión que le quedan. Una política que, la jefa de bancada Pilar Ramírez, comenzó a poner en práctica el año pasado. 

El vocero y candidato a legislador porteño Manuel Adorni.

“Los libertarios quieren sangre”, reconocen en el bloque amarillo, en donde han tenido dificultades hasta para aprobar el Presupuesto debido a la rebeldía de Ramírez. Hasta ahora, sin embargo, Macri ha logrado sostener la gobernabilidad a través de un mapa de alianzas con el radicalismo, el MID y el libertario excomulgado, Ramiro Marra. Su capacidad de retener el control de esas alianzas, sin embargo, dependerá del resultado del domingo. 

La UCR, por ejemplo, se juega 3 de sus 8 bancas, y buscará retenerlas de la mano de la dirigenta estudiantil, “Lula” Leavy. Confianza Pública y Republicanos Unidos, mientras tanto, renuevan una banca cada uno. Este grupo, así como los lilitos de la CC, representan las esquirlas de lo que quedó de Juntos por el Cambio: una inagotable fuente de acuerdos para el PRO que, sin embargo, podría fracturarse si los aliados ven débil al oficialismo. 

Larreta, incluso, ya comenzó a tantearlos con la expectativa de rearmar una suerte de JxC 2.0 que sea opositor tanto al gobierno de Milei como al de los Macri. El ex jefe de Gobierno porteño quiere volver a conducir la Ciudad y planea utilizar su banca en la Legislatura como un trampolín para 2027. Y, para llegar, necesitará de la mayor cantidad de aliados posibles. Mantiene buen vínculo, incluso, con un sector del peronismo, que este domingo renovará 8 de sus 18 bancas. Un buen vínculo que podría significar, a partir de diciembre, una inagotable fuente de dolores de cabeza para Jorge Macri en lo que le queda de su gestión.

MC/MG

Los Milei y los Macri, en un cara a cara para reordenar a las derechas

Los Milei y los Macri, en un cara a cara para reordenar a las derechas

Trazos indelebles del expresidente al ultra. El fundador del PRO, entre su reinvención y el riesgo de la jubilación y la extinción de su partido. Hipótesis de cogobierno en la Ciudad. Escenario desconocido: un resultado adverso que rechace las pasiones tristes de los Hermanos.

La irrupción de Javier Milei en el escenario político despierta un debate a la hora de definir su perfil. Un postulado indica que se trata de un populismo de derecha, especie de contracara del kirchnerismo. Otro, que representa un eslabón más de los ensayos económicos liberales, de esos que “integran a Argentina al mundo”, del estilo de Martínez de Hoz, Menem y Macri, con los ribetes singulares que emanan de los Hermanos que aman a los Perros.

También circula la mirada de que Milei es el exponente más extremo y uno de los más exitosos de la ola de ultraderecha, o alt-right o post-fascista que recorre el mundo. Un fenómeno global que se explica por la fase de desarrollo del capitalismo.

Las tres acepciones citadas conviven sin excluirse entre sí, pero la elección de hoy en la Cuidad invita a poner los pies en la tierra y observar los trazos que condujeron a esta aparente rivalidad en la que varias derechas se muestran los dientes.

Hay razones para suponer que un gobierno en el que Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Patricia Bullrich ocuparon puestos de máxima responsabilidad —el de Mauricio Macri— se parece bastante a un gobierno en el que Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Patricia Bullrich ocupan puestos de máxima responsabilidad —el de Javier Milei—. No están solos. Un importante dirigente con peso territorial que se mudó del PRO a La Libertad Avanza afirma haber computado 150 funcionarios del Gobierno nacional que pertenecieron a la administración Cambiemos (2015-2019).

Sturzenegger, Caputo y Bullrich dejan saber que el Ejecutivo de Macri les ató las manos a la hora de completar la faena. Entre el precepto de avanzar de a poco, los balances dentro de la coalición y las idas y vueltas del entonces presidente, las “reformas estructurales” quedaron a mitad de camino, dicen los tres ministros. Con Milei es distinto, porque parece gozar con las víctimas de la motosierra, las agravia, las difama, las niega, a la espera del paraíso de convertir a Argentina en Singapur en poco tiempo.

Hay razones para suponer que un Gobierno en el que Sturzenegger, Caputo y Bullrich ocuparon puestos clave —el de Macri— se parece bastante a un Gobierno en el que Sturzenegger, Caputo y Bullrich ocupan puestos clave —el de Milei—

El tiempo dirá cuál de las dos experiencias llegó más a fondo. Si se mide por el endeudamiento con el FMI, el Caputo de Macri ocupa el primer puesto en la historia del organismo; el Caputo de Milei, el segundo. En el recorte a las jubilaciones, el ultra y el fundador del PRO empatan (20%), y en cuanto a las víctimas por las represiones salvajes por las que Bullrich saca pecho, tampoco surgen mayores diferencias.

De todas formas, las estadísticas indican que los recortes de Milei son mucho más draconianos que los implementados por Macri en sus primeros dos años, y que el objetivo de reducir la volatilidad es ahora palpable. El ultraderechista está aniquilando el Conicet y las universidades; con su predecesor en la Casa Rosada, se trató de ajustes más clásicos para su signo político.

El resultado es distinto, pero ambos anclaron sus políticas en una narrativa que acusa a los organismos de derechos humanos de medrar en un curro y, a los científicos, de perder recursos en trabajos sobre el Rey León o el ano de Batman, en una avanzada ignorantista muy difundida por panelistas de la tele. En otra invariante, las pantallas del Grupo Clarín y el eficaz Alejandro Fantino se muestran esenciales para diseminar líneas argumentales que encuentran terreno fértil en “la gente”.

Jorge Macri y Javier Milei confraternizan frente a un celular

En la misma línea, la acusación verosímil de que con el sistema de obra pública Kirchner-Lázaro Báez “se robaron todo” le valió a Macri para pegarle un sablazo al presupuesto para construir cloacas y privilegiar ejes de interés de su familia (soterramiento del Sarmiento, parques eólicos, Paseo del Bajo). Milei, en cambio, canceló la obra pública, decisión temeraria de la que ya se perciben sus consecuencias catastróficas.

El juego que viene

“En el Gobierno nacional, sabemos muy bien por dónde pasó la motosierra: pasó por jubilados y por la obra pública”, sentenció esta semana la primera candidata a legisladora del PRO en la Ciudad, Silvia Lospennato.

La intervención de la candidata elegida por los Macri conduce a otro trazo para entender, ya no la continuidad entre narrativas y nombres desde el PRO a La Libertad Avanza, sino el entramado del proyecto político vigente.

Ocurre que los bloques legislativos del partido de Macri en el Congreso fueron más disciplinados que los papeloneros de Milei a la hora de votar y argumentar a favor de las batallas oficialistas. El aval del PRO a la Casa Rosada fue irrestricto. Incluyó la protección ante la probable criptoestafa Libra, “darle las herramientas al Presidente” mediante la ley Bases y la defensa del mega DNU 70, bloquear un tibio aumento a jubilados y detener la pérdida de presupuesto universitario.

Allí radica una dificultad fundamental para dar cauce a los dichos de una diputada, Lospennato, que fue artífice de la sucesión de apoyos a Milei durante año y medio. La variante de la candidata ofreció una pátina republicana, que no parece interesar demasiado a varios de sus propios compañeros de bancada ni al Triángulo de Hierro que dirige la Casa Rosada. Esa contradicción intrínseca —se verá hoy si insalvable en las urnas— es a la vez un anticipo del juego político que viene, una vez que se apaguen los luces y se silencien los parlantes de los comandos electorales, en la medianoche de hoy.

El calor de la campaña de la Ciudad elevó el tono en los últimos días: “mentirosa”, “cómplices”, “fracasados”, “populistas”, “corruptos”, se intercambiaron macristas y mileístas. Suena a fuego de artificio en la retrospectiva de aquellas acusaciones de “terrorista que ponía bombas en jardines de infantes” y “las ideas peligrosas de Milei” de 2023. Tamaña tensión se disipó en la noche de un domingo de octubre de 2023. El lunes siguiente por la tarde, Patricia ya se había lanzado a una carrera desesperada para primerear a Mauricio a la hora de negociar espacios en el Ejecutivo de los Hermanos. Tuvo éxito.

En ese punto, la elección de hoy actuó como un dique de contención para figuras del PRO que están ansiosas por pelear lugares bajo el ala de Karina y/o Santiago Caputo. Macri consiguió un compromiso precario, de poca monta, que puso en suspenso el viaje de los suyos hacia el oficialismo, sobre todo en territorio bonaerense, hasta que las urnas den su veredicto en la Capital Federal.

La voz territorial del conurbano antes citada que hace meses integra el mundo Milei anticipa que el acuerdo PRO-LLA en la Provincia de Buenos Aires no tendrá razón de ser. “Bienvenidos los que se quieran sumar, pero hoy la potencia está en La Libertad Avanza. Es un hecho ya decidido por la gente y no se puede nadar contra la corriente. No necesita ser refrendado por ningún pacto. Patricia, Toto Caputo y Sturzenegger tienen éxito y popularidad. ¿Qué peso tiene el PRO para un acuerdo partidario?”.

“Se acaba el tiempo de la ambigüedad, en el que pongo un huevo en cada canasta; estoy con la lista del PRO en la Ciudad y busco un lugar en la Provincia”, desliza la fuente.

Pulseada bonaerense

Las derechas deben abordar un problema matemático en la Provincia: hay demasiados interesados para una cantidad finita de puestos elegibles, y no aparece un liderazgo indiscutible al que se deban allanar todos los pretendientes.

Las negociaciones permiten avizorar fricciones. La lista de aspirantes comprende el tejido de exmassistas y expejotistas del conurbano que construyó Sebastián Pareja bajo auspicio de Karina; las Fuerzas del Cielo que regentean Santiago y su matón de las redes, Daniel Parisini (Gordo Dan); adelantados del PRO con peso territorial que dieron el paso y construyeron vínculos con los Milei, como el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela; otros intendentes que estarían por saltar, como el de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, y el San Isidro, Ramón Lanús, más algunos radicales peluca; Cristian Ritondo y sus circunstancias, que llegan al corazón macrista del PRO; y Diego Santilli y sus circunstancias, que aguardan pacientemente una bendición; más las viejas facciones de las derechas duras que siempre existieron en la Provincia de Buenos Aires y encontraron cauce años ha con la UCeDé, Carlos Ruckauf, Luis Patti y Aldo Rico.

Sobre todos ellos, una figura resbaladiza, “el profe”, José Luis Espert, ya fue anunciado por Milei como cabeza de lista en las nacionales de octubre. Las dudas persisten, porque la catarata habitual de insultos y amenazas de bala que dispara Espert no logra tapar algunos asuntos pendientes que se pueden volver problemáticos. Allí están sus fotos junto al narco Federico “Fred” Machado con los aviones en los que viajaban detrás, ni las versiones mortificantes que difundió el propio Milei sobre los motivos contantes que llevaron al “profe” a pactar con Horacio Rodríguez Larreta en 2023. Es una agenda que circula debajo del radar, pero podría transformarse en un riesgo electoral que el sistema político tiene en cuenta.

La catarata habitual de insultos y amenazas de bala que dispara Espert no logra tapar algunos asuntos pendientes que se pueden volver problemáticos

Disputa de lecturas

Dada la particular debilidad institucional con la que parte Milei —sólo tiene 10% de las bancas del Senado y 15% en Diputados— y las pulseadas en pleno desarrollo en el seno de las derechas y el kirchnerismo-peronismo, el largo ciclo electoral de 2025 habilitará una disputa por la lectura de los resultados a la hora de consagrar ganadores y perdedores. En esa carrera por las interpretaciones, la elección municipal de CABA se nacionalizó de tal modo, apostaron tanto los principales líderes, que aparece como una llave maestra que reacomodará piezas para la negociación bonaerense y la estrategia para la cita principal en octubre.

Es probable que Leandro Santoro gane la elección. Ello podría ocurrir incluso si la boleta Es Ahora Buenos Aires se mantiene cerca de un cuarto del voto que suele obtener el peronismo como parte de una alianza progresista en la Ciudad. Si en efecto el candidato alfonsinista-kirchnerista no rompe ese techo más allá de 30%, su victoria podrá ser festejada por los suyos, podrá herir el ego de los Milei y los Macri, la deportivización de la política brindará títulos, pero no significará demasiado a la hora de evaluar el consenso o el rechazo hacia el proyecto ultraderechista.

Ya en las últimas horas, voces precavidas del oficialismo periodístico y político comenzaron a advertir que habrá que computar como respaldo “al rumbo de Milei” lo cosechado por Lospennato, Manuel Adorni (LLA), Ramiro Marra (UCeDé) y algún otro sello que en la campaña compitió con proclamas crueles contra los “fisuras”, el conurbano, los linyeras, los inmigrantes, los trapitos y los pobres en general.

Si Santoro no rompe ese techo más allá de 30%, su victoria podrá ser festejada por los suyos, podrá herir el ego de los Milei y los Macri, pero no significará demasiado a la hora de evaluar el consenso hacia el proyecto ultra

Sí, en cambio, la lectura podría ser concluyente sobre el cuadro de la derecha y, en particular, sobre la vigencia de Macri como actor político relevante. Va de suyo que un resultado pobre para Lospennato en la ciudad que el PRO gobierna desde 2007, donde sentó las bases de su burocracia, su gramática y su financiamiento, con la lista de Adorni unos puntos por arriba, aceleraría la fuga de macristas hacia La Libertad Avanza. La visión que desdeña un reparto equitativo de las listas de una eventual alianza PRO-LLA en la Provincia avanzará sin resistencia y cada intendente radical o macrista negociará lo que pueda. Sin mucho para opinar, Macri retomará la agenda de hoteles de seis estrellas que supone su puesto honorario en la FIFA y los torneos de bridge, una opción no tan disgustante.

En caso de derrota clara de la lista de Lospennato, la historia será más agria para Jorge, su primo y jefe de Gobierno, que debería afrontar tres años y medio de mandato con baja popularidad, atomización de su bloque en la Legislatura, una gestión atascada y la percepción de los Milei de que se pueden quedar con la Ciudad en 2027. Muy cerca del alcalde porteño barajan la idea de un cogobierno que le permita a Jorge Macri algo de estabilidad para continuar su mandato y un eventual renacer si todo sale bien. En los papeles, se puede pensar. Para una política carnívora como la argentina, es una tarea para equilibristas sin red.

Nada está dicho. El desapego electoral, la volatilidad del voto y la poca precisión de los encuestadores habilitan otros escenarios. Uno de ellos es que las urnas ratifiquen la resiliencia del voto al PRO por parte de muchos porteños, ya probada, que le ha permitido a Mauricio Macri llegar hasta acá. En ese punto, el expresidente ha demostrado ser un lúcido estratega de campaña, incluso cuando jugó a perder, como en 2023, seducido por “el loco” que decía lo que él pensaba.

Manuel Adorni, Vanina Biasi, Horacio Rodríguez Larreta, Silvia Lospennato, Ramiro Marra y Leandro Santoro, principales cabezas de lista de la elección de este domingo

Una noche electoral con Adorni debajo de Lospennato tendría el efecto contrario, los Macri se fortalecerían para negociar y condicionar la agenda de los Milei, pero hay una alternativa que complicaría no sólo la estrategia electoral, sino el rumbo del Gobierno y la precaria estabilidad cambiaria que Caputo sostiene con deuda y más deuda.   

La constatación de un peronismo vivo, potenciado por Santoro, en el distrito que le fue tantas veces adverso; una izquierda minoritaria del FIT-U, pero con representación parlamentaria y base en las calles; y una buena elección de Horacio Rodríguez Larreta, que recentre el perfil de la centroderecha, es una hipótesis que suena a contracorriente, pero no imposible. Es tan estridente el ruido que emana del Presidente y sus parlantes mediáticos, que tampoco luce improbable una expresión de las urnas de rechazo a políticas precarias, administradas por un pequeño elenco de Gobierno endogámico, con poca calle y mucha tentación por lo cripto.

Sería toda una señal que las pasiones tristes del soez que habita en la Casa Rosada encuentren un límite, y se abriría el capítulo desconocido de observar cómo reaccionan los Hermanos a un resultado adverso.

Sólo conocieron el ascenso, al menos hasta hoy.

SL/DTC

slacunza@eldiarioar.com

El temporal en Buenos Aires deja 4.400 evacuados y treinta partidos afectados

El temporal en Buenos Aires deja 4.400 evacuados y treinta partidos afectados

El alerta no cesa y las autoridades piden a la población seguir tomando recaudos, en sus casas y al salir. El saldo de los evacuados y los daños es aún provisorio. Caritas, clubes y distintas organizaciones se movilizan para ayudar a los damnificados.

Luego de la caída de más de 400 milímetros en pocas horas, diferentes ciudades y localidades de la Provincia de Buenos Aires, como Zárate y Campana, sufrieron graves inundaciones, que dejaron un saldo provisorio de 4.400 evacuados y múltiples inconvenientes estructurales.

Esa cantidad de agua caída equivale al promedio de las precipitaciones que suelen darse en esa región a lo largo de un mes, lo que provocó un caos generalizado, y un alerta naranja por parte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Por la noche, el alerta era por tormentas, granizo localizado y ráfagas intensas.

El paisaje y el drama fue similar en diversas localidades: calles anegadas, caminos cerrados y vecinos evacuados, muchos de los cuales debieron utilizar canoas para desplazarse.

En los barrios San Cayetano y Santa Lucía, perisféricos a Campana, –una de las ciudades más afectadas, donde al promediar el sábado ya había 1.600 evacuados–, algunos vecinos se negaban a dejar sus hogares por temor a que les robaran, según mostró el canal de noticias TN. Muchos otros habían optado por autoevacuarse en casa de familiares, y los que no, recurrieron a los centros de evacuados donde recibían asistencia. “Perdimos todo”, decía una señora en el centro de evacuados de Campana, rodeada de su familia, y contaba que había dejado su casa a las cuatro de la mañana del sábado cuando vieron que ya no tenían forma de frenar el agua dentro de la casa.

Asimismo, durante el sábado hubo cortes de energía, algunos de manera deliberada, con el fin de evitar consecuencias más graves para los transeúntes.

Temporal Provincia de Buenos Aires. Zona de Zárate y Campana.

Además de Zárate y Campana, dos ciudades vecinas en el norte de la Provincia, también sufrieron las consecuencias del temporal Exaltación de la Cruz, Capitán Sarmiento, San Antonio de Areco, Salto, San Nicolás, Baradero, Capilla del Señor, Moreno, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Suipacha y San Andrés de Giles, entre otras.

En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue hasta Zárate el sábado al mediodía para encabezar una reunión con el Comité de Emergencia en la intendencia local. Bullrich viajó junto al ministro de Defensa, Luis Petri.

“Son muchos años de desidia. Hay barrios construidos al lado de presas”, afirmó Bullrich; y añadió en declaraciones a la prensa que “la Argentina necesita obras de fondo, construcciones seguras, urbanización, asfalto. Salir de la pobreza es el camino que estamos encarando, con seriedad y decisión”.

Por su parte, Petri admitió que “la situación para muchas familias es dramática”, y remarcó en un reportaje a La Nación+ que “no hay registros en los últimos años de lluvias tan intensas en esta zona”.

La ministra Bullrich y el ministro Petri en Zárate

Desde el gobierno nacional, asimismo, se informó que el presidente Javier Milei está siguiendo la situación desde la Quinta de Olivos, aunque no se confirmó si planea visitar la zona.

Tras recorrer varias localidades afectadas, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof reiteró el sábado por la noche al canal de noticias Crónica que el alerta continuaba y le volvió a pedir “al pueblo de la provincia de Buenos Aires que tome todos los recaudos”, y avisó que siguen recibiendo llamados en el 911.

“Se están inundando zonas que nunca se inundaron. Son hechos climáticos infrecuentes, excepcionales” resaltó el gobernador, que también recordó que el Servicio Meteorológico Nacional está desfinanciado en un contexto de cambio climático, que supone fenómenos meteorológicos extremos más intensos y frecuentes.

A su vez, destacó que desde el gobierno de la provincia están trabajando “codo a codo” con cada uno de los municipios sean del color político que sean.

Más temprano, Kicillof había encabezado una reunión de emergencia en el Centro Operativo de Puente 12, La Matanza, donde con el ministro de Seguridad, Javier Alonso, se coordinan las acciones de asistencia junto a organismos nacionales y autoridades locales.

Kicillof en el centro operativo que coordina la asistencia en Puente 12, La Matanza

Por su parte, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, subrayó en declaraciones a la prensa que “la Ciudad aguantó muy bien la tormenta”, y ponderó que eso se debe a las obras realizadas en los últimos años, durante las distintas gestiones del PRO. “Cayó muchísima agua, en pocas horas más de 190 milímetros. El promedio para mayo es de entre 89 a 93 milímetros, o sea que en menos de 30 horas cayó el doble de lo que cae en el mes”, expresó.

Por otra parte, consideró que “las obras hay que continuarlas y mantenerlas; y negar el cambio climático es negar lo que nos está pasando”.

Dos micros varados

Una situación de extrema urgencia se vivió cuando un colectivo de larga distancia quedó atrapado en plena Ruta 9, a la altura del Kilómetro 115. La unidad, que había salido desde Rosario, quedó varada durante la madrugada del sábado por el desborde de agua en la calzada, en una zona entre Zárate y Lima, completamente anegada y sin visibilidad, lo que impidió seguir el trayecto, aunque finalmente sus ocupantes fueron rescatados.

Algo similar sucedió con otro micro, en este caso varado por la inundación con 37 niños de entre 10 y 11 años que regresaban de un viaje a Rosario. La unidad estuvo atrapada más de diez horas entre las rutas 193 y 41, a la altura de la ruta 9. Finalmente, los pasajeros fueron socorridos por los rescatistas.

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Despliegue de la Agencia Federal de Emergencias

La Prefectura Naval Argentina (PNA) tuvo una activa participación en las tareas de rescate y seguridad. En Zárate, efectivos y móviles se desplegaron para garantizar el orden, mientras que en Campana, tanto personal de la Prefectura local como de la Agrupación Albatros utilizaron móviles y embarcaciones para asistir a los vecinos del Barrio “San Cayetano”. El Servicio de Salvamento, Incendio y Protección Ambiental también se sumó a los esfuerzos en el Barrio “El Milagro”. Para asegurar la continuidad de las operaciones, la Escuela de Suboficiales aportó micros y personal para los relevos necesarios.

La Policía Federal Argentina (PFA) desplegó su equipo especializado de búsqueda y rescate USAR ARG12, junto con vehículos y embarcaciones, incluyendo botes semirrígidos, balsas y kayaks.

La Armada Argentina también se sumó al operativo, aportando gomones, camiones y personal para realizar tareas de relevamiento y apoyo logístico. El Ejército Argentino, con su personal y vehículos especiales, también participó activamente en la asistencia a los damnificados.

MP

"En la agenda mediática aparecen los delitos callejeros pero se invisibilizan los que cometen sectores poderosos"

Nicolás Dallorso y Gabriela Seghezzo estudian conductas que son muchas veces toleradas, pero generan un gran daño en el conjunto de la sociedad. Desde la evasión y la elusión de impuestos hasta las coimas, desde la contaminación y el extractivisimo hasta la precarización de los trabajadores.

¿En qué pensamos cuando pensamos en “inseguridad”? Los politólogos y doctores en ciencias sociales Gabriela Seghezzo y Nicolás Dallorso –que también es abogado– investigan con un enfoque disruptivo ese fenómeno. Dentro del Instituto Gino Germani de la Facultad Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) integran un equipo de investigación que apunta a los empresarios poderosos que con sus evasiones y elusiones impositivas, con sus corrupciones y con sus contaminaciones ambientales producen más daño en la sociedad que los delicuentes en los que se centran los medios de comunicación.

Gabriela Seghezzo y Nicolás Dallorso, investigadores del Instituto Gino Germani de la UBA.

¿Qué es lo que están investigando concretamente?

Gabriela Seghezzo: –Durante muchos años estuvimos trabajando cómo se construía la inseguridad como problema, porque aparecía como un eje central de la agenda política, mediática, incluso académica. Y la cuestión es que esa forma de construcción hegemónica de la seguridad invisibiliza otras prácticas que en algunos casos son delitos, pero son profundamente dañosas para el conjunto social, como son los ilegalismos de los poderosos. Es decir, las prácticas en un continuum legal e ilegal que llevan adelante grupos de poder. A fines de los 90, en paralelo al resquebrajamiento de la hegemonía de la convertibilidad, había habido una fuerte caracterización social peyorativa de estas tramas que protagonizaban los poderosos. Por ejemplo, sobre las privatizadas y los bancos, dos sectores que habían sido claros ganadores durante los 90.

Nicolás Dallorso: –En general, en la agenda mediática aparecen los delitos que se llaman callejeros, que llevan adelante los sectores populares y eso desconoce que las tramas de ilegalidad atraviesan todo el cuerpo social y sobre todo, quedan invisibilizados los que llevan adelante los sectores más poderosos.

Imagino por qué, ¿pero qué opinan ustedes del motivo de esa invisibilización?

Dallorso: En la criminología se habla de una selectividad penal, es decir, muchas de las prácticas que producen daño que llevan adelante los sectores poderosos ni siquiera son tipificadas en el Código Penal. Eso es lo que se llama un déficit en la criminalización primaria. Entonces, por ejemplo, una empresa puede generar un daño ambiental muy grande y no necesariamente eso es delito porque no fue tipificado, pero eso no quiere decir que no produzca daño. Segundo, hay algunos daños, algunos delitos que sí están tipificados en el Código Penal, como la evasión impositiva, el fraude de balances, el tráfico de información privilegiada, las coimas, pero hay un déficit en la política criminal, es decir, no se persiguen esos delitos. Son delitos que en general cometen sectores poderosos. Entonces no se persiguen. Por último, en los casos en que está tipificado el delito y se los persigue, en general por su condición de poderosos, no son condenados. Entonces ahí tenemos un déficit en la criminalización secundaria y terciaria. Por todas estas razones, además de la cobertura mediática, la percepción social y el propio funcionamiento del aparato penal criminal, quedan por fuera estas prácticas que algunas son legales, algunas ilegales. Pero esto no quiere decir que no generen gran daño social. Hay una corriente de estudio europea anglosajona que se llama zemiología, con z, que proviene de la criminología, que trae aportes de la criminología crítica y se centra no tanto en los delitos, sino en las prácticas que generan daño.

¿Qué daños?

Dallorso: –Daño ambiental, daño económico, daño en la salud, daño en las condiciones laborales. Empieza a fijarse en eventos como pueden ser un genocidio, que no necesariamente se lo persigue penalmente pero obviamente genera un gran daño social, o desastres ecológicos, o grandes empresas que no pagan cargas sociales y que eso afecta a las condiciones laborales de sus trabajadores, o políticos y empresarios que no declaran sus bienes, entonces no pagan impuestos. Todas estas cuestiones, que no necesariamente son delitos siempre, sino que a veces entran y salen también de los plexos normativos y de la persecución del Estado, o sea, de la persecución criminal.

Seghezzo: –La criminología crítica pudo poner en palabras esta dimensión geopolítica y política primero de la cuestión de los ilegalismos. Hay ciertas prácticas que son consideradas delito y en algún momento dejan de estar en los plexos normativos. Por ejemplo, hace poquito (Donald) Trump eliminó una legislación que impedía pagar por parte de empresas norteamericanas sobornos en terceros países. Fíjate vos qué clave, ¿no? No todas las prácticas que hoy señalamos como delitos fueron históricamente consideradas delitos. Y prácticas que habíamos considerado delitos luego salen de algunos plexos normativos y se impiden la persecución de esas prácticas. Entonces, esa tolerancia o intolerancia respecto de la criminalidad económica, sobre todo, está estrechamente vinculada con la disputa política y con la disputa geopolítica en nuestros países. A nosotros nos interesa mirar qué pasa con estos grandes casos.

¿Qué sectores están investigando?

Seghezzo: –Puntualmente estamos trabajando en tres sectores: energético, agroalimentario y pesquero. Pero en el horizonte seguiremos avanzando sobre otros. En este recorrido nos aparecen una serie de figuras clave para pensar cómo se producen estas prácticas, cuando hablamos de catástrofes ambientales, evasión impositiva de los grandes grupos económicos, subfacturaciones, coimas o prácticas que están al borde de la legalidad: aparecen lo que nosotros llamamos cross informal advisors, que son una suerte de asesores informales con la particularidad de que ponen en relación al sector privado del que forman parte con el sector público. Y esos contactos que tienen o articulan les permiten llevar a cabo esas prácticas que producen grandes daños sociales. Pero además estas figuras clave de este ilegalismo económico organizado permiten una extracción neocolonial de las economías periféricas hacia las economías centrales. En ese juego geopolítico de grandes compañías que extraen plusvalor no solo del trabajo que se desarrolla en los países periféricos, sino también y sobre todo de estos ilegalismos económicos organizados, los cross informal advisors permiten esa articulación porque ponen en relación un saber local, por ejemplo, el conocimiento de los plexos normativos, de las normas del derecho en los países periféricos, de los huecos legales que permitan, legitiman y avalan esa prácticas de extracción de valor hacia las las economías globales.

¿Ya han detectado algún hallazgo en estas investigaciones que vienen haciendo de estos tres sectores en particular?

Dallorso: –Estamos teniendo hallazgos por ahora preliminares: encontramos prácticas que generan grandes daños sociales, principalmente en estos tres tipos de daño: lo que podríamos llamar al erario público, en el sentido de que se genera evasión impositiva, fuga de capitales o van reduciendo la capacidad recaudatoria del Estado. Una segunda área de daños está vinculada a los daños ambientales: tanto la industria agroalimentaria, el sector energético, sobre todo petrolero, y el sector pesquero hacen un uso abusivo del ambiente, generando daños permanentes y en muchos casos no se pueden retrotraer. Y el tercer tercer tipo de daño que logramos identificar está vinculado con el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores que contratan estas empresas. Si bien tienen una cantidad importante de trabajadores con las condiciones laborales en blanco, también hay una serie de subcontrataciones que no están directamente ligadas a la empresa, pero que generan inseguridad laboral en las condiciones de vida de los trabajadores.

AR/DTC