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Santa Fe vuelve a las urnas en un clima de apatía y con Rosario como epicentro político

Santa Fe vuelve a las urnas en un clima de apatía y con Rosario como epicentro político

Este domingo habrá elecciones locales en 365 municipios y comunas santafesinas. En Rosario, La Libertad Avanza busca consolidarse como fuerza dominante frente a un peronismo fragmentado. La baja participación aparece como uno de los datos clave de la jornada.

Pullaro ganó aire en Santa Fe para reformar la Constitución y dejó a los libertarios a más de 20 puntos

Entre el debate por la mano dura y la reelección del gobernador, Santa Fe elige a quienes van a reformar su Constitución

Los santafesinos vuelven a las urnas pero la expectativa por los comicios no se aprecia en la calle. Este domingo se elegirán intendentes en 19 ciudades y concejales en otras 65, mientras que el resto de las 365 localidades de la provincia votará por las comisiones comunales que posteriormente definirán a sus presidentes. El foco está puesto en Rosario, donde La Libertad Avanza aspira a consolidarse como mayoría, y en el impacto de la apatía ciudadana en la cantidad de sufragios.

“Es una elección que no suscita gran interés. La participación será probablemente bastante escasa, incluso menor de la que hubo en las elecciones del 13 de abril para la Asamblea Constituyente que reformará la Constitución de la provincia”, anticipa el politólogo Juan Bautista Lucca, profesor e investigador de la Universidad Nacional de Rosario y del Conicet. El pronóstico tiene sus razones: “No hubo intensidad en los debates de los candidatos y tampoco una movilización de la ciudadanía”.

Martín Menem y Karina Milei viajaron a Santa Fe para apoyar su apuesta en Rosario, el periodista Juan Pedro Aleart.

Karina Milei y Martín Menem –a cargo del armado de LLA en todo el país– estuvieron esta semana en Rosario y antes fueron precedidos por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Todos pidieron el voto para Juan Pedro Aleart, el experiodista que encabeza la lista de concejales de La Libertad Avanza en la ciudad. La consigna es “kirchnerismo o libertad”, para lo cual polarizan con Más para Santa Fe, el frente que reúne al sector mayoritario del peronismo y el partido Ciudad Futura, y pasan por alto a Unidos para Cambiar Santa Fe, coalición que lidera el gobernador Maximiliano Pullaro.

La Libertad Avanza apunta a nacionalizar la elección y los afiches de campaña en Rosario proclaman que “Aleart es Milei”. El candidato libertario reclama el voto “para seguir defendiendo a la ciudad de los delincuentes”, atribuye la baja de los homicidios dolosos al Plan Bandera de Bullrich y no a la política de seguridad de Pullaro y repite el discurso de funcionarios nacionales, incluyendo la descalificación a los médicos del Hospital Garrahan como ñoquis. La identificación de Aleart con el Presidente excede la política: también él tiene “un hijo de cuatro patas”, en este caso una perra con la que se fotografía en redes sociales.

Más para Santa Fe sigue otro camino. “El frente no está nacionalizando la efervescencia del efecto Cristina”, destaca Juan Bautista Lucca en alusión al clamor por la condena judicial contra la ex presidenta. “Eso habla de las complicaciones del peronismo santafesino, que se manifiestan incluso en la contienda de concejales no solo en las grandes ciudades sino también en las pequeñas donde el armado no es unívoco”, agrega el politólogo.

Juan Monteverde, el dirigente de Ciudad Futura que encabeza Más para Santa Fe, recibe munición gruesa de Aleart, que lo eleva a enemigo de “la vida, la libertad y la propiedad privada”, pero también recibe críticas de los peronistas Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta, que se presentan a la elección de concejales en Rosario con listas propias. El debate interno evidencia la fragmentación del peronismo y complica sus posibilidades electorales, según Lucca:

– El intento del kirchnerismo de aterrizar en la provincia con Agustín Rossi nunca fue exitoso y de hecho no logró volumen. Omar Perotti ganó la gobernación en 2015 con la unificación del peronismo santafesino en una expresión no kirchnerista. Es lo que podría leerse en la tensión entre los candidatos peronistas en Rosario. Monteverde es el depositario de un peronismo con inclinaciones progresistas pero sin estirpe peronista; Cavatorta no hace tanta gala de peronismo porque su apoyo viene por el lado del Frente Renovador y Sukerman tiene una vinculación con el peronismo más tradicional, con afinidad de algunas expresiones sindicales. Estas disonancias van a ser perniciosas para el volumen de votos de los frentes peronistas.

El gobernador Maximiliano Pullaro estuvo presente en la campaña con su discurso de mano dura y cárceles al estilo Bukele.

El mosaico roto

En la ciudad de Santa Fe el resultado de las elecciones parece definido. Las encuestas anticipan un triunfo holgado de María Luengo, ex periodista de Telefé Santa Fe que encabeza la lista de concejales de Unidos. La disputa en Rosario tiene en cambio pronóstico incierto y también involucra a Carolina Labayru, la candidata de Unidos que hizo campaña en compañía de Pullaro, y como un contrapeso para las expectativas del sector, el pronunciado desgaste de la gestión de Pablo Javkin como intendente.

Juan Monteverde señalizó distintos puntos de la ciudad con el cartel “acá falta un intendente” para visibilizar problemas con el transporte público, la recolección de residuos y el mantenimiento de servicios básicos en los barrios. “Monteverde disputa el voto no oficialista con Aleart y en ese sentido todo el arco peronista está convocado. Pero es posible que eso no le alcance para superar el impulso de Aleart, que viene muy bien en las encuestas y tiene una ascendencia muy fuerte en Rosario porque fue un periodista muy reconocido, rápidamente identificable por la juventud pero también por todo el espectro de la ciudadanía”, explica Lucca.

Aleart se lanzó a la escena el 18 de abril de 2024, cuando ante las cámaras del noticiero que conducía en la televisión rosarina denunció que había sido abusado durante la infancia y parte de la adolescencia por su padre y un tío. “La persona que he encontrado después de mucho tiempo para ayudarme es Patricia Bullrich”, dijo. En febrero de 2025 anunció su incorporación a La Libertad Avanza y en las elecciones del 13 de abril fue el candidato más votado en Rosario.

“Monteverde ha tratado de morigerar un perfil que parece díscolo, pero su partido, Ciudad Futura, tiene una mirada más alternativa en relación a los partidos tradicionales. Ubicarse en la discusión pública desde un lugar disruptivo le resulta contrario a la necesidad de sacar votos en el centro de la ciudad. Es una cara nueva de la política, como Aleart, muy formada, con trayectoria de equipos de trabajo por detrás”, afirma Lucca. Su candidatura se proyecta sobre “un mal endémico del peronismo santafesino, que es la falta de liderazgos, un mosaico que está roto”.

Para el profesor de la Universidad Nacional de Rosario, “Aleart va a ser el gran ganador de estas elecciones, por múltiples motivos: no tiene el gasto de la gestión, como Labayru, ni el de haberse presentado elecciones previamente, como Monteverde”; y sobre todo para la gente es una cara nueva en un contexto donde todavía persiste la idea de patear el tablero“. La denuncia de los abusos en horario central de la televisión rosarina potencia todavía más sus chances: ”Es un candidato libertario humanizado por toda su historia personal y los procesos que sufrió con su familia y además es una figura joven, elegante y bonita, lo cual siempre ejerce un atractivo“.

Carolina Labayru es secretaría de Cercanía y Gestión Ciudadana de la intendencia de Rosario y pretende remontar las diferencias con sus principales competidores con el apoyo de Pullaro, lo que incluyó visitas a la cárcel de Piñero y fotos frente a los presos trasladados a empellones desde las comisarías de Rosario. “No es una figura de trazabilidad política en la contienda electoral, no tiene un reconocimiento público tan extenso. En contrapartida, es la única mujer que encabeza las principales listas pero no está poniendo en juego ese capital”, según Lucca.

Unidos presenta a Aleart como un candidato impuesto desde Buenos Aires que vocifera el discurso del odio, pero evita criticar al presidente Milei. Mientras tanto, dice Lucca, “a Aleart y Monteverde les conviene polemizar entre sí: a uno para traccionar el voto no peronista y diluir el peso del oficialismo y a otro para licuar la potencia que podrían tener sus contendientes dentro del peronismo”.

Con porcentajes menores en las encuestas, la socióloga Carla Deiana encabeza la lista del Frente de Izquierda y los Trabajadores y el abogado Eugenio Malaponte la de Somos Vida y Libertad, sector referenciado en la diputada provincial Amalia Granata. En cambio, el Frente Amplio por la Soberanía, el movimiento de centro izquierdo que lidera el periodista Carlos Del Frade, anunció su apoyo a Más para Santa Fe.

La Libertad Avanza no solo está a las puertas de una elección histórica en Rosario. También aparece con posibilidades de imponer sus candidatos a la intendencia en las ciudades de Villa Constitución –el histórico bastión del sindicalismo clasista en los años 70- y Teodelina, además de consolidar caudales de votos significativos en los departamentos La Capital y Castellanos, en este caso por debajo del peronismo.

En Santa Fe hay 2.842.361 electores nacionales y 26.801 extranjeros, pero la participación bajó al 55,6 % en los comicios de abril y la tendencia podría profundizarse. “Santa Fe viene cayendo en la participación en los últimos diez años –afirma Juan Bautista Lucca-. Pero la abstención y el voto en blanco no van a mover el amperímetro e incrementarán el volumen de la proporción, con lo cual a los candidatos de los principales partidos inclusive les conviene. La poca participación está hablando de la apatía de la población en un contexto electoral muy recurrente, más que del enojo como en 2001. Vamos a tener niveles de participación bastante bajos en la provincia”.

OA/MG

Insfrán va por todo: busca la mayoría para reformar la Constitución de Formosa y seguir

Insfrán va por todo: busca la mayoría para reformar la Constitución de Formosa y seguir

La elección provincial de este domingo definirá la futura reforma de la carta magna local, con el peronismo unido, la oposición fragmentada y el trasfondo de un fallo clave del máximo tribunal.

Formosa elige este domingo 30 convencionales constituyentes, 15 diputados provinciales titulares, 8 suplentes y nuevas autoridades municipales. Pero más allá de los números, la elección tiene un eje decisivo: el futuro político del gobernador Gildo Insfrán, un caudillo del peronismo, cercano a Cristina Fernández de Kirchner, que lleva tres décadas en el poder y enfrenta por primera vez un límite impuesto por la Corte Suprema a su reelección indefinida.

La reforma constitucional, que deben discutir los 30 convencionales que resulten electos, fue habilitada tras el fallo de diciembre del máximo tribunal que declaró inconstitucional el artículo que le permitió a Insfrán ser reelegido sin tope. El oficialismo busca que la nueva carta magna incluya una cláusula transitoria que “reinicie” el conteo de mandatos y le permita postularse en 2027 como si fuera su primera vez.

Lo mismo hizo otro peronista-kirchnerista, José Alperovich, hace 20 años: Tucumán no permitía la reelección del gobernador y él impulsó una reforma de la Constitución provincial, con Juan Manzur como presidente de la convención, para habilitarla, pero se incluyó una cláusula transitoria mediante la cual no se contó su primer mandato, de 2003 a 2007, y entonces tras ser reelegido en 2007 y en 2011 estuvo 12 años en el poder de esa provincia del NOA.

¿Qué se vota?

  • 30 convencionales constituyentes, encargados de reformar la Constitución provincial.
  • 15 diputados provinciales y 8 suplentes, que asumirán en diciembre.
  • Concejales y autoridades locales en los 27 municipios de la provincia.

¿Cómo se vota? Bajo el sistema de Ley de Lemas, vigente desde 1987. Cada alianza o partido se presenta con un lema general, y dentro de él, con múltiples listas internas o sublemas. Los votos de todos los sublemas se suman al lema, y gana la lista más votada dentro del lema ganador.

¿Quiénes son los principales candidatos?

  • Frente para la Victoria (PJ, oficialismo):
  • Convencional: María Graciela de la Rosa.
  • Diputados: Rodrigo Vera, Agustín Samaniego, Estela Escobar, entre otros.
  • Presenta 56 sublemas, el 70% del total. Todos impulsan a los mismos candidatos provinciales y múltiples listas locales.
  • Frente Amplio Formoseño (UCR, PRO, MID, otros):
  • Convencionales: Francisco Paoltroni, Guillermo Evans, Juan Montoya.
  • Diputados: Agostina Villaggi, Gabriela Neme, Marcelo Ocampo.
  • Paoltroni lidera un sublema, promete “liberar Formosa” y rechaza la reelección indefinida.
  • La Libertad Avanza:
  • Convencionales: Atilio Basualdo, Emilio Grippaldi.
  • Diputados: Esteban López Tozzi, Héctor Brizuela.
  • Se presenta con tres sublemas: “Las Fuerzas del Cielo”, “Despertando Leones” y “Leones de M.I.L.E.I.”.
  • Confluencia Ciudadana (Unidad Popular, Libres del Sur, sectores de la UCR y socialismo):
  • Convencional: Antonio Heraldo Prieto.
  • Diputado: Néstor Fabián Sinsig.

¿Qué quiere el oficialismo?

Insfrán quiere conservar el control de la Convención Constituyente. Para eso, apuesta a ganar la mayoría con una lista unificada y decenas de sublemas en los concejos para movilizar el voto territorial. Durante el cierre de campaña, inauguró obras, entregó ambulancias y habilitó un hospital, acompañado por miles de militantes. “Ojalá que el domingo el señor nos regale un día peronista”, dijo entre aplausos.

¿Qué propone la oposición?

El objetivo común: evitar que Insfrán logre la mayoría de convencionales. Paoltroni y Neme, aunque divididos, buscan alcanzar al menos 14 bancas para bloquear cualquier intento de reelección. “Si entre todos sumamos 14, Gildo está listo”, dijo Paoltroni. La oposición denunció agresiones, uso del aparato estatal y un despliegue millonario de cartelería oficialista.

¿Qué se espera?

Una elección marcada por el ausentismo y por la sombra del fallo de la Corte Suprema, que sacudió el tablero político de la provincia. La apuesta oficialista es conservar su hegemonía. La oposición, aun fragmentada, ve en esta elección una posibilidad inédita de ponerle un freno al poder de Insfrán.

JJD/MT

Hay más de 59.000 viviendas sociales sin terminar: "Siento impotencia: pagaría la mitad de un alquiler"

Hay más de 59.000 viviendas sociales sin terminar:

Por todo el país, el gobierno anterior dejó casas a medio hacer y el actual las paralizó pese al déficit habitacional que afecta a 3 millones de familias. Bullrich entregó esta semana 160 unidades del Procrear a policías, a pesar de que estaban ya asignadas por sorteo a otros vecinos. Los perjudicados prometen pelear por su techo.

Milei avanzó en la disolución del Procrear: qué pasa con los créditos otorgados

Por decreto y tras disolver el programa Procrear, el Gobierno hizo cambios en el acceso a créditos hipotecarios

Daniela Drizza, trabajadora social, soñaba con mudarse con su hija de 9 años a una casa propia. No es la única en un país con un déficit habitacional que afecta a 3 millones de familias, según la Cámara Argentina de la Construción (Camarco). En noviembre de 2023, último mes del anterior gobierno, ella y otras 159 personas ganaron el sorteo de viviendas del desaparecido plan hipotecario Procrear en un edificio llamado Sagol, en Avellaneda. En enero de 2024 la contactaron y recibió una tarjeta de débito del Banco Hipotecario, que gestionaba los préstamos, y en marzo de ese año iba a recibirla, pues ya estaba terminada. Sin embargo, esta semana la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, entregó las 160 casas a integrantes de las fuerzas policiales.

Los 160 relegados manifestaron su enojo, pero no son los únicos: otras 59.319 viviendas sociales quedaron a medio hacer en la administración anterior y el presidente Javier Milei las paralizó como parte de su freno a la obra pública y a la eliminación de la Secretaría de Vivienda y su política respectiva. Es el mercado el que debe encargarse, dentro de la mentalidad del gobierno elegido –en segunda vuelta– por el 56% de los argentinos.

“Por ahora no hay nadie en las casas, pero una siente impotencia y bronca porque hace más de un año que estábamos esperando entrar y no es que no tratamos de contactar a las autoridades, pero no nos contestaron nunca”, se queda Drizza. “Yo me tuve que ir alquilar en La Boca, antes vivía en Avellaneda, y pago $600.000 por un tres ambientes. La cuota del Procrear por una casa del mismo tamaño hubiese sido la mitad”, se queja la trabajadora social, que se sustenta con dos empleos.

Sorteados del Procrear protestan porque sus casas fueron a parar a manos de policías.

Los 160 perjudicados armaron una red llamada Sagol En Lucha y planean presentar una demanda colectiva junto a la Defensoría del Pueblo de Avellaneda. También han pedido una audiencia con el Ministerio de Economía, que cedió el complejo al de Seguridad, y al Banco Hipotecario.

Este caso es de viviendas terminadas y adjudicadas, pero hay decenas de miles que quedaron sin terminar y sin dueño, pero con vecinos alrededor que sueñan con mudarse porque viven en la precariedad. Por todo el país se pueden ver complejos de casas sociales a medio hacer, abandonadas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) sede Capital elaboró un informe que advierte que hay 34.610 unidades paradas del plan Casa Propia, 16.217 del Procrear y 8.488 del programa Reconstruir –que eran edificaciones que ya habían sido paradas por el gobierno de Mauricio Macri y cuyas obras fueron retomadas pero tampoco finalizadas por la gestión de Alberto Fernández–. En total son más de 59.000. A eso se suman otros 13.243 lotes con servicios que quedaron a mitad de camino para entregar a familias para que pudiesen edificar allí.

En este enlace puede verse el mapa de casas terminadas y “en ejecución”, es decir, abandonadas del plan Casa Propia: https://www.argentina.gob.ar/habitat/casapropia/obras-casa-propia. En este otro, unas y otras del Procrear: https://www.argentina.gob.ar/habitat/procrear/mapa-de-desarrollos-urbanisticos#104-san-rafael. En cuanto a este programa, aquí abajo se puede ver el mapa de las unidades finalizadas en celeste y a medio hacer en violeta, tanto a nivel nacional como en el conurbano bonaerense y sus alrededores:

Mapa de viviendas Procrear terminadas (celeste) y sin terminar (violeta)
Mapa de viviendas Procrear terminadas (celeste) y sin terminar (violeta)

Gobiernos provinciales, como el bonaerense, y municipales, como el de Avellaneda, quieren que el de Milei les transfiera las obras paralizadas pero con un grado de avance mayor al 70% para terminarlas. Por ahora, las fuerzas del cielo no responden. “En la provincia hay 16.000 viviendas nacionales paralizadas, con distinto grado de avance, muchas al 90%, pero el Gobierno nacional nunca quiso dialogar con nosotros para transferirlas”, comentan en el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano de la provincia de Buenos Aires, que encabeza Silvina Batakis. Este cronista consultó al Ministerio de Economía de la Nación, que lidera Luis Caputo, pero no obtuvo respuesta.

“De esas 16.000, más de 9.000 son del Procrear y otras 7.000 se empezaron con fondos del desaparecido Ministerio de Vivienda de la Nación”, comentan en el gobierno de Axel Kicillof. “Estas últimas son más sencillas de terminar por parte de la provincia. En cambio, las del Procrear son imposibles por la complejidad legal y sus montos exorbitantes”, agregan. Hay, por ejemplo, un complejo del Procrear hecho hasta el 90% en terrenos cedidos por la Fuerza Aérea en El Palomar cuyo destino es un misterio. En el anterior gobierno, por el que pasaron tres ministros del área, el último Santiago Maggiotti, se terminaron 8.027 unidades del Casa Propia, 108 del Procrear, 6.719 del Reconstruir y 3.702 lotes con servicios.

AR/MG

Julia Mengolini, la nueva elegida del Presidente para descargar su furia contra periodistas mujeres

Julia Mengolini, la nueva elegida del Presidente para descargar su furia contra periodistas mujeres

Javier Milei se puso a la cabeza de un ataque en redes que comenzó la semana pasada. Antes ya lo habia hecho con Silvia Mercado, María O'Donnell y Romina Manguel.

En los últimos días, cuentas vinculadas a la propaganda del gobierno nacional lanzaron una campaña de difamación contra la periodista Julia Mengolini, acusándola de mantener una relación incestuosa con su hermano. Los ataques se multiplicaron en redes sociales, con mensajes agresivos dirigidos hacia la conductora, hasta que el propio Javier Milei se sumó a la embestida, impulsada por perfiles asociados a su principal asesor, Santiago Caputo.

Luego de una intensa actividad vinculada a este tema el día sábado, este domingo el presidente Javier Milei compartió varios mensajes publicados en la res social X. En uno de ellos agregó como comentario, nuevamente: “NO ODIAMOS LO SUFICIENTE A LOS PERIODISTAS BASURAS (90%)”. Esta frase, en este caso utilizada contra Mengolini, se refiere a la abreviatura NOLSALP (No odiamos lo suficiente a los periodistas), para referirse al 90% de los comunicadores que él caracteriza, entre otros adjetivos, como “ensobrados”.

La periodista Nancy Pazos emitió en su programa televisivo Inteligencia Artesanal un audio que le envió Julia Mengolini para explicar su situación: “Nancy, te mando audio, no sé si viste que la última operación que me están haciendo, que me inventaron un romance con mi hermano. Y esto puede sonar gracioso y estúpido al principio, pero lo vienen sosteniendo hace más de una semana, Milei incluido. Y ahora también inventaron una carta documento para volver a ponerme en tendencia, donde yo hablo de unos videos como si fueran reales. Están haciendo unos videos con inteligencia artificial, donde estoy garchando con mi hermano, es un asco todo, el caso este, se están yendo muy a la mierda. Perdón, me quebré Nancy, no puedo más”.

La campaña en redes sociales incluye videos creados con IA e incluso imágenes falsas de denuncias radicadas en la justicia.

“Nos solidarizamos con ella”, sostuvo el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) frente a la situación. “Las campañas de difamación y hostigamiento desde el aparato paraestatal buscan copar la agenda y disciplinar al periodismo que cuestiona el modelo de ajuste y represión de este gobierno”, agregó el gremio en un posteo en su cuenta de X.

Como reacción frente a la campaña difamatoria, han aparecido numerosas expresiones de repudio y solidaridad con Mengolini. Periodistas como Ari Lijalad también se solidarizaron con la conductora: “Aguante Julia Mengolini. Nunca vamos a normalizar esta violencia. Nunca. Todo lo que insistan, más vamos a juntarnos, sostenernos y reivindicar la empatia y el amor. Se van a cansar ustedes, sepanlo”.

“Otra vez una oleada de trolls libertarios inventa cosas para atacar a Julia Mengolini. Esta vez con materiales truchados con inteligencia artificial. Estos inventos de noticias falsas tienen que ser repudiados de manera categórica, no importa a quién estén dirigidos”, sostuvo también en redes sociales la diputada nacional de Unión por la Patria, Julia Estrada.

Antecedentes

En septiembre de 2024, la organización Periodistas Argentinas presentó un informe sobre “Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnocensura” en el que denunciaban esta práctica que aseguran se ha convertido en sistemática y afecta gravemente a las comunicadoras. Participaron Nancy Pazos, Romina Manguel, María O'Donnell, Noelia Barral Grigera y Cynthia García, entre otras.

“Estos ataques desinforman, intimidan y restringen la participación de periodistas en el debate público y, como consecuencia, socavan la democracia. Preocupadas por esta limitación a la libertad de expresión planteamos la necesidad urgente de fortalecer el marco legal para proteger el ejercicio periodístico, garantizar la transparencia en el uso de algoritmos y bots, y fomentar una respuesta efectiva por parte de las empresas de medios y de las autoridades para enfrentar esta creciente amenaza”, pidió Periodistas Argentinas.

El texto citaba casos paradigmáticos de los últimos tiempos como los de Luciana Peker, Ivy Cángaro, Paula Moreno Román, Marina Abiuso, Nancy Pazos, María O'Donnell, Romina Manguel, Luisa Corradini, Silvia Mercado, Sofía Diamante, Jesica Bossi, Ángela Lerena, Cecilia Boufflet, Julia Mengolini, Mónica Gutiérrez y Delfina Celichini.

MU

“¿Puedo morir, por favor?”: silencio ensordecedor sobre Gaza, persecución y jactancia del ultra

“¿Puedo morir, por favor?”: silencio ensordecedor sobre Gaza, persecución y jactancia del ultra

Víctimas que tienen nombre y voz. Crueldad e inmundicia en el discurso de Milei. Políticos que juegan al distraído y jueces que delimitan qué se puede opinar.

Goher Rahbour, médico cirujano del West Sufolk Hospital de Londres, acaba de terminar una estadía en el Hospital Nasser de Jan Yunis, uno de los pocos que quedan en pie en la Franja de Gaza. Como decenas de colegas británicos y estadounidenses que vivieron una experiencia similar, Rahbour narró un pasaje por el infierno. Cada dos o tres días llegaban oleadas de víctimas de alguna masacre y no había recursos mínimos para atenderlas. Una constante ha sido la inusitada cantidad de niños con disparos en la cabeza y en el pecho. Sin nada que hacer, sólo quedaba pedirles a quien los acompañaban que los tomaran fuerte de la mano.

El oncólogo Rahbour narró otro costado del cuadro. Muchos pacientes gazatíes con cáncer llevan veinte meses sin ningún tipo de tratamiento. Y otro aspecto omnipresente: el hambre. En el último mes, 5.482 niños gazatíes pasaron por el hospital con síntomas de desnutrición severa, según la agencia de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas.

Palestinos de Gaza recorren escombros de lo que eran sus viviendas

De todo ese horror, Rahbour rememoró un caso que lo conmovió particularmente. Un adolescente de quince años recibió una metralla que le atravesó la médula espinal y lo dejó parapléjico. Quedó, además, en absoluta soledad, porque toda su familia había sido asesinada. Contó Rahbour, citado por el periodista Nir Hasson en el diario israelí Haaretz: “Él vivió durante quince años en Gaza. Sabe lo que le espera, sabe qué significa para un chico de quince años aguardar una silla de ruedas en Gaza. Sin familia, sin fisioterapia, todas esas cosas que nosotros damos por garantizadas... Dio vueltas por el hospital y nos dijo: ¿Puedo morir, por favor?”.

El Ministerio de Salud de Gaza viene difundiendo un listado con número de documento y fecha de nacimiento de las víctimas mortales en la Franja desde el 7 de octubre de 2023, día del ataque terrorista de Hamás en el sur de Israel, que dejó 1.100 víctimas fatales en una sola mañana, acaso la mayor matanza de judíos desde el Holocausto.

'Él vivió durante quince años en Gaza. Sabe lo que le espera, sabe qué significa para un chico de quince años aguardar una silla de ruedas en Gaza. Sin familia, sin fisioterapia... Dio vueltas por el hospital y nos dijo: ¿Puedo morir, por favor?'

Goher Rahbour, cirujano británico en Gaza

El informe del ministerio gazatí del lunes pasado (381 páginas) enumeró 55.202 muertes, 17.121 niños.

Tienen nombre. Mahmud al-Maranakh fue asesinado el día en que nació, como otros siete bebés. Cuatro tuvieron la oportunidad de vivir un día, y otros cinco, dos.

Dado que el Ministerio de Salud de Gaza depende de Hamás, la organización integrista que perpetró cientos de atentados en el pasado, el Gobierno de Israel considera la difusión de la cifra como una maniobra de propaganda. Eso, de a ratos, porque estamentos del Estado israelí, instituciones internacionales y académicos de muchas universidades validan números que se acercan e incluso superan lo informado por la autoridad gazatí.

Hace ya un año, cuando la cifra oficial de muertes se acercaba a 38.000, la revista The Lancet, de máxima autoridad en materia científica, publicó un estudio de tres investigadores (canadiense, británico y estadounidense) que, según “un cálculo conservador”, considerando la magnitud de la destrucción de Gaza y la falta de atención a los heridos, la cifra real de muertes se elevaría a 186.000 con el correr de los meses. El investigador de la británica Universidad de Holloway Michael Spagat, especializado en mortalidad en guerras como las de Irak, Siria y Kosovo, condujo un estudio que incluyó entrevistas a 2.000 familias en Gaza. La revista Nature publicó datos del trabajo el viernes: la cantidad real de muertos es superior a 84.000, y el balance se agravará con los desnutridos y los heridos.

La novedad de las últimas semanas fueron las matanzas perpetradas en los cuatro centros de distribución de comida que el Gobierno de Benjamín Netanyahu entregó a la Fundación Humanitaria de Gaza, dirigida por un evangélico estadounidense, partidario de Donald Trump. Desde que fueron desplazadas las agencias de Naciones Unidas que cumplían esa tarea, los muertos en esas circunstancias suman más de 550, según el ministerio gazatí.

Ultras del mundo, uníos

La realidad de lo que el fallecido Francisco, fiscales internacionales y organizaciones de derechos humanos de todo el mundo —incluido Israel— denominaron “genocidio” o “limpieza étnica” no conmueve el debate público argentino.

Aunque hay pequeñas organizaciones como Judíes por Palestina y Llamamiento Argentino Judío, en el país no tienen lugar las acciones que lleva a cabo la vívida sociedad civil judía de Nueva York, que organiza concurridas manifestaciones en el centro de la ciudad o firma solicitadas rubricadas por cientos de rabinos, intelectuales y artistas, exigiendo al Ejecutivo israelí que no actúe en su nombre. Como resulta obvio, una cosa es el Gobierno de Israel y otra su sociedad, la religión y la cultura judía, pese a la confusión premeditada en que incurren tanto los antisemitas como círculos políticos que ven un faro en la deriva ultraderechista en el país asiático.

A veces, el conflicto de Medio Oriente asoma en forma de anécdota, como días atrás, cuando los diputados Damián Arabia (PRO-Bullrich) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) creyeron oportuno dejarse invitar para celebrar el desfile del orgullo gay en Tel Aviv. En pleno trámite festivo sobre la diversidad y la tolerancia, y a pocos kilómetros de las poblaciones de Gaza convertidas en escombros, se desató el pronosticado intercambio de misiles entre ciudades iraníes e israelíes, por lo que la dupla debió privarse del desfile y dejar Tel Aviv en cuanto pudo. La causa dará oportunidad de sumar nuevas millas.

Como resulta obvio, una cosa es el Gobierno de Israel y otra su sociedad, la religión y la cultura, pese a la confusión premeditada en que incurren tanto los antisemitas como círculos políticos que ven un faro en la deriva ultraderechista en el país asiático

Ningún otro gobernante del mundo es un aliado tan enfático de la ofensiva israelí como Javier Milei. El ultra dice estar en tránsito a la religión judía y ello lo lleva —en su particular psiquis— a una extravagante adhesión a Israel. Es tal el desvarío de un seguimiento autómata de lo que decida Tel Aviv, que hasta el PRO de Mauricio Macri se animó a cuestionarlo por no priorizar los “intereses nacionales”.

Llegar al Muro de los Lamentos, en Jerusalén, puede dar lugar a la emoción, por lo que significa en términos religiosos, turísticos y culturales. Sin embargo, entre las miles de personas que pasan por esa explanada cada día, cuesta encontrar a algún feligrés poseído por semejante congoja como la expuesta por Milei el par de veces que se dio una vuelta por allí. Fuera de sí, el autodenominado topo, autodenominado cruel, autodenominado psicopateador y autodenominado vaca mala se aprisiona como quien quiere fundirse a la roca, hasta que algún rabino lo rescata.

Javier Milei en el Muro de los Lamentos, el 6 de febrero de 2024.

Necesitado de salir del aislamiento internacional que supone una orden de arresto por crímenes de lesa humanidad emitida por la Corte Penal Internacional, Netanyahu sabe retribuir la sobreactuación del argentino con tuits, premios y premiecitos.

Inmundicia y crueldad

En su curioso recorrido, Milei construye enemigos a los que califica como “excrementos”, “ratas” y “parásitos”.

Micaela Cuesta y Lucía Wegelin, doctoras en Ciencias Sociales e investigadoras de la Universidad de San Martín, publicaron Prejuicio y Política. Para una crítica sociológica del autoritarismo contemporáneo (UNSAM, 2024). En el capítulo “Anatomía del prejuicio”, que recorre los componentes constitutivos del discurso nazi, incluyen el siguiente párrafo:

“El disfrute de la inmundicia se asocia, señala Adorno, con el disfrute de la crueldad, pues esta estratagema se asocia a la del ‘cosquilleo de la médula espinal’, que consiste en hacer creer que las atrocidades reveladas por los agitadores (ndr: Hitler), y perpetuadas por los comunistas, les sucederá a sus seguidores. Los agitadores, coinciden los distintos autores, no prometen. Antes bien, amenazan”.

Por fuera de la ferviente adhesión mileísta a la postura oficial de Israel y alguna foto de ocasión de dirigentes del ex Juntos por el Cambio y el peronismo que pugnan por la liberación de unos cincuenta rehenes (treinta estarían sin vida) que siguen en manos de Hamás y omiten por completo las 55.000 muertes de palestinos, las referencias a Medio Oriente son contadas en el arco político argentino. Muy notoriamente, las “nuevas melodías” de Axel Kicillof también se demoran en este asunto.

Desde una perspectiva crítica, se destacaron todos los cancilleres de los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina y Alberto Fernández, más Susana Malcorra, primera ministra de Exteriores de Macri, que reclamaron en nota conjunta apego a la postura histórica de Argentina, que pide negociaciones en paz con la premisa del respeto a los derechos humanos y a los dos Estados. En soledad entre los peronistas de a pie, Juan Grabois se expresó en varias oportunidades contra los “crímenes de guerra del Estado de Israel en Gaza”. En sus antípodas y para sorpresa de nadie, Guillermo Moreno alaba a Netanyahu y a Trump.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores y otros partidos de izquierda sostienen la única denuncia consistente contra la masacre en Gaza, sin que alguno de sus dirigentes deje de incurrir en consignas hirientes y poco reflexivas. En el contexto argentino, esa posición se ubica en el margen izquierdo del espectro, aunque forma parte del núcleo de la centroizquierda en Chile, Brasil, Uruguay y Europa.

La respuesta a la posición de dirigentes trotskistas, a veces expresada en forma chocante ante derechos básicos del pueblo israelí, no es política, sino judicial.

Opinión y persecución

El jueves, en la sala I de la Cámara en lo Penal, Correccional y de Faltas de Capital Federal, se llevó a cabo una audiencia por la acusación de antisemitismo presentada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) contra Alejandro Bodart, excandidato a presidente y exlegislador porteño por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).

El caso se originó en tres tuits de Bodart, de mayo de 2022, en los que el dirigente trotskista escribió “sionista=nazi”, criticó al “Estado racista y genocida de Israel…, por una Palestina laica y democrática, del río al mar” (una forma de referir en Medio Oriente al no reconocimiento del Estado de Israel o, en su sentido inverso, de Palestina), y aclaró “siempre condenamos la persecución antijudía y toda opresión étnica. Por eso defendemos al pueblo palestino. Basta de acusar de antisemitas a quienes somos antisionistas”.

El sionismo, cabe recordar, es un movimiento nacido en el siglo XIX que se propone la creación de un Estado judío en el Monte de Sion (Jerusalén), aspiración que se coronó en 1948, cuando, al cabo de la guerra árabe-israelí, fueron desplazados cientos de miles de palestinos. Como es evidente, no todos los judíos son sionistas, ni todos los sionistas adhieren al expansionismo de sus gobiernos, ni todos los habitantes de Israel son judíos.

La expresión “sionista=nazi” resulta política y moralmente inaceptable si se tiene en cuenta que muchos judíos-sionistas son descendientes de víctimas del Holocausto. Otra cuestión es que ello se transforme en una vía de persecución penal ante una opinión, por más desagradable que resulte.

Si toda expresión inflamada termina en una causa penal, dos tercios de la dirigencia política argentina debería pasar por tribunales, empezando por el más agraviante de todos. O, con motivo mucho más fundado, el ex vicepresidente de DAIA Sergio Pikholtz, quien calificó como blanco legítimo a todos los palestinos mayores de cuatro años. Por qué no Patricia Bullrich, que vincula a los mapuches a los “terroristas”; Milei, que apunta a los “zurdos de mierda”, o Miguel Ángel Pichetto, que niega la mera existencia de esa identidad indígena y desprecia a la inmigración de países limítrofes.

Ni qué hablar de quienes endilgan las acciones de Hamás a todos los habitantes de Gaza y a quienes denuncian la acción del Ejército de Israel, como ocurre decenas de veces por semana en el ameno menú televisivo y radial de Argentina. La estigmatización del Islam y el mundo árabe campea a sus anchas en las últimas décadas.

El expediente contra Bodart fue y vino entre primera instancia y apelaciones, con un sobreseimiento, que fue apelado; una absolución en juicio oral, y una condena con fallo dividido en Casación. Como no hubo doble conforme, la defensa de Bodart apeló ante la Cámara compuesta por Marcelo Vázquez, Elizabeth Marum y Luisa Escrich, que podría decidir en las próximas semanas.

La denuncia contra el dirigente del MST tiene una causa espejo en el fuero federal contra la diputada nacional Vanina Biasi (Partido Obrero), también accionada por la DAIA.

Daniel Rafecas

En una hipérbole de la que seguramente no se enorgullecerá, el juez Daniel Rafecas, con trayectoria sólida en el juzgamiento del terrorismo de Estado en argentina, llega a afirmar que las expresiones de Biasi son más graves porque se dan en un país que sufrió dos atentados terroristas. Como si una crítica dura al Gobierno de Netanyahu o un cuestionamiento a la existencia del Estado de Israel pudiera asociarse a la voladura de la mutual judía AMIA y la Embajada de Tel Aviv en Buenos Aires.

Esa forma de invalidar una postura política debatible se basa sobre el estratagema de estirar como elástico el concepto de antisemitismo, con el fin de persecución, muy a tono con la época.

Promover el estado palestino “desde el río hasta el mar” supone la negación del derecho a la existencia del Estado de Israel, conformado tras el Holocausto, lo que supone un fundamento válido. La polémica, desde ya, no termina. Ocurre que “la tierra ancestral” tenía otros habitantes allí asentados durante generaciones, que vivieron su nakba (catástrofe) al ser expulsados de sus hogares.

Incluso si no se reconociera la excepcionalidad del Holocausto, negar la existencia de Israel elude la pregunta sobre el destino de sus diez millones de habitantes actuales. Pero lo que está en juego no es la pertinencia, sensatez o humanidad de una consigna de un dirigente trotskista, sino la libertad de expresión. Si sus majestades los jueces, plenos de privilegios, aplican un lápiz rojo sobre lo que se puede decir, con doble vara evidente, la democracia se deteriora todavía más.

Es probable que el tuit de Bodart se haya excedido al sugerir la inexistencia de Israel. Otros opinarán lo contrario, pero no todo son palabras. Hay hechos.

Un territorio, Gaza, donde viven dos millones de personas, privadas de derechos elementales por décadas, dejó de existir como lugar habitable, producto de las bombardeos incesantes durante un año y medio. Un joven, arrasado, condenado a un calvario de por vida, pide a los médicos que lo dejen morir, por favor.

SL/DTC

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