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El secretario de Estado, Marco Rubio, dio una orden a sus embajadas y consulados de suspender las entrevistas para nuevos estudiantes extranjeros, según informa Politico, mientras plantea reforzar los requisitos para acceder al país, entre ellos la fiscalización de las redes
Más control para los estudiantes extranjeros. En su cruzada cultural e ideológica para limitar la libertad de expresión en el país, Donald Trump dio la orden de suspender las entrevistas para nuevos estudiantes extranjeros, mientras sopesar reforzar la vigilancia de las redes sociales de los estudiantes como parte de los requisitos para permitir la entrada en el país.
En efecto, la Administración Trump está evaluando exigir a todos los estudiantes extranjeros que soliciten estudiar en Estados Unidos que se sometan a un control de sus redes sociales, un requisito que va mucho más lejos de lo solicitado hasta ahora, según un cable diplomático al que ha tenido acceso Politico.
Con vistas a aplicar este nuevo requisito, la Administración Trump está ordenando a las embajadas y secciones consulares de EEUU que congelen las entrevistas para nuevos solicitantes de este tipo de visado estudiantil, según el cable fechado el martes y firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio, citado por Politico.
“Con efecto inmediato, y en preparación para una ampliación del control y evaluación obligatoria de redes sociales, las secciones consulares no deben añadir ninguna agenda adicional para citas de visado de estudiante o visitante de intercambio (F, M y J) hasta que se emita una nueva instrucción por telegrama separado, lo cual anticipamos en los próximos días”, indica el cable.
Rubio ya había anticipado nuevas restricciones en marzo, después de que la policía arrestara a Rümeysa Öztürk, estudiante de doctorado en la Universidad de Tufts, frente a su casa. Öztürk, que ayudó a redactar un artículo de opinión en apoyo a los gazatíes, fue puesta en libertad bajo fianza mientras lucha contra una posible deportación.
“Si solicitás un visado para entrar en Estados Unidos como estudiante y nos decís que no venís solo a escribir artículos de opinión, sino a participar en movimientos que hacen cosas como vandalizar universidades, acosar a estudiantes, ocupar edificios, armar alboroto... No te vamos a dar un visado”, dijo entonces Rubio.
La noticia de Politico llega el mismo día en que The New York Times publicaba que la administración Trump se dispone a cancelar los contratos federales restantes con la Universidad de Harvard, por un valor estimado de 100 millones de dólares, según una carta que será enviada este martes a las agencias federales. En ella, también se insta a los organismos a “buscar proveedores alternativos” para futuros servicios.
Los nuevos recortes, detallados en un borrador de la misiva al que ha tenido acceso The New York Times, representan lo que un alto cargo del Gobierno describió como una ruptura total de la relación comercial histórica entre el Ejecutivo federal y Harvard.
Desde el mes pasado, la administración ha congelado unos 3.200 millones de dólares en subvenciones y contratos con Harvard, según cálculos del diario neoyorquino, además de haber ordenado bloquear su capacidad para matricular estudiantes internacionales.
La carta adelantada por the New York Times, fechada el 27 de mayo y emitida por la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés), será entregada este martes por la mañana a las agencias. El documento ordena responder antes del 6 de junio con una lista de contratos a cancelar. Aquellos contratos considerados críticos no se rescindirán de inmediato, pero sí se transferirán gradualmente a otros proveedores, según explica la carta, firmada por Josh Gruenbaum, comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones de la GSA, organismo encargado de gestionar las compras del Gobierno.
Según el periódico, los contratos con unas nueve agencias federales se verán afectados.
Entre los ejemplos figura un contrato de 49.858 dólares con los Institutos Nacionales de Salud para investigar los efectos del consumo de café, y otro de 25.800 dólares con el Departamento de Seguridad Nacional para programas de formación para altos ejecutivos. Algunos de estos contratos ya estarían sujetos a órdenes de suspensión.
“De cara al futuro, también alentamos a su agencia a buscar otros proveedores para aquellos servicios en los que antes consideraban a Harvard”, señala la carta.
Una carta dirigida a las agencias federales a la que ha tenido acceso The New York Times llama a cancelar contratos por unos US$100 millones. El objetivo es cortar los últimos lazos del Gobierno con la universidad
Trump recrudece su enfrentamiento con Harvard y bloquea la matriculación de estudiantes extranjeros en la universidad
Cada día, un hachazo. El acoso de Donald Trump contra una universidad que no se pliega a sus injerencias sigue escalando. Según publica The New York Times este martes, la administración Trump se dispone a cancelar los contratos federales restantes con la Universidad de Harvard, por un valor estimado de 100 millones de dólares, según una carta que será enviada este martes a las agencias federales. En ella, también se insta a los organismos a “buscar proveedores alternativos” para futuros servicios.
Los nuevos recortes, detallados en un borrador de la misiva al que ha tenido acceso The New York Times, representan lo que un alto cargo del Gobierno describió como una ruptura total de la relación comercial histórica entre el Ejecutivo federal y Harvard.
Desde el mes pasado, la administración ha congelado unos 3.200 millones de dólares en subvenciones y contratos con Harvard, según cálculos del diario neoyorquino, además de haber ordenado bloquear su capacidad para matricular estudiantes internacionales.
La carta adelantada por the New York Times, fechada el 27 de mayo y emitida por la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés), será entregada este martes por la mañana a las agencias. El documento ordena responder antes del 6 de junio con una lista de contratos a cancelar. Aquellos contratos considerados críticos no se rescindirán de inmediato, pero sí se transferirán gradualmente a otros proveedores, según explica la carta, firmada por Josh Gruenbaum, comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones de la GSA, organismo encargado de gestionar las compras del Gobierno.
Según el periódico, los contratos con unas nueve agencias federales se verán afectados.
Entre los ejemplos figura un contrato de 49.858 dólares con los Institutos Nacionales de Salud para investigar los efectos del consumo de café, y otro de 25.800 dólares con el Departamento de Seguridad Nacional para programas de formación para altos ejecutivos. Algunos de estos contratos ya estarían sujetos a órdenes de suspensión.
“De cara al futuro, también alentamos a su agencia a buscar otros proveedores para aquellos servicios en los que antes consideraban a Harvard”, señala la carta.
Donald Trump sigue aumentando la presión sobre la Universidad de Harvard. Su afán por intervenir ideológicamente en los centros universitarios para aplicar su agenda ultraconservadora —bajo la excusa del antisemitismo y del rechazo a las políticas de diversidad de género y orientación sexual— se ha topado con la universidad más antigua del país, que de momento resiste las amenazas y los recortes económicos de la Administración Trump.
Después de que la semana pasada la Casa Blanca decretara el bloqueo de las matrículas de estudiantes extranjeros —una medida que Harvard recurrió y que fue suspendida cautelarmente por un juez de Boston—, este lunes el presidente de EEUU lanzó una nueva amenaza: “Estoy sopesando quitarle 3.000 millones de dólares en subvenciones a una Harvard muy antisemita y dárselos a escuelas de oficios por todo el país. ¡Qué gran inversión sería para EEUU, y tan necesaria!”. Harvard, la universidad más antigua y rica de Estados Unidos, cuenta con un fondo de dotación de 53.000 millones de dólares.
Trump asegura que cerca del 31 % del alumnado de Harvard es extranjero y ha cuestionado por qué Estados Unidos debería financiar su formación cuando, según él, sus países de origen no lo hacen. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también ha afirmado que la universidad se niega a entregar la documentación solicitada sobre los estudiantes.
Para recuperar la certificación de su programa para alumnos internacionales, la Administración Trump dio a Harvard un ultimátum de 72 horas para entregar seis categorías de información sobre los estudiantes extranjeros de los últimos cinco años.
Entre los datos reclamados por el Gobierno se incluyen expedientes disciplinarios y grabaciones de video de aquellos que participaron en protestas, información que, por el momento, la universidad no ha entregado.
El presidente del Tribunal, Maximiliano Savarino, y la vocal Verónica Di Tommaso, ambos originales del TOC3, echaron a su colega cuestionada, que había sido invitada a formar parte del estrado en el juicio en el que intentan establecer las circunstancias médicas en torno a la muerte del exfutbolista.
Los videos que confirman que la jueza Makintach está vinculada con una productora audiovisual
El Tribunal en pleno entró en la sala de audiencias. La jueza Julieta Makintach tomó su lugar de siempre. El presidente Maximiliano Savarino, el centro. La vocal Verónica Di Tommaso, la izquierda del estrado. Oyeron a las partes. Los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren tomaron la palabra: “Cuando digo que Makintach hizo de actriz y no de jueza es que porque había un guion que estaba escrito y lo vamos a mostrar ahora”. Después exhibieron un trailer, que avisa: “Juicio Divino” –nombre de la serie– y remata “La jueza de D1OS”. Después de esta exhibición, que confirma que la magistrada participaba de la producción audiovisual como protagonista del juicio en el que intentan determinar las responsabilidades médicas entorno a la muerte de Diego Maradona, querellas y defensas pidieron que se aparte del proceso. Por decisión del Tribunal, Makintach fue apartada del debate.
Sucedió hoy, en la audiencia 20. Luego de un cuarto intermedio de dos horas, Savarino y Di Tommaso volverán a la sala para preguntar a las partes cómo consideran que debe continuar el juicio. Entre las opciones, todo indica que lo declararán nulo. Es decir, que todo volvería a cero: testigos que vuelven a declarar, videos que vuelven a ser mostrados, pericias, informes, chat, fotos y videos. Todo de vuelta.
“Justicia Divina, una miniserie cinematográfica de no-ficción que sigue el juicio de Maradona. Seis capítulos de treinta minutos cada uno. Una cruza entre el periodismo y serie documental, que reconstruye la muerte de Maradona”: esa es la presentación del guion, parte del material que se secuestró en los allanamientos del jueves pasado luego de que se denunciara al Tribunal en pleno por presuntas irregularidades.
Lo episodios ya tenían temática: La justicia y los lugares; La justicia y los dioses; La justicia y los abogados; La justicia y los familiares; La justicia y el azar; La justicia y la sentencia. De entre el material secuestrado encontraron la carpeta con la presentación de la serie. Estaba en La Doble SA, de José Arna.El proyecto dice así: “Justicia Divina (...) mantiene una estructura narrativa que condensa en cada capítulo dos semanas de juicio. (...) La miniserie acompaña los pasos de la jueza Julieta Makintach durante y posterior al juicio. Mientras reconstruye la muerte de Maradona y ciertos hitos dolorosos en su vida relacionados con el abandono”. Para la Fiscalía 1, que investigó irregularidades durante el proceso, era evidencia contundente. Con esas pruebas, argumentó ante el Tribunal y pidió la exclusión de Makintach del estrado. Todas las partes se plegaron al pedido de Patricio Ferrari, fiscal del juicio.
Hasta hoy, la magistrada negó que hubiera una producción, pero aparecieron los videos que la muestran caminando por el Juzgado y ofreciendo una entrevista, acompañada de un equipo de produccción audiovisual y una guionista, su amiga íntima. Con la prueba recolectada, Makintach no tuvo margen. Quiso, incluso, adelantarse a la decisión de sus colegas. “No me van a creer nada de los que les diga. De corazón, por mis hijos y por mi familia. No conocía ese material, no lo vi nunca, ni leí ese guión. La última vez que yo hablé fue el día antes de entrar a este debate. Sí di una entrevista a mi amiga de mi infancia, al resto no la conocía. Ella (N. de la R.: por María Lía Vidal Alemán) vino con esta idea. No hubo otro registro fílmico. Espero que el juicio pueda seguir sin mí”, dijo Makintach.
Makintach se hacía un bollito en su sillón mientras escuchaba las acusaciones en su contra. De aquella vehemencia quedaba poco. Estaban Gianinna y Jana Maradona, y Verónica Ojeda, expareja de Maradona, y madre de Dieguito Fernando. Dijo Fernando Burlando, abogado de Dalma y Gianinna: “Está en este juicio por su propia voluntad. Y por su propia voluntad quiso ser presidente y protagonista del documental”. Dijo Mario Baudry, abogado de Dieguito Fernando: “A cuanto menos es impresentable e indigna para ocupar el cargo de jueza”. Dijo Felix Linfante, representante de Jana Maradona: “Si a todos se les prohibía filmar y a uno no; hay mentira, hay engaño, hay paricialidad”.
Y Julio Rivas, abogado de Leopoldo Luque, quien destapó el escándalo, tomó el micrófono. “Estoy triste, angustiado. En este juicio se tenía que investigar la muerte de Diego Armando Maradona. Cómo ocurrió, quienes son los responsables. Y es lo que menos hemos hecho. Con el diario del lunes, con la prueba colectada, Julieta Makintach ya tenía un veredicto previsible. Una absolución no vende. Una condena, sí. Quiero que la doctora Makintach se vaya de este tribunal. Hubiese preferido que se excusara”. A Rivas se le quebró la voz. Es la primera vez en 37 años de carrera como abogado que recusa a un juez.
VDM/MG
Un trailer en español y en inglés fue transmitido dentro de la sala de audiencias donde se discute el futuro de la vocal, acusada de participar en un documental y que podría hacer peligrar todo el proceso.
Julieta Makintach en su despacho, manejando, hablando a cámara frases como estas: “Me parece que este juicio merecía que el Poder Judicial rindiera cuentas”. No hay margen para que Makintach insista en desmentir que “no había documental, ni plata, ni contrato”. En la audiencia de hoy, la vigésima, no se habló de Diego Armando Maradona. Es que aparecieron el guión y el teaser del documental en el que la vocal es protagonista. Hay una versión en inglés y en español, lo que abona la teoría de la fiscalía: que estaba en preparación una carpeta para explotar comercialmente un futuro documental sobre el juicio en el que Makintach interviene. Hay un video, también, en el que admite haber aceptado participar del documental sobre el juicio.
“Justicia Divina, una miniserie cinematográfica de no-ficción que sigue el juicio de Maradona. Seis capítulos de treinta minutos cada uno. Una cruza entre el periodismo y serie documental, que reconstruye la muerte de Maradona”: esa es la presentación del guión, parte del material que se secuestró en los allanamientos del jueves pasado luego de que se denunciara al Tribunal en pleno por presuntas irregularidades. “(Makintach) Habló de Maradona, del juicio, de cómo se desarrollaba. Ha quedado absolutamente condicionada por su papel protagónico, por la centralidad de su figura. Nos mintió en la cara durante tres meses. Exijo al Tribunal la recusación de la jueza Makintach”, pidió el fiscal Patricio Ferrari.
El viernes, entre la cantidad de discos rígidos que la DDI de San Isidro secuestró en los allanamientos, apareció el crudo que protagoniza la jueza Makintach. Las imágenes fueron tomadas en el Juzgado de San Isidro, donde se lleva adelante el debate por la muerte de Maradona, el domingo 9 de marzo y el martes 11 de marzo, día de inicio del debate. Uno de los videos muestra al Tribunal en pleno ingresando con la custodia a la sala de audiencias. También hay tomas directas a la jueza, al abogado Fernando Burlando y a Gianinna Maradona.
Según el descargo presentado por María Lía Vidal Alemán, la amiga íntima de la magistrada y a quien se le ocurrió “el proyecto amateur”, “la idea creativa” consistía en hacer “un podcast”, “un libro” o “contenido para redes” sobre Makintach en su rol de jueza y mujer. Para eso contactó a La Doble SA, de José Arnal, que proveyó a Vidal Aleman de los elementos técnicos: cámaras y micrófonos profesionales. Y consultó a Juan Manuel D'Emilio, publicista y escritor, para sumarse al proyecto. El fiscal Ferrari aseguró que, de acuerdo a la investigación, llevaban invertidos $5 millones para “el proyecto amateur”.
Las partes –fiscales, querellas y defensas– dudan de la imparcialidad de Makintach en el debate. Se pone en cuestionamiento es que haya elegido justo el juicio en el que la jueza tiene voz y voto. Dijo Ferrari: “Si creemos que el juez nos va a mentir, ¿cómo podemos creer que va a fallar justamente? Hubo una sobreactuación permanente de la doctora Makintach, que ofició de actriz y no de jueza en ese documental”.
Y siguió el fiscal: “El domingo 9 de marzo, antes de que empiece el juicio, Makintach entró con seis personas al edificio. Y si hay un guión y un trailer, no fue sólo una entrevista. Fueron fotos, tomas. No había autorización para ese irregular ingreso. Se dan claramente todas las circunstancias agravantes que muestran la pérdida de la independencia e imparcialidad de la vocal convocada a este juicio”.
VDM/MC
El registro audiovisual surge de los allanamientos del jueves. La magistrada tiene encima una pedido de recusación. En el material secuestrado también aparecen el presidente de Tribunal y la vocal. Qué declaró el camarógrafo.
Cómo se destapó el escándalo que podría hacer caer el juicio por la muerte de Maradona
Entre la cantidad de discos rígidos que la DDI de San Isidro secuestró el jueves en seis allanamientos, apareció el crudo que protagoniza la jueza Julieta Makintach. Las imágenes fueron tomadas en el Juzgado de San Isidro, donde se lleva adelante el debate por la muerte de Diego Maradona, el domingo 9 de marzo y el martes 11 de marzo, día de inicio del debate. Uno de los videos muesta al Tribunal en pleno ingresando con la custodia a la sala de audiencias. También hay tomas directas a la jueza, al abogado Fernando Burlando y a Gianinna Maradona.
Según el descargo presentado por María Lía Vidal Alemán, la amiga íntima de la magistrada y a quien se le ocurrió “el proyecto amateur”, “la idea creativa” consistía en hacer “un podcast”, “un libro” o “contenido para redes” sobre Makintach en su rol de jueza y mujer. Para eso contactó a La Doble SA, de José Arnal, que proveyó a Vidal Aleman de los elementos técnicos: cámaras y micrófonos profesionales. Y consultó a Juan Manuel D'Emilio, publicista y escritor, para sumarse al proyecto. Así arrancó el problema que está poniendo en jaque el proceso, que lleva dos meses en curso y podría quedar anulado.
Son más de 50 cortes en los que se observa a la jueza caminando por el Juzgado de San Isidro: sube escaleras, las baja; se mete en el ascensor; entra en su despacho, abre expedientes; habla a cámara. En uno de los cortes se presentá así: “Soy jueza en el Tribunal en lo Criminal número 3 de San Isidro, subrogante, que interviene en el juicio oral y público por la muerte de Diego Armando Maradona. Además soy magister en Derecho Penal y profesora en la Universidad Austral hace diez años”.
Las partes –fiscales, querellas y defensas– dudan de su imparcialidad en el debate. No es delito que la jueza haya prestado su imagen y testimonio para una producción que, suponen, contará su trayectoria de 27 años en el ambiente judicial. Lo que se pone en cuestionamiento es que hayan elegido justo el juicio en el que la jueza tiene voz y voto. La hipótesis de la Fiscalía que investiga estas irregularidades es que con ese material armarían un teaser (proyecto de obra) para venderlo a alguna plataforma internacional de contenidos audiovisuales.
Hay otro corte en el que se observa una caminata del Tribunal en pleno. La vocal Verónica Di Tommaso, el presidente Maximiliano Savarino y la custodia del estrado caminan por un pasillo que lleva a la sala de audiencias. ¿Los jueces no se dieron cuenta de que los filmaban? ¿Los jueces estaban al tanto de la “idea creativa” a la que se había prestado su colega?
“Me contrataron para filmar la primera audiencia”, es lo que declaró el camarógrafo contratado por la amiga de la jueza.
Allanamiento, secuestro de elementos de trabajo y toma de testimonio para Jorge Huarte, el camarógrafo que dice haber sido contratado para filmar la primera audiencia, algo que estaba prohibido pero autorizó Makintach. Huarte presupuestó 550 mil pesos esa única jornada de trabajo y tuvo que insistir para que se la paguen. Es el último eslabón de la cadena de la industria audiovisual, conocida por tercerizar trabajos que luego son comercializados en dólares en plataformas. Cuando su imagen circuló en los medios de comunicación borró mensajes. Esto es lo que declaró a la fiscalía que investiga las irregularidades en el debate por Maradona.
“Me pidieron hacer un poco de color en la calle y una vez dentro de la sala hacer imágenes de la juez Makintach específicamente y si sucedía algo específico, captarlo”, dice el camarógrafo. Sigue: “Desde mi perspectiva filmé algo de Gianinna (Maradona) y de (Fernando) Burlando”. Afirma que de Dalma pudo tomar unas pocas secuencias “porque tenía una cabeza tapándola”.
Le explicaron, según contó, que el documental era sobre la jueza, pero que estuviera atento a “alguna incidencia”. ¿Cuál, por ejemplo? “En un momento Makintach le dijo algo a un abogado y me apuré a filmarlo”, respondió. Huarte, Vidal Aleman (la amiga de Makintach) y Arnal (dueño de la productora La Doble SA), sortearon la acreditación que requiere prensa y público. Declaró que fueron recibidos directamente por la custodia de la jueza.
VDM/